sábado, 22 de marzo de 2025

Sentencia pionera contra la vacuna del covid: un juez reconoce como accidente laboral los trombos de un profesor español



MADRID.- Han pasado cuatro años desde que Pedro García, profesor de Física y Química de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona, España), ingresó por primera vez en la UCI tras haberse recibido la vacuna contra el covid de AstraZeneca. El docente llegó a sufrir dos trombos (en pulmón e hígado) estuvo una semana ingresado en la citada unidad y otras tres semanas más en planta del Hospital del Mar, que notificó su caso como "posible efecto adverso de la vacuna".

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) también reconoció esta posible causa, después de que la propia AstraZeneca admitiera que uno de los posibles efectos secundarios de su vacuna eran los trombos. Además, posteriormente Europa retiró del mercado la vacuna.

Ante los perjuicios que le habían ocasionado la vacuna, el profesor interpuso una denuncia y este lunes ha tenido lugar en el Juzgado Social nº 31 de Barcelona. Pero la querella no era por los efectos secundarios, sino por el tipo de baja a la que tuvo que acogerse y la consecuente prestación que recibió.

De este modo, este se ha convertido en el primer juicio en España en el que un profesor solicita que su baja laboral, que tuvo a consecuencia de los efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca, debía considerarse como accidente laboral. 

Eso significa que los periodos de baja de este profesor, que se habían tramitado por enfermedad común, no se pueden tramitar así y, por tanto, tiene que ser reconocida como accidente laboral. 

Y según cuentan fuentes del caso a El Confidencial, el Juzgado Social nº 31 de Barcelona le ha dado la razón al profesor.

Motivos que han llevado a ganar

El abogado del profesor, Francesc Feliu Pamplona, explica a este periódico los motivos que alegaba por los que la consideración de la baja debía ser de otro modo. El primero de todos es que la campaña de vacunación había priorizado según puestos de trabajo, incluyendo dentro del personal esencial a los docentes, "por tanto, había una connotación laboral de todo ello".

Más concretamente, desarrolla que "al ser docente se priorizó su vacunación porque según el plan estratégico era una obligación ética y legal vacunar a los profesores para defender el derecho de la educación de adolescentes durante la época del covid-19". 

Por esta priorización y "en base también al principio de solidaridad, que es importante en este caso porque el que el Estado pedía a la gente que se vacunase y diera ejemplo; todo esto ha incardinado que haya un reconocimiento de que la baja es accidente laboral". 

El abogado también defendió que tenía que entenderse como accidente laboral por el hecho de que "había actuado como un acto de salvamento".

 "El artículo 156 de la Ley General de la Seguridad Social, que define lo que es un accidente laboral, dice que los actos de salvamento que se hacen en función de tu puesto de trabajo son considerados accidente laboral. Claro, cuando hablamos de salvamento parece que estés salvando a alguien de un accidente, pero aquí el salvamento era que la gente se vacunase para que se salvase al conjunto de la sociedad".

Otro de los temas importantes que señala, es que la sentencia reconoce que la Administración "ha actuado con un papel preponderante en el sentido de que ha pedido y pidió que la gente se vacunase". 

 En el juicio defendían que la inoculación fue un acto voluntario y que cada uno era responsable de las consecuencias "y no, la sentencia dice lo contrario, que la administración solicitó a la gente se vacunase. Y además, en el caso concreto del profesor, habían recibido correos electrónicos de la Generalitat de Cataluña en la que les decía que se tenían que ir a vacunar".

El letrado concluye que el juez les ha dado la razón a todos los argumentos y "establece que sí, que hay una a una connotación laboral". Y además, "reconoce expresamente que hubo unos efectos secundarios asociados a la vacuna AstraZeneca y que, por tanto, eso es indiscutible con el precepto son consideras accidente laboral".

¿Podrán acogerse policías o veterinarios?

El abogado señala que esta sentencia puede repercutir en los miles de trabajadores que se vacunaron por ser personal esencial y tuvieron efectos secundarios: docentes, profesores, policías, militares, bomberos, veterinarios, etcétera.

Explica que esto va a suponer que "van a poder tener mejores prestaciones a nivel económico, va a poder facilitar esa conexión entre efectos secundarios-trabajo y si alguien reclama al Estado va a ayudar". 

Y también les da cobertura en los convenios colectivos y a los funcionarios, "porque si tienes una incapacidad laboral por accidente laboral, tienes mayores coberturas a todos los niveles".

Por tanto, considera que los efectos que se consiguen ahora pueden ser utilizados de manera extensiva a multitud de personas que podrán defender esa tesis que hemos mantenido hasta ahora.

miércoles, 19 de marzo de 2025

Veritas filia temporis / Fernando del Pino Calvo-Sotelo *

 La verdad es hija del tiempo. Cinco años después del comienzo del covid, el relato oficial se desmorona. El abrumador peso de la evidencia científica y la publicación de informes oficiales revisionistas que desmontan el relato político-mediático hegemónico desde 2020 ha provocado que algunos medios españoles hayan entonado un meritorio, aunque insuficiente mea culpa

Uno de ellos reconoce que «lo que eran fake news de algunos de aquellos etiquetados como negacionistas ahora está alineado con los hechos probados», y propone que, en adelante, «deberíamos escuchar otras voces, aunque no concuerden con la narrativa del Estado, de los medios, de los verificadores de información (…) ni con nuestra más arraigada ideología» (elocuente, esto último, ¿no?) [1].

En otros países ha ocurrido algo similar. Recientemente, uno de los periodistas del New York Times titulaba así su artículo: “Nos engañaron de mala manera”[2]. Otro arrepentido del británico The Times reconocía que ya no cree «que los confinamientos salvaran una sola vida, y de hecho posiblemente causaron la muerte de muchas personas». 

Tras pedir que la próxima vez «conservemos nuestro espíritu crítico y no menospreciemos como parias a aquellos que discrepan del relato oficialmente aprobado», termina con una reflexión: «Debemos recordar que cuanto mayor sea el consenso, más dudas debemos tener sobre el mismo»[3]. Amén.

En realidad, eran los políticos, la UE, los medios de comunicación, los payasos fact-checkers y parte del estamento médico, es decir, el contubernio político-mediático-farmacéutico, los negacionistas que propagaban bulos sin cesar.

El origen del Covid: un escape de laboratorio

El primer bulo del establishment fue el supuesto origen zoonótico del covid con aquel inventado pangolín que aún sobrevive en el bosque escapando de sus perseguidores, como Rambo. 

El sentido común nos hacía preguntarnos hace ya dos años cuál era la probabilidad a priori de que, de todos los lugares habitados del planeta, el virus emergiera precisamente en una ciudad donde existían laboratorios que estaban trabajando precisamente con ese tipo de coronavirus.

Hoy ninguna fuente seria cuestiona que la pandemia fue con toda probabilidad causada por un escape de un laboratorio biológico en Wuhan que las autoridades chinas y los EEUU ocultaron con la ayuda de la corrupta OMS mientras China exportaba el virus al resto del mundo. 

El interés de EEUU era doble: los científicos y las instituciones norteamericanas que habían financiado la investigación del coronavirus en Wuhan querían borrar sus huellas, y el Deep State quería debilitar la posibilidad de reelección de Trump, que defendía la teoría del escape biológico.

La verdad ―que fue censurada― era conocida o al menos sospechada desde 2020, pero fue ocultada al gran público. Los servicios de inteligencia alemanes otorgaron desde un principio una probabilidad de hasta el 95% de que el virus proviniera del laboratorio chino, pero la excanciller Merkel decidió mantener el informe en secreto[4].

 Del mismo modo, el exdirector del Mi6 presentó al gobierno británico un informe clasificado en el que declaraba que «no existe ninguna duda razonable de que el covid-19 ha sido diseñado en el Instituto de Virología de Wuhan», pero el establishment lo enterró[5].

Las controladísimas revistas médicas contribuyeron a tal ocultación, con una excepción. En 2021 el British Medical Journal publicó que «la supresión de la teoría de la fuga de laboratorio no se basa en ninguna evaluación clara de la ciencia», y que se había producido «a pesar de que no existen pruebas de la explicación alternativa, esto es, de la propagación natural de los animales a los seres humanos». 

El BMJ terminaba criticando que no se investigara el «verosímil» escape de laboratorio como origen del covid[6].

En 2022 el Senado norteamericano publicó un profuso informe científico llegando a las mismas conclusiones, que fueron corroboradas meses después por el director del FBI cuando reconoció que «muy probablemente» el origen del covid era artificial[7]

Finalmente, en noviembre de 2024 el Congreso de EEUU llegó a la misma conclusión con un relevante informe que cuestionó casi todas las medidas tomadas para combatir la pandemia[8].

A pesar de ello, algunos «expertos» continúan congelados en la versión oficial y asustan con la posibilidad de que recurra una epidemia de parecidas proporciones. Si ocurriera, sería la primera pandemia natural importante desde hace un siglo, pues el covid, repito, no fue una epidemia de origen natural, sino un accidente biológico causado por un escape de laboratorio. 

En otras palabras, el covid fue el Chernóbil de las armas biológicas.

¿Cuál es entonces la solución para que no se repita? No es, desde luego, empoderar a la OMS para crear una dictadura sanitaria, como pretende el globalismo, ni dar más poder a los gobiernos, ni más dinero a la corrupta industria farmacéutica, sino algo muy sencillo: prohibir la investigación de armas biológicas en todo el mundo y, en particular, la tecnología de ganancia de función que manipula genéticamente virus del mundo animal para aumentar su peligrosidad y que contagien a humanos, como hicieron con el covid[9].

Caraduras recalcitrantes

A pesar de todo, en España algunos de los responsables del mayor escándalo de salud pública de la Historia han aprovechado el quinto aniversario del comienzo de la pandemia para felicitarse a sí mismos con total desfachatez, lo cual denota la impunidad con la que han actuado (y delinquido): cinco años después, nadie ha sido despedido ni multado y nadie ha sido procesado (salvo los políticos comisionistas de las mascarillas). Naturalmente, nadie ha pisado la cárcel.

Este desfile conmemorativo de políticos caraduras y médicos pomposos que abusan de la autoridad de la bata blanca intenta blanquear un fraude de proporciones gigantescas. Como decía Peter C. Gøtzsche, profesor emérito de Medicina en Dinamarca y cofundador de Cochrane (en su día máxima referencia de evidencia médica), «el sector de la Sanidad es mucho más corrupto de lo que la gente piensa, y el dinero de la industria farmacéutica va a todas partes, a políticos, revistas médicas, periódicos, etc.»[10].

Ese etcétera es muy amplio, pues los viscosos tentáculos de las grandes empresas farmacéuticas alcanzan a miembros de Colegios Médicos en todo el mundo[11], a muchos médicos, directa o indirectamente[12], y a las agencias del medicamento, con sus puertas giratorias. 

Por ejemplo, Pfizer acaba de contratar a uno de los principales responsables de la FDA durante la pandemia[13].

El guion de la pandemia

La pandemia siguió un guion. En primer lugar, se aterrorizó a la población con la complicidad de los medios, que lanzaron una campaña de terror y culpabilización perfectamente diseñada para domesticar a la población. 

Para dicha campaña se contrató a agencias de publicidad especializadas[14] que lograron crear una verdadera histeria colectiva con el objeto de facilitar la aceptación de medidas arbitrarias, liberticidas, absurdas y completamente acientíficas.

 Los confinamientos, las distancias de seguridad, la limitación de comensales, el gel hidroalcohólico o las inútiles mascarillas no sirvieron para nada, salvo para beneficiar a unos pocos. Sí sirvieron, en cambio, para enfermar mentalmente a una parte de la ciudadanía.

Los ilegales y sádicos confinamientos fueron epidemiológicamente inútiles y perjudicaron nuestra salud mental y nuestro sistema inmunológico precisamente cuando más lo necesitábamos[15]

Por otro lado, las inútiles mascarillas[16], especialmente crueles con los niños en los colegios[17], no se impusieron para controlar el virus. Las mascarillas se impusieron para controlar a la población, y lo lograron.

Asimismo, para poder aprobar el uso de emergencia de las «vacunas», se torpedeó o silenció todo tratamiento prometedor cuya existencia habría impedido, por razones regulatorias, tan suculento negocio. 

Fue el caso, por ejemplo, de la vitamina D utilizada de forma preventiva[18] o en pacientes ya ingresados[19], la ivermectina[20], o la hidroxicloroquina, eficaz en tratamiento temprano[21], en combinación con azitromicina[22].

 Aunque reducía la mortalidad del covid, fue retirada el mercado[23].

Finalmente, tras negar contra toda evidencia la superior inmunidad natural de quienes ya habían pasado la enfermedad[24], se puso en marcha un programa de vacunación indiscriminada con vacunas y terapias genéticas que no cumplían ninguno de los tres requisitos exigidos para una vacuna (necesidad, eficacia y seguridad), pero sí cumplían el único requisito que importaba: el beneficio.

El escándalo de las «vacunas»

Las vacunas y terapias genéticas ARNm eran innecesarias para la inmensa mayoría de la población para la que el covid era una enfermedad leve[25], dato que se conocía desde 2020 pero que los medios ocultaron pertinazmente. Para los niños el covid era más leve que la gripe[26], a pesar de lo cual se les incluyó escandalosamente en el programa de vacunación.

Las vacunas también fueron ineficaces, pues no evitaban ni la transmisión ni la muerte. Un estudio realizado en Japón (uno entre varios[27]) afirma incluso que las vacunas covid tuvieron eficacia negativa, es decir, que los vacunados se contagiaban más que los no vacunados[28]

Además, la probabilidad de contagiarse aumentaba con cada dosis adicional, como había concluido un macro estudio de la Cleveland Clinic[29].

Nos dijeron que las vacunas protegían contra el contagio y la transmisión para justificar la persecución y apartheid de los no vacunados y el infame pasaporte covid. Era mentira, y, cuando fue patente que no impedían ni el contagio ni la transmisión, recularon cambiando el relato y afirmando que al menos sí protegían contra la gravedad y la muerte.

 También era falso: en marzo de 2022 el 84% de los muertos por covid en España estaba perfectamente vacunado, según datos del propio Ministerio de Sanidad[30]. Un estudio reciente confirma que «los datos estadísticos muestran que la mortalidad de los vacunados fue un 14,5 % superior a la de los no vacunados», por lo que la idea de que las vacunas covid salvaron vidas «contradice los datos estadísticos»[31].

Las vacunas también fueron inseguras, pues seguimos pagando sus efectos secundarios adversos, sobre todo isquémicos y cardiovasculares[32]: ictus, trombosis y trombocitopenia, embolia pulmonar, miocarditis, pericarditis, fibrilación atrial; pero también desórdenes menstruales, efectos oculares, dermatológicos, autoinmunes y neurológicos, como trombosis del seno venoso cerebral, parálisis facial de Bell, mielitis transversa aguda o cáncer[33].

 La escandalosa verdad es que con toda probabilidad las vacunas y terapias genéticas ARNm han provocado la muerte de muchas personas: autopsias realizadas sugieren una relación de causalidad[34].

Hoy, especialistas en Reino Unido[35] o autoridades sanitarias de algunos países[36] llaman a la suspensión de las vacunas ARNm contra el covid mientras el British Medical Journal exige investigar el exceso de mortalidad «sin precedentes» registrado en todo el mundo en 2021 y 2022 tras la difusión de dichas vacunas[37].

Los médicos nos fallaron

De forma imprudente y contra lo que defendía la evidencia científica, la inmensa mayoría de los médicos en España recomendaron a sus pacientes vacunarse aunque no pertenecieran a la población de riesgo o hubieran pasado la enfermedad. Eso sí, lo hicieron verbalmente, sin consentimiento informado, ni receta, ni firma.

La realidad es que, ante la enorme presión social y gremial y el mimetismo que plaga la profesión, muchos eligieron el camino cómodo escudándose en «los protocolos» del orwelliano Ministerio de Sanidad. ¿Cuántos han asumido alguna responsabilidad? ¿Y los Colegios Médicos, que persiguieron y amenazaron a los pocos médicos valientes que se negaron a aceptar el trágala?

Parece lógico, por tanto, que la credibilidad del gremio haya caído estrepitosamente: en EEUU la confianza en médicos y hospitales se ha derrumbado, pasando del 72% en 2020 al 40% en 2024[38]. También se ha producido una lógica disminución de la confianza de la población en las vacunas[39].

Un homenaje a los valientes

Tres cosas recuerdo con gran agradecimiento en este lustro de arduo combate contra la histeria colectiva y los negacionistas del contubernio político-mediático, que se negaban pertinazmente a ver lo que mostraban los datos estadísticos y la evidencia científica.

En primer lugar, la respuesta de mis amables lectores, que mantuvieron la cordura en medio de la locura colectiva demostrando una capacidad de resistencia, una firmeza y un valor poco comunes para defender su independencia de opinión y su salud física y mental (y la de los suyos).

En segundo lugar, el aliento de unos pocos médicos y expertos en inmunología que, en privado, me dieron un apoyo importantísimo para mí, fijándose en el mensaje y no en el mensajero, es decir, en la seriedad de mis fuentes y el rigor de mi análisis. 

Aunque la literatura médica sea uno de mis hobbies desde hace 20 años, pasaron por alto mi falta de credenciales, lo que tiene doble mérito (por tratarse de España y por tratarse de la profesión médica).

Pero, sobre todo, recuerdo con admiración el coraje de los pocos médicos que se opusieron públicamente a La Gran Mentira y pagaron un precio por ello. A fin de cuentas, yo sólo sufrí la censura de un artículo, lo que además resultó ser providencial. 

En efecto, mi decisión de no publicar más en un periódico que retiraba manu militari artículos maquetados sin explicación alguna me llevó a desarrollar este blog, en el que, para mi sorpresa, el artículo censurado tuvo cerca de 400.000 lecturas. 

Como dice el refrán, «dando gracias por agravios negocian los hombres sabios».

Esos médicos valientes, sin embargo, pagaron un elevado precio personal y profesional por defender la verdad y ser fieles a su juramento hipocrático: fueron injustamente estigmatizados, amenazados, perseguidos y condenados al ostracismo por los medios, por los opacos y siniestros Colegios de Médicos y por algunos de sus propios colegas. 

A ellos quiero rendir especial homenaje con este artículo.

Veritas filia temporis.

[1] La investigación que cambia la pandemia | Cataluña
[2] Opinion | We Were Badly Misled About Covid – The New York Times
[3] Next time perhaps we shouldn’t shout down the pandemic pariahs
[4] Angela Merkel ‘covered up German intel report blaming China for Covid’
[5] Labour minister ‘rubbished’ spy chief’s secret dossier on Wuhan lab leak theory during pandemic despite Boris demanding probe… to ‘avoid offending China’ | Daily Mail Online
[6] Covid 19: We need a full open independent investigation into its origins | The BMJ
[7] FBI director says China trying to thwart Covid origin probe
[8] 12.04.2024-SSCP-FINAL-REPORT.pdf
[9] Gain-of-function and origin of Covid19 – PMC
[10] Cochrane Founder Peter Gøtzsche: Healthcare is Much More Corrupt Than People Think – The Daily Sceptic
[11] Medical royal colleges receive millions from drug and medical devices companies | The BMJ
[12] Casi 92.000 médicos españoles reciben ‘detalles’ de las farmacéuticas: uno solo se llevó 146.397 euros – Infobae
[13] Pfizer names former FDA director as chief medical officer | Reuters
[14] The Most Devastating Report So Far ⋆ Brownstone Institute
[15] Frontiers | Impact of COVID-19, lockdowns and vaccination on immune responses in a HIV cohort in the Netherlands
[16] Intervenciones físicas para interrumpir o reducir la propagación de los virus respiratorios – Jefferson, T – 2023 | Cochrane Library
[17] Child mask mandates for COVID-19: a systematic review | Archives of Disease in Childhood
[18] Real world evidence of calcifediol or vitamin D prescription and mortality rate of COVID-19 in a retrospective cohort of hospitalized Andalusian patients | Scientific Reports
[19] “Effect of calcifediol treatment and best available therapy versus best available therapy on intensive care unit admission and mortality among patients hospitalized for COVID-19: A pilot randomized clinical study” – PMC
[20] Ivermectin reduces COVID-19 risk: real-time meta analysis of 105 studies (ivmmeta)
[21] Hydroxychloroquine is effective, and consistently so when provided early, for COVID-19: a systematic review – ScienceDirect
[22] Outcomes after early treatment with hydroxychloroquine and azithromycin: An analysis of a database of 30,423 COVID-19 patients – ScienceDirect
[23] Efficacy and safety of in-hospital treatment of Covid-19 infection with low-dose hydroxychloroquine and azithromycin in hospitalized patients: A retrospective controlled cohort study – ScienceDirect
[24] Past SARS-CoV-2 infection protection against re-infection: a systematic review and meta-analysis – The Lancet
[25] Age-stratified infection fatality rate of COVID-19 in the non-elderly informed from pre-vaccination national seroprevalence studies | medRxiv
[26] Great Barrington Declaration
[27] RACGP – July 2024 correspondence
[28] Behavioral and Health Outcomes of mRNA COVID-19 Vaccination: A Case-Control Study in Japanese Small and Medium-Sized Enterprises | Cureus
[29] Effectiveness of the 2023-2024 Formulation of the Coronavirus Disease 2019 mRNA Vaccine against the JN.1 Variant | medRxiv
[30] ¿Salvaron vidas las vacunas covid? – Fernando del Pino Calvo-Sotelo
[31] The discrepancy between the number of saved lives with COVID-19 vaccination and statistics of Our World Data
[32] El tabú – Fernando del Pino Calvo-Sotelo
[33] Innate immune suppression by SARS-CoV-2 mRNA vaccinations: The role of G-quadruplexes, exosomes, and MicroRNAs – ScienceDirect
[34] (PDF) A Systematic Review Of Autopsy Findings In Deaths After COVID-19 Vaccination
[35] Thousands of doctors sign petition to suspend COVID mRNA vaccines – an open letter to the GMC – Dr Aseem Malhotra
[36] Alberta’s ‘contrarian’ COVID-19 review task force releases final report | Calgary Herald
[37] Excess mortality across countries in the Western World since the COVID-19 pandemic: ‘Our World in Data’ estimates of January 2020 to December 2022 | BMJ Public Health
[38] Trust in Doctors and Hospitals Plummets ⋆ Brownstone Institute
[39] Rise of vaccine distrust – why more of us are questioning jabs

 

 (*) Economista

jueves, 6 de marzo de 2025

Dimite la directora general de Salud Pública de Castilla y León (España) tras afirmar que el Covid «no fue una pandemia de gran gravedad»



VALLADOLID.- La directora general de Salud Pública de la Junta de Castilla y León (España), Sonia Tamames, que defendió el martes por la noche en el programa 'Cuestión de prioridades', de Castilla y León Televisión, que el Covid-19 «no fue una pandemia de gran gravedad» en comparación con otras vividas hasta el momento, ha presentado este jueves por la mañana su dimisión por estas palabras. Una renuncia aceptada por la Junta, que ha pedido disculpas por estas declaraciones y han recordado el «dolor» sufrido por las víctimas.

 Desde el Gobierno autonómico han mostrado su agradecimiento por el trabajo prestado durante sus más de dos años en el cargo a Sonia Tamames. Y han explicado que la dimisión de Tamames ha sido por "decisión propia".

«Las pandemias suceden periódicamente, habitualmente son causadas por virus de la gripe, en este caso tuvimos un coronavirus. Aunque probablemente haya gente que se revuelva en el sofá cuando lo escuche, la pandemia de la covid no fue de gran gravedad. Afectó en unas etapas muy tempranas a la población joven pero rápidamente el virus evolucionó para convertirse en grave solo en los extremos de la vida, fundamentalmente en mayores», señaló en su intervención.

«Probablemente haya gente que se revuelva en su sofá cuando escuche esto, pero la pandemia por Covid-19 no fue una pandemia de gran gravedad», explicó entonces Tamames, que argumentó esa afirmación en que el virus «afectó en unas etapas muy tempranas a la población joven, pero rápidamente evolucionó para convertirse en grave solo en los extremos de la vida, principalmente en los más mayores». 

En ese sentido, añadió que una «pandemia gripal de alta patogenidad suele tener una mortalidad, morbilidad y gravedad en W». Es decir que suele afectar a niños, adultos jóvenes y en personas mayores. «La afectación y disrupción social que produce una enfermedad grave -citó en ese punto la epidemia de gripe de 1918- es muy superior a la que hemos sufrido», concluyó. 

Tamames ha considerado además que la comunidad científica «sí es consciente» del riesgo de una futura pandemia, teniendo en cuenta que las epidemias «suceden periódicamente» y «habitualmente» son causadas causante por virus de la gripe, «aunque en este caso fue un coronavirus». 

Sobre las cuotas de vacunación contra este virus, ha asegurado que en Castilla y León está diez puntos por debajo que la inmunización frente a la gripe.  

La vallisoletana Sonia Tamames (1979), licenciada por la Universidad de Valladolid, llegó al cargo en diciembre de 2021. Durante su toma de posesión destacó que le había «tocado encargarse de la salud pública en el peor momento de la historia de la comunidad y de España».

 Hasta ese momento ocupaba la plaza de técnico facultativo en el Servicio de Información en Salud Pública de esa Dirección General de la Consejería de Sanidad, en la que fue jefa de los Servicios de Epidemiología (entre febrero de 2014 y diciembre de 2019) y de Promoción de la Salud (octubre de 2013 a octubre de 2014). 


 Enlace al video del programa:

https://youtu.be/heYRpVCeVoE?si=2L0omNA8TUWbVcNW

sábado, 15 de febrero de 2025

Trump retira fondos públicos a las escuelas que exijan certificados de vacunación del coronavirus

 WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este viernes una nueva orden ejecutiva en virtud de la que se retiran los fondos públicos a aquellas escuelas y entidades educativas que exijan el certificado de vacunación del coronavirus a los alumnos y trabajadores.

El texto ordena también al recién nombrado secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr, y a la dirección del Departamento de Educación, impulsar un plan para ponerle fin a estos requisitos y acabar también con la financiación federal para aquellas entidades que no lo cumplan.

Con esta medida, Trump avanza en una de sus principales promesas de campaña, como fue el acabar con los requisitos de vacunación en las escuelas, principalmente instaurados a raíz de la pandemia de coronavirus a la que tuvo que hacer frente Trump durante los últimos coletazos de su primer mandato.

De hecho, el presidente estadounidense ya firmó semanas atrás otra orden ejecutiva por la que se exigía la reincorporación al Ejército de aquellos militares que hubieran sido despedidos por negarse a ponerse la vacuna contra el coronavirus, según recuerda el portal de noticias The Hill.

Esta orden ejecutiva llega apenas un día después de que el Senado aprobara definitivamente el nombramiento de Kennedy Jr como nuevo secretario de Salud, pasando por alto sus declaraciones contrarias a las vacunas.

 Kennedy Jr llegó a vincular las vacunas con el aumento de casos de autismo en menores.

martes, 11 de febrero de 2025

Absuelven a una médica de falsificar certificados de vacunación de Covid para una familia que quería viajar a EEUU

 VALENCIA.- La sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia (España) ha absuelto a una mujer, médica, de falsificar certificados de vacunación de Covid para una familia conocida suya que quería viajar a EEUU en plena pandemia.

La médica se enfrentaba a una pena, tal y como le reclamaba la Fiscalía, de cuatro años de cárcel por un delito continuado de falsedad de documento público y el pago por una multa de 7.200 euros, aunque al elevar las conclusiones a definitivas señaló que aceptaría una pena de tres años de prisión al suprimir la continuidad de la falsedad. La defensa reclamaba, por su parte, la absolución.

El tribunal considera probado que la facultativa, defendida por el letrado Francisco Regalado, modificó la historia clínica de la familia --cuatro integrantes-- para que apareciera la administración de la vacuna, pero no los certificados, y todo ello fuera de su cometido funcionarial.

Es decir, los jueces acogen el argumento de la defensa de que la médica no podía ser considerada como funcionaria pública porque la administración de vacunas no era competencia suya, con lo que no habría podido cometer el delito de falsedad documental que le imputaba la Fiscalía.

Con todo, la Audiencia da como probado que la médica modificó «de manera mendaz» el estado vacunal de los cuatro pacientes «pero sobre una actividad asistencial ajena a su cometido funcionarial con arreglo a la praxis asentada entre profesionales sanitarios». 

Esto da lugar a la atipicidad del comportamiento de la médica «pese a lo razonablemente reprochable del proceder», apostilla.

La sanitaria defendió durante el juicio que no había falsificado los certificados y aseguró que sólo había pedido para la familia la vacuna Pzifer por hacerles un favor, porque los hijos eran autistas y la madre tenía una enfermedad autoinmune y era la marca que tenía menos efectos secundarios.

Los hechos se remontan a la madrugada del 21 al 22 de noviembre, cuando la mujer estaba de guardia en un centro de salud de Aldaya. A sabiendas de que un paciente, conocido suyo, no quería inocularse la vacuna contra la Covid, llevó a cabo el registro en su historia clínica de la administración de la vacuna, administración que no se había llevado a cabo.

El registro lo hizo, según el fallo de la sentencia, accediendo al sistema informático para la gestión sanitaria de la Generalitat, Abucasis, y aprovechando que el ordenador con la tarjeta de identificación de una enfermera se encontraba encendido.

Para la anotación del registro de pauta de vacuna implantada, la médica tuvo que generar previa cita de asistencia del paciente al centro de salud en el servicio de guardia. No pudo culminar el proceso de cita en ese momento porque el ordenador pidió la contraseña de seguridad de la tarjeta.

Ante el inconveniente surgido y procediendo con la misma intención y conocimiento respecto de los pacientes, pasó a valerse de su propia tarjeta de identificación en un ordenador distinto dentro de mismo centro de salud y llevó a cabo el registro de la administración de la vacuna en la historia clínica de cada uno de esos tres pacientes a sabiendas de que no les había sido aplicada ni lo iba a ser.

Así mismo, y desde su ordenador, concluyó el proceso de alta de registrado de vacuna del Covid al cuarto paciente con la creación de cita para asistencia a la guardia que atendía la médica.

Los cuatro pacientes eran miembros de una misma familia y conocidos de la médica, y necesitaban disponer de certificado de vacunación Covid para poder viajar fuera de España, en concreto, a EEUU. Como consecuencia de estos hechos, la médica fue despedida del hospital en el que prestaba sus servicios, cuya área de cobertura sanitaria abarcaba el centro de salud de Aldaya.

martes, 4 de febrero de 2025

Elon Musk cierra la agencia estadounidense que financia pandemias globales y operaciones psicológicas

WASHINGTON.- La semana pasada, The Kingston Report publicó un artículo que detalla cómo el presidente Trump impidió que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) financiara los programas de guerra biológica de la OMS y el sistema de vigilancia global de planificación de pandemias y colocó a altos funcionarios de USAID en licencia.

Elon Musk anunció esta mañana de lunes que el presidente Trump aceptó cerrar permanentemente USAID, después de que empleados de USAID intentaran sin éxito impedir físicamente que los ingenieros de DOGE ingresaran a las oficinas de DC en el edificio Ronald Reagan el sábado por la noche.

La auditoría de DOGE confirmó que esta agencia federal estadounidense financió la investigación de armas biológicas, la vigilancia de pandemias globales y operaciones psicológicas (psyops).

Musk confirmó que USAID proporcionó dinero de subvención para financiar la investigación de armas biológicas contra el coronavirus en Wuhan, así como las operaciones psicológicas de los medios de comunicación para difundir información falsa sobre la "pandemia" y los tratamientos.

lunes, 3 de febrero de 2025

Vacunar a los mayores de 65 años: ¿una salvación o una apuesta equivocada? / Dra. Tess Lawri *












Se ha dicho y escrito mucho sobre las "vacunas" contra la COVID-19, y el Consejo Mundial de Salud lleva pidiendo su retirada desde noviembre de 2021. Pero ¿qué pasa con las vacunas en general? Aunque muchos han llegado a la conclusión de que es mejor evitar todas las vacunas en todos los grupos, la opinión está dividida.

Sin embargo, incluso si se adopta la postura de que las vacunas son un pilar esencial de la política de salud pública (la postura mayoritaria), existe un problema. Porque incluso dentro de ese paradigma, las vacunas están fallando a ciertos grupos a los que se supone que deben proteger. En este artículo, el director científico del WCH, Christof Plothe, explica...

Envejecimiento e inmunidad: un sistema de defensa fracturado

El sistema inmunológico no envejece con elegancia. A medida que envejecemos, se vuelve más lento y menos confiable (un proceso llamado inmunosenescencia), lo que debilita la capacidad del cuerpo para responder a las infecciones o las vacunas. Este deterioro afecta tanto al sistema inmunológico innato (la primera línea de defensa) como al sistema inmunológico adaptativo (que crea anticuerpos específicos y memoria inmunológica). ¿Los resultados? Las vacunas, que dependen de la estimulación de estos sistemas, a menudo no son suficientes para las personas mayores. Esto es lo que sucede en los adultos mayores después de la vacunación:

  • Títulos de anticuerpos más bajos: el sistema inmunitario produce menos anticuerpos, lo que significa menos protección.

  • Respuesta retardada: el sistema inmunitario tarda más en activarse.

  • Inmunidad de corta duración: incluso cuando se producen anticuerpos, estos desaparecen más rápidamente que en personas más jóvenes.

Teniendo esto en mente, ¿estamos confiando demasiado en las vacunas para las poblaciones de mayor edad cuando sus sistemas inmunológicos pueden no responder de manera eficaz? Examinemos críticamente la ciencia, los desafíos y las controversias. 

Vacunas contra la gripe: un escudo que se desvanece

La vacuna contra la gripe es un elemento básico de la salud pública, pero estudios recientes han revelado algunos desafíos esclarecedores con respecto a su eficacia.

Un estudio de 2023 publicado en Immunity & Ageing reveló que, a pesar del desarrollo de vacunas diseñadas específicamente para adultos mayores, la eficacia general sigue siendo decepcionantemente baja. Esto se debe en gran medida a la disminución de la respuesta inmunitaria relacionada con la edad , que puede dejar a nuestros mayores más vulnerables al virus.

El estudio señaló que la eficacia de la vacuna puede variar significativamente en función de varios factores, entre ellos la edad del individuo, su estado general de salud y la virulencia de la cepa de gripe estacional. Esta variabilidad suele dar lugar a respuestas de anticuerpos más bajas entre los adultos mayores, en comparación con las poblaciones más jóvenes. Una revisión sistemática de 2024 confirmó que tanto los adultos jóvenes como los ancianos experimentan una menor eficacia de la vacuna en comparación con otros grupos de edad. Si las vacunas son menos eficaces para los grupos que supuestamente más "las necesitan", ¿qué sentido tiene?

Además, un análisis exhaustivo de Anderson et al. en Annals of Internal Medicine examinó datos de nada menos que 170 millones de episodios de atención y 7,6 millones de muertes . No encontraron evidencia de que la vacunación contra la gripe redujera significativamente las hospitalizaciones o la mortalidad entre los ancianos, lo que desafía las suposiciones sostenidas durante mucho tiempo sobre los beneficios de la vacunación para este grupo vulnerable.

En una revisión de 2017 realizada por McElhaney et al. se determinó que las respuestas de los anticuerpos inhibidores de la hemaglutinación (HI), la medida estándar de la eficacia de la vacuna contra la gripe, no persisten de manera confiable durante todo el año en los adultos mayores. Básicamente, muchas personas mayores pierden su inmunidad inducida por la vacuna incluso antes de que la temporada de gripe llegue a su punto máximo.

No es solo que la eficacia de estas vacunas esté en duda: la evidencia sugiere que, en realidad, empeoran las cosas.

Cuanto mayor sea la incidencia de la vacuna contra la gripe, mayor será la tasa de mortalidad por COVID-19.

Vacunas neumocócicas: un techo con goteras

La vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente (PPV23) está diseñada para proteger contra la neumonía y la enfermedad neumocócica invasiva. Si bien se utiliza ampliamente, no es particularmente eficaz para los adultos mayores, ya que ofrece, en el mejor de los casos, un 50 % de protección contra la neumonía. Peor aún, los niveles de anticuerpos vuelven a caer a los niveles previos a la vacunación en un plazo de 6 a 10 años.

Vacunas contra la Covid-19: una grave preocupación

Las “vacunas” contra la COVID-19 siguen siendo preocupantes en cuanto a su eficacia en las poblaciones de mayor edad. Un estudio de Collier et al. (2021) reveló que las personas mayores de 80 años tenían títulos de anticuerpos neutralizantes significativamente más bajos después de recibir la vacuna de Pfizer-BioNTech en comparación con los participantes más jóvenes. Es alarmante que muchos participantes de edad avanzada no lograran producir anticuerpos detectables incluso después de su segunda dosis. Otro estudio señaló que, si bien la vacuna de Moderna (ARNm-1273) generó respuestas ligeramente más fuertes que la de Pfizer-BioNTech (BNT162b2), los niveles generales de anticuerpos en los adultos mayores seguían siendo decepcionantes. Después de varios meses, todas las “vacunas” basadas en ARNm mostraron una eficacia negativa; las personas eran más propensas a contraer COVID-19 que las no vacunadas.

¿Por qué los adultos mayores son menos receptivos?

La culpa es de la biología. El sistema inmunológico que envejece se enfrenta a varios obstáculos que hacen que las respuestas a las vacunas sean más débiles y menos fiables:

  1. Inmunosenescencia: el envejecimiento altera el equilibrio entre las células T efectoras de vida corta y las células T de memoria de vida larga, lo que reduce la capacidad del cuerpo para "recordar" patógenos.

  2. Defectos de las células B: las células B envejecidas son menos eficaces para producir anticuerpos, las mismas moléculas que las vacunas están diseñadas para generar.

  3. Inflamación crónica (inflamación): los adultos mayores a menudo experimentan una inflamación persistente de bajo grado, que interfiere con la eficacia de la vacuna.

  4. Condiciones de salud subyacentes: La obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, todas comunes en los adultos mayores, deterioran aún más la función inmunológica.

¿Tiene futuro la vacunación para las personas mayores?

El enfoque actual de vacunación "universal" es claramente inadecuado para los adultos mayores. Los científicos están explorando formas innovadoras de impulsar la respuesta a las vacunas en las poblaciones que envejecen:

  1. Vacunas de dosis alta : se está probando aumentar la dosis de antígeno en el caso de las vacunas contra la gripe. Por ejemplo, las vacunas antigripales trivalentes de dosis alta (HD-TIV) generan respuestas inmunitarias más fuertes en los adultos mayores. Pero, ¿realmente generan menos síntomas o protegen de consecuencias graves? No lo sabemos.

  2. Adyuvantes: la adición de compuestos inmunoestimulantes como el MF59 a las vacunas puede mejorar la producción de anticuerpos y la activación de las células T. Aumentar la dosis de adyuvantes plantea muchos riesgos y no existen estudios a largo plazo sobre el tema.

  3. Dosis de refuerzo: Se supone que las dosis de refuerzo regulares, especialmente para las vacunas contra la COVID-19, ayudan a mantener los niveles de anticuerpos y a prolongar la inmunidad, pero provocan un cambio de anticuerpos a IG G4, lo que hace que los anticuerpos sean ineficaces y las personas se vuelvan más propensas a sufrir infecciones y resultados graves.

    Pero más allá de eso, un cambio a anticuerpos IG G4 en las inyecciones contra el COVID no solo aumenta la probabilidad de que la persona contraiga COVID, sino que también puede predisponer al cuerpo a desarrollar cáncer. Lo mismo ocurre con las inyecciones contra la gripe. Entonces, ¿es una buena idea simplemente repetir las inyecciones con la mayor frecuencia posible?

  4. Vacunas personalizadas: se supone que el diseño de vacunas específicas para adultos mayores, como las que se centran en los aspectos exclusivos de la inmunosenescencia, es un nuevo campo de investigación, pero aún no se ha obtenido ningún resultado satisfactorio.

En lo que respecta a las vacunas para adultos mayores, las cosas no son tan sencillas como nos gustaría. Si bien las vacunas tienen como objetivo protegernos, no son perfectas para las personas mayores y, a veces, pueden provocar más infecciones o resultados graves. En algunos casos, incluso podrían cambiar a anticuerpos menos efectivos (los llamados IG G4), lo que genera inquietud, especialmente porque el número de personas mayores de 65 años está aumentando, lo que las hace más vulnerables a las infecciones virales.

Entonces, ¿cuál es la alternativa?

Explorando una mejor manera

En 2021, presenté evidencia de cambios en el estilo de vida que favorecen la salud ante el Senado italiano. La prueba de su papel en la lucha contra un brote viral (Covid-19) fue convincente. Estos cambios mostraron grandes resultados, y personas de todo el mundo pidieron asesoramiento con diversos factores de riesgo de consecuencias potencialmente graves, uno de ellos la edad. 

Asegurarse de que los adultos mayores tengan suficiente vitamina D (idealmente entre 50 y 80 ng/ml) podría reducir drásticamente el riesgo de sufrir consecuencias graves por enfermedades como la COVID-19; ¡algunos estudios sugieren que podría conducir a casi cero muertes!

Además, reducir el consumo de azúcar durante una infección podría ayudar, ya que el azúcar puede empeorar la enfermedad de varias maneras (Logette, 2021). ¿Y por qué no considerar también otros micronutrientes? La vitamina C , el zinc y los fitoquímicos como la quercetina (un compuesto conocido por ayudar al zinc a ingresar a las células) podrían ser actores clave en la prevención de infecciones virales.

El zinc ha demostrado tener efectos antivirales durante años y se dirige específicamente a la maquinaria que utilizan los virus para replicarse. Curiosamente, existen sustancias llamadas ionóforos de zinc que ayudan al zinc a entrar en las células de forma más eficaz, bloqueando la entrada del virus. Además de la cloroquina, la quercetina y el galato de epigalocatequina (presente en el té verde) también son ionóforos de zinc. De hecho, actualmente se está probando la combinación de quercetina con zinc en ensayos clínicos para tratar la COVID-19 y otras infecciones virales.

Entonces, ¿por qué la protección de los adultos mayores contra las infecciones se centra casi exclusivamente en las vacunas? Existen otras opciones, como medicamentos y micronutrientes reutilizados, que podrían ser potencialmente más eficaces para prevenir desenlaces graves. El Consejo Mundial de Salud aboga por explorar estas alternativas para encontrar un mejor enfoque para mantener a los adultos mayores sanos y seguros.

Referencias:

1. Anderson ML, Dobkin C, Gorry D. El efecto de la vacunación antigripal en ancianos sobre la hospitalización y la mortalidad: un estudio observacional con un diseño de regresión discontinua. Ann Intern Med. 7 de abril de 2020;172(7):445-52. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32120383/ .

2. Anderson, ML, Dobkin, C. y Gorry, D. (2020). El efecto de la vacunación antigripal en ancianos sobre la hospitalización y la mortalidad: un estudio observacional con un diseño de regresión discontinua. Annals of Internal Medicine.

3. Belongia EA, Skowronski DM, McLean HQ, Chambers C, Sundaram ME, De Serres G. Vacunación anual repetida contra la influenza y efectividad de la vacuna: revisión de la evidencia. Expert Rev Vaccines. 2017 Jul;16(7):723,733. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28562111/ .

4. Borsche L, Glauner B, von Mendel J. El riesgo de mortalidad por COVID-19 se correlaciona inversamente con el estado de vitamina D3, y teóricamente se podría lograr una tasa de mortalidad cercana a cero con 50 ng/ml de 25(OH)D3: resultados de una revisión sistemática y un metanálisis. Nutrients. 14 de octubre de 2021;13(10):3596. doi: 10.3390/nu13103596. PMID: 34684596; PMCID: PMC8541492.

5. Cadar AN, Martin DE, Bartley JM. Apuntar a los rasgos distintivos del envejecimiento para mejorar las respuestas a la vacuna antigripal en adultos mayores. Immun Ageing. 17 de mayo de 2023;20(1):23. doi: 10.1186/s12979-023-00348-6. PMID: 37198683; PMCID: PMC10189223.

6. Canaday, DH, et al. (2022). Respuesta reducida a la vacuna de ARNm BNT162b2 en residentes de hogares de ancianos que no habían sido expuestos al SARS-CoV-2. Enfermedades infecciosas clínicas, 75(1), e708-e711.

7. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. Selección de virus para la vacuna contra la influenza estacional; [citado el 17 de agosto de 2020]. https://www.cdc.gov/flu/prevent/vaccine-selection.htm .

8. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Estudios de efectividad de la vacuna contra la gripe estacional de los CDC; [citado el 17 de abril de 2020]. https://www.cdc.gov/flu/vaccines-work/effectiveness-studies.htm .

9. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Cómo puede cambiar el virus de la gripe: “desplazamiento” y “desplazamiento”; [citado el 17 de agosto de 2020]. https://www.cdc.gov/flu/about/viruses/change.htm .

10. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. Cómo se miden la efectividad y eficacia de la vacuna contra la gripe; [citado el 14 de mayo de 2020]. https://www.cdc.gov/flu/vaccines-work/effectivenessqa.htm .

11. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Washington, DC: Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Pregunta de los CDC: sobre la causa subyacente de muerte, 1999-2018; [citado el 2 de mayo de 2020]. https://wonder.cdc.gov/ucd-icd10.html ; consulta sobre muerte por influenza, 2000-2003. Entre 2000 y 2003, hubo 61 muertes anuales por influenza de 77 millones de niños de 18 años o menos, aproximadamente 1 muerte en 1,26 millones.

12. Ciabattini, A., et al. (2018). Vacunación en ancianos: el desafío de los cambios inmunológicos con el envejecimiento. Seminarios en Inmunología, 40, 83-94.

13. Ciabattini, A., et al. (2021). Vacunación en ancianos: el desafío de los cambios inmunológicos con el envejecimiento. Seminarios en Inmunología, 51, 101525.

14. Collier, DA, et al. (2021). Heterogeneidad de la respuesta inmunitaria relacionada con la edad a la vacuna BNT162b2 contra el SARS-CoV-2. Nature, 596(7872), 417-422.

15. Dabbagh-Bazarbachi H, Clergeaud G, Quesada IM, Ortiz M, O'Sullivan CK, Fernández-Larrea JB. Actividad ionófora de zinc de la quercetina y el galato de epigalocatequina: de las células Hepa 1-6 a un modelo de liposoma. J Agric Food Chem. 13 de agosto de 2014;62(32):8085-93

16. Del Giudice, G., et al. (2018). Lucha contra un enemigo proteico: inmunosenescencia, vacunas y envejecimiento saludable. NPJ Aging and Mechanisms of Disease, 4, 1.

17. Demicheli V, Jefferson T, Al-Ansary LA, Ferroni E, Rivetti A, Di Pietrantonj C. Vacunas para prevenir la influenza en adultos sanos. Base de datos Cochrane de Syst Rev. 13 de marzo de 2014;(3):CD001269. https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD001269.pub5/epdf/full .

18. Demicheli V, Jefferson T, Ferroni E, Rivetti A, Di Pietrantonj C. Vacunas para prevenir la influenza en adultos sanos. Sistema de base de datos Cochrane Rev. 2018 1 de febrero; 2 (2): CD001269. https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD001269.pub6/full .

19. Demicheli, V., et al. (2020). Vacunas para la prevención de la influenza en ancianos. Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas, 2(2), CD004876.

20. DiazGranados, CA, et al. (2014). Eficacia de la vacuna antigripal de dosis alta frente a la de dosis estándar en adultos mayores. New England Journal of Medicine, 371(7), 635-645.

21. Dierig A, Heron LG, Lambert SB, Yin JK, Leask J, Chow MY, Sloots TP, Nissen MD, Ridda I, Booy R. Epidemiología de las infecciones virales respiratorias en niños inscritos en un estudio de la efectividad de la vacuna contra la influenza. Influenza Other Respir Viruses. Mayo de 2014;8(3):293-301. Publicación electrónica 31 de enero de 2014. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24483149/ .

22. Falkenhorst, G., et al. (2017). Eficacia de la vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente (PPV23) contra la enfermedad neumocócica en ancianos: revisión sistemática y metaanálisis. PLoS One, 12(1), e0169368.

23. Falsey, AR, et al. (2021). Neutralización del SARS-CoV-2 con la vacuna BNT162b2, dosis 3. New England Journal of Medicine, 385(17), 1627-1629.

24. Guo J, Chen X, Guo Y, Liu M, Li P, Tao Y, Liu Z, Yang Z, Zhan S, Sun F. Eficacia en el mundo real de la vacunación contra la gripe estacional y la edad como modificador del efecto: una revisión sistemática, un metanálisis y una metarregresión de estudios de diseño con resultados negativos. Vacuna. 19 de marzo de 2024;42(8):1883-1891. doi: 10.1016/j.vaccine.2024.02.059. Publicación electrónica 28 de febrero de 2024. PMID: 38423813.

25. Harper SA, Fukuda K, Uyeki TM, Cox NJ, Bridges CB; Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Prevención y control de la influenza: recomendaciones del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP). MMWR Recomm Rep. 28 de mayo de 2004;53(RR-6):1-40. https://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/rr5306a1.htm .

26. Jefferson T, Di Pietrantonj C, Rivetti A, Bawazeer GA, Al-Ansary LA, Ferroni E. Vacunas para prevenir la influenza en adultos sanos. Cochrane Database Sys Rev. 7 de julio de 2010;(7):CD001269. https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD001269.pub4/full .

27. Jefferson T. Vacunación contra la influenza: políticas versus evidencia. BMJ. 28 de octubre de 2006;333(7574):912-5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1626345/ .

28. Joshi AY, Iyer VN, Hartz MF, Patel AM, Li JT. Eficacia de la vacuna antigripal inactivada trivalente en la hospitalización por gripe en niños: un estudio de casos y controles. Allergy Asthma Proc. 2012 Mar-Abr;33(2):e23-7. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22525386/ .

29. Liu, Q., et al. (2022). Seguridad e inmunogenicidad de esquemas de inmunización primaria y de refuerzo heterólogos versus homólogos con una vacuna contra la COVID-19 de ARNm y adenoviral (Com-COV): un ensayo aleatorizado, simple ciego y de no inferioridad. The Lancet, 398(10303), 856-869.

30. Logette E, Lorin C, Favreau C, Oshurko E, Coggan JS, Casalegno F, Sy MF, Monney C, Bertschy M, Delattre E, Fonta PA, Krepl J, Una visión generada por máquina del papel de los niveles de glucosa en sangre en la gravedad de la COVID-19. HIPÓTESIS Y TEORÍA publicada: 28 de julio de 2021, doi: 10.3389/fpubh.2021.695139

31. McElhaney, JE, et al. (2010). Inmunidad de células T a la influenza en adultos mayores: un marco fisiopatológico para el desarrollo de vacunas más efectivas. Frontiers in Immunology, 1, 41.

32. Nikolich-Žugich, J., et al. (2022). El ocaso de la inmunidad: conceptos emergentes en el envejecimiento del sistema inmunológico. Nature Immunology, 23(2), 182-191.

33. Ohmit SE, Petrie JG, Malosh RE, Cowling BJ, Thompson MG, Shay DK, Monto AS. Eficacia de la vacuna antigripal en la comunidad y en el hogar. Clin Infect Dis. Mayo de 2013;56(10):1363.

34. Pera, A., et al. (2015). Inmunosenescencia: implicaciones para la respuesta a la infección y la vacunación en personas mayores. Maturitas, 82(1), 50-55.

35. Physicians for Informed Consent. Newport Beach (CA): Physicians for Informed Consent. Vacunas: ¿qué pasa con los niños inmunodeprimidos en edad escolar? Diciembre de 2019. https://physiciansforinformedconsent.org/immunocompromised-schoolchildren/rgis/ .

36. Prasad, S., et al. (2022). Eficacia de las vacunas COVID-19 comunes y experimentales contra la variante delta del SARS-CoV-2: una revisión sistemática y un metanálisis. Vaccines, 10(3), 350.

37. Raszek M, Cowley D, Redwan E, Uversky V, Rubio-Casillas A, Explorando el posible vínculo entre los anticuerpos de inmunoglobulina G4 de la proteína de pico y la progresión del cáncer, Explor Immunol. 2024;4:267–284 DOI: https://doi.org/10.37349/ei.2024.00140

38. Read SA, Obeid S, Ahlenstiel C, et al. El papel del zinc en la inmunidad antiviral. Adv Nutr2019;10:696-710.

39. Rikin S, Jia H, Vargas CY, Castellanos de Belliard Y, Reed C, LaRussa P, Larson EL, Saiman L, Stockwell MS. Evaluación de la enfermedad respiratoria aguda relacionada temporalmente después de la vacunación contra la influenza. Vacuna. 5 de abril de 2018;36(15):1958-64. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7115556/ .

40. Sablerolles, RS, et al. (2022). Inmunogenicidad y reactogenicidad de las vacunas de refuerzo después de la inmunización con Ad26.COV2.S. New England Journal of Medicine, 386(10), 951-963.

41. Simonsen L, Reichert TA, Viboud C, Blackwelder WC, Taylor RJ, Miller MA. Impacto de la vacunación contra la gripe en la mortalidad estacional en la población de edad avanzada de los EE. UU. Arch Intern Med. 14 de febrero de 2005;165(3):265-72. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15710788/ .

42. Soiza, RL, et al. (2021). Eficacia y seguridad de las vacunas contra la COVID-19 en personas mayores. Age and Ageing, 50(2), 279-283.

43. Steenhuis, M., et al. (2021). Respuestas de anticuerpos específicos contra variantes del SARS-CoV-2 después de la vacunación. Frontiers in Immunology, 12, 687-821.

44. Thomas RE, Jefferson T, Lasserson TJ. Vacunación contra la influenza para trabajadores de la salud que atienden a personas de 60 años o más que viven en instituciones de cuidados a largo plazo. Cochrane Database Syst Rev. 2 de junio de 2016;(6):CD005187. https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD005187.pub5/full .

45. Wilkinson, K., et al. (2017). Eficacia y seguridad de la vacuna antigripal de dosis alta en adultos mayores: una revisión sistemática y un metanálisis. Vaccine, 35(21), 2775-2780.

46. ​​Xu, S., et al. (2022). Vacunación contra la COVID-19 y riesgo de mortalidad no relacionada con la COVID-19: siete organizaciones integradas de atención médica, Estados Unidos, 14 de diciembre de 2020–31 de julio de 2021. MMWR Morb Mortal Wkly Rep, 71(42), 1319-1325.

47. Yau, K., et al. (2022). El uso de vacunas contra la COVID-19 en niños y adolescentes. The Lancet Infectious Diseases, 22(1), e17-e18.

48. Zimmermann, P., et al. (2023). Inmunogenicidad y seguridad de las vacunas conjugadas antineumocócicas en adultos: una revisión sistemática y un metanálisis en red. The Lancet Infectious Diseases, 23(1), 128-140.

 

(*) MBBCh, PhD. Consejo Mundial de Salud

drtesslawrie@substack.com 

Investigadas 24 clínicas de estética que utilizaban sustancias ilegales procedentes de Corea


MADRID.- La Guardia Civil, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria, ha desarticulado una organización criminal dedicada a la importación, almacenamiento y distribución de medicamentos y productos sanitarios ilegales relacionados específicamente con la medicina estética. Entre los compradores de estas sustancias se encontraban diversas clínicas de estética legalmente establecidas y otras clandestinas, además de personas que ejercían este tipo de labores de medicina sin titulación oficial, según publica www.estrelladigital.es

Cuatro personas han sido detenidos y otras 41 están investigadas por un total de 53 delitos contra la salud pública, estafa, intrusismo profesional y pertenencia a organización criminal.

Durante la fase de explotación de la investigación se han realizado cuatro registros domiciliarios, concretamente en San Pedro de Alcántara (Málaga), Torrevieja (Alicante) y Cartagena (Murcia), así como 24 inspecciones en clínicas y establecimientos clandestinos en las provincias de Cádiz, Madrid, Málaga, Córdoba, Sevilla y Alicante, en las que se han llevado a cabo 40 incautaciones de medicamentos y productos sanitarios ilegales procedentes de Corea principalmente, así como material para su acondicionamiento, almacenamiento y distribución.

La investigación se inició en 2023 a raíz de una serie de informaciones recabadas por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en relación a la existencia de diversas clínicas clandestinas dedicadas a la realización de tratamientos e intervenciones propias de la medicina estética, observando que incluso se ofertaban a través de redes sociales este tipo de tratamientos médicos por personas sin la debida titulación.

De manera paralela, la Unidad de Análisis de Riesgo de la Aduana de Sevilla, formada por funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y agentes de la Guardia Civil, estaban realizando en el aeropuerto de Sevilla un número importante de aprehensiones de medicamentos y productos sanitarios ilegales, procedentes principalmente de la República de Corea, cuyos destinatarios finales estaban directa o indirectamente relacionados con la medicina estética.

Estos medicamentos y productos sanitarios no autorizados en España, que solían ser ofertados a través de las páginas web de diversas empresas coreanas del sector farmacéutico, entraban de forma camuflada en el territorio nacional, normalmente amparados por falsas declaraciones de contenido para dificultar su detección.

Posteriormente, eran almacenados por los miembros de la organización criminal, quienes, tras realizar la oportuna publicidad de los mismos, directamente o a través de perfiles de redes sociales, los distribuían a clínicas clandestinas y personal no titulado para realizar estas intervenciones propias de médicos especializados en medicina estética. 

La actividad de los proveedores no se circunscribía únicamente al territorio nacional, ya que también se detectaron envíos de los citados productos a Portugal, además de contar con una red de personas y cuentas bancarias ubicadas en distintos países para la ocultación de los beneficios que la organización criminal obtenía con su actividad ilícita.

Dentro de los medicamentos ilegales aprehendidos en estas actuaciones, hay que resaltar 700 viales de toxina botulínica, 275 viales de hialuronidasa, más de 200 envases de lidocaína, así como más de un millar de jeringuillas precargadas de ácido hialurónico, hilos tensores y maquinaria específica como centrifugadoras para la realización de tratamientos de plasma rico en plaquetas.

Todos ellos sin la trazabilidad, calidad y conservación exigida para los productos oficiales y por tanto sin la seguridad de que el contenido sea el que figura en las etiquetas.

Esta organización criminal se da por desarticulada, pero en la actualidad se están recabando denuncias de posibles perjudicados por la aplicación de estos tratamientos, existiendo casos de alta gravedad por las secuelas sufridas tras la aplicación de estas sustancias ilegales por personal sin cualificar.

La investigación ha sido llevada a cabo por la Sección de Salud y Dopaje de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y Fronteras de la Guardia Civil del Puerto de Sevilla, junto a la Unidad Operativa de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Sevilla, contando también con la importante colaboración de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, Inspección de Farmacia de la Junta de Andalucía, Inspección de Farmacia de Madrid y de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

Igualmente se ha contado con la colaboración de otras entidades públicas y privadas, en cuanto a asesoramiento técnico y realización de analíticas, como la Universidad Católica de Murcia (UCAM), Universidad San Pablo CEU de Madrid o la Facultad de Farmacia de Granada.