sábado, 5 de mayo de 2012

Un estudio vincula fertilización in vitro con riesgo congénito

Los bebés de probeta tienen riegos mayores de defectos congénitos, y los médicos se han hecho varias preguntas al respecto desde hace mucho tiempo. ¿Obedece ello a ciertos tratamientos contra la infertilidad o a ésta en sí? Un extenso estudio nuevo de Australia sugiere que ambos factores podrían estar incidiendo.

En comparación con los bebés concebidos naturalmente, aquellos resultantes de una fertilización in vitro simple ”uniendo óvulos y esperma en un tubo de ensayo no tuvieron un riesgo mayor de defectos de nacimiento una vez que fueron tomados en cuenta factores como la edad de la madre y tabaquismo.

Sin embargo, los defectos de nacimiento fueron más comunes en tratamientos que incluyeron inyectar un solo espermatozoide en un óvulo, lo cual se realiza actualmente en muchos de los casos, especialmente si está involucrada la infertilidad masculina.

Aproximadamente 10% de los bebés nacidos de esta manera tuvieron defectos de nacimiento, contra 6% de los concebidos naturalmente, encontró el estudio.

Podría ser que la manipulación adicional de óvulo y espermatozoide ocasione algún daño; o que otros problemas acechen en los genes de espermatozoides tan defectuosos que deben ser forzados a fertilizar un óvulo.

"No quiero asustar a la gente porque la gran mayoría de los bebés nacen saludables", dijo el líder del estudio Michael Davies, de la Universidad de Adelaide, en Australia.

Las parejas podrían utilizar la fertilización in vitro simple sin inyección de espermatozoide, congelar los embriones e implantar sólo uno o dos a la vez, señaló. Todo ello puede reducir la probabilidad de un defecto de nacimiento.

El estudio fue publicado hoy sábado en internet por el New England Journal of Medicine y presentado en una conferencia sobre fertilidad en Barcelona. Agencias de salud en Australia pagaron la investigación.

Cada año nacen más de tres millones 700.000 de bebés a través de reproducción asistida. Los métodos incluyen de todo, desde fármacos hasta coaccionar a los ovarios para producir óvulos, pasando por la inseminación artificial y fertilización in vitro.

Los tratamientos de fertilidad representan aproximadamente 4% de los nacimientos en Australia y hasta 8% en Dinamarca, donde los costos son cubiertos ampliamente por el sistema de salud, dijo Davies.

En Estados Unidos, nacieron en 2009 más de 60.000 bebés de los 146.000 intentos de fertilización in vitro. Cerca de tres cuartas partes de ellos utilizaron inyección intracitoplasmática de espermatozoide o ICSI por sus iniciales en inglés.

La ICSI fue desarrollada debido a la infertilidad masculina; pero en la mitad de las ocasiones no se utilizaba por esa razón, sino para mejorar las probabilidades de crear al menos algunos embriones en los intentos de fertilización in vitro. Muchas clínicas la realizan en todos los casos.

La fertilización in vitro cuesta entre diez mil a 12.000 dólares por intento y otros dos mil  dólares por la inyección de espermatozoide.

Proyecto de investigación sobre la influencia de los frutos rojos en la prevención del cáncer

La Consejería de Universidades, Empresa e Investigación de la Comunidad de Murcia, a través del Programa Saavedra Fajardo de la Fundación Séneca, colabora en un proyecto de investigación sobre la influencia de los frutos rojos en la prevención de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.

   El proyecto se está llevando a cabo en la Universidad de Murcia y pretende evaluar los cambios en el perfil de las bacterias del colon, así como los cambios en su actividad metabólica que pudieran producirse por el consumo continuado de una mezcla de frutos rojos y su aplicación a la prevención del cáncer del colon.
   Para desarrollar este estudio, una investigadora trabaja en el Departamento de 'Tecnología de los alimentos, nutrición y bromatología' de la Universidad de Murcia, una vez que ha finalizado su estancia posdoctoral de dos años en la Universidad de Glasgow gracias al Programa Saavedra Fajardo.
   El director general de Universidades y Política Científica, Eduardo Osuna, explicó que "aquellos jóvenes investigadores que han finalizado su estancia posdoctoral en el extranjero, a través de este programa, pueden disponer de un contrato de un año en un centro de investigación público de la Región".
   Con ello, añadió, "se facilita el retorno del talento investigador, lo que permite la transferencia al sistema de ciencia, tecnología e innovación de la Región de Murcia de los conocimientos y experiencias que estos jóvenes han adquirido durante su periodo de perfeccionamiento en el extranjero".
   Y es que, este programa es una iniciativa incluida a su vez en el programa de Talento Investigador del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación 2011-2014, que tiene por objeto tanto la formación de jóvenes investigadores y su consiguiente incorporación al sistema productivo e investigador, como el desarrollo de la cooperación científica y tecnológica.
   Desde la creación en 2008 del Programa Saavedra Fajardo, un total de 24 investigadores se han visto favorecidos por esta iniciativa y han podido desarrollar su labor en la Región. En 2011, la Fundación Séneca posibilitó la incorporación a universidades y centros investigadores de la Región de cinco nuevos doctores murcianos que han completado su formación posdoctoral de dos años.
   Estos cinco investigadores que han desarrollado su estancia formativa en las universidades de Ámsterdam (Países Bajos), Glasgow y Napier de Edimburgo (Reino Unido), Oregón (EEUU) y en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid), están participando actualmente en grupos de investigación de la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de Cartagena y el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC).

Descubren una nueva técnica que detecta ataques cardíacos imperceptibles con métodos tradicionales

La línea de Investigación de Cardiovascular de la Fundación del Hospital Clínico de Valencia (INCLIVA) ha descubierto un grupo de biomarcadores que detecta los casos en los que existe una isquemia coronaria aguda aún cuando los métodos tradicionales de diagnóstico urgente resultan negativos, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

   El estudio, ha explicado, se ha realizado en los laboratorios de INCLIVA en colaboración con el Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valencia y se ha publicado este mes en la revista 'JACC, Journal of the American College of Cardiology'. La investigación ha sido dirigida por el doctor Vicente Bodí en colaboración con otros investigadores de la fundación.
   Este trabajo nació con el objetivo de analizar cómo se altera el metabolismo cardiaco al producirse la isquemia coronaria aguda, qué marcadores bioquímicos concretos sufren alteraciones y de qué tipo, ha precisado la Generalitat, que ha indicado que el estudio concluye que en caso de isquemia los niveles de glucosa, lactosa o glutamina se incrementan, decrecen los triglicéridos y se producen cambios en los niveles de ácidos grasos.
   El investigador principal del proyecto, el doctor Bodí, ha explicado que "cuando un paciente acude a urgencias con un dolor de pecho, mediante la analítica bioquímica diseñada se puede determinar si se trata de una angina de pecho o es un simple dolor inespecífico". "Hasta la fecha, al recibir un enfermo con este tipo de dolores, se analizan sus nieles de troponina y se le realiza un electrocardiograma", ha dicho.
   En el cincuenta por ciento de los casos los resultados de las pruebas suelen ser normales y salvo que la intuición y la experiencia del especialista determinen otro proceder, el paciente vuelve a su casa. Ahora bien, un porcentaje de estos casos donde no existen evidencias clínicas, sufrirán una cardiopatía sistémica aguda, una angina de pecho inestable, según la Generalitat.
   La firma bioquímica diseñada es un método de diagnóstico eficaz, rápido y barato para discriminar qué pacientes con dolor torácico agudo desarrollarán un síndrome coronario agudo o una angina de pecho. El modelo creado tiene un valor predictivo fiable de más del 95 por ciento para detectar las llamadas anginas de pecho inestables.
   La primera fase de la investigación se realizó a nivel experimental, diferenciando el conjunto de cambios que se detectan en los metabolitos cuando se produce una isquemia y que no se ven influidos por otros factores como pueden ser fármacos o la dieta.
   La determinación del conjunto de cambios en los metabolitos se realizó mediante un modelo porcino de isquemia coronaria con hinchados transitorios de un balón de angioplastia de la arteria coronaria en la UCIM, la Unidad Central de Investigación de INCLIVA.
   Se obtenía una muestra de sangre previa a la isquemia provocada y otra en los cinco minutos posteriores a ésta y los resultados fueron determinantes, apreciándose variaciones significativas en 32 metabolitos relacionados con el metabolismo cardiaco, según ha explicado la administración autonómica.
   Los cambios en estos 32 indicadores se analizaron globalmente mediante técnicas estadísticas complejas cuyo resultado fue una "biofirma" o "biosignatura" en sangre de una isquemia coronaria. Este trabajo se realizó en cooperación con el Laboratorio de Metabolómica de la Fundación dirigido por el doctor Daniel Monleón.
   La segunda fase de la investigación fue su validación en pacientes con angioplastia coronaria programada y con episodios transitorios de isquemia coronaria. Este modelo experimental permitió discriminar con gran fiabilidad los pacientes con suficiencia isquémica de un grupo de control no sometido a isquemia coronaria.
   La tercera fase del estudio se desarrolla ya en un grupo de pacientes no controlados que acuden al hospital con dolor torácico cardiaco. Se les realizó, además de las pruebas habituales, electrocardiograma y análisis de troponina, un análisis de sus metabolitos cardiacos.
   La investigación concluye que los biomarcadores objeto de la investigación resultan alterados aún en pacientes que presentaban un ECG y niveles de troponina normales y permitió descartar que pacientes iban a sufrir una angina de pecho a pesar de tener unos resultados clínicos normales.
   Este trabajo ha dado lugar a otro proyecto en el que se están validando los hallazgos a nivel nacional, en colaboración con más de quince hospitales en toda España.