lunes, 9 de enero de 2012

Un nuevo sistema mejora la rehabilitación en su casa de pacientes con ictus a través de un robot y videojuegos

 Los pacientes que han sufrido un ictus podrán realizar la rehabilitación desde su casa a través de un robot asistencial y unos videojuegos que le permiten entrenar y recuperar el control neuromuscular de su brazo. Además, los médicos podrán realizar un seguimiento de la evolución del paciente 'on line'. 

   El centro de investigación Tecnalia ha presentado en Valencia este nuevo sistema, denominado Arm Assist, que está siendo evaluado por el Instituto de Biomecánica de Valencia(IBV) y el Hospital La Fe de Valencia y del que se prevé que las primeras unidades estén listas a finales de año.
   El director de la Unidad de Tecnologías para la Salud de Tecnalia, Jesús Valero, ha explicado que ArmAssist permite al paciente del ictus, que afecta a 15 millones cada año en todo el mundo, mejorar la movilidad de su brazo mediante un dispositivo robótico móvil y una plataforma software con videojuegos. De este modo, se persigue que el paciente cumpla con el tratamiento ya que, muchas veces, "el aburrimiento" de los ejercicios provoca su abandono.
   Por su parte, el jefe del servicio de Medicina Física y Rehabilitación de La Fe, Enrique Viosca, ha destacado que este sistema permite aumentar la frecuencia y la duración de las sesiones terapéuticas. No obstante, ha matizado que no se trata de una terapia sustitutiva sino complementaria, aunque "con muchas ventajas tanto para pacientes como para profesionales".
   Así, por un lado permite a los profesionales aumentar y diversificar la oferta terapéutica con nuevos tratamientos personalizados y evaluar de forma objetiva y cuantificar los progresos del enfermo, así como verificar su cumplimiento. Por su parte, a los pacientes les permite seguir los ejercicios con seguridad y control en un ambiente mucho más cómodo como es su casa, así como disminuir los gastos de desplazamiento hasta el hospital.
   Para ello, se han diseñado cuatro juegos básicos de evaluación que deben repetirse al principio y al final de la sesión y que permiten al médico comprobar la evolución de movimiento, la fuerza, la trayectoria y la precisión en la realización de movimientos.
   Además, se han diseñado unos juegos de entrenamiento más atractivos para el paciente, que el médico le va personalizando, para que mejorar su rehabilitación motora a partir de diferentes aspectos cognitivos como la resolución de problemas, mediante puzles y juegos de carta, la memoria, mediante juegos de memoria y el reconocimiento de palabras y letras. El paciente recibe una puntuación lo que le anima a "seguir superándose", ha resaltado.
  Así lo confirma Javier Casado, un paciente de 40 años que sufrió un ictus el pasado mes de septiembre y que desde hace poco más de un mes participa en este proyecto, del que resalta su "comodidad" ya que le permite realiza los ejercicios en el horario que él desea y en su propia casa. Además, resalta que aunque aún es pronto para apreciar los resultados sí que observa ya que va superando niveles y que cada vez termina los juegos "mejor y más rápido".
  Por su parte, el director de Rehabilitación y Autonomía Personal del IBV, Ignacio Bermejo, ha explicado que este proyecto se encuentra en estudio clínico en el Hospital La Fe para identificar tanto la viabilidad de la tecnología como los posibles obstáculos a la hora de trasladar la rehabilitación al hogar y evaluar la funcionalidad, la usabilidad y las ventajas del sistema y posteriormente será probado en el Instituto Guttmannn de Barcelona.
  Al respecto, ha resaltado el potencial de este enfoque para las lesiones producidas por otras patologías y otras articulaciones. De hecho, Valero ha informado de que ya están trabajando para aprovechar la plataforma en la rehabilitación de la mano para que los enfermos puedan recuperar la movilidad completa.

Beber zumos de fruta con corteza de pino compensa pérdida de antioxidantes durante la digestión

  Investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) han recomendado el enriquecimiento de los zumos de fruta con Pycnogenol, que es corteza de pino, para compensar la reducción y modificación del contenido en vitaminas y antioxidantes que se produce en éstos durante la digestión gastrointestinal. 

   Las conclusiones del estudio, que ha sido realizado por el grupo de Nutrición y Bromatología de la Universidad murciana en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación de la Alimentación y la Nutrición de Italia, han aparecido en la revista Phytotherapy Research.
   En concreto, los investigadores han examinado el efecto de la digestión gastrointestinal in vitro sobre la capacidad antioxidante y antiproliferativa de zumos de frutas enriquecidos con Pycnogenol sobre una línea celular de carcinoma de colon.
   Después de la digestión in vitro, el nivel detectable de compuestos fenólicos fue mayor en los zumos enriquecidos que en los comerciales no enriquecidos, según fuentes de la institución docente.
   El aumento de la actividad antioxidante se observó tras digerir los zumos enriquecidos con respecto a las mismas muestras antes de la digestión, y el enriquecimiento con Pycnogenol condujo a un elevado efecto antiproliferativo en comparación con los zumos no enriquecidos.
   El estudio concluye que el enriquecimiento de los zumos con Pycnogenol es una fuente de compuestos fenólicos con alta estabilidad en condiciones de digestión gastrointestinal in vitro.

La estructura cerebral cambia con rapidez al usar un cabestrillo o yeso por una fractura

El uso de un arnés o un yeso por una lesión en un brazo puede hacer que el cerebro cambie rápidamente para adaptarse, según un estudio publicado en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología. El estudio observó un aumento en el tamaño de las áreas del cerebro que compensan el lado lesionado, y una disminución en las zonas que no estaban siendo utilizados a causa del yeso o cabestrillo.

   "Estos resultados son especialmente interesantes para el desarrollo de terapias de rehabilitación para personas que han tenido un derrame cerebral, u otros problemas", explica el autor del estudio, Nicolas Langer, de la Universidad de Zurich, en Suiza.
   Para el estudio, los investigadores examinaron a 10 personas diestras con una lesión en la parte superior del brazo derecho -que requería un cabestrillo durante al menos 14 días- el brazo y la mano derechos no realizaron casi ningún movimiento durante el período de estudio. Como resultado, los participantes utilizaron su mano no dominante, la izquierda, para realizar actividades diarias, como el lavado, usar un cepillo de dientes, comer o escribir.
   El grupo de participantes fue entonces sometido a dos resonancias magnéticas del cerebro, una tras los dos primeros días después de la lesión, y otra a los 16 días de usar yeso o cabestrillo. Los escáneres midieron la cantidad de materia gris y blanca en el cerebro; y también se midieron las habilidades motoras de los participantes, incluidos los movimientos de la mano, del brazo, y la velocidad de la muñeca y los dedos.
   Los resultados del estudio indicaron que la cantidad de materia gris y blanca en el lado izquierdo del cerebro disminuyó hasta un diez por ciento, mientras que la cantidad de materia gris y blanca en el lado derecho del cerebro, aumentó de tamaño.
"También observamos una mejora en las habilidades motoras de la mano izquierda no lesionada, lo que directamente se relacionó con un aumento en el grosor del lado derecho del cerebro", explica Langer, quien agrega que "estos cambios estructurales en el cerebro están asociados a la transferencia de competencias de la mano derecha a la izquierda".
   Los investigadores indican que los estudios futuros deben examinar si el uso de un sistema de retención, por parte de los pacientes con ictus, es realmente necesario para la mejora del movimiento del brazo y la mano; ya que estos resultados también apoyan las directrices que indican que un brazo o pierna, tras la cirugía, deben ser inmovilizados durante el menos tiempo posible, siempre y cuando sea necesario.

La percepción de los alimentos mejora si se sirven con cubierto de plata

La española Universidad Politécnica de Valencia, junto con la Universidad de Oxford y el King's College de Londres, en Reino Unido, han realizado una investigación en la que se observa que la percepción de los alimentos puede mejorar o empeorar dependiendo del cubierto y la vajilla que le acompaña.

   "El hecho de que una cuchara sea de metal o de plástico nos transmite una sensación, ya que cada material tiene unas connotaciones que hemos adquirido con el tiempo", ha asegurado a la plataforma de información científica SINC, una de las investigadoras, la doctora Betina Piqueras Fiszman.
   Así, añade, "las cucharas de plástico las asociamos a alimentos y momentos de consumo rápido, mientras que lo contrario ocurre con la cubertería de plata". Entre otro ejemplos, se observó que el postre servido en platos blancos fue percibido más dulce.
   El estudio, publicado recientemente en el 'Journal of Sensory Studies y Food Quality and Preference', ha analizado en tres trabajos cómo nos afectan ciertos factores externos. En el primer estudio observaron qué comida sabe mejor o peor, en el segundo se comprobó cómo distintos metales afectan al sabor de distintas muestras de cremas, y, finalmente, estudiaron cómo influía el color de plato.
   Piqueras recuerda que "las asociaciones de los cubiertos relacionadas con la calidad de los alimentos y con el momento en que los usamos no habían sido exploradas en profundidad".
   En el primer trabajo se dio a probar el mismo plato (yogur de vainilla) a un grupo muestra con una cuchara de metal y otra de plástico con acabado metálico. Aquí, quedo patente que, pese a ser el mismo producto, se pensaba que la muestra con la cuchara de metal era de calidad.
   En un segundo estudio, se utilizaron cuatro tipos de cucharas: una de acero inoxidable, y otras tres bañadas en oro, cinc, y cobre. Se dio a probar a los participantes cinco cremas: una amarga, otra ácida, otra dulce, otra salada y otra neutra, con cada una de las cucharas.
   "Tras analizar los resultados, descubrimos que cada cuchara afectaba en mayor o menor medida la percepción del sabor de cada crema, algunas incrementando la intensidad del sabor dominante de las cremas. Por ejemplo, las cucharas bañadas en zinc y cobre, además de transferir un sabor algo amargo y metálico, realzaban el sabor dominante. Contrariamente a nuestras expectativas, su gusto metálico no influyó en la percepción del consumidor", explica Piqueras.
   Finalmente, el tercer estudio, realizado con la colaboración den la Fundación Alicia (Barcelona), los investigadores demostraron que el color del plato puede afectar cómo se percibe. "Simplemente evaluamos la misma mousse de fresa en platos blancos o negros", apunta Betina Piqueras, quien señala que se evaluó la intensidad del sabor, calidad y agrado.
   "Los resultados demostraron que la mousse servida en platos blancos fue percibida significativamente más dulce, más intensa de sabor, y gustó más. Explicamos los resultados en base a una serie de ilusiones ópticas de contraste. El blanco del fondo puede que afecte a la percepción del color de la mousse, haciéndola parecer de un rosa más intenso, de ahí que la gente la perciba como más intensa en sabor, y consecuentemente, gustara más, en comparación al fondo oscuro", concluye Piqueras.

Describen los factores que predicen las dificultades para caminar en ancianos

Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale ha observado que la probabilidad de desarrollar una discapacidad con la edad, aumenta con los siguientes factores: tener una enfermedad crónica o discapacidad cognitiva, escasa actividad física, una menor coordinación motora, una mala función de las extremidades inferiores, y la hospitalización. Además, las mujeres son más propensas que los hombres a adquirir una discapacidad en sus últimos años.

   Basados en 12 años de datos, los resultados han sido publicados en 'Annals of Internal Medicine', por un equipo de investigación dirigido por Thomas Gill, profesor de Medicina Geriátrica en la Fundación Humana, y profesor de Medicina, Epidemiología y Salud Pública en Yale.
   Con la edad, muchas personas ya no pueden caminar distancias cortas o conducir un automóvil, y aquellos con pérdida de movilidad a largo plazo tienen dificultades para recuperar su independencia. "Perder la capacidad de caminar de forma independiente no sólo conduce a una peor calidad de vida, en general, sino también a una incapacidad prolongada, y a una mayor tasa de aislamiento, muerte y depresión", afirma Gill, que monitoreó a un grupo de 641 personas mayores de 70 años que podían caminar 40 metros sin ayuda al comienzo del estudio -todos los participantes podían realizar actividades esenciales de la vida diaria, como bañarse y vestirse.
   Gill y su equipo evaluaron a los participantes -según los cambios en el potencial de los factores de riesgo de discapacidad- cada 18 meses, entre 1998 y 2008. Además, los investigadores evaluaron la movilidad de los participantes cada mes. Durante el transcurso de la investigación, aquellos que afirmaron necesitar la ayuda de otra persona para caminar 40 metros, fueron considerados como discapacitados, y aquellos que dijeron que no habían conducido un coche durante el último mes fueron considerados discapacitados para la conducción.
   Sobre una base mensual, el equipo de investigación también evaluó la exposición de los participantes a las posibles causas de discapacidad, incluidas las enfermedades o lesiones que conducen a la hospitalización y a la actividad restringida -factores que aumentan la probabilidad de discapacidad a largo plazo.
   Los investigadores concluyeron que los factores de riesgo múltiples, junto con la consiguiente enfermedad y las lesiones que conducen a la hospitalización y a la actividad restringida, se asocian con una mayor probabilidad de desarrollar, a largo plazo, una discapacidad para caminar o conducir.