domingo, 13 de marzo de 2011

El tratamiento de la sepsis según los intensivistas


“La Unidad de Cuidados Intensivos es el sitio ideal para tratar los casos de sepsis grave”. Así lo asegura el doctor José Eugenio Guerrero Sanz, jefe del Servicio de Medina Intensiva del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y del Grupo HM. En el tratamiento de esta patología, que según datos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) alcanza en sus casos graves unos índices de mortalidad próximos al 30 por ciento, es esencial un inicio del tratamiento temprano.

“Si el cuadro séptico se detecta a tiempo, el resultado suele ser positivo, y la mayor garantía de que esto se produzca es en la UCI”, señala el intensivista.

Guerrero Sanz explica que "el origen en un elevado porcentaje de casos se debe a una infección producida porque los gérmenes se han hecho resistentes al antibiótico administrado”. Pese a que hay casos inevitables, el especialista en Medicina Intensiva manifiesta que existe margen de mejora para la reducción de la sepsis, algo en lo que los intensivistas están trabajando a través de programas como Bacteriemia Zero y en programas de detección precoz de esta patología, que se están desarrollando en algunos hospitales en nuestro país, con buenos resultados.

De hecho, el último informe ENVIN-HELICS señalaba una reducción del 5,5 por ciento de las infecciones adquiridas en las UCI españolas.Según datos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias, en España se registran cada año alrededor de cincuenta mil casos y 17.000 fallecimientos por sepsis grave.

Nuevas evidencias apuntan que la narcolepsia es una enfermedad autoinmune

La narcolepsia es una enfermedad de origen neurológico, catalogada dentro de los trastornos del sueño. Entre sus síntomas principales destacan una fragmentación del sueño nocturno, una somnolencia diurna excesiva y la aparición de ataques de cataplejía (pérdida del tono muscular inducido por emociones como la risa o la sorpresa) con una duración media inferior a los dos minutos.

Los recientes resultados de un estudio clínico han mostrado que el plasma de los pacientes de narcolepsia con cataplejías, contiene anticuerpos contra un péptido que se encuentra en las células productoras de hipocretina, involucradas en la correcta regulación del sueño. 

Según estos datos, los anticuerpos se encontrarían en su nivel más alto al inicio de la enfermedad y aunque decrecen significativamente tras dos o tres años de evolución, permanecen elevados durante más de 30 años. Así lo han puesto de manifiesto los más de 400 expertos reunidos en la XX Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño (SES), que se celebra estos días en Sevilla.

En la actualidad, la narcolepsia tiene una prevalencia del 0,02-0,05% de la población, por lo que afecta a cerca de 25.000 personas en nuestro país. Determinar sus orígenes y desencadenantes son clave para encontrar una posible cura de esta enfermedad.

Aunque la mayoría de los casos de narcolepsia son esporádicos, existe una cierta predisposición genética. De hecho, algunos estudios revelan que los familiares de primer grado de pacientes con narcolepsia tienen un riesgo entre 10 y 40 veces más alto de tener esta enfermedad que la población general. “Sin embargo, aunque la predisposición genética intervenga en el desarrollo de la enfermedad, por sí sola no es suficiente para desarrollarla, por lo que es preciso la contribución de factores ambientales, como una infección, disfunción del sistema inmunitario, trauma, cambios hormonales, estrés…”, explica la Dra. Georgina Botebol, miembro de la Sociedad Española de Sueño. En esta línea, algunas investigaciones han logrado identificar que las infecciones estreptocócicas (provocadas por la bacteria estreptococo), como la amigdalitis, neumonía o meningitis, pueden constituir un factor de riesgo ambiental para desencadenar la aparición de narcolepsia.

A lo largo del encuentro de hoy, el segundo de los tres que celebra estos días en Sevilla la Sociedad Española de Sueño, los especialistas también han valorado la última controversia surgida recientemente a raíz de la detección de casos de narcolepsia en niños y adolescentes a los que se les había administrado uno de los preparados de la vacuna de la gripe A.

Hasta el momento, la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) ha informado que no existen datos suficientes para determinar una relación causal entre la vacuna y la narcolepsia; por esta razón, a día de hoy el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades está llevando a cabo un estudio abierto sobre narcolepsia y vacunas pandémicas. “Sin duda, las conclusiones de estas investigaciones aportarán nuevos datos que nos permitirán a los profesionales de la medicina del sueño profundizar en el conocimiento de la narcolepsia en un futuro”, augura la Dra. Botebol.

A la hora de valorar el perfil tipo de paciente con narcolepsia, la somnóloga reconoce que “aunque no hay muchos estudios al respecto, sabemos que las personas con narcolepsia son muy perfeccionistas y exigentes frente a la realidad tanto externa como interna, y parece que también reaccionan de forma exagerada frente al estrés”.

Cuando se trata de pacientes pediátricos, Botebol apunta al hecho de que se queden dormidos en clase como el síntoma más revelador de este trastorno del sueño, a pesar de haber dormido el número de horas suficientes para su edad y siempre que se produzca con cierta frecuencia y el menor no presente otra enfermedad que pudiera estar relacionada. “Pero es conveniente recalcar la necesidad de que los niños duerman las horas adecuadas, antes de empezar a sospechar, porque a día de hoy se da poca importancia al sueño nocturno y el ritmo de vida actual generalmente conduce a no respetar los horarios nocturnos”, concreta Botebol.

-Deterioro de la calidad de vida
Estudios epidemiológicos han demostrado que la narcolepsia tiene un importante impacto negativo en la calidad de vida de las personas que conviven con esta enfermedad, incluso en comparación con otras patologías, como la epilepsia, o con otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño. “A mi juicio, todavía no existe un conocimiento adecuado de estas patologías entre la población general, lo que provoca que los pacientes no reciban el apoyo necesario de su entorno social, laboral e, incluso, del familiar”, indica la doctora.

Al tratarse de una enfermedad que generalmente se inicia en niños, adolescentes y adultos jóvenes, su impacto en esas edades es todavía mayor: “por eso, es tan importante propiciar el conocimiento de patologías de este tipo no solo entre la población general, sino también entre la comunidad científica en particular, para conseguir un diagnóstico lo más precoz posible que conduzca a un pronto y adecuado tratamiento”, explica Botebol.

Las personas con narcolepsia tienden a eludir reuniones sociales, bien por el temor a quedarse dormidas o por el rechazo a predisponerse a posibles situaciones que desencadenen los episodios de cataplejía. “Viven con miedo a perder su trabajo y presentan alteraciones cognitivas que les dificultan el desarrollo de su actividad profesional, lo que directamente también acaba repercutiendo en su estado de ánimo”, puntualiza la especialista de la SES

Abril es el mes de la concienciación sobre el cáncer esofágico

El cáncer esofágico es la diagnosis del cáncer de más rápido crecimiento en el mundo occidental -más del 400 por ciento en los últimos 20 años - y normalmente una sentencia de muerte. Quizás lo más impactante es que suele estar causado por la persistente acidez o enfermedad del reflujo ácido. En Estados Unidos, alguien muere de esta enfermedad cada 36 minutos.

Hasta hace dos años no había una organización de defensa nacional que combatiese el cáncer esofágico. Pero la Esophageal Cancer Action Network (ECAN), liderada por médicos, líderes empresariales y familias afectadas por el cáncer, está abordando esta enfermedad devastadora. La ECAN está trabajando para asegurarse que quienes padecen acidez persistente sean conscientes de su riesgo de desarrollar una enfermedad que mata a más del 80 por ciento de los que la desarrollan.
El cáncer esofágico tiene una pobre tasa de supervivencia principalmente porque se descubre normalmente en fases tardías. Por ello el mensaje de detección inicial de ECAN es tan importante. Con la detección temprana, los nuevos procedimientos médicos han producido tasas de cura del 98 por ciento.
La directora ejecutiva de la ECAN, Mindy Mintz Mordecai, destaca la importancia de la exploración del cáncer esofágico. "Estos nuevos desarrollos para tratar las fases precancerosas e iniciales de la enfermedad hacen que la detección temprana de este cáncer sea tan importante porque, si lo encontramos pronto, las personas ya pueden curarse -no simplemente tienen más oportunidades de supervivencia- sino que pueden curarse".
La ECAN ha lanzado una campaña de concienciación pública nacional y agresiva que incluye un esfuerzo para la primera designación del mes nacional del cáncer esofágico en abril. Como parte de su campaña del mes de concienciación, la ECAN ofrecerá kits EC Awareness Month a los médicos, pacientes y defensores que deseen aumentar el conocimiento en torno a la conexión entre la acidez y el cáncer. Este kit contiene pósters, folletos informativos y brazaletes azules de caracol que llevan el mensaje salvavidas de ECAN: Heartburn can cause Cancer (la acidez puede causar cáncer). Si desea conocer más visite www.ecan.org.
La ECAN comenzará el mes de la Concienciación del Cáncer de Esófago (Esophageal Cancer Awareness) con dos eventos completos que se celebrarán el domingo 3 de abril de 2011. El Cancer Dancer en la Towson University de las afueras de Baltimore incluirá la aparición de Orioles Hall, de Famer Brooks Robinson. El Harsh Golf Scramble a las afueras de Orlando, Florida es un tribute al habitante de Florida Paul Harshbarger, un ávido jugador de golf que perdió su batalla contra el cáncer de esófago en 2008.
La ECAN fue fundada por medio de la Antigua reporteara de televisión y abogada Mindy Mintz Mordecai tras la muerte de su marido por cáncer esofágico en 2008. Lo que comenzó como un baile anual concebido por la hija de 12 años de Mordecais ha crecido hasta convertirse en un movimiento nacional que rellena un enorme vacío que ninguna otra organización ha rellenado.

La radiación nuclear es invisible e inodora, pero devastadora para la salud

La radiación "ni se ve ni se huele, pero sus efectos son a largo plazo y dañarán la salud y el medio ambiente durante años", así describe las consecuencias del accidente nuclear ocurrido en una central japonesa, Eduard Rodríguez-Farré, radiobiólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 

Rodríguez-Farré, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, ha asegurado que colegas científicos ya han medido contaminantes como el yodo o el cesio en la radiación liberada en Fukushima, donde ya se ha producido la fusión parcial de dos de sus reactores ante la falta de refrigeración provocada por el terremoto y maremoto que han azotado el país.
"En el núcleo de un reactor nuclear existen más de 60 contaminantes radiactivos a partir de la fisión del uranio, unos de vida muy larga y otros de vida muy corta, pero casi todos tienen una gran afinidad con nuestro organismo y se acumulan en él, ya que son parecidos a nuestros elementos biológicos", explica el científico.
Rodríguez-Farré, uno de los mayores expertos internacionales en radiaciones nucleares y autor de estudios sobre las consecuencias de la catástrofe nuclear de Chernóbil, afirma que de entre esos 60 contaminantes, los que tendrían mayores consecuencias para la salud humana serían el yodo, el estroncio 90 y el cesio (C-137).
"El yodo afecta inmediatamente y deja mutaciones en los genes, a partir de las cuales se puede desarrollar luego el cáncer de tiroides", sostiene el toxicólogo, quien recuerda que el accidente de Chernóbil multiplicó por diez los casos de cáncer de tiroides en Centroeuropa.
Por su parte, "el estroncio se acumula en los huesos un mínimo de 30 años, como si fuera calcio, y durante años continúa irradiando el organismo; mientras que el cesio queda depositado en los músculos".
Ambos contaminantes "aumentan el riesgo de todo tipo de cánceres, especialmente de huesos, músculos y tumores cerebrales, disminuyen la inmunidad del organismo y aumentan la capacidad de sufrir otras patologías".
Además, "la radiación altera la reproducción", ha recordado este médico, miembro del Comité Científico de "Nuevos riesgos para la salud" de la Unión Europea, y "afecta más a las mujeres que a los hombres".
La explicación estriba en que "los espermatozoides se regeneran totalmente cada 90 días y un espermatozoide alterado desaparece en ese periodo, pero los óvulos están en los ovarios toda la vida, y si un óvulo alterado por la radiación es fecundado posteriormente, habrá malformaciones en el feto, aunque sea años después".
Las consecuencias para el medio ambiente no son menores: "A largo plazo la contaminación nuclear se deposita en el suelo y en el mar, y se incorpora a la cadena trófica, de los peces, que son la base de la dieta en Japón, del resto de animales, de las plantas, la fruta, las verduras...".
Este proceso, argumenta el científico, "se va bioacumulando, es decir, va pasando de un ser vivo a otro y va empeorando", y un ejemplo de ello es el de los "miles de renos que hubo que sacrificar en el Ártico tras Chernóbil, porque estaban absolutamente contaminados a través de los líquenes que habían comido".
Respecto a las medidas a tomar para prevenirse de la contaminación radiactiva, Rodríguez-Farré señala que el contacto con la piel se puede eliminar lavándose con el mismo celo que tiene un cirujano cuando entra a un quirófano: limpiando y cepillando el cuerpo, el pelo y las uñas con detergente; y desechando la ropa.
Más complicado es luchar contra la principal vía de contacto con los contaminantes: "la inhalación", ante la cuál prácticamente sólo son efectivas pastillas de yodo como las que las autoridades japonesas están repartiendo a la población.
"El tiroides cuando está repleto de yodo elimina el que le sobra, así que si tú saturas de yodo normal el tiroides -con las citadas pastillas-, ayudas a que si inhalas yodo radiactivo lo elimines rápidamente", aclara.

Los españoles pierden, cada quince días, casi una noche de sueño

Los españoles, al igual que el resto de la sociedad occidental, pierde, cada quince días, casi una noche entera de sueño, ya que, en la actualidad, duermen 20 minutos menos diarios de media que hace un siglo, algo que, a la larga, puede tener consecuencias "muy negativas" en la salud de las personas.

   Así lo ha asegurado el experto en Medicina del Sueño, Gonzalo Pin, que ha explicado que este problema de sueño deficitario crónico afecta a todas las edades, desde los lactantes hasta quienes ya han terminado su vida laboral.
   "La mitad de los adolescentes duermen hoy en día menos de las nueves horas recomendadas, alrededor de ocho diarias, lo que afecta, en gran medida a su rendimiento escolar", señala Pin. "Según datos de la Comunidad Valenciana, el 4,2 por ciento de los estudiantes se duerme en clase entre dos y tres veces por semana", puntualiza.
   Aunque, actualmente los expertos no disponen de estadísticas estatales sobre el número de horas de sueño de cada sector poblacional, el especialista señala que la introducción de aparatos electrónicos en casi todos los aspectos de la vida cotidiana, los horarios laborales muy largos y la vida sedentaria contribuyen a dormir "menos de lo que toca".
   "La infancia y la madurez son las etapas en las que hay más déficit de sueño", destaca. Según el experto, la diferencia del horario por el que se rige la población española, respecto al de los europeos, es una de las claves que explican la descompensación en la calidad y cantidad del descanso de los españoles.
   "Cenamos y nos acostamos más tarde que los europeos pero, sin embargo, tenemos el horario laboral de Europa, las empresas comienzan su actividad a las 8 de la mañana, por eso dormimos menos", añade.
   En este sentido, rompe el mito de que los españoles son el emblema de la siesta pues, según advierte, aunque existe la "creencia errónea" de que son los que más siestas duermen y más tiempo dedican a ella, son los alemanes quienes se sitúan a la cabeza de esta práctica.
   "El número de horas de sueño recomendadas varía mucho en función de la edad de la persona", dice Pin, que explica que los recién nacidos deben dormir alrededor de 17 horas, una cifra que va disminuyendo con el crecimiento.
   "Los preadolescentes, de entre ocho y diez años, tendrían que dormir cerca de ocho horas largas, mientras que con la llegada de la adolescencia se incrementan las necesidades de sueño, hasta las nueve horas", subraya. Por su parte, con la tercera edad, esta demanda del cuerpo disminuye. "Las personas mayores tienen suficiente con seis horas", matiza.
   Entre los aspectos que influyen en la calidad del sueño, el especialista destaca la incidencia que el sobrepeso y la obesidad tienen en las alteraciones nocturnas. "La obesidad y el déficit de sueño son dos enfermedades que se retroalimentan, por eso la alimentación es clave para dormir bien", apunta.
   Asimismo, afirma que existen otros factores "íntimamente relacionados" con el sueño como la vida sedentaria, la escasez de ejercicio físico, el estrés, los problemas generados por las épocas de crisis, el alcohol o el tabaco. "Dormimos conforme vivimos y vivimos conforme dormimos", recalca.
   En este sentido, explica que el alcohol, a pesar de ser un inductor del sueño, lo fracciona. "Una persona que ha bebido tiene más facilidades para conciliar el sueño y puede dormir profundamente las dos primeras horas, pero después hay muchas interrupciones. Lo mismo ocurre con el tabaco, que a pesar de que disminuye la ansiedad de los grandes fumadores, es un gran fraccionador del sueño", subraya.
   Finalmente, Pin ofrece una serie de consejos para las personas que sufran de insomnio o presenten especiales dificultades para dormir. En esta línea, advierte la importancia de conseguir la temperatura adecuada en el dormitorio (entre 19 y 22 grados), la luz adecuada, cambiar la posición del colchón cada cierto tiempo y controlar los ruidos.
   "Todo lo que induce al acto de vigilia interfiere negativamente en el sueño y afecta más a las personas especialmente sensibles", recalca. No obstante, el experto insiste en que "dormir no es lo más importante del mundo", por lo que es fundamental no agobiarse por ello y comenzar a modificar poco a poco los hábitos que puedan mejorar la calidad del mismo.