jueves, 4 de abril de 2013

Vinculan la calvicie en la coronilla a mayor riesgo de problemas cardiacos

La calvicie masculina está vinculada a un mayor riesgo de enfermedad cardiaca coronaria, pero sólo si está en la parte superior, es decir, en la coronilla, en lugar de en la parte delantera, según un análisis 'on line' publicado en la revista 'British Medical Journal'. Así, un retroceso de cabello no está asociado a una mayor probabilidad de padecer la patología.

   Los investigadores escrutaron Medline, un servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, y 'The Cochrane Library' sobre la investigación publicada acerca de la calvicie de patrón masculino y la enfermedad cardiaca coronaria, y se detectaron 850 posibles estudios, publicados entre 1950 y 2012, pero sólo seis cumplieron con los criterios de elegibilidad. Todos habían sido publicados entre 1993 y 2008 e involucraron un poco menos de 40.000 hombres.
   Tres de los estudios fueron estudios de cohortes, lo que significa que la salud de los hombres calvos fue seguida durante al menos 11 años. El análisis de sus resultados mostró que los hombres que habían perdido la mayoría de su pelo eran un tercio más propensos (32 por ciento) a desarrollar enfermedad de las arterias coronarias que sus compañeros que mantuvieron una cabeza llena de cabello.
   Cuando el análisis se limitó a los hombres menores de 55-60 años, emergió un patrón. Los hombres calvos o con calvicie amplia tenían un 44 por ciento más de probabilidades de desarrollar la enfermedad de la arteria coronaria, según se desprende de esos tres primeros estudios.
   El análisis de los otros tres que compararon la salud del corazón de los que eran calvos con los que no lo eran pintó un panorama similar, al demostrar que los calvos tenían un 70 por ciento más probabilidades de tener enfermedades del corazón y los de los grupos de menor edad fueron un 84 por ciento más propensos a hacerlo.
   Tres estudios evaluaron el grado de calvicie mediante una escala validada (escala de Hamilton). El análisis de estos resultados indicó que el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria depende de la gravedad de la calvicie, pero sólo si se centraba en la parte superior o corona de la cabeza, conocida como el vértice.
   La calvicie vértice amplia impulsó el riesgo de enfermedad coronaria a un 48 por ciento; la moderada, un 36 por ciento, y la leve, un 18 por ciento. Por el contrario, un retroceso de cabello supuso muy poca diferencia en el riesgo, según las conclusiones del análisis.
   Para compensar las diferencias en los métodos de evaluación de la calvicie en los estudios incluidos en el análisis, los autores estudiaron cuatro grados diferentes de la calvicie: ninguna, frontal, corona-superior y combinada. Una vez más, se halló que la gravedad de la calvicie afectó al riesgo de enfermedad cardiaca coronaria.
   Los hombres con calvicie frontal y en la corona fueron un 69 por ciento más propensos a tener enfermedad de las arterias coronarias que los que tenían la cabeza llena de cabello, mientras que aquellos con calvicie sólo en la coronilla fueron un 52 por ciento más propensos y las personas con calvicie frontal sólo un 22 por ciento más.
   Las explicaciones de las razones detrás de la asociación varían, pero incluyen la posibilidad de que la calvicie puede indicar resistencia a la insulina, un precursor de la diabetes; un estado de inflamación crónica, o aumento de la sensibilidad a la testosterona, todos ellos involucrados directa o indirectamente en la promoción de enfermedad cardiovascular, señalan los autores.
"Nuestros hallazgos sugieren que la calvicie vértice está más estrechamente asociada con la aterosclerosis sistémica que la calvicie frontal. Así, los factores de riesgo cardiovascular deben ser revisados cuidadosamente en los hombres con calvicie vértice, especialmente los más jóvenes", concluyen los investigadores.

Descubren las claves para "matar de hambre" a las bacterias causantes de la tuberculosis y el cáncer de estómago

Investigadores del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la Universidad de Santiago (CIQUS), liderados por el profesor Concepción González-Bello, han conseguido descubrir las claves para "matar" una enzima crucial en la proliferación de las dos bacterias patógenas muy importantes: 'Mycobacterium tuberculosis', que causa la tuberculosis, y 'Helicobacter pylori', causante del cáncer de estómago.

   Y es que, la prevalencia de la tuberculosis y de infecciones con 'Helicobacter pylori', junto al creciente problema de la resistencia a los antibióticos, provocan un gran interés entre los académicos y la industria farmacéutica a la hora de desarrollar estrategias más eficaces para combatir las infecciones bacterianas.
   En este sentido, estos expertos, cuyo estudio ha sido publicado en la revista 'ACS Chemical Biology', han conseguido idear la forma de "engañar" a estas bacterias, consistente en evitar el "normal funcionamiento" de uno de las enzimas que necesitan para sobrevivir.
   Para ello, diseñaron compuestos muy parecidos a los que la bacteria utiliza habitualmente, pero evitando con ello que ésta funcione con normalidad. Se trata, por tanto, de un método que impide la producción de nutrientes esenciales para la vida de la bacteria provocando que, finalmente, se "muera de hambre".
   "Una gran ventaja de este engaño reside en que los animales no poseen dicho enzima, por lo que esperamos que estos compuestos no tengan efectos perjudiciales en el ser humano", han explicado los expertos.
   Para el diseño de los compuestos, los investigadores han utilizado diversos programas informáticos que permiten prever de antemano el efecto de los mismos sobre el enzima. Esto facilita escoger aquellos compuestos que, a priori, serían los más efectivos para, a continuación, prepararlos en el laboratorio y ensayarlos con la enzima.
   El grupo de investigación ha logrado, además, obtener datos reales del proceso gracias a la resolución, mediante técnicas de rayos X, de las diversas estructuras interaccionando con el enzima. Esto ha permitido demostrar la idea inicial y continuar así con el proceso de optimización de dichos compuestos.

La dieta mediterránea ayuda a prevenir la aparición de asma y obesidad infantil

La Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) ha asegurado que una alimentación basada en el equilibrio óptimo en la ingesta de antioxidantes, mediante el consumo de alimentos frescos como sucede en la dieta mediterránea, ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad entre la población infantil y, de forma relacionada, a disminuir la prevalencia del asma.

   Y es que, los datos que existen en la actualidad sugieren que el aumento del peso corporal y el asma se desarrollan en paralelo en la pubertad, períodos de rápido crecimiento y maduración. Además, se ha demostrado también que con la pérdida significativa de peso, el control del asma se ha mejorado significativamente en los individuos asmáticos.
   Por este motivo, la asociación ha destacado la importancia que tiene que los padres conozcan y sean "conscientes" de la importancia que tiene el adecuado desarrollo físico y psíquico en los niños pequeños y ha asegurado que, con ello, la prevención de futuras enfermedades será "más eficaz", especialmente cuando los niños tienen sobrepeso, son asmáticos y llevan una vida sedentaria.
   "La clave para obtener resultados favorables es centrarse en la población adulta para la promoción y divulgación de la dieta mediterránea entre los más jóvenes. Una alimentación basada en el equilibrio óptimo en la ingesta de antioxidantes mediante el consumo de alimentos frescos como verduras, hortalizas, carne, pescado y fruta", ha comentado la sociedad.
   Por último, la SENP ha destacado la importancia que tiene la práctica de ejercicio físico de forma regular, sobre todo en los niños con problemas asmáticos, ya que, a su juicio, es básica para la expansión de los pulmones y para la prevención de futuros problemas en las vías aéreas.

Logran eliminar la adicción a la cocaína con láser

  Al estimular una parte del cerebro con luz láser, investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses y la Clínica y Centro de Investigación Ernest Gallo en la Universidad de California San Francisco (UCSF), en Estados Unidos, han demostrado que pueden limpiar el comportamiento adictivo a la cocaína en ratas o, por el contrario, convertir a roedores no adictos en buscadores compulsivos.

"Cuando encendemos una luz láser en la región prelímbica de la corteza prefrontal, la búsqueda compulsiva de cocaína desaparece", explica Antonello Bonci, director científico del programa de investigación intramural en el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA) del NIH, donde se realizó el trabajo, y también profesor adjunto de Neurología en la UCSF y profesor adjunto en la Universidad Johns Hopkins.
   El nuevo estudio, publicado esta semana en la revista 'Nature', demuestra el papel central que la corteza prefrontal desempeña en la adicción a la cocaína compulsiva. Los hallazgos de esta investigación también sugieren un nuevo tratamiento que podría ser probado en humanos inmediatamente, destacó Bonci.
   Cualquier nueva terapia humana no se basa en el uso de láseres, pero lo más probable es confiar en la estimulación electromagnética fuera del cuero cabelludo, en particular una técnica llamada estimulación magnética transcraneal (TMS). Se están diseñando ensayos clínicos para probar si este enfoque funciona, añadió Bonci.
   Una de las características de la adicción a la cocaína es que la droga se toma  compulsivamente porque se pierde la capacidad de abstenerse de consumirla, incluso aunque pueda destruir la vida del consumidor. Según Bonci, lo que hace que este trabajo sea prometedor es que que el autor principal, Billy Chen, de NIDA, y sus colegas han trabajado con un modelo animal que reproduce este tipo de adicción compulsiva a la cocaína.
Los animales, al igual que los adictos humanos son más propensos a tomar malas decisiones y consumir cocaína. Así, los estudios electrofisiológicos que implicaron a ratas han demostrado que tienen actividad extremadamente baja en la corteza prefrontal, una región del cerebro fundamental para el control de impulsos, la toma de decisiones y flexibilidad de comportamiento.
Estudios similares que toman imágenes de los cerebros de los seres humanos han mostrado el mismo patrón de actividad baja en esta región en personas que están compulsivamente 'enganchadas' a la cocaína. Para probar si la alteración de la actividad en esta región del cerebro podría afectar a la adicción, Chen y sus colegas emplearon una técnica llamada optogenética para cerrar la actividad y apagarla mediante un láser.
   Primero cogieron unas proteínas sensibles a la luz llamadas rodopsinas y mediante ingeniería genética las insertaron en las neuronas de la corteza prefrontal de la rata. Mediante la activación de esta región con un láser dirigido a las rodopsinas, encendieron y apagaron las células nerviosas.
   El encendido de estas células acabó con la conducta compulsiva, mientras que el apagado convirtió a los no adictos en adictos, según descubrieron los investigadores. Para Bonci, lo interesante es que no hay una manera de inducir una activación similar de la corteza prelímbica en las personas a través de una técnica llamada estimulación magnética transcraneal (TMS), en la que se aplica un campo electromagnético externo al cerebro y se ha utilizado como un tratamiento para los síntomas de la depresión.
   Bonci y sus colegas planean comenzar los ensayos clínicos en los NIH utilizando esta técnica en algunas sesiones a la semana para estimular la corteza prefrontal en las personas que son adictas a la cocaína y ver si se puede restaurar la actividad de la parte del cerebro y ayudar a a evitar el consumo de esta droga.

Identifican la coevolución del VIH

Científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos ha identificado por primera vez la coevolución del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la respuesta resultante de un fuerte anticuerpo en un individuo infectado por el VIH. Los hallazgos, publicados en 'Nature', podrían ayudar a los investigadores a identificar qué proteínas para su uso en vacunas inducen anticuerpos capaces de prevenir la infección entre una gran variedad de cepas del VIH.

   Anteriormente, un estudio de la genética de anticuerpos permitió a los investigadores deducir la evolución paso a paso de ciertos anticuerpos ampliamente neutralizantes, que son aquellos que pueden prevenir la infección por la mayoría de las cepas de VIH existentes. Sin embargo, los virus específicos que dieron origen a los anticuerpos y las mutaciones del virus que llevaron a alcanzar su forma final se desconoce, lo que dificulta el descubrimiento final de la vacuna del VIH.
   En el estudio actual, los científicos identificaron uno de aproximadamente el 20 por ciento de las personas infectadas con VIH que desarrollan naturalmente anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el virus después de varios años de infección. Esta persona fue un voluntario de África para un estudio en el que los participantes dieron muestras de sangre semanales al comienzo de la infección.
Este individuo se unió al estudio sólo 4 semanas después de la infección y fue seguido durante más de 3 años. Tener muestras de sangre de una etapa tan temprana permitió a los investigadores detallar el particular virus "fundador" que provocó que el sistema inmune generara un anticuerpo inmaduro ampliamente neutralizante contra el VIH, así como la célula desde la que el anticuerpo surgió.
   Los análisis de las muestras semanales también posibilitaron a los científicos ver la serie de cambios que el virus y los anticuerpos realizaron durante más de 2,5 años hasta que el anticuerpo maduró hasta una forma potente capaz de neutralizar el virus. Los científicos están tratando de crear una vacuna que imita el virus sin causar daño en los puntos clave en el proceso observado para generar anticuerpos ampliamente neutralizantes contra el VIH, primero en animales no infectados y en las personas no infectadas.