sábado, 16 de julio de 2011

¿La adrenalina ayuda en la supervivencia a un ataque cardíaco?

Las personas que sufren un ataque cardíaco habitualmente reciben una dosis de adrenalina para ayudar a reactivar su corazón, pero en un controvertido estudio efectuado en Australia la hormona no logró incrementar la supervivencia de los pacientes.

Sin embargo, el equipo halló que quienes recibían adrenalina -también llamada epinefrina- eran más propensos a lograr la reanudación del corazón antes de llegar al hospital que los pacientes que no la tomaban, un resultado que según los investigadores apoya el tratamiento.
"Mi suposición es (que el estudio) probablemente no va a cambiar nuestra práctica actual, pero podría estimular un estudio más grande sobre el rol de la epinefrina en los ataques cardíacos fuera del hospital", dijo el doctor Gordon Tomaselli, presidente de la Asociación Estadounidense del Corazón.
Durante décadas, la adrenalina ha sido parte de la práctica estándar para intentar resucitar a los pacientes que sufren un paro cardíaco en Estados Unidos y en todo el mundo, aunque no se hicieron estudios para comparar los efectos en la salud de los pacientes que la reciben y los que no.
En un paro, el corazón deja de bombear sangre. Casi 300.000 personas sufren un ataque cardíaco fuera de hospitales por año en Estados Unidos y el resultado es fatal en cerca del 90 por ciento de los casos.
En el nuevo estudio, publicado en la revista Resuscitation, los investigadores equiparon ambulancias en el oeste de Australia con dosis de adrenalina o solución salina. Más de 500 pacientes recibieron unas de las dos opciones cuando los equipos de emergencia intentaban salvarle la vida.
Entre las personas que recibieron solución salina, 22 lograron que su corazón volviera a bombear sangre antes de llegar al hospital, mientras que en el grupo tratado con adrenalina 64 llegaron al mismo resultado.
Cinco de los pacientes del primer grupo sobrevivieron y fueron dados de alta y lo mismo ocurrió con 11 de los que tomaron adrenalina.
Si bien el segundo grupo tuvo más del doble de sobrevivientes, los test estadísticos mostraron que las diferencias pudieron ser casuales.
"Aunque las conclusiones fueron estadísticamente negativas en los resultados importantes, la tendencia fue en la dirección correcta", afirmó Tomaselli, que también es director de la División de Cardiología de la Facultad de Medicina de la Johns Hopkins University y no participó en el estudio.
El doctor Ian Jacobs, autor del trabajo y profesor de la University of Western Australia, dijo que la adrenalina debe seguir siendo parte del cuidado de rutina.
"Esto es particularmente así mientras seguimos identificando y entendiendo estos factores posteriores (reactivación de la circulación) que contribuyen a la supervivencia", señaló.
Jacobs prevé que si hubiera podido incluir a más pacientes en el estudio hubiera hallado una mejora real en la supervivencia con adrenalina.

Los cardiólogos alertan de que dormir demasiado en vacaciones puede aumentar el riesgo cardiovascular

Durante la estación estival, la Fundación Española del Corazón (FEC) aconseja no sobrepasar el límite de siete u ocho horas de sueño recomendadas porque, según varios estudios, dormir nueve horas o más al día aumenta 1,57 veces el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

"Dormir poco activa factores metabólicos y endocrinos perjudiciales para la salud", comenta el miembro de la FEC y cardiólogo de la Unidad Coronaria del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, el doctor Lorenzo Silva Melchor.
"Por el contrario, el dormir más horas de las recomendadas puede relacionarse con disturbios y calidad del sueño que condiciona alteraciones de parámetros cardiovasculares", apunta el especialista.
Así, algunos de los hábitos veraniegos que a priori nos parecen muy saludables, como dormir en exceso, tanto durante la noche como durante el día, pueden resultar igualmente peligrosos para nuestra salud cardiovascular.
Un estudio realizado por el West Virginia University School of Medicine, que analizó los hábitos de sueño de 30.397 adultos, reveló que, aquellos que dormían cinco horas o menos presentaban un riesgo dos veces mayor de desarrollar problemas cardiovasculares en comparación con los participantes que descansaban siete horas. Pero sorprendentemente, aquellos que dedicaban nueve o más horas diarias al sueño también aumentaron 1,57 veces su riesgo cardiovascular respecto a los que dormían las horas recomendadas.
En la misma línea, la FEC recuerda que en verano hay que mantener una buena hidratación para compensar el sudor, mantener una dieta equilibrada y seguir realizando ejercicio habitualmente, evitando la exposición solar durante las horas centrales del día

Comer suficiente fruta y verdura podría salvar 1,7 millones de vidas al año en el mundo

Comer suficiente cantidad de frutas y verduras --al menos 3 piezas de fruta y 2 raciones de verdura al día, podría salvar 1,7 millones de vidas al año en todo el mundo, según ha destacado este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el marco de su Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud.
 
El consumo actual de frutas y verduras es muy variable en el mundo, oscilando entre 100 gramos al día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 gramos diarios en Europa Occidental.
Sin embargo, la OMS y la FAO recomiendan consumir un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad.
Una revisión internacional sobre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer, coordinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), demuestra que estos alimentos puede reducir el riesgo de cáncer, sobre todo gastrointestinales.
El CIIC calcula que la fracción prevenible de cánceres por una ingesta insuficiente de frutas y verduras oscila en todo el mundo entre el 5 y el 12 por ciento y entre el 20 y el 30 por ciento, en el caso de los cánceres gastrointestinales.
Las dietas sin frutas ni verduras son "uno de los 10 factores de riesgo de mortalidad a escala mundial". Consumir poco estos alimentos causa el 19 por ciento de los cánceres gastrointestinales que se diagnostican en el mundo, el 31 por ciento de las cardiopatías isquémicas y del 11 por ciento de los accidentes cerebrovasculares.
La Estrategia mundial OMS sobre régimen alimentario, actividad física y salud hace hincapié en el aumento del consumo de frutas y verduras como una de las recomendaciones a tener en cuenta al elaborar las políticas y directrices dietéticas nacionales.