viernes, 9 de septiembre de 2011

Europa aprueba 'Zytiga' para el cáncer de próstata metastático resistente a la castración

La Comisión Europea ha aprobado la comercialización de acetato de abiraterona, desarrollado  con el nombre de 'Zytiga', para el cáncer de próstata metastático resistente a la castración, en hombres adultos cuya enfermedad ha progresado durante o tras haber recibido un régimen de quimioterapia basado en docetaxel.

Se trata de un nuevo medicamento inhibidor oral de la biosíntesis de andrógenos que, en combinación con prednisona o prednisolona, "proporciona nuevas esperanzas para los hombres que padecen cáncer de próstata metastásico avanzado y que cuentan con muy pocas opciones de tratamiento disponibles", afirma el profesor del departamento de Medicina de Cáncer del Institut Gustave Roussy (Francia), Karim Fizazi, quien fue uno de los investigadores del ensayo clínico fase III del acetato de abiraterona.
En opinión del profesor, "la eficacia, seguridad y facilidad de uso del acetato de abiraterona, un medicamento que se puede tomar en casa, servirá para cubrir una importante necesidad médica no cubierta para muchos de los pacientes, ayudándoles a vivir más tiempo con una mejor calidad de vida y menos dolor".
Por su parte, uno de los principales investigadores del ensayo clínico, el profesor Johann S. de Bono del Institute of Cancer Research, The Royal Marsden NHS Foundation Trust (Reino Unido), asegura que "en pacientes que han finalizado las opciones de tratamiento estándares, incluyendo la quimioterapia, el acetato de abiraterona ofrece una nueva opción para tratar esta devastadora enfermedad".
El acetato de abiraterona debe tomarse una vez al día, al menos dos horas después de comer, y no se deben tomar alimentos durante al menos una hora después de la toma de los comprimidos.
Los resultados del ensayo clínico fase III multicéntrico, aleatorizado y controlado con placebo han demostrado, tras un seguimiento de 12,8 meses, que el tratamiento con acetato de abiraterona en combinación con prednisona o prednisolona originó una reducción de más del 35 por ciento del riesgo de fallecimiento, en comparación con el placebo además de la prednisona o prednisolona.
En un análisis actualizado, con un periodo de seguimiento de 20,2 meses, los resultados fueron consistentes con los del análisis previos con una mejora de 4,6 meses de la supervivencia media entre las dos ramas a favor del acetato de abiraterona. El efecto del acetato de abiraterona y de la prednisona en la supervivencia global fue consistente en todos los subgrupos.
Asimismo, la proporción de pacientes con alivio del dolor fue mayor en el grupo de acetato de abiraterona que en el grupo de placebo -un 44 por ciento frente a un 27- y la respuesta de alivio del dolor se definió como una reducción de, al menos, un 30 por ciento con respecto al valor basal de la puntuación Brief Pain Inventory-Short Form (BPI-SF) de la intensidad del peor dolor sentido en las últimas 24 horas, sin un aumento de la puntuación del uso de analgésicos observado en dos evaluaciones consecutivas separadas por un intervalo de cuatro semanas.
Por otra parte, de los pacientes que recibieron acetato de abiraterona, una menor proporción padecieron eventos óseos -fractura ósea patológica, compresnión de la médula espinal, radioterapia paliativa o cirugía ósea- comparado con los que recibieron placebo.
En general, el cumplimiento con el tratamiento de acetato de abiraterona fue elevado, y los efectos secundarios se pudieron tratar con facilidad, siendo reversibles a pesar de la avanzada edad y el nivel de fragilidad de la población estudiada. Las reacciones adversas más comunes que se dan en el tratamiento con acetato de abiraterona son el edema, hipopotasemia, hipertensión e infección urinaria.
"En Europa, el cáncer de próstata es la tercera causa más común de fallecimientos por cáncer, por lo que es esencial desarrollar nuevas opciones de tratamiento como el acetato de abiraterona", concluye de Bono.

Logran una nueva diana terapéutica contra el cáncer de mama más agresivo

Oncólogos del Hospital del Mar de Barcelona y del Instituto de Investigación IMIM han demostrado el valor pronóstico de una proteína en pacientes con cáncer de mama triple negativo, el subtipo más agresivo y que afecta a mujeres más jóvenes, ha informado el centro, que también ha trabajado con la Fundación Jiménez-Díaz de Madrid y el Hospital Clínico de Valencia.

   La importancia del hallazgo, que publica 'Annals of Oncology', radica en que la proteína PARP1 se encuentra en mayor cantidad en aquellos tumores de mama de mal pronóstico y, especialmente, en los tumores que se denominan triple negativos, el subtipo de cáncer con mayores tasas de recaída y mortalidad, especialmente entre las mujeres más jóvenes y para el que no existen terapias específicas y dirigidas.
   El equipo de investigadores, liderado por el jefe del Servicio de Oncología del Mar y director del Programa de Investigación en Cáncer del IMIM, Joan Albanell, ha estudiado por primera vez las implicaciones de la proteína PARP1 en muestras humanas para conocer su valor pronóstico real en el comportamiento y evolución de las pacientes con este cáncer de mama.
   El estudio ha evidenciado que las mujeres que tienen tumores con una cantidad de PARP-1 superior a la media tienen peor pronóstico y esto sucede sobre todo en los tumores triple negativos.
   "El hallazgo más importante del estudio ha sido determinar que la sobreexpresión de esta proteína -PARP1- es un factor pronóstico independiente y se correlaciona con la supervivencia de las enfermas", ha explicado Albanell, responsable de este estudio.
   "Por tanto, a más presencia en PARP1, peor pronóstico y, probablemente, peor respuesta a los tratamientos antitumorales utilizados", según el experto, que ha remarcado que la proteína podría servir de indicador de respuesta al tratamiento existente.
   Los resultados obtenidos hasta el momento permiten formular la hipótesis de que la PARP1 nos permitiría seleccionar a las enfermas que se beneficiarían del tratamiento quimioterápico combinado con inhibidores de PARP, en base a la cantidad de proteína PARP1 que presenten", concreta Albanell.
   Cada año se diagnostican entre 16.000 y 17.000 nuevos casos de cáncer de mama en España, de los cuales un 20% pertenecen al llamado triple negativo.
   Hoy en día ya existen inhibidores de la PARP que se utilizan a nivel experimental para trabajos de investigación y en ensayos clínicos con resultados prometedores pero aún no suficientes para aplicarlos directamente a la clínica.
   "Son inhibidores inespecíficos de la familia de proteínas PARP. Necesitamos encontrar inhibidores selectivos de PARP1 para conseguir una inhibición más selectiva, menos tóxica y poder diseñar ensayos clínicos que puedan aportar datos reales de respuesta al tratamiento", ha concluido Albanell.