martes, 9 de abril de 2019

Descubiertas en España nuevas terapias efectivas contra el agresivo cáncer de páncreas

MADRID.- Investigadores españoles del Grupo de Oncología Experimental del Centro de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderados por el reconocido doctor Mariano Barbacid, han conseguido, por primera vez, que desaparezcan tumores de páncreas en ratones, lo que puede suponer un gran avance tanto en el abordaje como en el tratamiento de esta enfermedad tan agresiva. 

De hecho, la curación del cáncer de páncreas se limita actualmente a aquellos casos en los que el tumor está localizado y puede ser eliminado quirúrgicamente, algo que sucede en menos del 10% de los pacientes. 
En España se producen 4.000 diagnósticos anuales. Es, por tanto, el cuarto cáncer en incidencia pero el tercero en mortalidad, dado que sólo el 5% de los enfermos sobreviven cinco años después del primer diagnóstico. 
Por todo ello, "urge encontrar tratamientos", según reclamó Marta Puyol, directora de investigación de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que ha financiado parte de la investigación, durante la presentación de los resultados.
En este difícil contexto, el trabajo titulado 'Regresión completa de los adenocarcinomas ductales pancreáticos avanzados tras la inhibición combinada de EGFR y C-RAF' "abre nuevas puertas para que, algún día, se pueda hacer medicina personalizada" con los pacientes afectados, según destacó el doctor Barbacid, quien quiso dejar claro a los enfermos actuales que, "desgraciadamente" las nuevas terapias "no les van a servir" porque, para que el estudio tenga aplicación en humanos es necesario, al menos, cinco años más de investigación. 
"No quiero generar falsas esperanzas", explicó. 
Aún así, los investigadores están muy satisfechos con los resultados, dado que la batalla contra otros tipos de cáncer va "ganando terreno" pero tanto la incidencia como la mortalidad del tumor de páncreas "sigue subiendo", según subrayó el jefe del servicio de oncología del hospital madrileño Ramón y Cajal, Alfredo Carrato.
El 95% de los tumores de páncreas tienen su origen en una mutación del oncogén KRAS. No son los únicos, la quinta parte de los cánceres tienen el mismo origen. El problema es que todavía no se ha podido desarrollar un fármaco que inhiba este proceso, por lo que las investigaciones se centran en atacar las rutas que transforman las células, en este caso las dianas moleculares EGFR y C-RAF, según explicó Barbacid. 
Tras cinco años de pruebas, el equipo investigador ha conseguido eliminar ambas dianas en la mitad de los ratones que han participado en el estudio y de forma sistémica, es decir, en todo su organismo. 
Por primera vez, se ha observado en animales manipulados genéticamente que el tumor no sólo dejó de crecer, como suele suceder en la mayoría de modelos experimentales, sino que en unas semanas desapareció completamente. El tratamiento empleado generó, además, una toxicidad menor y consistente en una dermatitis "fácilmente controlable". 
En la actualidad ya existen inibidores contra la molécula EGFR y el reto de la próxima década será descubrir bloqueadores del C-RAF, que también está presente en el 20% de los cánceres de pulmón. 
El trabajo calcula que, por tanto, la inhibición de ambas dianas evitará la proliferación de 9 de cada 10 tumores de páncreas en humanos. 
"Es un paso importante para el futuro", aseguró Barbacid, quien dibujó un escenario en el que, si todo funciona, el cáncer de páncreas no serán tratado con quimioterapia sino con tratamientos personalizados y mucho más eficaces.

La contaminación del aire provocó la muerte de 600.000 personas en Europa entre 1991 y 2010

VIENA.- La investigadora española de la Universidad de Murcia Patricia Tarín ha presentado en la Asamblea General de la Unión Europea de Ciencias de Geofísica los resultados de su último estudio, en el que determina los efectos para la salud que tiene respirar el contaminante PM 2,5.

Esta asamblea se está celebrando en Viena y cuenta con la asistencia de más de 15.000 científicos de toda Europa. El estudio realizado por Tarín determina que entre 1991 y 2010 fallecieron en toda Europa 600.000 personas por enfermedades causadas por esta partícula. En concreto, la investigación se ha centrado en cuatro causas de mortalidad: cáncer de pulmón, derrame cerebral, problemas de corazón y problemas respiratorios.
"Una de las conclusiones a las que hemos llegado es que la probabilidad de sufrir estas enfermedades por respirar esta materia particulada aumentan cuanto más joven eres. Los mayores de 65 años tienen menos posibilidades de tener una de estas enfermedades por esta causa, pero cuando la desarrollan, su mortalidad es mayor", explica la investigadora de la Universidad de Murcia.
Este contaminante puede llegar al aire a través de fuentes naturales como las emisiones de volcanes o las nubes del desierto, pero principalmente se encuentra en el aire por fuentes producidas por el hombre, como consecuencia del tráfico y de los efectos de la producción energética. Los habitantes de las grandes ciudades son los más expuestos a la materia particulada PM 2,5. Los niños y las embarazadas son dos de los grupos de población más sensibles a sus efectos.
La investigación, elaborada como parte de la tesis doctoral de Tarín y realizada en el marco de la actividad del Grupo de Modelización Atmosférica Regional de su Universidad, ha dividido Europa en tres grandes áreas para conseguir resultados más detallados.
Las cuestiones que se han tenido en cuenta en esta diferenciación son el funcionamiento de los diferentes sistemas sanitarios y la economía basada en producción mediante el uso de combustibles fósiles, así como sus emisiones en la producción energética.
Con esta premisa, en la región de Europa del Este se habrían producido 370.000 de esas 600.000 muertes; en la región Centro (Alemania, Dinamarca, Países Bajos y países escandinavos) se concentran 86.000 de los fallecimientos; y en la región Oeste (Francia, Reiuno Unido, Portugal, Italia y España) la cifra de fallecidos por estas cuatro enfermedades llegó a 57.000 durante el periodo de estudio.
Patricia Tarín, además, presentó en Viena los resultados de una estimación del futuro de la salud ambiental en estas tres regiones como consecuencia del efecto del contaminante PM 2.5 para el periodo comprendido entre 2031 y 2050.
Para esta estimación, la investigadora ha utilizado como escenario la situación más catastrófica que plantea el Panel Intergubernamental por el Cambio Climático. "En este escenario, la mortalidad por este contaminante aumentaría en los países del Este y en los países de la región Oeste, mientras que descendería en los de la región Centro", detalla Tarín, quien apunta a que esta penalización por el cambio climático para la salud de los europeos parece inevitable salvo una intervención en favor del desarrollo de energías renovables.
Sus próximos trabajos van encaminados a determinar cómo cambiaría el escenario del futuro si se produjera una mayor inversión en estas energías limpias.