jueves, 19 de enero de 2012

Aumentan los casos de adictos al sexo


USP Dexeus ha alertado de un aumento de los casos de adictos al sexo debido al 'cibersexo' (sexo virtual), que afecta prácticamente por igual a hombres y a mujeres.

   Según un estudio de la institución sanitaria, la adicción al sexo afecta a entre un 6% y un 8% de la población, teniendo más lugar entre los hombres (85%) que en las mujeres (15%).
   USP Dexeus ha explicado que la adicción al sexo es una conducta sin control sobre el comportamiento sexual que causa dependencia y síndrome de abstinencia.
   "En el momento en que una conducta tan placentera como el sexo se vive como una necesidad imperiosa, se convierte en un comportamiento inevitable y deteriora las relaciones familiares, afectivas, sociales, económicas y laborales", según señala USP Dexeus.
   Además, celebra que ciertos casos de famosos han ayudado a hacer visible esta enfermedad, que afecta entre un 6% y 8% de la población, aunque estas cifras se deben tomar con cautela, ya que están aumentando las modalidades de adicción al sexo.
   El jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología de USP Dexeus y experto en adicción al sexo, Josep Maria Farré, explica que "con las nuevas tecnologías y la era de Internet, la mensajería instantánea y los chats, se han descubierto nuevos casos de personas enganchadas al sexo virtual, pero la tendencia es que se expanda a conductas más mecánicas, breves, sin obligaciones ni responsabilidades."
   No existe un perfil de adicto al sexo, pero algunas características que lo identifican son un impulso alto, intenso sentimiento de culpa, autorreproches, negación, minimización y falsa percepción de control y distorsión.
   Según Farré, "las personas con características impulsivas, con control deficiente y búsqueda excesiva de novedades, o con tendencia al fracaso social tienen cierta predisposición. El estrés y la baja tolerancia a la frustración también pueden llevar a desarrollar esta adicción".

Identifican las firmas genéticas de la longevidad excepcional

Mientras que el historial medioambiental y familiar influye en el envejecimiento saludable, las variantes genéticas desempeñan un papel crítico y complejo a la hora de conferir una longevidad excepcional, según un equipo de investigadores de las Escuelas de Salud Pública y Medicina de la Universidad de Boston, el Centro Médico de Boston, el Multimedica IRCCS de Milán (Italia), y la Universidad de Yale.

   Publicados en 'PLoS ONE', los resultados de la investigación son la versión corregida de un estudio originalmente publicado en 'Science', en julio de 2010. La publicación revisada incluye autores adicionales, que evaluaron los hallazgos de forma independiente, y ayudaron a producir un conjunto de datos de genotipos válido, para lo cual se realizó el mismo análisis que en el documento original. La nueva publicación también contiene un conjunto de replicación de datos adicional formado por sujetos con una edad promedio de 107 años.
   Las personas centenarias son un modelo de envejecimiento saludable, puesto que la aparición de discapacidades en estos individuos se pospone, generalmente, hasta que alcanzan los 90 años. Ya que la longevidad excepcional posee una fuerte influencia genética, los investigadores se propusieron determinar qué variantes genéticas juegan un papel en la supervivencia humana más allá de los 100 años de edad. Para ello, se utilizó un método bien establecido de estadística bayesiana para determinar qué polimorfismos de nucleótido único (SNP, por sus siglas en inglés) o variantes genéticas, pueden, como grupo, ser utilizadas para categorizar a los sujetos como los centenarios, basándose solamente en la información genética.
La sensibilidad predictiva del modelo desarrollado, que contiene 281 SNP, aumenta con la edad del sujeto, lo que apoya la hipótesis de que los genes juegan un papel cada vez más fuerte en la supervivencia de los centenarios. El modelo fue capaz de predecir la longevidad excepcional con una precisión de entre el 60 y el 85 por ciento, dependiendo de la edad media de la muestra de replicación utilizada. Muchos de los 130 genes asociados con SNP en el modelo de predicción, también son considerados, por los gerontólogos, como funcionales en relación a las enfermedades y el envejecimiento, según la investigadora principal, la doctora Paola Sebastiani, profesora de bioestadística en las Escuelas de Salud Pública de Boston, y Thomas Perls, profesor asociado de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston. "Este es un paso importante hacia la medicina predictiva y la genómica personal", afirma Perls.
   El nuevo estudio se diferencia del estudio anterior de varias formas: un grupo de SNP defectuoso fue eliminado en el nuevo documento, se añadió una muestra adicional de sujetos de estudio, y se contó con los investigadores de la Universidad de Yale para validar de forma independiente los datos y la metodología.
El estudio corregido, al igual que el original, encontró que los sujetos que comparten el mismo perfil de variaciones en los marcadores genéticos del modelo parecían compartir los mismos niveles de riesgo de varias características o enfermedades asociadas con la longevidad excepcional.
"El estudio de estas características genéticas puede conducir a una mejor comprensión de las bases genéticas y biológicas de las enfermedades relacionadas con la edad, y al logro de una mayor supervivencia", concluye Perls.

Nuevos hallazgos sobre interacción neuronal podrían servir para tratar la adicción

Científicos de Harvard han desarrollado la mayor descripción, hasta ahora, de cómo las neuronas interactúan en el cerebro para reforzar comportamientos que van, desde el aprendizaje, hasta el uso de drogas. El hallazgo, publicado en la revista 'Nature', podría abrir la puerta a posibles avances en el tratamiento de la adicción.

   El hallazgo es el resultado de una investigación, de un año de duración, realizada por un equipo de científicos dirigido por el profesor de Biología Molecular y Celular, Naoshige Uchida, con el fin de examinar un proceso cerebral conocido como error de predicción de recompensa (EPR). Descrito como componente clave del aprendizaje, se ha pensado durante mucho tiempo que el EPR es el producto de la activación de las neuronas dopaminérgicas en respuesta a una inesperada "recompensa" -lo que reforzaría la conducta que llevó a dicha recompensa.
   Sin embargo, Uchida y sus colaboradores de Harvard y del Beth Israel Deaconess Medical Center, creen que el error de predicción de recompensa es, en realidad, el producto de una compleja interacción entre dos tipos de neuronas -una que depende de la dopamina, y otra              neurona inhibidora que utiliza el neurotransmisor GABA.
   "Hasta ahora, nadie sabía cómo se involucran estas neuronas GABA en el ciclo de la recompensa y el castigo", explica Uchida, quien añade que "lo que creemos que está sucediendo es que éstas inhiben a las neuronas de dopamina, por lo que ambas trabajan juntas en el cómputo de error de recompensa". Sin embargo, antes de que Uchida y su equipo probaran que las neuronas GABA están implicadas en dicho cómputo, tuvieron que asegurarse de qué tipo de células estaban observando.
   El reto de estudiar las neuronas de dopamina o las neuronas GABA es que los dos tipos de células se entremezclan en un área relativamente pequeña del cerebro, por lo que es difícil para los investigadores saber con certeza qué tipo de neurona están observando. En el presente estudio, los investigadores desarrollaron una solución eficaz al problema, alterando genéticamente las neuronas en dos grupos de ratones -uno para las neuronas de dopamina, y el otro para las neuronas GABA - para que se activaran al ser alcanzadas por un pulso de luz láser. Una vez que los investigadores se aseguraron de estar midiendo el tipo correcto de neuronas, utilizaron electrodos para medir si las neuronas se activaban en respuesta a recompensas esperadas y a recompensas reales.
   Los resultados, comenta Uchida, revelaron que cuando la activación de las neuronas dopaminérgicas señalaba el EPR, la activación de las neuronas GABA señalaba una recompensa esperada. En conjunto, las neuronas GABA ayudan a las neuronas de dopamina a calcular el error de predicción recompensa. Uchida apunta que el hallazgo es particularmente importante, puesto que arroja nueva luz sobre cómo los comportamientos pueden ser reforzados, ya sea a través de la función normal del cerebro, o por daños en la forma en la que los dos tipos de neuronas interactúan.
   "Lo que ocurre con el abuso de drogas es que muchas de ellas, como los opioides y los cannabinoides, se dirigen a las neuronas GABA," explica Uchida, "así que pensamos que, mediante la inhibición de las neuronas GABA, se puede eliminar este ciclo de retroalimentación, y seguir obteniendo señales de refuerzo de las neuronas de dopamina. En base a esta teoría, se podrían desarrollar nuevos tratamientos contra la adicción".

El consumo continuo de alcohol provoca obesidad abdominal

La ingesta continua de alcohol está relacionada con la obesidad abdominal que, a su vez, implica mayor riesgo de mortalidad en adultos, según las conclusiones de un estudio recogido por la plataforma SINC.

   Los resultados del estudio, publicados en el 'European Journal of Clinical Nutrition', sugieren que el consumo de alcohol a lo largo de la vida produce adiposidad abdominal con aumento del perímetro de la cintura. Además, en los hombres, provoca obesidad general con aumento del Índice de Masa Corporal (IMC).
   La investigación, realizada durante nueve años, recogió una muestra de 258.177 individuos de entre 25 y 70 años, procedentes de Francia, Italia, Grecia, Holanda, Alemania, Suecia, Noruega, Reino Unido y España.
   "Es el único estudio realizado hasta la fecha que analiza el consumo de alcohol en una amplia muestra de personas adultas de diferentes regiones europeas y examina el papel de la exposición durante mucho tiempo al alcohol en la obesidad abdominal y general", ha señalado una de sus autoras, María Dolores Chirlaque, investigadora de la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia.
   No obstante, el estudio señala que los mayores incrementos del perímetro de la cintura se observan en consumos altos de alcohol, por lo que no desaconseja un consumo moderado.
   "Queda ahora por analizar si el abandono del uso del alcohol, o un consumo bajo de este, revierte la obesidad abdominal y en cuánto tiempo", ha explicado Chirlaque, otra de las investigadores, que pertenece al Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).
   En el estudio se analizó también los efectos que tenía la cerveza y el vino en la formación de adiposidad. Así, reveló que la ingesta de la primera bebida fomenta en mayor medida la obesidad abdominal que el consumo de la segunda.
   Además, la investigación reveló que los hombres que consumen más cerveza presentan más riesgos (en un 75%) que los de vino (25%). De esta manera, los hombres que consumen más de tres vasos de cerveza incrementan (50%) sus posibilidades de tener obesidad abdominal. Por su parte, las mujeres que beben uno o dos vasos diarios a lo largo de la vida tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar obesidad abdominal que las que no llegan a consumir medio vaso.
   Con respecto al vino, las mujeres que toman tres o más vasos tienen más posibilidades (60%) de padecer sobrepeso abdominal que las que no llegan a beber medio vaso. Mientras que, en hombres, este riesgo se sitúa en el 28 por ciento.

Investigadores españoles demuestran que es posible retrasar en 4-5 años la progresión del cáncer de mama avanzado

Una investigación de 42 hospitales españoles ha demostrado que el uso prolongado de una terapia biológica permite retrasar la progresión de algunos casos de cáncer de mama avanzado, ya en fase metastásica, entre 51 y 60 meses, según los datos presentados en una reunión sobre estos tumores celebrada en Madrid.

   "Conocemos cada vez mejor la biología del cáncer de mama y eso conlleva que el control de la enfermedad sea también más eficaz", ha asegurado la doctora Ana Lluch, del Hospital Clínico de Valencia, que ha participado en este encuentro.
   En la investigación han participado 103 pacientes y, en concreto, se trataba de identificar qué perfiles de pacientes con cáncer de mama HER-2 positivo avanzado --variante que afecta al 20 por ciento de estos tumores-- eran las que van a tener una respuesta más mantenida en el tiempo.
   Para ello, utilizaron un tratamiento continuado con trastuzumab, comercializado por Roche con el nombre de 'Herceptin', en mujeres que previamente habían recibido la terapia estándar con quimioterapia, para ver hasta qué punto era beneficioso continuar el tratamiento hasta la progresión del tumor.
   El resultado fue que la supervivencia se prolongó sustancialmente, con una mediana de 51 meses en las pacientes con respuesta parcial y
más de 60 meses en aquellas con respuesta completa, en las que se había logrado la desaparición del tumor. Lo habitual es que utilizando sólo la quimioterapia el cáncer se reactive al cabo de unos 15 a 20 meses de media.
   "Hablamos, no debe olvidarse, de pacientes con metástasis", aclara la doctora Lluch, "lo cual supone que el bloqueo del receptor HER2 se traduce en periodos de tiempo muy largos con la enfermedad controlada". En definitiva, añade, "hablamos de buenos resultados incluso en mujeres con la enfermedad diseminada".
   El estudio resulta además revelador sobre si es o no seguro utilizar estos tratamientos de forma tan prolongada ya que se ha visto que "los efectos secundarios prácticamente no se incrementan".
   "Hay que vigilar la función cardiaca pero es un tratamiento seguro, que se podría dar durante años", señala esta experta que defiende el uso de esta medicación "mientras la paciente no progrese".
   Además, precisa que es una estrategia que "no sería posible poner en práctica con la quimioterapia, que debe administrarse durante un periodo limitado de seis a ocho ciclos, ya que en un determinado momento, es necesario retirarla porque la toxicidad es superior al beneficio".
   Por otro lado, en este encuentro sobre cáncer de mama el doctor Javier Cortés, del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, ha presentado los últimos resultados del estudio 'Cleopatra', que representa "el impacto más favorable sobre el pronóstico de estas pacientes desde que hace ya algo más de una década pudiéramos empezar a aplicar la primera terapia dirigida".
   Este ensayo clínico mostró el beneficio de añadir el fármaco experimental pertuzumab, también desarrollado por Roche, a la terapia estándar de trastuzumab más quimioterapia. El resultado es una mediana de seis meses más de supervivencia libre de progresión, que los expertos consideran un paso más hacia la cronificación de este tumor.