jueves, 15 de septiembre de 2011

Estudian el papel del genotipo humano en la probabilidad de curación de la hepatitis C

Investigadores españoles de prestigio han lanzado un estudio para determinar el papel que juega el genotipo humano en la probabilidad de curación de la hepatitis C, para lo que ya han reclutado a pacientes de 80 hospitales de España.

El estudio Optim, que coordinan el jefe de la Sección de Hepatología del Hospital del Mar de Barcelona, Ricard Solà, y el jefe del Servicio de Digestivo del Hospital de Valme de Sevilla, Manuel Romero, busca precisar si aquellos pacientes con un genotipo favorable a la curación logran recuperarse igualmente con el tratamiento habitual estándar --interferón pegilado y ribavirina-- que los pacientes que reciben la triple terapia.
Para coordinar aspectos del estudio, diversos expertos se reúnen este miércoles en Barcelona, según ha informado en un comunicado el laboratorio farmacéutico Roche, que colabora en la investigación.
La triple terapia supone un incremento del coste y tiene más efectos adversos, por lo que la investigación quiere determinar qué pacientes tiene mayor o menor tasa de curación y poder fijar así en un futuro tratamientos individualizados.
Romero ha precisado que "la tasa de curación en pacientes con genotipo favorable es tan alta que resulta muy difícil que la pueda superar una nueva combinación".
Las tasas de curación de los enfermos con hepatitis C han pasado del 12% al 70% en los últimos años, y los nuevos factores pronósticos ayudan a prever las posibilidad de curación de los pacientes antes de iniciar el tratamiento.
El desarrollo del virus de la hepatitis C depende de la carga viral y su propio genotipo, si bien también influye el grado de enfermedad del hígado del pacientes, por lo que el análisis combinado de ambos factores puede determinar las posibilidades de curación de los pacientes, que varían entre el 0-10% y el 90-100%, ha asegurado Romero.

'Incivo' permite acortar el tratamiento de la hepatitis C en la mayoría de los pacientes naive

Una terapia de combinación basada en telaprevir, registrado como 'Incivo' (Janssen), en combinación con interferón pegilado y ribavirina (PR) en pacientes previamente no tratados (naive) con infección crónica por el genotipo 1 del virus de la hepatitis C, permite acortar a 24 semanas el tratamiento de la hepatitis C en la mayoría de los pacientes.
 
En el estudio, que publica en la revista 'New England Journal of Medicine', la mayoría de los pacientes (65%) alcanzó una respuesta virológica rápida extendida con la triple terapia con telaprevir.
"Estos datos respaldan el tratamiento guiado por la respuesta con telaprevir, en pacientes con infección por el genotipo 1 del VHC previamente no tratados, puede reducir a la mitad la duración total del tratamiento estándar actual de la mayoría de los pacientes tratados con telaprevir", afirma el profesor Kenneth Sherman, M.D., Ph.D., catedrático de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati, director de la División de Enfermedades Digestivas de UC Health e investigador en los ensayos de telaprevir.
"Actualmente los pacientes deben soportar un tratamiento prolongado (generalmente 48 semanas) con interferón pegilado y ribavirina, tratamiento que cura a menos de la mitad de ellos. Este largo tratamiento puede causar un cumplimiento terapéutico deficiente y el consiguiente fracaso del tratamiento. La posibilidad de reducir a la mitad la duración del tratamiento, sin comprometer la eficacia, podría dar lugar a mejores resultados para los pacientes", explica.
Los resultados muestran que, de los pacientes que alcanzaron una eRVR, el 92 por ciento de los asignados aleatoriamente para recibir tratamiento durante un total de 24 semanas (T12PR24) alcanzó una respuesta virológica sostenida (RVS) o la curación, en comparación con el 88 por ciento de los asignados aleatoriamente para recibir tratamiento durante un total de 48 semanas (T12PR48).

Baja mortalidad infantil con respecto a hace dos décadas, según la ONU

La cifra de niñas y niños menores de cinco años que mueren anualmente cayó de 12 millones en 1990 a 7,6 millones en el 2010, dijeron en un reporte UNICEF y la Organización Mundial de la Salud.

Las dos agencias de la Organización de Naciones Unidas calcularon en un reporte que será publicado el jueves que la caída significa que se están salvando diariamente unas 12.000 vidas más de niños.
Señalaron que existen muchas razones para la mejoría en la tasa de mortalidad de menores de cinco años, incluido un mejor acceso a atención médica y medidas preventivas, como inmunizaciones.
Pero, aunque las cifras son positivas, las agencias dicen que los países deben hacer más para alcanzar las metas de desarrollo de la ONU que piden bajar la tasa de mortalidad de menores de cinco años a dos terceras partes de su nivel de 1990 a más tardar en el 2015.
"Enfocar mayor inversión en las comunidades más desfavorecidas nos ayudará a salvar más vidas de niños, más rápidamente y de forma más económica", dijo Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF.
"Las noticias de que la tasa de mortalidad infantil en el Africa al sur del Sahara está disminuyendo dos veces más rápido que hace una década muestra que podemos avanzar incluso en los lugares más pobres", señaló Lake. "Pero no podemos olvidar por un momento el hecho escalofriante de que alrededor de 21.000 niños mueren cada día por causas prevenibles", añadió.
La próxima semana se efectuará la reunión anual de líderes mundiales en la sesión de la Asamblea General de la ONU.

Una bacteria oceánica desconocida obliga a reconsiderar teorías

Las bacterias más exitosas de la Tierra se encuentran en los océanos y pertenecen al grupo SAR11. En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) dan una explicación de su éxito y, al mismo tiempo, ponen en cuestión teorías generalmente aceptadas sobre estas bacterias. En su análisis, también han identificado a un pariente hasta ahora desconocido de las mitocondrias, los motores de las células. Los hallazgos han sido publicados en dos artículos en las revistas Molecular Biology and Evolution y PLoS.

   "Las enormes cantidades de información sobre el ADN que actualmente se producen a partir de los océanos nos dan una idea de un mundo que nunca ha podido ser estudiado antes. Es increíblemente fascinante buscar respuestas a las preguntas fundamentales de la vida en estos datos", dice Siv Andersson, profesor de Evolución Molecular y autor principal del estudio.
   Las bacterias que pertenecen al grupo SAR11 constituyen un 30-40 por ciento de todas las células de las bacterias en los océanos y, por lo tanto, desempeñan un papel considerable en el ciclo global del carbono. En ninguna otra parte estas bacterias son tan comunes. El mar abierto es pobre en nutrientes y las bacterias SAR11 tienen un volumen muy pequeño de células con el fin de maximizar la concentración de nutrientes en las células. Sus genomas son pequeños, y constan de menos de 1,5 millones de bloques de construcción.
   De acuerdo con investigaciones previas, están relacionadas con un grupo igualmente especializado de bacterias que incluye la bacteria del tifus. Estas bacterias también tienen genomas pequeños, pero se han adaptado a los seres humanos, animales e insectos. Sin embargo, el análisis avanzado de las relaciones evolutivas realizado por los investigadores de Uppsala contradice estas conclusiones, indicando en su lugar que las bacterias SAR11 han evolucionado a partir de los océanos y de las bacterias que habitan la tierra, con genomas que son de tres a diez veces mayores. Pero, a diferencia de sus parientes más cercanos, a las bacterias SAR11 les faltan genes que se cree que son importantes en la reparación de daños en el ADN. Esto también podría explicar por qué han tenido tanto éxito.
   "La pérdida de genes significa que las bacterias pueden intercambiar genes con más facilidad entre sí, y los genes beneficiosos pueden propagarse rápidamente en los océanos como una adaptación a los cambios en el contenido de nutrientes, la temperatura y la radiación UV, dice Johan Viklund, un estudiante de doctorado en el Departamento de Evolución Molecular.
   Indagando en los datos producidos por los estudios internacionales en curso sobre el ADN de todas las bacterias en los océanos, los científicos de Uppsala también han encontrado secuencias de ADN de de las proteínas que participan en la respiración celular, cuando el azúcar se descompone en dióxido de carbono y agua. Al comparar éstas con las proteínas correspondientes para la respiración celular en las mitocondrias de los seres humanos, animales e insectos, los investigadores lograron identificar a un grupo raro, hasta ahora desconocido, de bacterias.
   "Estas bacterias son muy similares a las mitocondrias. Nuestros resultados indican que el origen de las mitocondrias podría estar en los océanos, pero los parientes más cercanos no están relacionados con el grupo SAR11 como se pensaba anteriormente", dijo Thijs Ettema, un becario postdoctoral del equipo.

El cáncer es la enfermedad que más preocupa a los españoles

El cáncer es la enfermedad que más temen los españoles (37%), por encima de las enfermedades degenerativas (29%), las patologías mentales (9%), el sida (7%), los accidentes de coche (6%) o el infarto (7%). No en vano, casi el 80 por ciento de la población dice que un familiar o persona cercana sufre o ha sufrido un cáncer. El 4 por ciento de los españoles lo está sufriendo en primera persona en la actualidad.

   Son datos del 'Oncobarómetro 2010', encuesta realizada a casi 8.000 españoles  por encargo de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en 2010, que ha sido presentados este jueves por la presidenta de la AECC, Isabel Oriol, y el jefe de Servicio de Oncología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Luis Paz Ares.
   Según este trabajo, el principal temor de la población sobre esta enfermedad, considerada como un problema de salud 'grave' o 'muy grave' por el 97 por ciento de los encuestados, radica en que, en muchos casos, es mortal (55%), en lo duro de sus tratamientos (41%) y en que muchos españoles (32%) creen que no tiene cura.
   En general, la población valora la asistencia sanitaria recibida en España por estos pacientes. Los tratamientos son considerados como 'buenos' o 'muy buenos' por el 93 por ciento de quienes tienen o han tenido cáncer y por el 87 por ciento de quienes han tenido o tienen a una persona próxima luchando contra el cáncer.
   La mayoría (65%) preferiría los hospitales públicos para recibir tratamiento, frente al 20 por ciento que optaría por la sanidad privada. L mayor parte de los encuestados (39%) cree que los tratamientos del cáncer disponibles en España están al mismo nivel que los de países como Estados Unidos, frente al 30 por ciento que cree que, en realidad, están 'por debajo' o 'muy por debajo'.
   El 58 por ciento de los españoles es pesimistas sobre la posibilidad de encontrar una cura en los próximos 10 años, frente al 30 por ciento de opinadores optimistas. No obstante, para el 66 por ciento de la población el cáncer debe ser la primera o la segunda prioridad a la hora de invertir recursos en investigación.  
   Para el doctor Paz Ares, no hay motivo para el desánimo, pues en los últimos 25 años se ha pasado de contar con una tasa de curación del cáncer del 35 por ciento a conseguir que se curen más del 50 por ciento de los pacientes. "Cada vez --dice--tratamos mejor el cáncer y conseguimos mejores resultados".
   En relación con el conocimiento que tienen los españoles sobre el cáncer, el 'Oncobarómetro' destaca que menos de la mitad de la población (39%) dice haber recibido, visto o leído alguna información sobre cáncer en los últimos seis meses.
   No obstante, el 27 por ciento ha recibido consejos de un profesional sanitario para prevenirlo. Entre las recomendaciones más frecuentes figura practicar ejercicio físico (53%), mejorar la alimentación (49%), bajar de peso (41%), dejar el tabaco (40%) y protegerse del sol (37%).
   Así, la mitad de la población dice conocer alguna señal que advierte de la existencia de un cáncer. Los síntomas más conocidos son los bultos o nódulos (33%); las manchas o lunares que cambia de forma, tamaño y color (15%); el dolor persistente en el tiempo (11%); sangrar o tener hemorragias anormales (11%), sufrir pérdidas de peso no justificadas (9%) o experimentar cansancio o decaimiento (9%).
   Son menos conocidos los síntomas de dos de los tipos de cáncer con mayor incidencia: la tos o ronquera persistente --citado por el 6 por ciento de la población-- o los cambios en los hábitos urinarios o intestinales, apuntados por el 3 por ciento de la población.
   El cáncer de mama es el tipo de tumor más conocido (60%), junto al cáncer de pulmón (55%). Sin embargo, llama la atención el hecho de que el cáncer de colon y el de próstata, dos de los cánceres que más afectan a los españoles, son citados sólo por en 34 y el 21 por ciento de los encuestados, respectivamente.
   Para la presidenta de la AECC, esta encuesta, la mayor sobre la percepción del cáncer que se ha realizado en España, demuestra que, a pesar de la crisis económica, la investigación y el tratamiento del cáncer debe seguir siendo "una prioridad", pues en España se diagnostican unos 200.000 nuevos casos cada año y 105.000 personas mueren anualmente por esta causa.
   Además, este trabajo, que se actualizará cada dos años, subraya la importancia de mejorar la información sobre cánceres como el de colon, para el que la AECC pide la puesta en marcha de programas de cribado en todas las comunidades autónomas.
   En este sentido, Oriol reclama también la implantación de comités tumorales para mejorar la atención al cáncer, una de las propuestas que ya han presentado ante la administración.
   Asimismo, ha pedido que el partido político que gane las próximas elecciones retome el proyecto de ley de muerte digna que al PSOE no le ha dado tiempo a finalizar en esta legislatura, para que se pueda atender con garantías a estos y otros pacientes en las fases más avanzadas de su enfermedad.