lunes, 22 de febrero de 2021

Investigadores encuentran posibles nuevos objetivos contra la proteína clave del coronavirus


HARRISBURG.- Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) ha descubierto otras localizaciones en la proteína pico del coronavirus, la clave de la entrada a las células, que no solo pueden ayudar a explicar cómo ciertas mutaciones hacen que las variantes emergentes sean más infecciosas, sino que también podrían utilizarse como objetivos adicionales para la intervención terapéutica.

"Se están realizando importantes investigaciones para examinar cómo el dominio de unión al receptor (RBD) en la punta de la proteína de pico del SARS-CoV-2 se une a un receptor ACE2 en una célula humana, pero se sabe poco sobre los otros cambios que se producen en la proteína como resultado de esta unión. Hemos descubierto 'puntos calientes' más abajo en la proteína de pico que son críticos para la infección del SARS-CoV-2 y pueden ser nuevos objetivos más allá del RBD para la intervención terapéutica", explica uno de los líderes de la investigación, Ganesh Anand, cuyo trabajo se ha publicado en la revista científica 'eLife'.

Estos científicos utilizaron un proceso, llamado espectrometría de masas de intercambio de hidrógeno-deuterio, para visualizar lo que ocurre cuando la proteína de pico del SARS-CoV-2 se une a un receptor ACE2. Esta técnica utiliza agua pesada u óxido de deuterio (D2O), un isótopo natural y no radiactivo del agua formado a partir de hidrógeno pesado o deuterio, como sonda para mapear las proteínas. En este caso, el equipo colocó la proteína de pico del SARS-CoV-2 y los receptores ACE2 en agua pesada y obtuvo huellas de ACE2 en la proteína de pico.

"Si se pone la proteína de pico y el receptor ACE2 en una solución hecha con D2O, las superficies y regiones más flojas de ambas proteínas intercambiarán más fácilmente hidrógenos por deuterio, en comparación con sus interiores. Y las huellas de cada proteína en la pareja de unión pueden identificarse fácilmente a partir de las zonas en las que se ve poco deuterio y solo se detecta hidrógeno normal", detalla Anand.

Mediante esta técnica, el equipo determinó que la unión de la proteína de pico y el receptor ACE2 es necesaria para que las proteasas similares a la furina (una familia de enzimas humanas) actúen para cortar la punta, llamada subunidad S1, de la proteína de pico, que es el siguiente paso en la infección del virus en la célula.

"Las proteínas de pico de la superficie del virus giran para buscar y engancharse al receptor ACE2. La ACE2 puede compararse con una mano que sujeta mechones de pelo: los grupos de proteínas de pico. La unión a de pico la estabiliza para que pueda ser cortada por las tijeras de la furina proteasa. Después de que las furinas proteasas corten la proteína, la parte que queda -la subunidad S2- es la que se fusiona con las membranas de la célula, permitiendo su entrada en ella", señala Anand.

Los investigadores ya han aprendido mucho sobre cómo se unen la proteína de pico y el receptor ACE2, pero hasta ahora nadie sabía cómo esta unión transmitía el mensaje a las furinas para que cortaran la proteína. Anand detalla que el fenómeno se llama alosteria, que significa "acción a distancia".

"Nuestros hallazgos demuestran que la unión del receptor ACE2 a la proteína de pico del SARS-CoV-2 provoca cambios de largo alcance y potencia alostéricamente el corte de la proteasa en el sitio de corte distal S1/S2", argumenta.

Anand sostiene que actualmente los investigadores se centran solo en las terapias que bloquean la unión de la proteína de pico al receptor ACE2. "En este artículo, sugerimos que no es la única vulnerabilidad que se puede atacar. Tal vez la escisión S1/S2 que es necesaria para la escisión de la furina pueda servir como un nuevo objetivo para las terapias inhibidoras contra el virus". 

Este estudio también puede ayudar a explicar cómo las mutaciones en las variantes emergentes podrían alterar la dinámica y el alosterio de la unión de ACE2, aumentando potencialmente la infectividad del virus SARS-CoV-2", concluye.

Una dieta rica en azúcares y fructosa puede perjudicar el sistema inmunitario


LONDRES.- Una dieta rica en azúcares y fructosa puede perjudicar el sistema inmunitario, según ha puesto de manifiesto una nueva investigación realizada por científicos de Swansea en colaboración con científicos de la Universidad de Bristol y el instituto Francis Crick en Londres.

La fructosa se encuentra comúnmente en bebidas azucaradas, dulces y alimentos procesados y se usa ampliamente en la producción de alimentos. Su consumo está asociado con la aparición de obesidad, diabetes tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

Sin embargo, la comprensión del impacto de la fructosa en el sistema inmunológico de las personas que la consumen en niveles altos ha sido limitada hasta ahora. Ante esto, el nuevo estudio, publicado en la revista Nature Communications, muestra que la fructosa hace que el sistema inmunológico se inflame y se produzcan moléculas más reactivas que están asociadas con la inflamación.

La inflamación de este tipo puede dañar células y tejidos y contribuir a que los órganos y sistemas del cuerpo no funcionen como deberían y podría provocar enfermedades. Asimismo, la investigación aporta una comprensión más profunda sobre cómo la fructosa podría estar relacionada con la diabetes y la obesidad, ya que la inflamación de bajo nivel a menudo se asocia con la obesidad.

También, el estudio se basa en el creciente cuerpo de evidencia disponible para los formuladores de políticas de salud pública sobre los efectos dañinos del consumo de altos niveles de fructosa. 

 "La investigación de diferentes componentes de nuestra dieta puede ayudarnos a comprender qué podría contribuir a la inflamación y la enfermedad y qué podría aprovecharse mejor para mejorar la salud y el bienestar", ha zanjado.