Los olores que impregnan algunos
establecimientos de aromáticos aceites esenciales tienen además de
beneficios para el estrés un efecto positivo sobre la frecuencia
cardiaca y la presión arterial tras su exposición a corto plazo, por lo
que puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, pero sus
efectos se invierten cuando la exposición a esos productos de
aromaterapia dura más de una hora, según un estudio publicado en la
revista 'European Journal of Preventive Cardiology'.
"La exposición prolongada durante más de una hora a los aceites
esenciales puede ser perjudicial para la salud cardiovascular en sujetos
jóvenes y sanos", afirman los autores. Según el profesor Kai-Chuang
Jen, de la Universidad de Taipei, los resultados de la investigación
sugieren que la exposición al aceite esencial durante una hora "sería eficaz en la reducción de la frecuencia cardiaca y la presión arterial", pero, a su juicio, el hallazgo más interesante es que "la exposición al aceite esencial durante más de una hora se asocia con presión arterial elevada y la frecuencia cardiaca".
En este sentido, explicó que, aunque el efecto de los aceites
esenciales en la reducción de estrés ha sido bien documentado, los
estudios epidemiológicos demuestran una asociación entre compuestos
orgánicos volátiles y efectos cardiopulmonares, como asma entre los
peluqueros, por ejemplo. Los estudios del equipo de Chuang han
demostrado que la exposición a compuestos orgánicos volátiles de más de
una hora en salones de belleza puede conducir a un aumento de los
niveles séricos de proteína C reactiva (un marcador de la inflamación) y
8-OHdG (un marcador de estrés oxidativo).
La investigación se realizó en un centenar de hombres y mujeres
sanos y no fumadores que trabajan en centros de spa diferentes en la
ciudad de Taipei, en Taiwán, donde las tradiciones de las antiguas
civilizaciones chinas se mantienen en las ceremonias religiosas y
terapias curativas. La aromaterapia, tal como se practica hoy en día,
todavía se presenta como la cura natural con aceites esenciales
extraídos de una infusión de plantas aromáticas.
En el estudio, cada voluntario, que acudió al centro del ensayo
tres veces (una a la semana), se expuso a los vapores de aceites
esenciales liberados de un ionizador de ultrasonidos durante dos horas
en una sala pequeña, de 4 metros de altura por 3,5 metros de longitud y
3,2 metros de ancho. Durante este tiempo se les realizaron tres
mediciones sobre su frecuencia cardiaca en reposo, presión arterial
sistólica (PAS) y presión arterial diastólica (PAD) y antes de que cada
participante entrara en la sala de estudio, se vaporizó aceite esencial
cien por cien puro de bergamota durante 1 hora.
Los resultados mostraron (después de ajustar por edad, sexo,
índice de masa corporal, día de la semana, y orden de visita) que el
nivel de compuestos orgánicos volátiles (COV), que forman los aceites
esenciales, de la habitación se asoció significativamente con la presión
sanguínea y la frecuencia cardiaca durante entre 15 y 60 minutos
después del inicio de la exposición. Por ejemplo, después de 45 minutos
de exposición, la presión arterial sistólica se redujo una media de 2,10
mmHg y la frecuencia cardiaca descenció 2,21 latidos por minuto.
Sin embargo, después de la exposición durante más de 1 hora, entre
75 y 120 minutos después del comienzo de la exposición, los niveles de
los compuestos orgánicos volátiles se asociaron con un aumento de la
presión arterial media y la frecuencia cardiaca. Después de 120 minutos,
por ejemplo, la presión arterial sistólica media había aumentado desde
el inicio un 2,19 mmHg y la frecuencia cardiaca 1,70 latidos por minuto.