lunes, 21 de noviembre de 2011

Las personas con sobrepeso comen con menos frecuencia

Los adultos con sobrepeso comen con menos frecuencia que las personas con peso normal, aunque consumen más calorías y realizan menos actividad durante el transcurso del día, según un estudio estadounidense.

En cambio, los adultos de peso normal, incluidos aquellos que bajaron mucho de peso y se mantuvieron, comen más seguido, de acuerdo con los resultados publicados en Journal of the American Dietetic Association.
"La mayoría de las investigaciones demostraron que las personas que comen con más frecuencia tienen menos peso. Pero nadie sabe por qué", dijo la investigadora principal, Jessica Bachman, profesora asistente del departamento de Nutrición y Dietética de la Marywood University en Scranton, Pennsylvania.
Más del 60 por ciento de los residentes estadounidenses son obesos o tienen sobrepeso, pero la relación entre el número de comidas que las personas realizan por día y la capacidad de mantener la pérdida de peso no estaban claras, añadió.
En particular, la investigadora quería comprender qué hacen las personas que adelgazaron para mantener alejados los kilos de más.
Bachman y su equipo siguió a unas 250 personas durante un año, y analizó datos recolectados en dos estudios amplios patrocinados por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
Uno de los estudios observó los hábitos alimenticios de las personas con un índice de masa corporal (IMC) -una medición del peso en relación con la estatura- de entre 25 y 47. Esas cifras corresponden a personas con sobrepeso u obesidad.
La otra investigación observó a hombres y mujeres adultos que tenían peso normal -un IMC de 19 a 24,9-, de los cuales la mitad había adelgazado al menos 13,6 kilos y mantenido ese descenso por más de cinco años.
De media, los sujetos de peso normal realizaban tres comidas y algo más de dos desayunos por día, mientras que el grupo con sobrepeso promediaba las tres comidas y apenas algo más de un desayuno diario.
En general, quienes "mantenían" el descenso de peso eran los que menos calorías consumían -alrededor de 1.800 por día-, comparado con los sujetos de peso normal y sobrepeso, que ingerían entre 1.900 y más de 2.000 calorías diarias, respectivamente.
Bachman dijo que el consumo de desayunos ayudaría a evitar el aumento de peso debido a ingestas excesivas por hambre.
"Si uno come con más frecuencia, evita tener demasiado hambre. Si uno espera 10 horas después de la última comida, terminará comiendo mucho más", señaló la experta.
La autora indicó que quienes mantenían el descenso de peso también eran los más activos físicamente, ya que quemaban unas 3.000 calorías por semana a través del ejercicio y otras actividades, comparado con 2.000 calorías semanales entre las personas de peso normal y 800 en el grupo de sobrepeso.
"Parece que ser extremadamente activo físicamente y comer más seguido ayuda a mantener el descenso de peso logrado", dijo Bachman, quien consideró que se necesitan más estudios sobre el tema.

Una dieta masculina sana mejoraría el éxito de la fertilización

Las posibilidades de éxito de una fertilización in vitro (FIV) aumentan si los hombres llevan una dieta saludable, elevada en frutas y cereales y reducida en carnes rojas, alcohol y café, reveló un estudio brasileño sobre la calidad del semen masculino.

Mientras que los problemas reproductivos femeninos se han vinculado con el peso corporal, el tabaquismo y el consumo de alcohol, no quedaba claro si lo mismo sucedía con los hombres de las parejas que buscan tratamientos de fertilidad.
"La concentración espermática se vio influenciada negativamente por el índice de masa corporal (IMC) y el consumo de alcohol, y se mostró positivamente influido por el consumo de cereales y la cantidad de comidas diarias", indicó Edson Borges, del Centro de Fertilidad y Fertilización Asistida de Sao Paulo, en la revista Fertility and Sterility.
"La motilidad de los espermatozoides también se vio negativamente influenciada por el IMC, el consumo de alcohol y los hábitos tabáquicos, mientras que se vio positivamente influido por la ingesta de frutas y cereales", añadió el experto.
El IMC es una medición del peso en relación con la estatura de una persona.
El estudio incluyó a 250 hombres que, con sus parejas, estaban realizando en un centro un tipo de tratamiento de fertilidad llamado inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI por su sigla en inglés).
Los investigadores consultaron a los hombres con qué frecuencia comían una serie de alimentos, incluidas frutas y vegetales, granos, cereales, carne y pescado, además de cuánto bebían y fumaban.
El equipo también obtuvo muestras de semen de los varones para analizar lo saludables y bien concentrados estaban sus espermatozoides, además de registrar cómo resultaba cada paso del proceso de FIV en cada pareja.
En alrededor de tres cuartos de los tratamientos los óvulos fueron exitosamente fecundados, y algo menos de cuatro de cada 10 mujeres quedaron embarazadas durante el estudio.
Desde la velocidad de sus espermatozoides hasta las posibilidades de sus parejas de quedar embarazadas, los hombres con las peores dietas se vieron perjudicados en el tratamiento de fertilidad, indicaron los autores.
Tener sobrepeso y beber alcohol se relacionó con una menor concentración de esperma y motilidad, que es la capacidad de nadar de los espermatozoides, mientras que fumar se vinculó sólo con efectos negativos sobre la motilidad.
La ingesta de alcohol y café se asociaron con una menor posibilidad de fecundación.
Asimismo, las tasas de implantación embrionaria y embarazo fueron mucho menores cuando los hombres comían mucha carne roja.
Por otra parte, comer más cereales -como trigo, avena y cebada- se relacionó con una mejor concentración y motilidad de los espermatozoides. La fruta se vinculó con mejoras en la velocidad y agilidad espermáticas.
"Hablamos de tener un estilo de vida saludable y tratar de eliminar cualquiera de estas cosas que son malas para la salud, pero creo que el mayor énfasis suele estar en asegurar que la mujer sea lo más saludable posible", dijo Lynn Westphal, especialista en salud y fertilidad femenina del Centro Médico de la Stanford University en California.
"Pienso que esta información es realmente interesante, ya que los factores de estilo de vida de los hombres, incluso cuando se está realizando una ICSI, son importantes", agregó.
Los resultados se corresponden con la idea de que ciertas vitaminas, minerales y aminoácidos ayudarían a mantener o mejorar la calidad del semen, mientras que el consumo excesivo de alcohol y ciertas hormonas de la carne procesada podrían ser dañinas para el semen, escribió Borges.
En las parejas que se someten a tratamientos de fertilidad tanto los varones como las mujeres deberían saber que sus dietas y estilos de vida afectarían sus posibilidades de concretar un embarazo exitoso, finalizó el investigador.

Desvelan cómo el cerebro responde ante eventos inesperados

Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) aseguran que el cerebro responde a desenlaces emocionales inesperados independientemente de la dirección del cambio emocional, lo que podría deberse a que la fuerza de expectativas positivas y negativas se ajusta antes de experimentar tales acontecimientos.

   Así se desprende de los resultados de una investigación que publica en su último número la revista 'Biological Psychology', en la que se han explorado las respuestas del cerebro a través de la actividad eléctrica cerebral al procesamiento de expectativas positivas y negativas, cumplidas e incumplidas, durante la tarea de comprensión de una frase.
   En psicología se ha demostrado la existencia de sesgos o ilusiones positivas en personas psicológicamente saludables en tres dominios: en el concepto de uno mismo (autoestima), en el grado de control que uno considera que ejerce sobre su entorno (ilusión de control), y en la predicción de acontecimientos futuros (sesgos positivos).
   Los estudios de la actividad eléctrica cerebral humana pueden constituir una formidable ventana a los procesos a través de los cuales se regulan nuestras expectativas de futuro (positivas o no), y algunos estudios han demostrado que, en tareas de comprensión lectora, existe un componente (la N400) muy sensible al grado de expectativa de una palabra en un contexto.
   La expectativa de una palabra en un contexto específico se mide a priori a través de cuestionarios llamados 'de probabilidad de cierre' en los que se presentan oraciones incompletas a una muestra solicitando a los participantes que indiquen cual sería la palabra más altamente esperada en ese contexto. Por ejemplo, "Cuando volví de vacaciones salí al jardín y regué las...".
   Estas frases se emplean posteriormente en estudios en los que se examina la respuesta cerebral de otros participantes leyendo las oraciones mientras se registra su electroencefalograma (EEG). Es entonces cuando el componente N400 del ERP revela ser un indicador del grado de expectativa, puesto que su amplitud es mayor para lo inesperado (margaritas) que para lo altamente esperado (plantas).
   Según ha explicado el catedrático de Psicopatología de la UCM Carmelo Vázquez Valverde, uno de los autores del estudio, para él mismo se diseñó una extensa batería de oraciones intencionadamente sesgadas para generar la expectativa de una palabra concreta dentro de un contexto emocional negativo o positivo.
   Por ejemplo, "En el borde del acantilado, alguien vino por detrás y le ..." (contexto sesgado negativamente) ó "Después de 10 años de matrimonio, todavía seguían estando muy ..." (contexto sesgado positivamente).
   "Medimos la probabilidad de generar espontáneamente palabras que mostraban expectativas negativas en la oración sesgada negativamente (la palabra "empujó" fue elegida por el 79 por ciento de los participantes) y positivas en la oración sesgada positivamente ("enamorados" fue elegida por el 73 por ciento de los participantes)", explica Vázquez Valverde.
   Con este esquema se seleccionó finalmente un conjunto de oraciones con el requisito de que las palabras esperadas como final de oración fueran igualmente esperadas independientemente de la emocionalidad del contexto, es decir que no hubiera diferencias significativas entre la probabilidad de generar expectativas negativas o positivas, al menos sobre el papel.
    Estas frases fueron el conjunto de estímulos experimentales que se utilizó en las sesiones de lectura y registro, y cada una fue presentada aleatoriamente bien con su final altamente esperado o bien con otra palabra de menor probabilidad (0,8%) que alteraba el sentido emocional de lo esperado en el contexto (por ejemplo, "rescató" en la oración negativamente sesgada y "mal" en la oración positivamente sesgada).
   De este modo se conseguía que los sujetos se vieran forzados a procesar un final inesperado que constituía una sorpresa agradable (mejor de lo esperado) o una decepción (peor de lo esperado). Como condición experimental de control se introdujeron finales de oración sin sentido (por ejemplo, "inventó" y "soleados" en las oraciones negativa y positivamente sesgadas, respectivamente), dado que el componente N400 alcanza su máxima amplitud en respuesta a violaciones semánticas manifiestas.
   Los resultados del estudio mostraron que la respuesta cerebral a un sinsentido en un contexto emocional genera una amplia N400 independientemente de la emocionalidad del contexto.
   La respuesta a los finales emocionalmente opuestos generó también una respuesta N400 de menor amplitud puesto que dichos finales eran improbables o inesperados pero, a pesar de ello, eran plausibles. Además, estos finales generaron a continuación de la N400 una positividad en electrodos frontales cuya interpretación funcional es todavía incierta pero que probablemente se asocia al coste de una predicción o de una expectativa muy intensa que se incumple.
   Estos resultados abren el campo para el estudio de los procesos de regulación emocional en humanos usando como medida la actividad cerebral que se registra en tareas tan comunes como las de comprensión lectora, lo que en definitiva nos permite evaluar cuales son los modelos de la realidad que manejamos al procesar nuestro entorno y, en concreto, qué es lo que hay en nuestras cabezas más allá del estímulo externo que en un momento dado nos ha "tocado" procesar.

La ingesta de pescado durante el embarazo mejora el cerebro de los niños

El consumo de pescado durante el embarazo mejora el funcionamiento del cerebro de los niños, según han demostrado los resultados de un estudio realizado por investigadores del Helmholtz Zentrum München, German Research Centre for Environmental Health, en Alemania, en el marco del 'Proyecto Nutrimenthe'.

   La afirmación de que 'el pescado es bueno' está cada vez más respaldada por evidencias científicas. En concreto, el pescado azul es la mayor fuente de ácidos grasos de cadena larga omega-3, que incluye el ácido docosahexaenoico (DHA, por su siglas en inglés), un importante componente estructural de las células, sobre todo las del cerebro, y que se acumula durante el desarrollo.
   Sin embargo, aún no se había constatado que estos beneficios se tradujeran en términos de actividad mental. El Estudio ALSPAC, iniciado en 1991 para entender los factores genéticos y medioambientales implicados en el desarrollo de enfermedades, ya demostró que la ingesta de pescado durante el embarazo está relacionada con el cociente intelectual, sobre todo la inteligencia verbal del niño a los ocho años.
   Los resultados del 'Proyecto Nutrimenthe', presentados por la doctora Eva Lattka, del Helmholtz Zentrum München, German Research Centre for Environmental Health, ha confirmado que los niños nacidos de las mujeres que realizaron los mayores consumos de pescado durante el embarazo lograban los mejores resultados en los test de inteligencia verbal, habilidades motoras y sociabilidad.

Desarrollan un sistema que reconoce el estado de ánimo de una persona

Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y la Universidad de Granada (UGR) han desarrollado un nuevo sistema informático que permite a una máquina reconocer automáticamente el estado de ánimo de una persona que se está comunicando oralmente con ella.

   El sistema creado por estos investigadores, cuyo mecanismo describe en su último número la revista 'Journal on Advances in Signal Processing', puede emplearse para adaptar automáticamente el diálogo a la situación del usuario, adecuando la respuesta de la máquina al estado de ánimo de la persona.
   Según asegura uno de sus creadores, el profesor del Departamento de Informática de la UC3M David Griol, en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC),  "la máquina podrá determinar cómo se siente el usuario (emoción) y cómo pretende continuar con el diálogo (intención)".
   Para detectar el estado emocional del usuario, los científicos se han centrado en las emociones negativas que pueden hacer que se frustre al hablar con un sistema automático. En concreto, su trabajo considera el enfado, el aburrimiento y la duda.
   Para detectarlas automáticamente, se utiliza información sobre el tono de voz, la velocidad con la que se habla, la duración de las pausas, la energía de la señal de voz y así hasta un total de 60 parámetros acústicos distintos.
   Por otra parte, también se ha empleado información acerca de cómo se ha desarrollado el diálogo para ajustar la probabilidad de que un usuario esté en un estado emocional u otro.
   De este modo, el que el sistema no haya reconocido bien varias veces lo que su interlocutor desea decirle, o le haya pedido al usuario que repita información que ya había proporcionado, pueden ser factores que hagan que el usuario se enfade o se aburra de interactuar con el sistema. Además, señalan los autores de este trabajo, es importante que la máquina pueda prever cómo se va a desarrollar el resto del diálogo.
   "Para ello, hemos desarrollado un método estadístico, que aprende de diálogos previos cuáles son las acciones más probables que puede tomar un usuario en cada momento", destacan los investigadores.
   Una vez que se han detectado tanto emoción como intención, los científicos proponen adaptar automáticamente el diálogo a la situación que atraviesa el usuario. Por ejemplo, si tiene dudas, se le puede dar una ayuda más detallada; mientras que, si se aburre, esto puede ser contraproducente.  
   Para conseguir esta adaptación, los autores han definido unas pautas realizando una evaluación empírica con usuarios reales, en la que se demuestra que el sistema adaptable funciona mejor en términos objetivos (por ejemplo, produce diálogos más cortos y con mayor éxito) y es percibido como más factible por los usuarios.

Un nuevo medicamento reduce la mortalidad por ELA

El tratamiento con dexpramipexole, un nuevo fármaco que previene la disfunción de las mitocondrias - estructuras subcelulares que proporcionan la mayor parte de la energía de una célula - parece retrasar la progresión de los síntomas en la enfermedad neurodegenerativa esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Los prometedores resultados de un ensayo de fase 2 con dexpramipexole han sido publicados en la revista 'Nature Medicine'. 

   "Hoy en día sólo hay dos fármacos aprobados para tratar la esclerosis lateral amiotrófica - el riluzol, que extiende la vida de los afectados en cerca de un 10 por ciento, y el 'Nuedexta', que trata la inestabilidad emocional que caracteriza a la ELA, y a otras enfermedades neurológicas", afirma Merit Cudkowicz, directora de la Unidad de Ensayos Clínicos y Neurología del Hospital General de Massachusetts.
   También conocida como enfermedad de Lou Gehrig, la ALS es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las neuronas motoras del cerebro y la médula espinal; la muerte de estas células nerviosas detiene la transmisión de impulsos nerviosos a las fibras musculares, produciendo debilidad, parálisis y, por lo general, muerte por insuficiencia respiratoria. La disfunción mitocondrial es uno de varios factores que subyacen a la muerte de las células nerviosas; ahora, el medicamento dexpramipexole -desarrollado inicialmente por Knopp Biosciences- parece proteger a las neuronas de esta disfunción mitocondrial.
   Varios investigadores de Knopp, que patrocinó el estudio, colaboraron co?nCudkowicz y con el Consorcio Noroeste para la ELA, este último incluye a más de 100 instituciones de América del Norte que colaboran entre sí realizando ensayos clínicos y creando la infraestructura necesaria para ofrecer de forma rápida y eficiente nuevos tratamientos a las personas con este trastorno.
  La progresión de la ELA puede variar ampliamente, algunos pacientes sobreviven décadas después del diagnóstico y otros mueren en un año; por lo tanto, ha sido un reto desarrollar ensayos de fase 2, necesarios para poner a prueba el nivel de las dosis y para determinar la eficacia potencial del medicamento.
   Para afrontar este reto, el equipo de investigación diseñó un estudio en dos etapas; en la primera, 102 pacientes que habían sido recientemente diagnosticados con ELA fueron distribuidos aleatoriamente en cuatro grupos, recibiendo  tabletas orales o bien con placebo, o bien con dexpramipexole de 50, 150 o 300mg durante 12 semanas. Cuando esta etapa terminó, los participantes que continuaron en el ensayo recibieron sólo placebo durante cuatro semanas y luego fueron realeatorizados en dos grupos diferentes, que recibieron dosis diarias de 50 o 300 mg de la droga en estudio durante 24 semanas.
   Los resultados de la primera etapa mostraron que el dexpramipexole parece retrasar la progresión de los síntomas, medidos según la Escala de Valoración Funcional de la ELA y según la capacidad pulmonar. El efecto protector fue mayor en el grupo que tomó dosis de 300 mg - en los cuales la progresión de los síntomas fue, aproximadamente, un 30 por ciento más lenta que en el grupo del placebo - y, por otro lado, se observaron pocos efectos en aquellos que recibieron 50 mg. La segunda etapa tuvo resultados similares, una progresión de la enfermedad más lenta y un menor riesgo de muerte en los participantes que recibieron la dosis más alta.
   Según Cudkowicz, "la confirmación de estos resultados en un ensayo clínico de fase 3 está actualmente en curso". La investigadora espera que este fármaco ofrezca a los pacientes la oportunidad de permanecer saludables por más tiempo, con un menor deterioro funcional y un aumento de la supervivencia.

La epidemia de VIH/sida está "en sus niveles más bajos" y piden financiación para controlarla en 2015

El VIH/sida se encuentra ahora "en sus niveles más bajos desde esta epidemia alcanzara su pico", tras reducirse en un 21 por ciento las muertes por sida en los últimos seis años y los nuevos casos de VIH, en los últimos 14 años. Estas cifras se han logrado gracias a que casi la mitad (47%) de los pacientes que podrían necesitar antirretrovirales en países de ingresos medios y bajos-- unos 6,6 millones de 14,2 millones de candidatos-- tuvieron acceso a ellos en 2010. 

   Así lo destaca el último informe de ONUSIDA, que señala que, con la financiación adecuada --entre 22.000 y los 24.000 millones de dólares, es decir, entre 16.000 y 19.000 millones en euros-- se lograría el acceso universal a estos tratamientos. Así se evitarían al menos 12,2 millones de nuevas infecciones de VIH --entre ellas 1,9 millones en niños-- y 7,4 millones de muertes por sida entre 2011 y 2020.
   El informe estima que se han evitado cerca de 400.000 nuevas infecciones por VIH en niños desde 1995 gracias al mayor acceso a antirretrovirales efectivos en los países de menores ingresos logrados en 2010, casi la mitad (48%) de las embarazadas con VIH pudieron recibir tratamientos para prevenir la infección en sus hijos.
   Según ONUSIDA, 2011 ha sido "un año crucial" para la respuesta al VIH/sida, gracias a los "avances sin precedentes" logrados en el campo de la investigación, las decisiones políticas y los resultados en la lucha contra esta epidemia.
   Para el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, "incluso en la difícil panorama de crisis financiera, los países están mostrando resultados contra el VIH/sida". "Hemos visto --destaca-- un aumento a escala global en el acceso a los tratamientos antirretrovirales que ha tenido un efecto decisivo en todo el mundo".
   Las estimaciones de ONUSIDA apuntan que el 47 por ciento de los cerca de 14,2 millones de personas que necesitarían estos tratamientos en los países de ingresos medios y bajos tuvieron acceso a estas terapias en 2010, lo que supone un incremento de 1,35 millones desde 2009.
   Así, a finales de 2010, había en el mundo unos 34 millones de personas (entre
31,6 y 35,2 millones) con VIH; unos 2,7 millones (entre 2,4 y 2,9 millones) de nuevas infecciones por VIH en 2010 y 1,8 millones (entre 1,6 y 1,9 millones) de muertes por sida en 2010. Según ONUSIDA, "los tratamientos han evitado unos 2,5 millones de fallecimientos por esta causa desde el año 1995".
   Las nuevas infecciones por VIH se han reducido de forma significativa o se han estabilizado el la mayor parte del mundo. En el África Subsahariana, el número de nuevas infecciones se ha reducido en más de un 26 por ciento, desde el pico que alcanzó la epidemia en 1997. Le siguió un descenso de un tercio en las infecciones en Sudáfrica, el país con el mayor número de nuevos casos de VIH del mundo.
   Es también el caso del Caribe, donde las nuevas infecciones se redujeron un tercio desde los niveles de 2001 y en más de un 25 por ciento en países como Jamaica o República Dominicana. De forma similar, el número de nuevos casos de VIH cayó en más de un 40 por ciento en el sur y el sureste asiático entre 2006 y 2010. En India, las nuevas infecciones por VIH se redujeron cerca de un 56 por ciento.
   Los factores que han impulsado la reducción de casos de VIH han sido los cambios en la conducta sexual que se han producido sobre todo entre los jóvenes, con la reducción del número de compañeros sexuales, un mayor uso del preservativo y un retraso en el inicio de la edad en la que se comienza a ser sexualmente activo.
   "La prevalencia del VIH se ha reducido entre jóvenes de al menos 21 de los 24 países con una prevalencia nacional del VIH del 1 por ciento o mayor. Otros cinco países --Burkina Faso, Congo, Ghana, Nigeria y Togo-- han visto reducir la prevalencia del VIH en más del 25 por ciento entre 2001 y 2010 entre los jóvenes", añade el informe.
   Por ejemplo, destaca el caso de las ciudades de Zimbabue, donde la tasa de nuevas infecciones por VIH "cayó al menos de un 6 por ciento en 1991 hasta un porcentaje menor del 1 por ciento en 2010". "Sin cambios de conducta, los estudios estiman que podrían haberse dado unos 35.000 nuevas infecciones anuales", anotan.
   El incremento de lasa circuncisiones masculina ha contribuido también al descenso de las infecciones. "Los estudios demuestran que se han evitado unas 2.000 nuevas infecciones entre los hombres de la provincia de Nyanza, en Kenia, tras aumentar los casos de circuncisión masculina voluntaria", apuntan desde ONUSIDA. Aplicar esta técnica a 20 millones más de hombres en este y el sur de África "podría evitar unos 3,4 millones de nuevos casos de VIH para el año 2015", añaden.
   Sin embargo, según destaca ONUSIDA, el número de nuevas infecciones de VIH continúa aumentando en Europa del Este y Asia Central, Oceanía, Oriente Medio y norte de África, mientras que permanece estable en otras regiones del mundo".
   ONUSIDA quiere alcanzar el acceso universal a los tratamientos y controlar al fin la epidemia de VIH/sida en 2015, para lo que cuenta con una nueva estrategia cuyo desarrollo necesitaría entre 22.000 y 24.000 millones de dólares de inversión y que permitiría evitar al menos 12,2 millones de nuevas infecciones de VIH --entre ellas 1,9 millones en niños-- y 7,4 millones de muertes por sida entre 2011 y 2020.
   Sus medidas incluyen programas para fomentar los cambios de conducta y el uso del preservativo e iniciativas para fomentar las circuncisiones y prevenir la infección en niños. Asimismo, apuesta por intervenciones centradas en los grupos de mayor riesgo, como son las personas que trabajan en la prostitución y sus clientes, los hombres que mantienen relaciones con hombres o los usuarios de drogas inyectables.
   A finales de 2010 la lucha contra el VIH/sida en los países con menores ingresos contaba con unos 15.000 millones de dólares. Sin embargo, los donantes han reducido en un 10 por ciento sus ayudas, pasando de los 7.600 millones de dólares de 2009 a los 6.900 millones de 2010.
   Para ONUSIDA, "en el actual clima de dificultad económica, el futuro de la financiación de la lucha contra el VIH/sida depende de realizar una inversión inteligente". "Si se consigue implementar esta estrategia en los próximos cuatro años, los recursos que se necesitan a nivel global podrían llegar a su máximo en 2015 y reducirse de forma gradual después", concluyen.