martes, 19 de junio de 2012

El 10% de los españoles que viajan al extranjero vuelve con problemas de salud

El 10 por ciento de los españoles que viajan al extranjero vuelve con problemas de salud, según explican los expertos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). Ante este dato, los especialistas recomiendan tomar medidas preventivas antes de dirigirse al emplazamiento de destino.

   Además, estas prevenciones deben extremarse si el viaje a realizar es a países tropicales, ya que si el turista viaja a una de estas naciones, las probabilidades de regresar con algún problema de salud "se incrementan hasta un 50 por ciento", indican desde esta sociedad científica.
   Así, diversos estudios realizados por diferentes unidades de medicina tropical y clínicas del viajero confirman que las infecciones representan la primera causa de morbilidad al regreso de un viaje al trópico. No obstante, los expertos tranquilizan al asegurar que "muchas de éstas son prevenibles".
   Sin embargo, vuelven a elevar la voz de alarma señalando que el 8 por ciento de los desplazados "se encuentran suficientemente enfermos como para acudir al médico durante su viaje". Pero lo más lamentable es que "entre un 2 y un 3 por ciento del millón de españoles que viajan a un país tropical durante el año mueren", sostienen.
   Por todo ello, para el miembro de la Junta Directiva de SEIMC e infectólogo de la unidad de Medicina Tropical del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el doctor José Antonio Pérez Molina, antes de viajar a uno de estos países "es necesario acudir a los centros especializados para informarse sobre las recomendaciones específicas según el lugar que se visite".
   Según su criterio, "es muy recomendable acudir al médico a la vuelta si ha habido algún problema de salud durante las vacaciones, o si este se presenta en el mes siguiente al regreso del viaje. Es necesario que se identifique a los pacientes con una supuesta infección importada y se remitan a las unidades especializadas en enfermedades tropicales", manifiesta.
   Por otra parte, el especialista considera que lo que ha hecho que las infecciones tropicales sean cada vez más frecuentes ha sido "el incremento en el número de viajeros". Dentro de este grupo particulariza a las personas ancianas, los enfermos crónicos o inmunodeprimidos y los inmigrantes "por ser los de mayor riesgo", subraya.
   En cuanto a las enfermedades que más prevalencia tienen entre el turista español, éstas son la diarrea del viajero, que afecta a entre un 40 y un 60 por ciento de ellos y puede ser evitada con una buena higiene personal y conducta alimentaria; la malaria y el paludismo, que son transmitidas por mosquitos; o el dengue y la fiebre amarilla.
   Ante ellas, los especialistas recomiendan "tomar fármacos preventivos, recibir las vacunas requeridas según el país de destino, usar repelentes, mosquiteras y ropa adecuada, y tener precaución a la hora de ingerir alimentos". Además, se debe "beber sólo bebidas embotelladas, evitar el contacto con agua de ríos y lagos, y disponer de un buen seguro médico que cubra cualquier emergencia", concluyen.

Un fármaco contra la diabetes podría ser efectivo contra el cáncer de mama más agresivo

El Instituto Catalán de Oncología (ICO) ha iniciado recientemente el tratamiento con metformina, un fármaco contra la diabetes, en una paciente con cáncer de mama HER2 positivo, el más agresivo y con peor pronóstico, en el marco de un ensayo clínico pionero en el mundo que ha empezado en el Hospital Josep Trueta de Gerona.

   El estudio, bautizado como 'Metten', quiere determinar si el hecho de administrar metformina combinada con quimioterapia ofrece mejores resultados que el tratamiento tradicional, hasta ahora poco efectivo, han informado el Instituto de Investigación Biomédica de Girona (Idibgi) y el ICO Girona.
   Un segundo objetivo es evaluar si el fármaco aumenta el intervalo de tiempo que transcurre desde el tratamiento antitumoral hasta la posible reaparición de la enfermedad, teniendo en cuenta la elevada tasa de recaída que registra este tipo de cáncer.
   Algunos tumores como el de mama presentan alteraciones moleculares similares a las que se observan en enfermedades del metabolismo como la obesidad y la diabetes, por lo que los fármacos que se utilizan para tratar este tipo de patologías podrían ser efectivos contra el cáncer.
   'Metten', diseñado y coordinado por el ICO Girona, es el primero de sus características en humanos y cuenta con la participación de 16 centros hospitalarios de toda España que esperan reclutar a más de 200 mujeres con cáncer de mama HER2 positivo.

El 90% de los niños de 1 a 3 años consume más del doble de las proteínas recomendadas

El 90 por ciento de los niños de 1 a 3 años consume más del doble de las proteínas recomendadas, según el Estudio Alsalma, desarrollado por Almirón, que ha estudiado los hábitos nutricionales de los niños de entre 0 y 3 años.

   De esta manera, el jefe del Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica de Hospital Sant Joan de Deu, el doctor Vicente Varea, ha advertido de que "los niños no son adultos en miniatura y, por eso, tienen que tomar alimentos adaptados específicamente a sus necesidades nutricionales".
   Igualmente, ha puesto el acento en que el sistema inmunitario y digestivo de los niños está formándose "y, por lo tanto, los alimentos que ingieren tienen que tener una serie de características nutricionales concretas".
   Estas declaraciones responden a las conclusiones del estudio, que apuntan al exceso de proteínas que consumen los menores. Así, la ingesta media de proteínas en niños de entre 1 y 3 años es 4 veces superior a lo recomendado y se debe "al consumo de alimentos no adaptados a la edad infantil, como la leche de vaca y a una ingesta de carne que sobrepasa las cantidades recomendadas", ha precisado el experto.
   Este consumo excesivo de proteínas aumenta el riesgo del futuro desarrollo de obesidad o enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, el infarto de miocardio o el ictus.
   El estudio también refleja que el 39 por ciento de los niños de 1 a 2 años y 53 por ciento de los de 2 a 3 años está por debajo de los 500 miligramos diarios de consumo recomendado de leche y derivados lácteos.
   Por otro lado, Almirón ha puesto en marcha el programa nutricional 'Alimentando la Salud del Mañana' con el objetivo de contribuir a mejorar la nutrición infantil en España, especialmente en las primeras etapas de la vida.
   De este modo, la compañía recomienda ingerir leches adaptadas hasta los 3 años y una dieta equilibrada para conseguir un óptimo aporte de proteínas. Un consejo que contrasta con el hecho de que el 42 por ciento de los niños de 1 a 2 años y el 66 por ciento de los de  2 a 3 ya no están consumiendo una leche adaptada a sus necesidades, según el sondeo.

Los jóvenes que hacen al día más de cuatro comidas están más delgados

Científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aseguran que ciertos hábitos saludables como comer cuatro veces al día o a una velocidad adecuada presentan una menor cantidad de grasa corporal, con independencia del deporte que practiquen.

   Así se desprende del trabajo publicado en el 'Journal of Adolescent Health', para el que midieron los niveles de grasa (a través de la suma de seis pliegues cutáneos y el perímetro abdominal) y la actividad física de un total de 1.978 adolescentes (1.017 chicas) de entre 13 y 18 años procedentes de Granada, Madrid, Murcia, Santander y Zaragoza.
   El objetivo, según ha explicado la doctora Sonia Gómez Martínez, autora del trabajo e investigadora en el departamento de Metabolismo y Nutrición del ICTAN, era "dilucidar cuál es el efecto sobre la obesidad de los hábitos dietéticos es necesario estudiarlos en conjunto con otros hábitos de vida como la actividad física".
   De este modo, observaron que los chicos medían y pesaban más, además de poseer un mayor perímetro de la cintura y comer más rápido durante las comidas. Sin embargo, han añadido, la grasa acumulada era menor en ellos.
   Asimismo, los autores observaron como la influencia benéfica que el consumo del desayuno diario tiene sobre la obesidad puede ser especialmente relevante en los adolescentes varones que no practican ninguna actividad física, ya que los que se saltaban esta comida mostraban los valores de grasa corporal más altos.
   "Con los resultados obtenidos se ha demostrado que una de cada cuatro chicas y uno de cada tres chicos españoles tienen sobrepeso o son obesos", afirma Gómez Martínez en declaraciones al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).
   Sin embargo, solo el 18,5 por ciento de los chicos no practicaba ningún tipo de deporte, frente al 48,5 por ciento de las chicas.
   La maduración sexual y el aumento de talla y peso son las características que marcan las necesidades nutricionales de los adolescentes, que durante esta etapa aumentan aproximadamente el 20 por ciento de la altura que tendrán como adulto y el 50 por ciento de su masa muscular y ósea.
   Estos procesos requieren una elevada cantidad de energía y nutrientes, de ahí que la alimentación deba estar diseñada para cubrir el gasto que se origina. Durante la adolescencia, son tres los minerales que tienen especial importancia: el calcio, el hierro y el zinc.
   Mientras que el calcio es fundamental en el crecimiento de la masa ósea, el hierro interviene en el desarrollo de tejidos hemáticos (los glóbulos rojos) y del tejido muscular, y el zinc en el desarrollo de la masa ósea y muscular. También está relacionado con crecimiento del cabello y uñas.
   Por ello, entre las recomendaciones diarias para la alimentación de los adolescentes está el tomar tres o cuatro tazas de leche o yogur para aportar calcio, vitamina D y riboflavina; cinco o más raciones de frutas o verduras; dos porciones de alimentos proteínicos magros; de seis a once porciones de cereales, pasta, arroz y patata; y pequeñas cantidades de alimentos ricos en grasa y en azúcar.

El malestar psicológico aumenta el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular

La angustia, el malestar psicológico nos puede hacer más sensibles a sufrir un accidente cerebrovascular o ictus. De acuerdo con la revista Canadian Medical Association Journal, estos datos sugieren que los cuestionarios psicológicos pueden ser herramientas útiles para la detección de enfermedades mentales comunes con el fin de reducir los factores de riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.

En el malestar psicológico incluye factores como ansiedad, depresión, problemas de sueño y pérdida de confianza; es una codición muy común: afecta aproximadamente a un 15% -20% de la población en general. Aunque no hay evidencias que vinculen la angustia psicológica a la enfermedad cardiovascular, algunos datos han sugerido que los trastornos psicológicos están asociados con el riesgo de muerte por enfermedades cerebrovasculares, como el ictus.

Ahora, un equipo de investigadores de University College London (Reino Unido), para comprender esta relación, ha analizado los datos de un estudio realizado sobre 68.652 hombres y mujeres que participaron en una Encuesta de Salud de Inglaterra. La media de edad de los participantes era de 54,9 años; el 45,0% eran varones y el 96,1% de raza blanca.

Para medir el malestar psicológico, los investigadores utilizaron el Cuestionario de Salud General (GHQ-12), una escala ampliamente utilizada en estudios de población. Un 14,7% de los participantes tenían malestar psicológico. Durante un seguimiento de 8,1 años se produjeron 2.367 muertes por enfermedades cardiovasculares.

Según los investigadores, la angustia psicológica se asoció con la muerte por enfermedad cardiovascular, y la relación se mantuvo constante para el desarrollo de enfermedades específicas, como la cardiopatía isquémica y enfermedad cerebrovascular. «Hemos visto una asociación entre el estrés psicológico y el riesgo de enfermedad cerebrovascular entre los participantes, los cuales habían estado libres de la enfermedad cardiovascular al inicio del estudio», afirman los autores.

El riesgo de adicción al alcohol puede aumentar tras la cirugía bariátrica

Entre los pacientes sometidos a cirugía bariátrica (el conjunto de procedimientos quirúrgicos usados para tratar la obesidad), existe una mayor prevalencia de trastornos por adicción alcohol en el segundo año después de la cirugía  -específicamente, después del bypass gástrico Roux-en-Y-, en comparación con el año inmediatamente antes y después de la cirugía, según un nuevo estudio publicado en 'JAMA', y presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Cirugía Metabólica y Bariátrica.

   "A medida que aumenta la prevalencia de obesidad severa en los Estados Unidos, cada vez es más común que los proveedores de servicios de salud, y sus pacientes, consideren la cirugía bariátrica -el tratamiento más efectivo y duradero para la obesidad severa. Aunque la cirugía bariátrica puede reducir, a largo plazo, la mortalidad, y conlleva un riesgo bajo, a corto plazo, de resultados adversos graves, su seguridad sigue siento una preocupación. Por ejemplo, algunos informes sugieren que la cirugía bariátrica puede aumentar el riesgo de trastornos por consumo de alcohol, según la información del artículo.
   Los autores añaden que existe evidencia de que algunos procedimientos de cirugía bariátrica alteran la farmacocinética del alcohol; dada una cantidad estándar de alcohol, los pacientes alcanzan un pico más alto en el nivel de alcohol después de la cirugía, en comparación con controles, o con sus niveles preoperatorios".
   La doctora Wendy C. King, de la Universidad de Pittsburgh, y sus colaboradores, realizaron un estudio para determinar si la prevalencia de la adicción al alcohol cambia después de la cirugía bariátrica, comparando la ingesta de alcohol en el año anterior a la cirugía, con el primer y segundo año tras la cirugía.
   El estudio incluyó a 2.458 adultos que se sometieron a cirugía bariátrica en 10 hospitales de Estados Unidos. De estos participantes, 1.945 (un 78,8 por ciento de ellos mujeres; un 87 por ciento blancos; con una edad media de 47 años y un índice medio de masa corporal de 45,8) completaron evaluaciones durante el preoperatorio y el postoperatorio, entre 2006 y 2011.
   Los investigadores observaron que la prevalencia de los síntomas de la adicción al alcohol no difería significativamente un año antes, ni un año después de la cirugía bariátrica, pero fue significativamente mayor en el segundo año tras la operación (un 9,6 por ciento).
   Más de la mitad de los participantes que reportaron una adicción al alcohol durante la evaluación preoperatoria siguieron teniendo dicha adicción los dos primeros años del postoperatorio. Por otro lado, un 7,9 por ciento de los participantes no adictos al alcohol en la evaluación preoperatoria, mostraron adicción al alcohol en el postoperatorio.
   Los investigadores también observaron que los hombres, los menores de edad, los fumadores, y los consumidores regulares de alcohol y otras drogas, mostraron una mayor posibilidad de adicción al alcohol después de la cirugía. Los autores señalan que, aunque el aumento del 2 por ciento en la prevalencia de la adicción al alcohol durante la evaluación postoperatoria puede parecer pequeño, este aumento representa a más de 2.000 personas adicionales con adicción al alcohol en los Estados Unidos, cada año.
   Los investigadores concluyen que "este estudio tiene implicaciones importantes para el cuidado de los pacientes que se someten a cirugía bariátrica. Independientemente de su relación con el alcohol, los pacientes deben conocer la tendencia potencial de la cirugía bariátrica a aumentar el riesgo de adicción al alcohol".

Descubren que la exposición a ciertos contaminantes afecta a la función de los testículos

Investigadores del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con un equipo de la Universidad de Utrecht (Países Bajos), han descubierto que la exposición a ciertos contaminantes medioambientales puede afectar al desarrollo y función de los testículos. 

   La investigación, publicada en la revista 'Reproductive Toxicology', ha demostrado que la expresión de cientos de genes en ratones machos puede verse alterada por la exposición durante el desarrollo embrionario a determinadas sustancias presentes en algunos pesticidas, plásticos, alimentos y cosméticos.
   Los científicos han llevado a cabo los experimentos con diferentes dosis de ftalato (un plastificador), zearalenona (una toxina presente en algunos cereales), lindano (un plaguicida), bisfenol A (empleado en la fabricación de plásticos) y estradiol (una hormona esteroide sexual femenina).
   La exposición se llevó a cabo en periodos acumulativos durante el desarrollo embrionario con dosis más elevadas que las que se estima que afectan habitualmente a los humanos.
   Todos los compuestos analizados forman parte de los denominados disruptores endocrinos, "un amplio y heterogéneo grupo de sustancias químicas que pueden interferir en el sistema endocrino con efectos sobre el desarrollo y función reproductivos", según ha explicado Jesús del Mazo, autor del estudio.
   El trabajo indica que, en concreto, el ftalato y la zearalenona generan huellas de desregulación génica específicas, independientemente de los niveles o el momento de la exposición a estos compuestos.
   "Su efecto se observa también en animales adultos si su madre estuvo expuesta a estas sustancias dos semanas antes de la fecundación", ha apuntado este experto, que trabaja en el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC.
   Los resultados del estudio apuntan a que estas sustancias tienen mecanismos de acción génica en los testículos en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario.
   "Muchos de estos genes desregulados tienen actividades funcionales interrelacionadas y por eso pueden afectar a procesos clave en la función celular causantes de patologías reproductivas en el sexo masculino", ha indicado Del Mazo.
   Los científicos esperan que este trabajo ayude a buscar biomarcadores moleculares de toxicidad reproductiva y a potenciar futuras investigaciones sobre los posibles efectos de estos compuestos.
   "Varios estudios epidemiológicos han evidenciado un incremento de las alteraciones del desarrollo y función testiculares en humanos y animales", ha explicado, apuntando al aumento de los casos de cáncer testicular entre varones jóvenes, el incremento de malformaciones genitales y el descenso progresivo de la cantidad y calidad espermática como algunas de las patologías relacionadas causalmente con los disruptores endocrinos.