miércoles, 24 de febrero de 2021

El uso temprano de corticoesteroides en pacientes críticos con COVID-19 se asocia con una menor mortalidad


BARCELONA.- Un estudio multicéntrico, en el que han participado 36 hospitales de España y Andorra, demuestra que el uso temprano de corticoesteroides en pacientes críticos con COVID-19 se asocia con una menor mortalidad que cuando se administran de forma tardía. Además, se observa que el momento óptimo para su administración es dentro de las primeras 48 horas tras el ingreso en la UCI.

El estudio está coordinado por Carlos Ferrando, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Quirúrgicos (UCIQ) del Hospital Clínic de Barcelona, investigador del grupo Mecanismos fisiopatológicos de las enfermedades respiratorias y del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), y el primer autor del trabajo es Pablo Monedero, especialista del Servicio de Anestesia y Cuidados Intensivos de la Clínica Universidad de Navarra.

En la COVID-19, como en las enfermedades infecciosas en general, la respuesta inmune antiviral es crucial para eliminar el virus que la provoca. El problema surge cuando se produce una respuesta inapropiada del sistema que causa una hiperinflamación sistémica que puede provocar complicaciones como el síndrome de distrés respiratorio o un fallo multiorgánico. "El tratamiento temprano de esta hiperinflamación es clave para reducir la mortalidad en pacientes con COVID-19", explica Carlos Ferrando.

Los corticoides se utilizan para tratar distintos síndromes hiperinflamatorios. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su uso al inicio de la pandemia, actualizó posteriormente su recomendación de uso en pacientes graves y críticos en base a distintos estudios.

Para este estudio, que ha sido publicado en 'Critical Care', los investigadores examinaron si el uso temprano de corticoides disminuía la mortalidad y mejoraba el pronóstico de los pacientes. Se incluyeron los pacientes críticos con COVID-19 ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos de 36 hospitales de España y Andorra entre el 12 de marzo y el 29 de junio de 2020. En total se analizaron los datos de 882 pacientes.

Los resultados demuestran que la mortalidad global en las UCI fue del 34,9%, pero para el grupo tratado de forma temprana con corticoidesteroides fue del 30,3%, mientras que para los tratados de forma tardía fue del 40,3%. 

"Esto demuestra que el uso temprano de corticoides en pacientes críticos con COVID-19 se asociaba con una menor mortalidad en la UCI, en comparación con un tratamiento tardío o la ausencia de este tratamiento. También vimos que la estancia media en la UCI era menor, que la afectación de otros órganos disminuía y que los pacientes requerían menos días de ventilación asistida", señala Carlos Ferrando.

Los investigadores vieron que el momento de inicio del tratamiento era relevante a nivel clínico. Tratar a los pacientes dentro de las 48 horas tras la admisión en la UCI reducía la mortalidad y la estancia en las unidades de críticos. Por otro lado, también observaron que dosis más elevadas de corticoidesteroides a las actualmente recomendadas para pacientes COVID-19 grave producían mejores resultados clínicos.

Idealmente los corticoides deben utilizarse en las fases iniciales de la hiperinflamación. Su uso en ausencia de este estado, es decir, en pacientes que no tienen COVID-19 grave, podría no aportar ningún beneficio e incluso ser perjudicial. También el uso tardío de los corticoides cuando existe un daño orgánico avanzado puede ser inefectivo o perjudicial, tal y como se ha descrito en el síndrome de distrés respiratorio.

Los doctoresCarlos Ferrando y Jesús Villar están co-liderarando un ensayo clínico que cuenta con el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) del Instituto de Salud Carlos III como promotor del mismo, para comparar en pacientes con Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo de origen infeccioso que requieren de ventilación asistida las dosis actualmente recomendadas para tratar a los pacientes críticos COVID-19, con dosis más elevadas previamente utilizadas en sus estudios.

Identifican un posible factor de hiperrespuesta inmunitaria en pacientes con COVID-19 grave


 MADRID.- Un equipo de investigadores ha identificado una población de células T auxiliares en los pulmones de pacientes con COVID-19 grave que puede ser fundamental para el desarrollo de la hiperinflamación, la lesión pulmonar y el posterior síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) durante la enfermedad.

Sus datos respaldan la investigación en curso de terapias anticitolíticas dirigidas a este subconjunto celular, denominado células Th17 con memoria tisular (Trm17). Hasta la fecha, el grueso de la investigación sobre las respuestas inmunitarias a la COVID-19 se ha centrado principalmente en las células T de la sangre, mientras que el papel de las células inmunitarias específicas de los tejidos en el pulmón inflamado sigue sin estar claro.

La acumulación de pruebas sugiere que una de las causas del SDRA y, en última instancia, de la muerte en los pacientes con COVID-19 es un sistema inmunitario hiperactivo, lo que ha impulsado la exploración de fármacos para bloquear las moléculas que contribuyen a la hiperactivación.

Ahora, mediante una combinación de secuenciación de ARN unicelular, secuenciación de proteínas de la superficie celular y análisis de células T, estos investigadores han identificado un subconjunto de células T auxiliares en los pulmones de pacientes con COVID-19 grave que expresan niveles elevados de GM-CSF e IL-17A, moléculas ambas implicadas en el aumento de la activación inmunitaria y la inflamación.

Los investigadores tomaron muestras de sangre y líquido pulmonar de pacientes con COVID-19 grave y de pacientes con neumonía bacteriana. Las células CD4+ y, en particular, las células Trm17 estaban más expandidas clonalmente en los pulmones del grupo infectado por el virus. Los niveles de GM-CSF e IL-17A en los pulmones se correlacionaron positivamente con la gravedad de la enfermedad en los pacientes con COVID-19.

Además, los investigadores descubrieron que las células Trm17 podrían interactuar con otras células asociadas a la gravedad de la COVID-19 y al daño pulmonar, como los macrófagos pulmonares y las células T asesinas CD8+. 

Basándose en sus resultados, los autores postulan que las células Trm17 pueden activarse como parte de una tormenta de citoquinas, durante la cual empiezan a producir moléculas inflamatorias como el GM-CSF. En futuros trabajos, esperan validar sus hallazgos en una cohorte de pacientes más amplia.

El epidemiólogo que presagió la pandemia vaticina una cuarta ola en marzo: "Superará a lo de enero"


NUEVA YORK.- Michael T. Osterholm, el epidemiólogo estadounidense que advirtió de las consecuencias de la pandemia de coronavirus en su libro 'La amenaza más letal', asegura que el planeta se encamina hacia una cuarta ola por la influencia de la variante británica.

En una entrevista a MPR News, el especialista cree que entre principios y mediados del mes que viene la situación de descenso generalizado de casos en todo el mundo se frenará y se volverá a un crecimiento de diagnósticos y fallecidos que "muy posiblemente superará lo que vimos en enero".

La razón es la preponderancia que tendrá la cepa británica, que, según Osterholm, es entre un 30 y un 70% más contagiosa y causante de un aumento en los diagnósticos, así como en las hospitalizaciones y las muertes por covid-19.

Aunque aún se desconocen los efectos de estas variantes sobre la eficacia de las vacunas, Osterholm ha invitado a las autoridades a acelerar todo cuanto puedan sus campañas de vacunación. El objetivo es que el mayor porcentaje de gente vulnerable esté ya inmunizada antes que la situación empeore.

Osterholm hace referencia al comportamiento del virus, que se está adaptando y cada vez va presentando variantes con mayor número de mutaciones. En este sentido, y rememorando lo sucedido en olas anteriores, espera que tras el pico de casos que se está consiguiendo en las últimas semanas vuelva a repuntar el número de contagios en paralelo al aumento de la transmisión de la cepa británica. 

Los pronósticos de Osterholm son escuchados con atención por el mundo de la ciencia. Fue asesor de Joe Biden durante la campaña electoral en todos los asuntos a tratar respecto a la pandemia y es una voz autorizada en el mundo de la epidemiología.

De hecho, no ha sido la de Osterholm la única voz que hemos escuchado hablando de una cuarta ola. Margarita del Val, experta española del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), vaticinó que a finales de marzo nuestro país puede entrar en una cuarta ola debido a la influencia de la variante británica y también a las esperables relajaciones con la llegada de la Semana Santa.

Los expertos recrean cómo te contagias de covid llevando o no una mascarilla


MADRID.- Una simple conversación entre dos personas cercanas con o sin mascarilla, como la que ocurre en una peluquería o una consulta dental, puede transmitir el coronavirus, según un estudio japonés que publica la revista científica Physics of Fluids.  

Es sabido que el coronavirus puede propagarse entre personas contagiadas, aunque no muestren síntomas, mediante las pequeñísimas gotas en el aire que exhalan, y la mayoría de los estudios se ha enfocado en lo que ocurre cuando la persona tose o estornuda y las gotas salen expulsadas a larga distancia.

Un equipo investigador, encabezado por Keiko Ishii del Departamento de Ingeniería Mecánica en la Universidad Aoyama Gakuin de Japón, usó humo y luz láser en la observación del flujo de aliento cerca y alrededor de dos personas conversando en varias posturas. Los científicos prestaron atención especial a las posiciones relativas de las personas en situaciones como las peluquerías, las salas de examen médico o las residencias donde reciben cuidado las personas enfermas o ancianas.

Para este estudio los investigadores usaron cigarrillos electrónicos que producen un vapor con gotas con un diámetro de alrededor de una décima de micrón, similares a una partícula del virus. El líquido usado en esos dispositivos de vaporización consistió en una mezcla de glicerina y glicol propileno que produce una nube de gotas que reflejan la luz de un láser, lo cual permite la visualización de los flujos de aire. 

Distintas posiciones

Ishii explica que su equipo analizó "las características de difusión de la exhalación con y sin máscara cuando una persona estaba de pie, sentada, boca abajo o boca arriba".  

Los experimentos se llevaron a cabo en la peluquería del Colegio Yamano de Estética, en Tokio, con posturas típicas de situaciones de servicio personal, como cuando el cliente se reclina hacia atrás para que le laven el cabello y la peluquera está de pie, inclinada hacia adelante. 

Las pruebas mostraron que el aire exhalado por una persona que no tiene máscara mientras habla se mueve hacia abajo por la influencia de la gravedad. Si un cliente o paciente se encuentra debajo, puede recibir el contagio. 

Cuando se usa una máscara estando de pie o sentado, la nube de vapor tiende a adherirse al cuerpo de esta persona que tiene una temperatura más alta que el entorno y el aire fluye hacia arriba. Sin embargo, si la peluquera o el enfermero se inclinan hacia adelante las gotas tienden a desprenderse del cuerpo de esa persona y caen en el cliente o paciente que se encuentra debajo.

"El resultado muestra que la respiración exhalada se ve afectada por la temperatura del cuerpo: se eleva cuando permanece en la capa límite usando una máscara. Por otro lado, sin mascarilla, inicialmente fluye hacia abajo debido a la estructura de la nariz y la boca, por lo que fluye hacia abajo debido a la inercia y se difunde aleatoriamente. Este hallazgo es eficaz para reducir el riesgo de infección durante el servicio al cliente cara a cara", exponen las autoras del estudio. 

Las investigadoras también experimentaron con "escudos faciales" -cubiertas o pantallas de plástico que rodean todo el rostro- y encontraron que pueden impedir que el aerosol que se escape de la máscara de la peluquera o el enfermero se traslade al cliente. 

"El escudo facial promueve el ascenso del aire exhalado", dice Ishii. "Y por lo tanto es más eficaz el uso de mascarilla y escudo facial cuando se da servicio al cliente". 

La pandemia de la covid-19 ha enfermado en un año a unas 112 millones de personas y ha causado la muerte de casi 2,5 millones en todo el mundo. 

 

Investigadores españoles crean un hidrogel que regenera el tejido cardíaco tras un infarto


MADRID/DUBLÍN.- Investigadores del CIBER-BBN, del grupo BIOFORGE de la Universidad de Valladolid, y del National University of Irlanda (CÚRAM) han desarrollado un sistema basado en un hidrogel inyectable con capacidad para regenerar el tejido cardiaco dañado tras un infarto de miocardio, así como para prevenir que dicho tejido sufra un mayor daño post-infarto.

La investigación, que acaban de publicar en Science Translational Medicine, implicó el desarrollo y validación de un hidrogel basado en un material proteico específico, un recombinámero tipo elastina (ELR). Los ELRs son una familia de biomateriales únicos diseñados y desarrollados en el grupo de investigación BIOFORGE, liderado por el profesor J. Carlos Rodríguez Cabello, en la búsqueda de sistemas avanzados para la medicina regenerativa.

El infarto de miocardio o enfermedad cardíaca es una de las principales causas de muerte debido al daño irreversible causado en el músculo cardíaco durante un ataque al corazón. La regeneración del tejido cardíaco es mínima por lo que dicho daño no puede repararse por sí solo.

Tal y como explican, los tratamientos actuales carecen de un método eficaz para prevenir la muerte y la posterior cicatrización no funcional del tejido cardíaco tras un infarto de miocardio. El tejido cicatricial que se forma después del ataque cardíaco causa problemas permanentes como insuficiencia cardíaca.

El hidrogel se diseñó a la medida con la finalidad de que imitase el entorno biológico del corazón después de sufrir un infarto de miocardio y para que estuviese dotado de las funcionalidades necesarias que permitiesen proteger y promover la regeneración del tejido cardíaco.

El efecto terapéutico de la inyección de este hidrogel en el tejido cardíaco fue evaluado durante un estudio preclínico sin precedentes, demostrando su eficacia para la remodelación del tejido cardíaco después de un infarto.

El equipo de investigación, formado por un consorcio internacional, comprobó que, si el hidrogel basado en ELR se inyectaba en el músculo cardíaco poco después de que hubiese ocurrido el infarto, se producía una gran reducción de la fibrosis (cicatrización del tejido cardíaco), un aumento en la generación de nuevos vasos sanguíneos en la zona y una regeneración del músculo cardiaco.

La inyección de este hidrogel parece cambiar la forma en que evoluciona la curación del músculo cardíaco después de un ataque al corazón promoviendo los procesos regeneradores frente o los cicatrizales. Hay una muy significativa recuperación histológica, biológica y funcional positiva del músculo cardíaco lesionado. Así, se observó el aumento en la preservación, supervivencia y proliferación de los cardiomiocitos, un tipo de célula que permite que el corazón lata, en la zona afectada.

"Este proyecto demuestra la eficacia sin precedentes de un sistema único, basado en un solo biomaterial (ELRs), capaz de inducir un efecto curativo positivo en el tejido cardíaco después de un infarto de miocardio" concluye el jefe de grupo del CIBER-BBN José Carlos Rodríguez-Cabello.

Según el investigador, "los beneficios funcionales obtenidos por la inyección del hidrogel respaldan y resaltan el uso potencial de este tratamiento en la clínica; el siguiente paso será desarrollar un prototipo de catéter para la administración del hidrogel de fácil uso para médico y paciente".