martes, 27 de agosto de 2013

Los lípidos, clave en el tratamiento del cáncer

La eliminación de una sola enzima paraliza drásticamente la capacidad de las células cancerosas agresivas de difundir y hacer crecer los tumores, lo que ofrece un nuevo objetivo prometedor para el desarrollo de tratamientos contra el cáncer, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California (EEUU). El estudio, que se publica en The Proceedings of the National Academy of Sciences, arroja nueva luz sobre la importancia de los lípidos, un grupo de moléculas que incluyen ácidos grasos y colesterol, en el desarrollo del cáncer.


Los investigadores han sabido durante mucho tiempo que las células cancerosas metabolizan los lípidos de manera diferente que las células normales. Los niveles de lípidos éter, que son más difíciles de romper, son particularmente elevados en los tumores de alto grado de malignidad. «Las células cancerosas producen y utilizan una gran cantidad de grasa y lípidos. Para que las células cancerosas se dividan y proliferen a un ritmo acelerado, necesitan lípidos que componen las membranas de la célula», explica el director del estudio, Daniel Nomura.

Señales

«Los lípidos tienen una variedad de usos de la estructura celular, pero lo que estamos mostrando con nuestro estudio es que los lípidos también pueden enviar señales de crecimiento del cáncer», agrega este investigador, que junto a su equipo probó los efectos de la reducción de los lípidos de éter en células de cáncer de piel humana y los tumores de mama primarios. Los investigadores se dirigieron a una enzima, fosfato sintasa alkylglycerone, o AGPS, conocida por ser crítica para la formación de los lípidos de éter. Los expertos confirmaron que la primera expresión AGPS aumentó cuando las células normales se volvieron cancerosas y que la inactivación de AGPS reduce sustancialmente la agresividad de las células cancerosas. «Las células cancerosas son menos capaces de moverse e invadir», resumió Nomura.

Los científicos también compararon el impacto de la desactivación de la enzima AGPS en ratones que habían sido inyectados con células de cáncer. «Entre los ratones que tenían la enzima AGPS inactivada, los tumores no existían -subrayó Nomura-. En los ratones que no tenían esta enzima desactivada los tumores se desarrollaron rápidamente».

Inhibición

Los investigadores determinaron que la inhibición de la expresión de AGPS se agotaron los lípidos de éter de las células cancerosas y que AGPS alteró los niveles de otros tipos de lípidos importantes para la capacidad de las células cancerosas de sobrevivir y propagarse, incluyendo prostaglandinas y fosfolípidos acilo. «El efecto sobre otros lípidos fue inesperado y desconocido», dijo el autor principal del estudio, Daniel Benjamin, estudiante de doctorado en el Grupo de Investigación de Nomura. «Otros estudios han investigado las vías específicas de señalización de lípidos, pero lo que hace que AGPS destaque como un objetivo de tratamiento es que la enzima parece regular simultáneamente varios aspectos del metabolismo lipídico importante para el crecimiento del tumor y cáncer», concluye.

martes, 20 de agosto de 2013

Una misteriosa enfermedad impide envejecer a quienes la padecen

Una extraña enfermedad hace que una niña de nueve años de edad conserve los rasgos faciales y corporales de un bebé de pocos meses. Gabby Williams tiene una rara enfermedad que comparte solo con unas cuantas personas en el mundo y que ralentiza su tasa de envejecimiento.

Durante los últimos dos años, el médico investigador Richard F. Walker ha estado tratando de encontrar el "interruptor de apagado genético para detener el proceso de envejecimiento en Gabby,  así como en otras dos personas que presentan sorprendentes similitudes.

De acuerdo con Walker, las personas que padecen este tipo de enfermedades no solo tienen una tasa de crecimiento de una quinta parte de la velocidad de los demás, sino que viven con una gran variedad de problemas médicos como sordera, incapacidad para caminar, comer o hablar.

Según explicó el investigador, los cambios fisiológicos, o lo que él llama "inercia de desarrollo", es esencial para el crecimiento humano. "Cuando nos desarrollamos, todas las piezas de nuestro cuerpo se unen, cambian y se coordinan. De lo contrario, sería un caos", explica el doctor.

En una de las personas que Walker ha estudiado encontró daños en uno de los genes que causan la inercia de desarrollo, un hallazgo que, según señaló, es significativo. Asimismo, el médico indicó que se sospecha que las mutaciones están en los genes reguladores del segundo cromosoma x femenino.

"Si pudiéramos identificar el gen y luego en la edad adulta detener la inercia de desarrollo, encontrar un interruptor de apagado, al hacerlo se produciría una perfecta homeostasis y seríamos biológicamente inmortales", reveló.

No obstante, Walker señala que ello no significaría que la gente nunca vaya a morir, pues las enfermedades y los accidentes continuarían terminando con la vida humana.

En Florida, un hombre de 29 años de edad tiene el cuerpo de un niño de 10 años, y una mujer brasileña de 31 años de edad es del tamaño de un bebé de dos años. Al igual que Gabby, no parecen envejecer.

"En algunas personas sucede algo que retarda su proceso de desarrollo", explicó  Walker. "La tasa de cambio en el cuerpo disminuye tanto que apenas se aprecia", agregó.

Los males del azúcar

"Nuestros resultados ofrecen evidencia de que consumir azúcar a niveles actualmente considerados seguros ejerce un impacto espectacular en la salud de los mamíferos", según explican los investigadores del estudio de varias universidades estadounidenses.

Tal y como asegura Wayne Potts, profesor de Biología de la Universidad de Utah (EEUU) y uno de los autores de esta investigación, "el trabajo demuestra los efectos adversos del azúcar añadido en niveles relevantes para el humano". Y reconoce que él mismo ha reducido "la ingesta de azúcar refinado y he animado a mi familia a que haga lo mismo". 

Porque, según explica, los nuevos test han mostrado que una dieta con un 25 % de azúcar añadida (un 12,5 % de dextrosa -el nombre industrial de la glucosa- y un 12,5 % de fructosa) es tan perjudicial para la salud de los ratones como ser descendiente de primos hermanos.

Incluso los ratones que no llegaban a estar obesos y mostraban pocas alteraciones metabólicas "murieron con más frecuencia y tendían a tener menos descendencia", explica el primer autor de este trabajo, James Ruff, quien recientemente ha terminado su doctorado en la Universidad de Utah. "Hemos demostrado que unos niveles de azúcar consumidos habitualmente por la población -y que son considerados seguros por las agencias reguladoras- deterioran la salud de los ratones".

El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud y la Fundación Nacional de la Ciencia de EEUU, se llevó a cabo en recintos denominados 'graneros' con una superficie de 377 metros cuadrados y muros de tres metros de altura que simulaban las situaciones que se dan en el hábital real de los roedores en cuanto a competición con otros por el territorio o por los sitios de anidación.

A partir de la semana 26 de vida de los ratones, se les ofreció una dieta (una mezcla de trigo, maíz y soja) en la que el 25 % de las calorías procedía de azúcares añadidos, lo que equivale a la cantidad que puede consumir una persona con una dieta normal si toma diariamente tres latas de refrescos azucarados. Un grupo control recibió una comida a base de almidón de maíz. "Es una prueba sensible
para conocer la disminución de la salud y el vigor", señala en un nota de prensa Potts.

Lo que comprobaron estos investigadores fue que 32 semanas después, el 35 % de las hembras alimentadas con una cantidad extra de azúcar había muerto, el doble de las que fallecieron en el grupo control. Sin embargo, no encontraron ninguna variación en la mortalidad de los machos. En cambio, se comprobó que los ratones que habían tomado una dieta rica en azúcares eran menos competitivos y tuvieron una tasa de descendencia un 25 % menor.

"Te puedes preguntar por qué no se ha descubierto esto hace veinte años. La respuesta es que hasta ahora, no teníamos un test funcional, amplio y sensible para escanear las potenciales sustancias tóxicas que están siendo puestas en el entorno o en nuestros fármacos o alimentos", concluye Potts quien asegura que el método utilizado en este estudio puede ser útil para evaluar el efecto de otras sustancias en el organismo.

El consumo de azúcar se ha triplicado en los últimos cincuenta años en EEUU, sobre todo el que procede del jarabe de maíz, utilizado para endulzar bebidas, salsas y otros productos industriales. Aunque en España la ingesta de esta sustancia es mucho menor, en los últimos años su consumo ha aumentado un 20 %, según datos de un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona. Un dato preocupante para muchos expertos ya que tanto la obesidad como las enfermedades relacionadas con el sobrepeso están aumentando en nuestro país, sobre todo entre la población infantil donde el 26% tiene exceso de peso y un 19 % está obeso. De hecho, los pediatras ya advierten de un futuro aumento de la
diabetes tipo 2 en niños.

La muerte prematura por enfermedad se ceba con las regiones del sur de España

Enfermedades cardiovasculares, infartos cerebrales, diabetes e hipertensión se ceban especialmente con las regiones del sur de España, según los nuevos mapas de mortalidad.

Hay pocas maneras más crudas de mostrar la desigualdad de un país que un atlas de mortalidad: mapas en los que se observa a primera vista dónde y cómo muere la gente. Y, en efecto, el atlas de mortalidad más completo realizado hasta la fecha en España es desgarrador. Son más de medio millón de datos y 200 mapas que muestran la mortalidad de hombres y mujeres entre 1984 y 2004. 

Los resultados muestran que en el sur de España la mortalidad prematura es mayor, para todas las causas y para los dos sexos. Enfermedades cardiovasculares, infartos cerebrales, diabetes e hipertensión se ceban especialmente con las regiones del sur.

El atlas, elaborado por 25 investigadores dirigidos por Joan Benach y José Miguel Martínez, profesores de la Universidad Pompeu Fabra, revela que en el caso de los hombres la mayor mortalidad se concentra en el suroeste, con cáncer de tráquea, bronquios y pulmón y cáncer de vejiga como causas habituales.

“Las desigualdades de mortalidad mostradas sorprenderán a algunos y ese es parte de su objetivo”, explica en el prefacio Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública en la Universidad Miguel Hernández, de Elche. El atlas “no dejará indiferente a nadie”, ya que muestra que “el espacio para políticas de reducción de desigualdades sociales en salud es amplio”, afirma el catedrático.

“Los atlas no te dicen las causas de las causas de la mortalidad”, reconoce Joan Benach. Los mapas, sin embargo, sí señalan dónde están los problemas para poder investigarlos, como cuando un trabajo anterior mostró un mayor riesgo de morir por varios tipos de cáncer en los pueblos con minas de carbón. “Un atlas de mortalidad es un instrumento para ver los grandes patrones, para planificar la salud pública. Si hay un riesgo alto en una zona, los gestores tendrán que hacer algo”, recalca Benach.

Pobreza y riqueza

El atlas, editado por la Fundación BBVA, muestra que las enfermedades cerebrovasculares, como el infarto cerebral, son la primera causa de mortalidad en mujeres, con el 14,9% de los casos. Unas 500.000 mujeres murieron por esta razón entre 1984 y 2004. La mayor mortalidad aparece en la mitad sur: Extremadura, Andalucía, Murcia, Valencia y el sur de Castilla-La Mancha. La enfermedad isquémica del corazón, segunda causa de muerte de las mujeres, con el 9,4% de los casos, también se acumula en el sur: centro de Extremadura, Cádiz, Sevilla, Huelva, Murcia, la costa de Valencia y las islas Canarias.

En los hombres, la enfermedad isquémica del corazón es la primera causa de muerte, con el 11,5% de los casos. Unos 430.000 hombres murieron en el periodo estudiado por este conjunto de trastornos cardiovasculares, que incluye el infarto. De nuevo, las áreas de alto riesgo se concentran en el sur: Cádiz, Huelva, Sevilla, Extremadura, Baleares y Canarias. Las enfermedades cerebrovasculares, segunda causa de muerte, con el 9,4% de los casos, también se ceban con la mitad sur de la Península Ibérica.

Es lo que Danny Dorling, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Sheffield y autor de atlas similares en Reino Unido, llama “geografía de la pobreza y la riqueza”. Dorling subraya que detrás de estos patrones de mortalidad se encuentra el legado histórico de la industria y la agricultura, la geografía del tabaquismo, la inmigración que transforma las poblaciones y la diferente atención sanitaria.

“Las desigualdades en mortalidad son las peores desigualdades de todas. Los mapas que nos enseñan la extensión y cambios de esas desigualdades nos revelan hasta qué punto, como sociedad, cooperamos o competimos entre nosotros mismos a expensas de nuestros vecinos”, afirma Dorling en el prólogo del atlas.

“Las políticas de los últimos años y las recientes que reducen las prestaciones sociales, que afectan al incipiente Estado de bienestar, podrían tener graves consecuencias para la salud que sólo serán constatables a largo plazo”, advierte el catedrático Ildefonso Hernández.

La 'Aspirina' puede retrasar el avance del cáncer colorrectal y el de pulmón

Los pacientes de cáncer de colon y de pulmón que consumían habitualmente 'Aspirina' en dosis bajas antes del diagnóstico tienden a presentar tumores menos avanzados, según los resultados de un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) publicado en la edición digital del 'British Journal of Cancer'.

   Estudios previos ya habían mostrado que el consumo de este fármaco, comercializado por Bayer, podía estar asociado a un menor riesgo de muerte para las personas con cáncer de colon. Sin embargo, este estudio ofrece evidencias de que "también es beneficioso para el cáncer de pulmón y, además, tiene efectos protectores", ha explicado Yudi Pawitan, autora del estudio.
   Pawitan y su equipo del departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística analizaron los datos de cáncer de Suecia y los registros de medicamentos recetados, manejando información de un total de 80.000 pacientes con cáncer colorrectal, pulmón, próstata o mama.
   Una de cada cuatro personas con cáncer colorrectal, pulmón o próstata habían tomado regularmente 'Aspirina' en dosis bajas antes de ser diagnosticados, generalmente un comprimido de 75 miligramos al día, y una de cada siete pacientes con cáncer de mama.
   Los investigadores encontraron que los afectados por tumores en el colon, el pulmón y la mama que habían tomado 'Aspirina' tenían un riesgo entre un 20 y un 40 por ciento menor de que sus tumores se hubieran diseminado por otras áreas del cuerpo que los que no habían tomado el fármaco.
   Por ejemplo, si el 25 por ciento de los afectados por cáncer colorrectal que no tomaron 'Aspirina' tenían enfermedad metastásica, eso sólo sucedía en el 19 por ciento de quienes sí lo tomaban.
   Además, los tumores eran generalmente más pequeños y estaban menos avanzados entre los usuarios de 'Aspirina' con cáncer de colon y el cáncer de pulmón, pero no entre los que tienen cáncer de mama o próstata.
   "El mecanismo no se conoce", reconoce Pawitan, si bien ya hay algunos investigadores que creen que los efectos antiinflamatorios y anticoagulantes de la 'Aspirina' contribuyen a un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer".
   Los investigadores tampoco están seguros de por qué la aspirina podría llegar a ser beneficiosa para las personas que desarrollan cáncer de colon y de pulmón y no para el de mama o próstata, aunque reconocen que ambos tumores suelen estar asociados a factores hormonales.

sábado, 10 de agosto de 2013

Las mujeres que viven en zonas urbanas son más propensas a padecer depresión postparto

Las mujeres que viven en las zonas urbanas son más propensas a desarrollar depresión postparto que aquellas que viven en zonas rurales, según ha mostrado una equipo de investigadores liderados por el doctor del Instituto de Investigación del Colegio de Mujeres de Toronto (Canadá), Simone Vigod.

   Y es que, durante las primeras semanas después del parto las mujeres suelen estar de mal humor y padecer ansiedad debido a los cambios hormonales. En este sentido, hay madres que a los pocos días consiguen mejorar por sí solas estos síntomas, lo que se conoce como 'baby blues', aunque, no obstante, entre un 10 por ciento y un 15 por ciento padecen depresión grave durante el primer año después del nacimiento.
   Por este motivo, Vigod y su equipo, cuya investigación ha sido publicada en la revista médica canadiense 'CMAJ', analizaron datos de una encuesta realizada en 2006 a de 6.126 madres con el fin de determinar si el lugar en el que vivían influía en la depresión postparto.
   Así, mostraron que el 7,5 por ciento de las mujeres tuvieron síntomas de depresión, de los cuales el 9 por ciento vivían en ciudades de más de 500.000 habitantes y el 6 por ciento en municipios de menos de 1.000 personas.
   "Esa es una diferencia bastante grande en la población. No es el aire que se respira en una zona urbana que lo que te deprime, sino que las características de la gente que vive en ciudades es diferente a las que viven en el medio rural", ha comentado Vigod.
   De hecho, los expertos han desvelado que las mujeres que viven en zonas urbanas no suelen pedir apoyo social durante el embarazo y después del parto y, además, son menos propensas a decir que están en "excelente o en muy buena salud".
   "Tal vez se debería apoyar de una forma más explícita a estas mujeres por lo que puede merecer la pena invertir en estos tratamientos. Además, los médicos deberían preguntar con más detalle a las mujeres sobre las personas que tienen a su disposición para cuando nazca el bebé", ha zanjado el experto.

Expertos investigan en una nueva vacuna más segura contra la malaria

Investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), del Instituto Nacional de Salud, el Instituto del Ejército Walter Reed de Investigación y el Centro de Investigación Médica de la Marina, de Estados Unidos, están investigando una nueva vacuna contra la malaria.

   Se trata de la vacuna 'PfSPZ' que, según los resultados de un ensayo clínico en fase inicial de investigación, publicados en la revista 'Science', puede ser más eficaz y segura contra la infección por malaria en personas sanas. Para ello, se compone de esporozoitos vivos, aunque debilitados, de la especie 'Plasmodium falciparum', el más mortal de los parásitos que causan esta enfermedad.
   "La carga global de la malaria es extraordinaria e inaceptable. Los científicos y los profesionales de la salud han hecho importantes avances en la caracterización, tratamiento y prevención de la enfermedad. Sin embargo, la vacuna sigue siendo un objetivo difícil de conseguir aunque nosotros estamos esperanzados con este importante paso hacia delante", ha comentado el director del NIAID, Anthony S. Fauci.
   En concreto, el ensayo en fase I ha tenido lugar en el Centro Clínico de los NIH en Bethesda y ha contado con la participación de 57 voluntarios sanos de 18 a 45 años que nunca habían padecido malaria. De ellos, 40 participantes han recibido la vacuna y 17 no. Asimismo, con el objetivo de evaluar la seguridad de la vacuna, las personas que fueron vacunadas fueron divididas en grupos a los que se les suministró diferentes dosis de forma creciente.
   Posteriormente, los participantes fueron monotorizados durante siete días y ninguno tuvo ningún tipo de efectos adversos asociados a la vacuna y, además, no se observaron infecciones de malaria relacionadas con 'PfSPZ'. En este sentido, los investigadores encontraron que aquellos que recibieron las dosis más altas generaron anticuerpos contra la malaria así como más "celdas", un tipo de sistema inmune celular específico de la vacuna T.
   Del mismo modo, para evaluar si esta vacuna consigue prevenir la infección, todas las personas que participaron en el estudio fueron expuestas a las picaduras de los mosquitos portadores de la cepa a partir de la cual se desarrolló la vacuna.
   Así, comprobaron que aquellos que recibieron la dosis más alta de la vacuna estuvieron protegidos contra la infección y, sólo 3 de 15 fueron infectados, en comparación con los 16 de 17 participantes del grupo de dosis más baja que fueron infectados. Respecto a las 12 personas que no recibieron ninguna dosis de la vacuna, 11 de ellas contrajeron la malaria después de exponerse a los mosquitos.
   "En este estudio hemos demostrado que los esporozoitos se pueden desarrollar en una vacuna contra la malaria que le confiere un alto nivel de protección y se basa en las buenas prácticas de fabricación que se necesitan para ser aprobada", ha asegurado el jefe de sección de Inmunología Celular del Centro de Investigación de Vacunas del NIAID e investigador principal del ensayo, Robert A. Seder.
   Ahora bien, el único "desafío" que presenta esta vacuna es que se administra por vía intravenosa. No obstante, estudios previos a dosis más bajas han demostrado que las rutas más comunes para administrarla es la intradérmica --en la piel-- y la subcutánea --debajo de la piel-- no han dado una respuesta inmune tan fuerte como la vía intravenosa.
   "A pesar de este desafío, los resultados del ensayo son un primer paso prometedor en la generación de protección de alto nivel contra la malaria, y permiten futuros estudios para optimizar la dosis, el horario y la ruta de entrega de la vacuna", ha señalado Seder.

jueves, 8 de agosto de 2013

Beber dos tazas de chocolate al día puede ayudar a mantener el cerebro sano

Beber dos tazas de chocolate al día puede ayudar a las personas mayores a mantener su cerebro sano y sus habilidades de pensamiento agudas, según un estudio publicado en la edición digital de la revista 'Neurology'.

   En el estudio participaron 60 personas con una edad media de 73 años que no tenían demencia. Estos individuos bebieron dos tazas de chocolate caliente diarias durante 30 días y no consumieron ningún otro tipo de chocolate durante el estudio. Se les realizaron pruebas de memoria y habilidades de pensamiento, además de tests de ultrasonidos pruebas para medir la cantidad de flujo de sangre que llega al cerebro.
   "Estamos aprendiendo más sobre el flujo sanguíneo en el cerebro y su efecto en las habilidades de pensamiento", argumentó la autora del estudio, Farzaneh A. Sorond, de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos, y miembro de la Academia Americana de Neurología.
   "A medida que las diferentes áreas del cerebro necesitan más energía para realizar sus tareas, también tienen necesidad de un mayor flujo de sangre. Esta relación, llamada acoplamiento neurovascular, puede desempeñar un papel importante en enfermedades como el Alzheimer", apostilla.
   De los 60 participantes, 18 tenían deteriorado el flujo de sangre al inicio del estudio. Aquellas personas tuvieron una mejora del 8,3 por ciento en el flujo de sangre a las áreas de trabajo del cerebro al final del estudio, mientras que no hubo mejora para los que comenzaron con el flujo sanguíneo normal.
   Las personas con problemas de flujo sanguíneo también mejoraron sus tiempos en una prueba de memoria de trabajo, con puntuaciones pasando de 167 segundos al comienzo del estudio a 116 segundos al final, mientras no hubo cambios en los tiempos para las personas con el flujo sanguíneo normal. Las exploraciones con resonancia magnética realizadas en 24 participantes para buscar pequeñas áreas de daño cerebral encontraron que las personas con deterioro del flujo sanguíneo eran más propensos a tener estas áreas de daño cerebral.
   "Se necesita más trabajo para probar un vínculo entre el cacao, los problemas de flujo de sanguíneo y el deterioro cognitivo", concluyó Paul B. Rosenberg, , de la Escuela de Medicina Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos, quien escribió un editorial que acompaña al estudio. "Pero este es un primer paso importante que podría orientar futuros estudios", resaltó.

Investigadores descubren el motivo por el que unas personas desarrollan Alzheimer y otras no

Un equipo de investigadores de la Universidad de California-San Diego, en Estados Unidos, ha descubierto un "truco" de la naturaleza que, en la mayoría de las personas, mantiene la separación fundamental entre una proteína y un enzima que, al combinarse, desencadenan la degeneración progresiva y muerte de las células característica de la enfermedad de Alzheimer, como informa un artículo publicado en la revista 'Neuron'.

   Aunque se podría pensar que los cerebros de las personas que desarrollan la enfermedad de Alzheimer poseen componentes básicos de la enfermedad ausentes en cerebros sanos, esto no es cierto. Cada cerebro humano contiene los ingredientes necesarios para despertar el Alzheimer, pero mientras que un estimado de cinco millones de estadounidenses desarrollan la patología, un número que está previsto que se triplique para el año 2050, la gran mayoría de las personas no lo hacen y no padecería esta enfermedad neurológica devastadora.
   "Es como la separación física de la pólvora y su combinaciónn de manera que se evita una explosión inevitable", afirmó el investigador principal Subhojit Roy, profesor asociado en el Departamento de Patología y Neurociencias de la Universidad de California y biólogo celular y neuropatólogo en el Centro de Investigación de Enfermedades Shiley-Marcos de Alzheimer. "Saber cómo se separan la pólvora y el fósforo puede darnos nuevas ideas sobre posible detener la enfermedad", agrega.
   La gravedad de la enfermedad de Alzheimer se mide en la pérdida de funcionamiento de las neuronas. En términos patológicos, hay dos signos reveladores de la enfermedad: grupos de "placas" de una proteína llamada beta-amiloide que se acumulan las neuronas y las fibras externas o "nudos" de otra proteína, llamada tau, que se encuentra dentro de las neuronas. La mayoría de los neurólogos creen el Alzheimer es causado por los conjuntos de acumulación de proteína beta-amiloide provocando una secuencia de eventos que conduce a la alteración de la función celular y la muerte y que esta llamada "hipótesis de la cascada amiloide" pone la proteína beta-amiloide en el centro de la patología.
   La creación de beta-amiloide requiere la convergencia de una proteína llamada precursora de amiloide (APP) y una enzima que se escinde de APP en fragmentos más pequeños tóxicos llamados beta-secretasa o BACE. "Estas dos proteínas son altamente expresadas en el cerebro -destacó Roy-- y si se les permite combinarse de forma continua, todos tendríamos Alzheimer".
   Pero eso no sucede. Usando las neuronas del hipocampo en cultivo y tejido de cerebros humanos y de ratón, Roy junto con el primer autor Utpal Das, becario postdoctoral en el laboratorio de Roy y sus colegas, descubrieron que las células sanas del cerebro en gran medida segregan APP y BACE-1 en compartimentos diferenciados en cuanto se fabrican, asegurando que las dos proteínas no tengan mucho contacto entre sí.
"La naturaleza parece haber dado con un truco interesante para separar a los co-conspiradores", afirmó Roy. Los científicos también encontraron que las condiciones que promuevan una mayor producción de la proteína beta-amiloide impulsan la convergencia de APP y BACE.
   En concreto, un aumento en la actividad eléctrica neuronal, conocido por aumentar la producción de beta-amiloide, también condujo a un aumento en la convergencia APP-BACE. Los exámenes postmortem de pacientes con enfermedad de Alzheimer revelaron un incremento de la proximidad física de las proteínas, añadiendo apoyo a la importancia fisiopatológica de este fenómeno en las enfermedades humanas.
   Das dijo que los hallazgos tienen una importancia fundamental, ya que aclaran algunos de los primeros eventos moleculares que desencadenan el Alzheimer y muestran cómo un cerebro sano, los evita de forma natural. En términos clínicos, las conclusiones apuntan a una posible nueva vía para en última instancia tratar o incluso prevenir la enfermedad.
   "Un aspecto interesante es que tal vez podamos seleccionar moléculas que pueden mantener físicamente APP y BACE-1 separadas", destacó Das, quien reconoció que se trata de un "enfoque poco convencional".

domingo, 4 de agosto de 2013

La reanimación, ¿posible hasta 24 horas después de fallecer?

Resucitar a los recién muertos podría convertirse en una realidad médica, según Sam Parnia, experto de cuidados críticos que asegura que la ciencia de reanimación moderna permitirá devolver a la vida a personas incluso 24 horas después de su muerte

En una entrevista con la revista alemana 'Der Spiegel', el doctor Parnia relata que hace 20 años, cuando era aún estudiante, un paciente murió bajo su cuidado, lo que supuso un momento clave para que emprendiera sus estudios para "rescatar a las personas de las garras de la muerte".

Se podría llamar a eso resurrección, si se quiere, pero todavía yo lo llamo ciencia de la reanimación

"En la última década hemos visto un gran progreso. En la medicina actual podemos traer a la gente de vuelta a la vida una o tal vez dos horas, a veces incluso transcurrido más tiempo, después de que su corazón dejó de latir", explica el doctor a la revista. El especialista aventura que dentro de 20 años se podrá devolver a las personas a la vida "12 horas o incluso 24 horas después de haber muerto".

"Se podría llamar a eso resurrección, si se quiere, pero todavía yo lo llamo ciencia de la reanimación", puntualiza el experto. Sin embargo, lo cierto es que en la actualidad esta disciplina tiene un récord muy pobre, ya que las tasas de supervivencia tras los paros cardíacos apenas han mejorado en los últimos 25 años.

Parnia dice que, desgraciadamente, en algunas comunidades de EE.UU. las tasas de supervivencia después de la reanimación son a veces nulas, y recuerda que el país tiene una tasa promedio de un 18%, algo similar —afirma— que en Reino Unido o en Alemania. No obstante, Parnia indica que en el hospital de la Universidad de Stony Brook, en Nueva York, donde trabaja, en el primer trimestre de este año la tasa ha llegado al 38%. "Lo que probablemente nos coloca entre los mejores hospitales de los EE.UU.", se jacta el perito, que reconoce que a esta rama de la medicina le falta aún mucha investigación por delante.

Sam Parnia, director de investigación de resurrección en dicha universidad y director del Proyecto de la Conciencia Humana del Hospital de Southampton, ha reunido todas las metodologías modernas en su libro 'El Efecto Lázaro'.

jueves, 1 de agosto de 2013

La cura para el cáncer podría estar en los intestinos

Una nueva investigación ha descubierto un mecanismo biológico que mantiene el tracto gastrointestinal en ratones que fueron sometidos a dosis letales de quimioterapia. Estos resultados, que aparecen publicados en la revista 'Nature', podrían revolucionar la terapia del cáncer, según destacan los autores del estudio.

   El tratamiento de un tumor canceroso es como regar una planta de interior con una manguera con la que demasiada agua mata la planta, de la misma forma que el exceso de quimioterapia y radiación mata al paciente antes de eliminar el tumor. Sin embargo, si el tracto gastrointestinal del paciente se mantiene saludable y en funcionamiento, aumenta las posibilidades de supervivencia de los pacientes de manera exponencial, dijo Jian-Guo Geng, profesor asociado de la Escuela de Odontología de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
   "Creemos que esto podría llegar a curar más tarde, en la etapa del cáncer de metástasis. La gente no va a morir de cáncer si nuestra predicción es cierta", afirmó Geng, quien hizo hincapié en que los resultados aún no se han probado en seres humanos. "Todos los tumores de diferentes tejidos y órganos pueden ser asesinados con altas dosis de quimioterapia y radiación, pero el reto actual para el tratamiento de la metástasis es que realmente mata al paciente antes de eliminar el tumor", agregó.
   "Ahora, hay una manera de hacer que un paciente tolere dosis letales de quimioterapia y radioterapia", subraya Geng, cuyo laboratorio encontró que cuando ciertas proteínas se unen a una molécula específica sobre las células madre intestinales, revolucionan las células madre intestinales para la regeneración y reparación intestinal.
   Las células madre naturalmente curan órganos y tejidos dañados, pero las llamadas cantidades "normales" de células madre en el intestino simplemente no pueden mantenerse al día con los restos dejados por las dosis letales de quimioterapia y radiación necesarias para tratar con éxito la última etapa de los tumores.
   Sin embargo, la falange de células madre adicionales protege el intestino y el tracto gastrointestinal, lo que significa que el paciente puede ingerir nutrientes, el cuerpo puede realizar otras funciones críticas y se impide a las toxinas bacterianas del intestino entrar en la circulación de la sangre, dijo Geng.
   Estos factores pueden dar al paciente una ventaja extra suficiente para sobrevivir a las dosis más fuertes de quimioterapia y radiación, hasta que el tumor o los tumores se erradiquen. En el estudio, entre el 50 y el 75 por ciento de los ratones tratados con la molécula sobrevivieron a dosis de otro modo letales de quimioterapia, mientras que los roedores que no recibieron la molécula murieron.
   "Si se puede mantener el intestino en marcha, el paciente puede vivir durante más tiempo --subrayó Geng--. Ahora hemos encontrado una manera de proteger el intestino. El siguiente paso es apuntar a una tasa de supervivencia del cien por cien en los ratones a los que se les inyectan las moléculas y reciben dosis letales de quimioterapia y radiación".
   El laboratorio de Geng ha trabajado con estas moléculas, llamadas R-spondin1 y Slit2, durante más de una década. Estas moléculas reparan tejidos en combinación con las células madre intestinales que residen en el intestino adulto.