martes, 6 de noviembre de 2012

Hallan una proteína esencial en la conversión de células madre adultas a oncogénicas

  Investigadores en España del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto una proteína que tiene un papel esencial para evitar que las células madre adultas proliferen hasta convertirse en oncogénicas, es decir, que pueden generar cáncer.

   El hallazgo, publicado en la revista 'Cell Stem Cell', podría representar una estrategia valiosa como tratamiento terapéutico frente al cáncer. En la actualidad, hay abundantes pruebas que indican que la senescencia celular es una protección natural contra el desarrollo fisiológico del tumor.
   Los investigadores han hallado que la proteína Ezh1 induce a cambios epigenéticos que, según explica la jefa de Grupo del Laboratorio de Estudio del Envejecimiento de Células Madre y autora principal del estudio, la doctora Susana González, "suponen una barrera fisiológica esencial durante la transformación oncogénica".
   Así, los autores propone que Ezh1 "protege el equilibrio entre el mantenimiento y una proliferación incontrolada de las células madre hematopoyéticas [las que proceden de la médula ósea]". Por esta razón, podría tener un gran impacto en la práctica clínica, ya que implica que "la inducción de la senescencia puede suponer una estrategia valiosa como tratamiento terapéutico para el cáncer".
   La autora apuesta por investigar y ahondar en el comportamiento de las células madre adultas, "puesto que el uso terapéutico de dichas células ya está dando lugar a tratamientos innovadores sobre ciertas patologías degenerativas agudas o crónicas".
   La razón es que las células madre adultas tiene capacidad de autorrenovarse y seguir siendo células madre o continuar la vía de diferenciación para la que están programas y, por lo tanto, inducir uno o más tejidos maduros, funcionales y plenamente diferenciados.
   "Este fenómeno exige una compleja red molecular aún muy desconocida entre diferentes reguladores celulares que controlar la autorenovación", explica; un ejemplo de esto son las proteínas de Polycomb y su efecto sobre los supresores de tumores p16INK4 y ARF, "absolutamente necesarios para el mantenimiento de determinadas células madre".
   Además, el hallazgo identifica como la desaparición de un factor esencial para el mantenimiento de células madre embrionarias también juegan un papel clave en el control homeostático de las células madre hematopoyéticas.
   "Comprender los mecanismos moleculares por los cuales Ezh1 afecta a las células madre nos proporciona nuevos conocimientos sobre la biología de células madre hematopoyéticas y sus posibles aplicaciones. Investigaciones futuras sobre el papel oncogénico de Ezh1 en trastornos hematológicos, nos van a facilitar el desarrollo de terapias específicas", concluye.

La Unión Europea da luz verde al uso de la primera terapia génica

La Comisión Europea ha dado luz verde al uso de la primera terapia génica en Europa con la aprobación de 'Glybera', de la biotecnológica holandesa UniQure, para el tratamiento de la deficiencia de lipoproteína lipasa, una enfermedad ultra rara de tipo genético que afecta a una o dos personas por cada millón de habitantes.

   Tras el visto bueno definitivo, la empresa prepara el camino para el lanzamiento al mercado de esta terapia en el verano de 2013, con un coste de alrededor de 1,2 millones de euros por paciente (unos 1,6 millones de dólares).
   No obstante, según ha explicado el consejero delegado de la compañía, Joern Aldag, el alto precio de este tratamiento está justificado porque la terapia génica permite restaurar la función natural del cuerpo y no sólo ofrece una solución a corto plazo.
   "Proporciona un mayor beneficio para los pacientes que la estrategia de sustitución de proteína clásica, y es por eso que creemos que deberíamos ser correspondidos económicamente de forma justa", dijo en una entrevista telefónica el viernes.
   La empresa está trabajando con los gobiernos nacionales para fijar un precio que, según asegura, podría variar de un país a otro. Según Aldag, algunos países prefieren la idea de un pago único en el momento del tratamiento, pero otros están más interesados en un sistema de anualidad, lo que probablemente implicaría cobrar unos 250.000 euros al año durante cinco años.
   Ese tipo de carga anual pondría a 'Glybera' en un rango de precio similar a las costosas terapias de reemplazo enzimático para otras enfermedades raras, como 'Cerezyme' (Genzyme) para la enfermedad de Gaucher.
   UniQure también se está preparando para solicitar la aprobación regulatoria para 'Glybera' en Estados Unidos, Canadá y otros mercados.
   En concreto, esta enfermedad rara hace que quienes la padecen presenten una incapacidad de manejar partículas de grasa en la sangre, lo que hace que corran el riesgo de inflamación aguda y potencialmente mortal del páncreas.
   La idea de tratar la enfermedad mediante la sustitución de un gen defectuoso con una copia de trabajo ganó credibilidad en el año 1990 tras el éxito de los primeros ensayos de la terapia génica contra una enfermedad rara llamada inmunodeficiencia severa combinada (SCID, en sus siglas en inglés).
   Las personas con este trastorno, también llamado como la 'enfermedad de niño burbuja' no pueden hacer frente a las infecciones y, por lo general, mueren en la infancia.
   No obstante, el campo de las terapias génicas sufrió un importante revés cuando un adolescente de Arizona murió en un experimento en 1999 y dos niños franceses con SCID desarrollaron leucemia en 2002.
   En China, Shenzhen SiBiono Genetech obtuvo la aprobación de un medicamento de terapia génica para el cáncer de cabeza y cuello en 2003, aunque por el momento sigue sin recibir el visto bueno de Europa ni Estados Unidos.
   Más recientemente, algunas grandes compañías farmacéuticas han estado explorando la terapia génica, caso de GlaxoSmithKline (GSK), que firmó un acuerdo en 2010 con investigadores italianos para desarrollar una terapia contra la SCID.

Encuentran la proteína desencadenante de la preeclampsia en embarazadas

  Expertos españoles de la Red de Investigación de Enfermedades Renales (REDinREN), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) han encontrado la proteína desencadenante de la preeclampsia en embarazadas.

   Estos especialistas, que ya han patentado la solución, han demostrado tras realizar diversos estudios que la endoglina soluble "tiene un papel fundamental" en la génesis de las alteraciones hemodinámicas y renales que se observan en la preeclampsia, enfermedad que es la forma más grave de hipertensión durante el embarazo "y la segunda causa de mortalidad materna".
   Este hallazgo, que va a ser publicado en la revista especializada 'Circulation', ha sido coordinados por los profesores Carmelo Bernabeu y José Miguel López-Novoa. Ambos han descubierto también que los niveles elevados de colesterol oxidado "tienen un papel importante en la liberación de la endoglina soluble a través de su unión a unos receptores específicos (receptores LXR) y la activación de una enzima llamada metaloproteinasa".
   Para López-Novoa, cuando se administran niveles elevados de colesterol oxidado a ratones normales, "se observa un aumento de la presión arterial y de los niveles de endoglina soluble en sangre", algo que se une al hallazgo de que el ratón transgénico "tiene niveles anormalmente altos de MMP14 e hipertensión".
   La preeclampsia, que tiene una incidencia del cinco por ciento en mujeres residentes en países desarrollados, "funciona dañando el endotelio, los riñones y el hígado"; siendo el mayor peligro para la madre el hecho de que desemboque "en una eclampsia que de lugar a convulsiones y coma", aseguran.
   Además, puede provocar en el feto complicaciones, como "retardo de crecimiento intrauterino, mortinatalidad y prematurez", afirman. Con estas circunstancias se incrementan "los riesgos inmediatos y las secuelas de por vida", manifiestan.
   En la actualidad, cerca del 10 por ciento de las mujeres presentan hipertensión en el curso del embarazo, cifra que "alcanza hasta el 20 por ciento en el caso de las nulíparas", subrayan desde estas tres instituciones. Este es un factor de riesgo para la preeclampsia, junto a la proteinuria y los edemas; que "suelen aparecer en el segundo y tercer trimestre del embarazo".
   Para esta patología no existe aún un tratamiento efectivo, por lo que el procedimiento a seguir es "realizar una cesárea o provocar el parto", destacan. Además, su patogenia exacta también es "básicamente desconocida", lamentan.

Niveles bajos de vitamina D están asociados con la longevidad

Los niveles bajos de vitamina D pueden estar relacionados con la longevidad, según un estudio publicado en 'Canadian Medical Association Journal' (CMAJ) y financiado por el Centro de Sistemas Médicos de Innovación Orientado a la Investigación en Genómica.

   "Encontramos que la longevidad familiar se asocia con niveles más bajos de vitamina D y una menor frecuencia de la variación alélica en el gen CYP2R1, que parece estar relacionado con mayores niveles de vitamina D", escribe el doctor Diana van Heemst, del Departamento de Gerontología y Geriatría del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos).
   Para determinar si existe una asociación entre los niveles de vitamina D y la longevidad, los investigadores holandeses analizaron los datos de 380 familias blancas con al menos dos hermanos mayores de 90 años (89 años o más para los hombres y 91 años o más para las mujeres).
   En este análisis, llamado 'Leiden Estudio', se midieron los niveles de 25 vitaminas D y se clasificaron por meses, ya que varían según la temporada, teniendo también en cuenta el uso de las máquinas de bronceado, que puede afectar a los niveles de vitamina D. Los investigadores controlaron la edad, el sexo, el índice de masa corporal (IMC), la época del año, la suplementación con vitamina A y la función renal, además de analizar la influencia de la variación genética en tres genes asociados con los niveles de vitamina D.
   "Encontramos que la descendencia de nonagenarios que tenían al menos un hermano nonagenario poseía niveles más bajos de vitamina D, independientemente de posibles factores de confusión y polimorfismos de nucleótido único (SNPs) asociados con los niveles de vitamina D", escriben los autores, que también descubrieron que los hijos tenían una menor frecuencia de las variantes genéticas comunes en el gen CYP2R1, una variante genética común de este gen que predispone a altos niveles de vitamina D.
   Estos hallazgos apoyan una asociación entre los bajos niveles de vitamina D y la longevidad familiar. "Postulan que la descendencia de nonagenarios puede tener más de una proteína que se supone que es un supresor de envejecimiento de proteínas. Se necesita más investigación para entender la relación entre la vitamina D en niveles inferiores, variantes genéticas y la longevidad familiar", concluyen los investigadores.

El ejercicio mejora la condición física de pacientes con Parkinson

El ejercicio físico, incluyendo cinta de correr, estiramiento y ejercicios de resistencia, parece mejorar la velocidad de la marcha, la fuerza muscular y la forma física de los pacientes con enfermedad de Parkinson (PD), tal y como concluye el informe de un ensayo clínico aleatorio publicado en 'Archives of Neurology', una publicación de 'Journal of the American Medical Associaton'.

   Lisa M. Shulman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (Baltimore, Estados Unidos) y sus colegas realizaron un ensayo clínico aleatorizado de tres tipos de ejercicio físico para comparar la eficacia de la cinta de correr, el estiramiento y los ejercicios de resistencia a la hora de mejorar la velocidad de la marcha, la fuerza y la condición física de estos pacientes.
   El estudio incluyó a 67 enfermos de Parkinson que tenían alteración de la marcha y realizaron los ejercicios tres veces por semana durante tres meses: un ejercicio de intensidad en la cinta, otro de menor intensidad y estiramientos y ejercicios de resistencia. Los tres tipos de ejercicio mejoraron la distancia que recorren estos pacientes durante seis minutos.
   El de caminar a menor intensidad logró un 12 por ciento de aumento, los estiramientos y ejercicios de resistencia, un 9 por ciento, y los ejercicios de mayor intensidad andando, provocaron una mejoría del 6 por ciento. Los dos tipos de entrenamiento en la cinta de correr mejoraron el estado cardiovascular, mientras que el estiramiento y los ejercicios de resistencia sólo mejoraron la musculatura (16 por ciento).
   "El hecho de que el ejercicio de baja intensidad es el ejercicio más factible para la mayoría de los pacientes con Parkinson tiene importantes implicaciones para la práctica clínica. Aunque la cinta de correr y el entrenamiento de resistencia son beneficiosos para la marcha, la aptitud y la fuerza muscular, estos beneficios no fueron acompañadas por mejoras en la discapacidad y calidad de vida", concluyen los autores.