La exposición a niveles elevados de dióxido
de nitrógeno (NO2) y ozono (03) se asocia a un aumento del riesgo de
asma y neumonía en los niños, sin embargo el lugar en el que se
determinan los contaminantes influye en los resultados, según recoge el
estudio 'Los contaminantes atmosféricos urbanos son factores de riesgo
significativos para el asma y la neumonía en niños: influencia del lugar
de medición de los contaminantes', publicado en la Revista 'Archivos de Bronconeumología' de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
"Los niños son más sensibles a los contaminantes atmosféricos, con
unas necesidades de ventilación por peso corporal superiores a las de
los adultos, tanto en reposo como durante el ejercicio. Los pacientes
infantiles con asma presentan un aumento de la morbilidad respiratoria
cuando están expuestos a material particulado (PM), dióxido de nitrógeno
(NO2), monóxido de carbono y ozono (03)", ha explicado el doctor Ramón Fernández, coordinador del Área de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional (EROM) de la SEPAR.
En concreto, el estudio -- realizado en la zona de las favelas de
Sao Paulo (Brasil)-- recoge que la exposición a los niveles de
concentración máximos de dióxido de nitrógeno y ozono atmosféricos
representa una asociación significativa con una mala salud respiratoria y
con un aumento de la presencia de sibilancias, asma y neumonía en niños
de zonas poco favorecidas.
Los resultados también muestran que las determinaciones realizadas
en el interior del NO2 y las determinaciones personales del 03 son
métodos de gran sensibilidad para evaluar estas asociaciones en los
niños. Así, en una población de niños de zonas poco favorecidas
económicamente y expuestos a un tráfico automovilístico intenso, los
contaminantes atmosféricos son factores de riesgo independientes para la
morbilidad respiratoria si se aplica una monitorización apropiada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de dos
millones de muertes prematuras anuales son atribuibles a la
contaminación del aire, de las que la mitad de ellas se dan en los
países en desarrollo. La contaminación atmosférica se asocia a una
considerable carga para la salud humana en todo el mundo, sin embargo,
los factores tóxicos más relevantes pueden diferir en función de la
localización.
No obstante, según recoge el estudio, con el empleo de técnicas
sencillas y de bajo coste, puede medirse con exactitud la repercusión de
los contaminantes atmosféricos del tráfico en el asma y la neumonía en
los niños, con un margen muy ínfimo de error.