lunes, 12 de septiembre de 2011

Expertos internacionales se reunirán en Barcelona para discutir estrategias contra el cáncer

Expertos de todo el mundo se reunirán en el Institut d'Estudis Catalans (IEC) de Barcelona los próximos 19, 20 y 21 de septiembre para discutir nuevas estrategias en la lucha contra el cáncer en la Conferencia 'Reorganización de Señales y su Dependencia en Cáncer' coorganizada por el catedrático del Institut de Recerca Biomédica (IRB) Ángel Nebreda y el director del Centro de Cancer de Salk Institute de Estados Unidos, Tony Hunter.

Según un comunicado, científicos internacionales debatirán sobre la biología molecular que indaga sobre los aspectos genéticos y moleculares de las células tumorales, un campo que está permitiendo, junto a métodos de diagnóstico precoz y campañas de prevención, una reducción en la incidencia y mortalidad del cáncer.
Los 18 conferenciantes invitados a presentar sus últimos trabajos en Barcelona investigan sobre cómo las células cancerosas utilizan algunos componentes reguladores de la señalización celular para poder sobrevivir y propagarse ignorando los mecanismos de control del organismo.

El DIU casi reduce a la mitad el riesgo de cáncer de útero

Al contrario de lo que se cree popularmente, los dispositivos intrauterinos anticonceptivos (DIU) en realidad podrían proteger a las mujeres contra el cáncer de cuello de útero a pesar de que no evitan la infección que frecuentemente lleva a la enfermedad, según los resultados de un estudio internacional.

Aunque los DIU no serán previsiblemente recomendados como una forma de evitar el cáncer cervical - el segundo cáncer más común en las mujeres de todo el mundo - la investigación debería tranquilizar a las mujeres y a sus médicos sobre que su uso no conlleva ningún riesgo añadido de la enfermedad.
Los investigadores españoles que estudiaron a 20.000 mujeres descubrieron que las que tenían un historial de uso de DIU no eran menos propensas que las mujeres que no lo tenían a contraer el virus del papiloma humano (VPH) que causa el cáncer cervical, pero sí tenían alrededor de la mitad el riesgo de desarrollar el cáncer en sí.
Los científicos creen que las posibles explicaciones para el efecto protector de los DIU pueden ser que el proceso de insertar o retirarlos destruye células pre-cancerosas, o que causan algún tipo de inflamación que provoca una respuesta inmune duradera y evita que el VPH progrese.
"Fue un poco inesperado", dijo Xavier Castellsagué, del programa de investigación epidemiológica de cáncer en el Hospital de Llobregat en Cataluña, en una entrevista telefónica. "Los datos (disponibles) antes de hacer este estudio eran muy inconsistentes, por lo que no esperábamos encontrar una asociación tan fuerte con este efecto protector".
El cáncer del cuello del útero es el segundo cáncer más común en mujeres en todo el mundo, con cerca de 500.000 nuevos casos y 250.000 muertes cada año, según la Organización Mundial de la Salud.
Prácticamente todos los casos de cáncer cervical están ligados a la infección genital por el VPH, que es la infección viral más común del tracto reproductivo.
Las farmacéuticas Merck y GlaxoSmithKline tienen vacunas que protegen contra el VPH y muchos países ricos y algunos en desarrollo han empezado programas de inmunización nacionales para las niñas para evitar más casos de cáncer cervical.
Un DIU es un dispositivo anticonceptivo de plástico y cobre o con hormonas que se coloca en el útero para impedir que los espermatozoides lleguen al óvulo.
Estudios anteriores han demostrado que el uso de DIU puede proteger a las mujeres contra otro tipo de cáncer, el del endometrio, pero hasta ahora no estaba claro si también podría tener un efecto sobre el riesgo de cáncer de cuello de útero.
El equipo de Castellsagué, cuyo estudio fue publicado hoy en la revista Lancet Oncology, analizó datos de 10 estudios caso-control de cáncer cervical hechos en ocho países y 16 estudios de prevalencia del VPH en mujeres de cuatro continentes. Los hallazgos se ajustaron por el número de parejas sexuales y otros factores de distorsión.
Los resultados muestran que el uso del DIU no afectó el riesgo de infección por el VPH, pero fue asociado con un riesgo significativamente menor de cáncer de cuello de útero para los dos tipos principales de la enfermedad: reduciendo la probabilidad de desarrollar carcinoma de células escamosas en un 44 por ciento y el adenocarcinoma o carcinoma adenoescamoso en un 54 por ciento.
El tiempo que las mujeres utilizaron el DIU no alteraba significativamente el riesgo, dijeron los investigadores. Descubrieron que el riesgo se reducía casi a la mitad en el primer año de uso y el efecto protector seguía siendo significativo incluso después de 10 años.
"Los DIU no son dispositivos inertes", dijo Castellsagué. "Nuestra hipótesis es que actúan como un cuerpo extraño y estimulan los cambios inflamatorios que evitan que la infección por VPH persista y avance a etapas más avanzadas".

Unos gatos 'fosforescentes', nueva herramienta contra el SIDA

Unos científicos de Estados Unidos han desarrollado un tipo de gatos fosforescentes con células que resisten la infección de un virus que causa el SIDA felino, un descubrimiento que podría ayudar a prevenir la enfermedad en gatos y avanzar en la investigación contra el SIDA humano.

El estudio, publicado el domingo en el diario Nature Methods, de Chicago, comprendía la inserción de genes de mono que bloquean el virus en óvulos felinos antes de que sean fertilizados.
Los científicos también insertaron genes de medusas que hicieron que las células modificadas brillasen con un color verde espectral - haciéndolas fáciles de localizar.
Las pruebas en células de gatos mostraron que eran resistentes al virus de inmunodeficiencia felino, o VIF, que provoca el SIDA en los gatos.
"Esto da una capacidad sin precedentes para el estudio de los efectos de dar genes protectores del SIDA a un animal vulnerable al SIDA", dijo el doctor Eric Poeschla, de la Cínica Mayo en Rochester, Minnesota, que encabezó el estudio.
Poeschla dijo que los humanos, los gatos y en algún grado chimpancés son los únicos mamíferos que desarrollan un virus de aparición natural que provoca el SIDA.
"Los gatos de todo el mundo sufren esto", dijo.
Del mismo modo que el virus de inmunodeficiencia, o VIH, lo hace en las personas, el VIF actúa eliminando las células que luchan contra las infecciones.
El felino VIF afecta en gran parte a gatos salvajes, de los que hay 500 millones en el mundo, dijo Poeschla. Se transmite por mordedura, sobre todo por machos que defienden su territorio, pero también afecta a los gatos de compañía.
En humanos y gatos las proteínas denominadas factores de restricción, que normalmente luchan con infecciones víricas, se quedan indefensas frente al VIH y al VIF porque los virus evolucionaron armas para contraatacar. Pero algunas versiones de estos factores de restricción de monos son capaces de luchar contra el virus y el equipo usó uno de estos genes del macaco rhesus.
Para el equipo, que tenía colaboradores en Japón, el truco fue tomar el gen del mono como factor de restricción - conocido como TRIMCyp - en gatos para bloquear la infección celular del virus.
Para ello usaron un virus inocuo para introducir los genes en los óvulos, un proceso que ya se ha hecho en otros mamíferos como ratones, cerdos, ovejas o monos tití.
Para hacer más fácil comprobar qué células tenían el gen del mono, el equipo también insertó un gen de proteína verde fosforescente de la medusa Aequorea Victoria que la hace brillar en verde.
"Lo hicimos para marcar fácilmente las células sólo mirando bajo el microscopio o poniendo una luz sobre el animal", dijo.
El método funcionó tan bien que casi toda la descendencia de los óvulos modificados tienen los genes de factor de restricción. Y estas defensas se crean dentro del cuerpo del gato.
El equipo ha cruzado dos de los tres gatos fosforescentes originalmente, lo que ha dado camadas para un total de ocho gatitos que también tenían células fosforescentes.
Pero el objetivo no es crear generaciones de gatos resistentes a la enfermedad y a la vez fosforescentes. El equipo planea estudiar estos felinos como un nuevo modo de desarrollar tratamientos para el VIH y la versión felina de esta enfermedad.
Los investigadores dijeron que el trabajo tenía varios usos posibles.
"Esta tecnología se puede aplicar a un amplio abanico de especies, para muchas de las cuales hay claras aplicaciones y posibles beneficios", dijo el doctor Laurence Tiley, de la Universidad de Cambridge, en un comunicado.
"Será interesante ver cómo se recibe esta capacidad en los gatos y de qué forma se adopta en las comunidades de investigación del VIH y neurobiología y qué otras oportunidades de investigación ofrece. Un modelo animal no primate representativo sería una nueva y fantástica herramienta para estudiar la patogénesis del VIH", dijo.
De momento, el equipo de Poeschla sólo ha probado células tomadas de animales y demostrado que son resistentes al VIF. Pero planean exponer los gatos al virus y ver si están protegidos.
"Si se puede mostrar que puedes conferir protección a estos animales, nos daría mucha información sobre la protección en humanos", dijo Poeschla.
Para los gatos, esto podría liderar la terapia genética o los nuevos tratamientos para la VIF, añadió.

El aceite de pescado reduce la eficacia de la quimioterapia

Investigadores del Centro Médico Universitario de Utrecht (Países Bajos), han descubierto una sustancia segregada por el propio cuerpo y presente en los suplementos de aceite de pescado que tiene un efecto adverso en casi todos los tipos de quimioterapia, haciendo que las células del cáncer no respondan al tratamiento. Este hallazgo ha sido publicado en el último número de 'Cancer Cell'.

   Según la nueva investigación, la quimioterapia acaba, con el tiempo, siendo ineficaz debido a dos tipos de ácidos grasos que son producidos por las células madre en la sangre. Bajo la influencia del cisplatino durante la quimioterapia, las células madre segregan estos ácidos grasos que inducen resistencia en una amplia gama de quimioterapias.
   Estas sustancias son conocidas como ácidos grasos inducidos por platino (PIFAs, por sus siglas en inglés). El cisplatino es un medicamento basado en el platino usado para el tratamiento con quimioterapia, se utiliza ampliamente para el tratamiento del cáncer, incluyendo el cáncer de pulmón y el cáncer de ovarios.
   Los investigadores estudiaron el efecto de los PIFAs en ratones y en células humanas. Los ratones estudiados tenían tumores bajo la piel; en condiciones normales, los tumores disminuyen de tamaño después de la administración de la quimioterapia.
   En el estudio, tras la administración de ácidos grasos en los ratones, los tumores resultaron insensibles a la quimioterapia. Los ácidos grasos fueron aislados del medio donde se originaban las células madre expuestas a la quimioterapia, pero estas células madre en la sangre de los pacientes también producen ácidos grasos que desensibilizan los tumores ante la quimioterapia.
   Los ácidos grasos se encuentran también en el mercado como suplementos de aceite de pescado que contienen ácidos grasos omega-3 y omega-6, así como en algunos extractos de algas.
   En los experimentos realizados en ratones, los tumores se volvieron insensibles a la quimioterapia después de la administración de una cantidad normal de aceite de pescado. Los suplementos de aceite de pescado son consumidos con frecuencia por los pacientes con cáncer, además de su tratamiento regular.
   Según el profesor Emile Voest, médico oncólogo en el Centro Médico Universitario de Utrecht y supervisor de la investigación, "ante casos de resistencia a la quimioterapia, por lo general creíamos que se habían producido cambios en las células cancerosas. Ahora, hemos demostrado que el propio cuerpo segrega sustancias protectoras en la sangre que son lo suficientemente potentes como para bloquear el efecto de la quimioterapia".
   "Estas sustancias también se pueden encontrar en algunos tipos de aceite de pescado así que, a la espera de los resultados de nuevas investigaciones, no recomendamos su uso a las personas que reciben quimioterapia", concluye este experto.