jueves, 4 de agosto de 2011

Identifican un compuesto contra el cáncer que sólo ataca al 'talón de Aquiles' de las células enfermas

Investigadores de la Stanford University School of Medicine han identificado un nuevo compuesto que ataca al 'talón de Aquiles' de las células cancerígenas, privándolas de su fuente de alimentación: la glucosa. El descubrimiento se ha publicado este mes en la revista especializada 'Science Translational Medicine'.

   Recibir quimioterapia puede ser una experiencia dura, sobre todo porque la mayoría de estos fármacos no distinguen entre las células cancerígenas y las sanas. Las sustancias químicas atacan a todas las células que se dividen rápidamente, desde las cancerígenas hasta las células sanguíneas o las que fabrican el pelo.
   Sin embargo, el compuesto descubierto por los investigadores de Stanford actúa sobre un fenómeno biológico que sólo ocurre en las células cancerígenas, por lo que podría ser útil para luchar contra la enfermedad causando los mínimos efectos secundarios.
   Según uno de los principales investigadores de este estudio, Amato Giaccia, experto en radiación oncológica, "este trabajo muestra una aproximación para inhibir de forma selectiva la habilidad de las células cancerígenas de tomar glucosa, una manera bastante poderosa de acabar con esas células".
   Estos científicos se centraron en estudiar la forma más común de cáncer de riñón en pacientes adultos, el carcinoma de células renales, que representa casi el 2 por ciento de todos los cánceres que se registran en Estados Unidos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
   Esta enfermedad es resistente a la quimioterapia tradicional y con frecuencia se tiene que extirpar el riñón afectado a estos pacientes. Cerca del 90 por ciento de estos cánceres tienen una mutación genética específica que provoca un crecimiento celular incontrolado.
  "La mayoría de los tejidos normales del organismo no poseen esta mutación, por lo que un fármaco dirigido contra este punto vulnerable podría ser muy específico para las células cancerígenas", señala Giaccia, miembro del Stanford Cancer Institute.
   Con ayuda del Stanford High-Throughput Bioscience Center, este equipo de investigadores examinó una librería de 64.000 compuestos químicos sintéticos sobre células tumorales con esa mutación y después buscaron signos de muerte celular.
   El trabajo dio como resultado dos sustancias candidatas a ser fármacos anticancer: una encontrada por Giaccia en 2008, STF-62247, que ahora está en ensayos preclínicos, y otra denominada STF-31, descrita en este último estudio, que mata las células cancerígenas de una forma diferente.
   Combinando estos dos compuestos se podría realizar un ataque múltiple o, si un cáncer se hace resistente a uno de los compuestos, se contaría con otra opción, señala Denise Chan, PhD, ex investigadora postdoctoral en Stanford y coautora principal de este trabajo.

Un nuevo test utiliza partículas de oro para diagnosticar la gripe de forma precisa en unos minutos

Un nuevo método de diagnóstico desarrollado por investigadores de la University of Georgia, en Estados Unidos, cuyas características se detallan en la edicción de este mes de la revista especializada 'Analyst', utiliza nanopartículas de oro para detectar la gripe en cuestión de minutos y a muy bajo coste.
 
   Conseguir un diagnóstico rápido y preciso es clave cuando se producen brotes de gripe. Sin embargo, hasta ahora los médicos y las autoridades sanitarias habían tenido que elegir entre un test de gran precisión cuya realización era muy lenta o una prueba rápida que, sin embargo, no ofreciera resultados tan exactos.
   Según el coautor del estudio Ralph Tripp, del UGA College of Veterinary Medicine, "sabíamos desde hacía mucho tiempo que se podían utilizar anticuerpos para capturar virus y que las nanopartículas tienen diferentes características en base a su tamaño". 
"Lo que hemos hecho es combinar las dos para crear un test de diagnóstico que es rápido y también muy sensible", señala.
   Trabajando en el UGA Nanoscale Science and Engineering Center, Tripp y el coautor de este estudio Jeremy Driskell unieron las proteínas del sistema inmune conocidas como anticuerpos con nanopartículas de oro. El complejo de nanopartículas de oro y anticuerpos unido a cualquier virus presente en una muestra y un dispositivo disponible en el mercado mide la intensidad con la que la solución dispersa la luz.
   Driskell explicó que las nanopartículas de oro, que son escasamente la décima parte del grosor de un cabello humano, son extremadamente eficaces a la hora de reflejar la luz. Por otra parte, moléculas biológicas como los virus son, intrínsecamente, débiles dispersores de luz. La agrupación de los virus con las nanopartículas de oro hace que la luz dispersada fluctúe siguiendo un patrón predecible y medible.
  "El test se puede hacer literalmente en el punto de atención al paciente", asegura este investigador, que trabajó en el desarrollo de esta técnica en el laboratorio de Tripp. Según dice, "sólo hay que extraer la muestra, ponerla en este instrumento, apretar un botón y se consiguen los resultados".
   El oro es un metal muy caro. Sin embargo, este nuevo test diagnóstico usa una cantidad tan pequeña --menos de lo que cabría en la cabeza de un alfiler-- que el coste por prueba es la centésima parte de un centavo.

Realizan 37 donaciones de riñón a través de vagina y ombligo

El Hospital Clínic de Barcelona ha completado con éxito 37 extracciones de riñones de donantes vivos --32 mujeres y cinco hombres-- a través de la vagina y el ombligo.

   El jefe del Servicio de Urología del Clínic, Antonio Alcaraz, ha explicado en rueda de prensa que las intervenciones, mínimamente invasivas, llevan dos años realizándose, si bien han esperado a contrastar su efectividad para darlas a conocer.
   La técnica, que lleva años aplicándose para la extracción de riñones enfermos y cancerosos, se ha aplicado por primera vez en el mundo en el Clínic para la extracción de riñones sanos en el caso de mujeres, mientras que en el caso de los hombres la metodología se ha importado de los Estados Unidos.
   Los avances médicos en este campo --la primera extracción de un tumor canceroso por vía vaginal se produjo en 2008-- han permitido que los donantes requieran ahora una estancia más corta en el hospital, menos calmantes para el dolor y un menor impacto estético.
   En el caso de las mujeres, la extracción por la vagina permite que tan solo queden vestigios de la operación en dos cicatrices que no superan el centímetro de longitud --por donde se introducen los trócares--, y en el caso de los hombres tan solo se produce una incisión de cuatro centímetros en el ombligo, por donde se introduce todo el instrumental quirúrgico y se extrae el órgano.
   La técnica del Clínic se ha exportado a Italia, EE.UU., Argentina y Francia en el caso de las mujeres, ha explicado Alcaraz, mientras que la extracción en hombres a través del ombligo iniciada en EE.UU. se practicó por primera vez en Europa en el mismo hospital catalán.
   Adicionalmente, en el caso femenino, el jefe del Servicio de Urología ha explicado que, una vez realizada la extracción --mediante un corte en la parte posterior de la vagina--, las mujeres pueden volver a tener hijos y a los cuatro meses han recuperado totalmente las funciones sexuales.
   Los riñones de donante vivo presentan una funcionalidad hasta un 10% superior a los donantes cadáver, corresponden además habitualmente a órganos más jóvenes --en el caso de las 37 donaciones del Clínic la media es de 50 años-- y entre las limitaciones actuales se encuentra la obesidad.
   La extracción del riñón, en todo caso, requiere que el órgano esté desconectado del cuerpo del donante el mínimo tiempo posible, lo que en el caso de las mujeres se ha logrado hacer en menos de cinco minutos y en el de los hombres en dos minutos.
   Alcaraz ha explicado que los cálculos desarrollados apuntan a que el límite de capacidad de la vagina sería la extracción de órganos que no superen los 600 centímetros cúbicos, si bien ha precisado que por el momento "no es razonable" pensar en la extracción de otros órganos como el páncreas o el hígado.
   No obstante, a medio plazo sería posible lograr implantar un riñón por esta vía, ha vaticinado, si bien todavía existen "problemas serios por solucionar" y los cirujanos trabajan con cerdos para explorar la viabilidad de esta opción.
   La rueda de prensa ha contado asimismo con la participación de dos donantes vivos, una mujer de 69 años que le donó el riñón a su marido, que precisaba diálisis, y la de un hombre que le dio el suyo a su hijo de 37, que ya había sufrido tres trasplantes previos por problemas desde su nacimiento.
   Ambos se han mostrado "muy satisfechos", han agradecido al Clínic el trabajo realizado y han constatado la rápida recuperación que han seguido desde la intervención.

Una vida saludable no garantiza la longevidad

Las personas longevas, con más de 95 años, no han llevado necesariamente una vida más saludable que los demás en cuanto a hábitos como dieta ejercicio, tabaco o alcohol, de acuerdo con un equipo de investigadores del Albert Einstein College of Medicine de la Universidad Yeshiva (EE.UU.).

Los hallazgos de este estudio, publicados en Journal of the American Geriatrics Society, sugiere que la «nature o naturaleza» (los genes) puede ser más importante que la «narture » (estilo de vida) cuando se trata de vivir una larga vida.
El equipo de Nir Barzilai realizó su investigación en 477 personas de raza judía Ashkenazi mayores de 95 años de edad, la mayoría mujeres (75%). Todos ellos forman parte del Proyecto Genes de Longevidad de Einstein, un estudio que busca comprender por qué los centenarios viven tanto tiempo.
A los 70 años
Los investigadores preguntaron a todos los participantes acerca de sus estilo de vida cuando tenían 70 años, edad considerada representativa del estilo de vida que había seguido la mayor parte de su vida adulta. Los participantes del estudios respondiendo a preguntas relacionadas con su peso, estatura, de modo que se pudo calcular su índice de masa corporal (IMC). También proporcionaron información sobre su consumo de alcohol, de tabaco, actividad física, y si habían seguido una dieta baja en calorías, baja en grasa o dieta baja en sal.
Para comparar los datos de estos individuos longevos con la población en general, los expertos utilizaron los datos de 3.164 personas que habían nacido aproximadamente en las mismas fechas que los centenarios y que había sido examinados entre 1971 y 1975 durante su participación en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
En general, los resultados mostraron que las personas con una longevidad excepcional no tenían hábitos más saludables que las personas con las que fueron comparadas en términos de índice de masa corporal, tabaquismo, actividad física o dieta. Por ejemplo, dicen los autores del estudio, el 27% de las mujeres de edad avanzada y un porcentaje similar de las mujeres en la población general siguió una dieta baja en calorías. Entre los varones longevos, el 24% dijo consumir alcohol a diario, frente al 22% de la población general. Y sólo el 43% de los varones centenarios realizaba ejercicio de intensidad moderada de forma regular, en comparación con el 575 de los varones del otro grupo.
«Estudios previos realizados en personas centenarias ya se habían identificado variantes genéticas que tienen efectos particulares sobre la fisiología de cada persona, como por ejemplo haciendo que los niveles de HDL o colesterol bueno sean significativamente elevados», explica Barzilai. En su opinión, el estudio sugiere que los centenarios pueden poseer genes adicionales que ayudan a la longevidad y amortiguan los efectos nocivos de un estilo de vida poco saludables.
A riesgo de dar un mensaje equivocado, el autor del trabajo subraya que si bien los genes de la longevidad puede proteger a los centenarios de los malos hábitos, llevar un estilo de vida saludable sigue siendo fundamentales para la gran mayoría de la población. « Aunque este estudio demuestra que los centenarios pueden haber sido obesos, fumar y ser sedentarios, los hábitos de vida son la mejor opción para la mayoría de nosotros que no tenemos antecedentes familiares de longevidad».
Los investigadores también consultaron a los participantes por qué creían que había vivido tanto tiempo. La mayoría no atribuye su avanzada edad a factores relacionados con su estilo de vida. Un tercio tenía antecedentes de longevidad de su familia, mientras que el 20% consideraba que la actividad física también juega un papel importante en su vida útil. Otros factores que puede influir, dijeron puede ser tener una actitud positiva (19%), llevar una vida activa (12%), no consumir tabaco y alcohol (15%), la buena suerte (8%), y la religión o la espiritualidad (6%).
Con un objetivo similar ha nacido el Programa Renace, un estudio sobre personas de longevidad extrema que se va a realizar a nivel nacional con la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia y que está dirigido por el del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Carlos III de Madrid.
La investigación busca conocer el estado de salud de los centenarios y los factores que favorecen la longevidad. Según su coordinador, Juan Martínez Hernández, el programa permitirá realizar análisis sobre los determinantes de la longevidad. «Es decir, permitirá describir el estado de salud de los centenarios y conocer alguno de los factores que la favorecen, desde aspectos epidemiológicos, como los relacionados con la geografía, el clima, la dieta y los estilos de vida, hasta aspectos genéticos, que puedan predisponer a la longevidad. Además, se buscarán las claves para alcanzar esa extrema longevidad con calidad de vida, es decir, cómo prolongar la vida libre de enfermedad».
El objetivo final del programa es intentar aportar alguna explicación al fenómeno de la longevidad extrema, que permita mejorar la salud de las personas de cualquier edad.

La prueba de orina podría detectar el cáncer de próstata

Un grupo de científicos de la Universidad de Michigan (EEUU) ha desarrollado una nueva prueba de orina que detecta el riesgo de cáncer de próstata y que podría servir de indicador sobre la necesidad de practicar o no una biopsia.
Según un estudio publicado en el Science Translational Medicine, los investigadores aspiran a que este test ayude a los hombres con una presencia elevada del antígeno PSA en la sangre a decidir si pueden retrasar o eludir la biopsia, una prueba que, aseguran, conlleva riesgos para el paciente.

La prueba detecta una anomalía genética que se produce en el 50 % de los cánceres de próstata, cuando se fusionan los genes TMPRSS2 y ERG.

Sin embargo, como esta fusión sólo aparece en la mitad de los casos, los investigadores optaron por incluir en la prueba otro marcador tumoral, el PCA3, una combinación que, aseguraron, aporta más datos para la detección del cáncer de próstata que cualquier de estos marcadores individualmente.

Para efectuar este estudio, los científicos analizaron las muestras de orina de 1.312 hombres en tres centros médicos académicos y siete hospitales.

A partir del test, dividieron a los pacientes en tres grupos según el riesgo que tenían de padecer cáncer: bajo, intermedio y alto.

Después, compararon los resultados de la prueba de orina con los de las biopsias a las que se sometió a los pacientes y los datos se correspondían.

Las biopsias revelaron la presencia de cáncer en el 21 por ciento de los casos que la prueba había determinado como de bajo riesgo, en el 43 % de los del grupo intermedio y en el 69 % de los de alto.

Además, sólo el 7 % de los hombres para los que se había estimado riesgo bajo fue diagnosticado con un tumor agresivo, mientras que sí recibió este diagnóstico el 40 % de los que pertenecían al grupo de alto riesgo.

Según el equipo de científicos, hay muchos más hombres que tienen una elevada presencia del antígeno PSA en la sangre que los que realmente padecen cáncer de próstata, lo que hasta el momento es difícil de determinar sin una biopsia.

Por eso, los investigadores aspiran a que la nueva prueba de orina que han desarrollado pueda servir de paso intermedio que ayude al paciente a decidir si necesita o no una biopsia.

La American Cancer Society estima que unas 217.730 personas recibirán un diagnóstico de cáncer de próstata este año en EEUU, mientras que 32.050 morirán a causa de esta enfermedad.