miércoles, 27 de febrero de 2013

El ejercicio físico puede reducir el porcentaje de cesáreas

El ejercicio físico regular y supervisado por profesionales durante el embarazo reduce el porcentaje de partos instrumentales y por cesárea en gestantes sanas, según investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).

   En concreto, un programa de ejercicio físico adaptado a las particularidades de la gestación, diseñado por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la UPM puso en práctica todo un conjunto de tareas físicas adaptadas a la situación de embarazo. La frecuencia fue de tres sesiones semanales.
   Así, cada sesión tuvo una duración aproximada de 50-55 minutos y se emplearon diversos ejercicios para la mejora de la resistencia aeróbica, una adecuada tonificación muscular de aquellas zonas comúnmente afectadas por la situación de embarazo así como también el necesario fortalecimiento del suelo pélvico.
   Las mujeres embarazadas se integraban en el programa inmediatamente superada la primera consulta de control prenatal (semana 10-12 de gestación) y habiendo obtenido el visto bueno médico para la práctica física. Una vez dentro del programa permanecían activas durante la práctica totalidad de la gestación, hasta la semana 38-39 de embarazo.
   Dentro de los parámetros estudiados, además del tipo de parto, se incluyó un amplio número de variables tanto maternas como del recién nacido --peso de nacimiento o estado de salud del bebé--.
   En el grupo de intervención, las mujeres gestantes que mantenían una práctica física regular y supervisada durante su embarazo, el porcentaje de partos instrumentales y por cesárea es menor que en el grupo de control, las mujeres que desarrollan un embarazo inactivo.
   Los investigadores creen que hallazgos de este tipo permiten animar a las mujeres embarazadas a mantenerse activas durante su gestación y al mismo tiempo ayudan en la idea del ejercicio físico moderado y correctamente supervisado como un factor de mejora de la calidad de vida de futuras poblaciones.

Desarrollan una alerta que anticipa hasta cuatro meses la epidemia de malaria

Investigadores del Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3) han desarrollado un sistema de alerta temprana que permite anticipar hasta cuatro meses las epidemias de malaria que pueden suceder en el noroeste de India.

   El sistema, que se ha desarrollado junto a científicos americanos, ingleses e indios, se basa en las temperaturas superficiales del agua marina en la zona del Atlántico tropical sur para predecir lo que sucederá al cabo de unas semanas a miles de kilómetros de distancia.
   Las temperaturas más frías de lo normal, que en algunos años se dan en julio en esta región oceánica, producen variaciones en los movimientos de aire ascendentes, que se desplazan a la troposfera y modifican las lluvias monzónicas de las regiones áridas del noroeste de India y del desierto del Thar.
   El trabajo se publica en la revista 'Nature Climate Change', y supone un cambio en la predicción de la incidencia de la malaria, ya que hasta la fecha se utilizaban únicamente los valores totales de precipitación en la estación monzónica, dado que la cantidad de agua es un "buen indicador" de la disponibilidad de lugares para las puestas de larvas de estos insectos, ha indicado el IC3 en un comunicado.
   Con el nuevo método, sin embargo, se logra ampliar en un mes el margen de tiempo antes de que se produzcan los brotes, hasta los cuatro, lo que facilita la gestión de la salud pública con una planificación mejor del uso de insecticidas, entre otros.
   "La conexión climática que hemos encontrado, además de desentrañar el nexo claro que existe entre estas dos regiones y las epidemias de malaria, permite implementar un sistema mucho más efectivo de alerta temprana", ha indicado el investigador del IC3 Xavier Rodó.
   A pesar de que la malaria se erradicó casi por completo en los años 70 en la India, ha reaparecido en esta zona, hasta provocar actualmente cerca de 9 millones de casos al año.
   El análisis retrospectivo realizado por el IC3 precisa que, entre 1985 y 2006, el modelo descrito ahora anticipaba correctamente nueve de los once años epidémicos y doce de los 15 no epidémicos, ha precisado el comunicado.

España es el segundo país con más intoxicaciones por anisakis

   España es el segundo país con un mayor número de intoxicaciones por anasakis tras Japón, según afirma el doctor Alfredo Lucendo, experto de la Fundación Española de Aparato Digestivo (FEAD), quien aclara que este hecho se debe al alto grado de parasitación de la mayoría de especies de consumo habitual.

   En concreto, el anisakis es un parásito de unos 20-30 milimetros del intestino de múltiples especies marinas y que se trasmite al ser humano a través de la ingestión de pescado o cefalópodos contaminados, provocando trastornos gastrointestinales y alérgicos.
   Los síntomas digestivos o intestinales más comunes causados por la presencia del parásito en el estomago o el intestino son náuseas, vómitos y dolor abdominal. Lo más frecuente es un dolor intenso en la boca del estómago unas horas después de la ingestión, aunque pueden aparecer cuadros obstructivos si el parásito llega al intestino, obligando en ocasiones a cirugía del abdomen.
   Si la infección desencadena reacciones alérgicas, éstas suelen ser similares a las producidas por el marisco, que van desde urticarias leves hasta la más grave anafilaxia que puede causar 'shock' y peligro vital.
   El tratamiento, una vez producida la infección, es sintomático. En casos de clínica digestiva fundamentalmente se utilizan protectores gástricos, pudiendo desaparecer la clínica si se realiza una endoscopia que detecte y extraiga el parásito.
   En caso de clínica obstructiva, los corticoides disminuyen la inflamación local facilitando el tránsito y evitando la intervención quirúrgica. En caso de reacciones alérgicas, aparte de los corticoides, los antihistamínicos reducen la sintomatología.
   El porcentaje de muestras afectadas es muy variable según la zona de origen y la época del año, aunque los pescados más frecuentemente parasitados son la merluza y el bonito -- casi el 100% de la merluza del cantábrico mayor de 65 centímetros, y hasta el 81% del bonito--.
   Sin embargo, los que más episodios de anisakiasis producen son otros pescados, que se consumen con menor preparación, como el boquerón, la anchoa y la sardina.
   "Contrariamente a lo que solemos pensar, la cocina española ofrece una amplia variedad de platos tradicionales con alto riesgo de Anisakis", señala Lucendo, quien apunta a "platos de pescado preparados en aceites, en vinagre, salazones, ahumados o escabeche".
   Para este experto, las temperaturas extremas suelen destruir el parásito, mientras que la sal, el aceite, el escabeche o el ahumado son procedimientos que no muestran eficacia alguna sobre las larvas.
   En 2012, se notificaron 20.000 casos de anisakiasis en todo el mundo. "El anisakis incluso está presente en el pescado de piscifactoría que ha sido alimentado con comida infectada, y los países más afectados son Japón y en segundo lugar España", argumenta Lucendo.
   Con todo, la Fundación Española del Aparato Digestivo subraya la necesidad de medidas de prevención básicas. "Dado que el parásito del anisakis está extendido por todos los mares del planeta la única solución es la prevención y la auto responsabilidad en el consumo de pescado", señala Lucendo.
   Dicho esto, recomienda cocinar el pescado a una temperatura de 60º, congelarlo al menos 48 horas a - 20º si se va a consumir crudo o semi crudo, y asegurarse de que el pescado se ha procesado correctamente cuando se consume fuera de casa. Finalmente, advierte de que la cocción en microondas no es segura ya que no garantiza una temperatura homogénea superior a los 60º.