El ejercicio físico regular y supervisado por
profesionales durante el embarazo reduce el porcentaje de partos
instrumentales y por cesárea en gestantes sanas, según investigadores de
la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
En concreto, un programa de ejercicio físico adaptado a las
particularidades de la gestación, diseñado por investigadores de la
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la
UPM puso en práctica todo un conjunto de tareas físicas adaptadas a la
situación de embarazo. La frecuencia fue de tres sesiones semanales.
Así, cada sesión tuvo una duración aproximada de 50-55 minutos y
se emplearon diversos ejercicios para la mejora de la resistencia
aeróbica, una adecuada tonificación muscular de aquellas zonas
comúnmente afectadas por la situación de embarazo así como también el
necesario fortalecimiento del suelo pélvico.
Las mujeres embarazadas se integraban en el programa
inmediatamente superada la primera consulta de control prenatal (semana
10-12 de gestación) y habiendo obtenido el visto bueno médico para la
práctica física. Una vez dentro del programa permanecían activas durante
la práctica totalidad de la gestación, hasta la semana 38-39 de
embarazo.
Dentro de los parámetros estudiados, además del tipo de parto, se
incluyó un amplio número de variables tanto maternas como del recién
nacido --peso de nacimiento o estado de salud del bebé--.
En el grupo de intervención, las mujeres gestantes que mantenían
una práctica física regular y supervisada durante su embarazo, el
porcentaje de partos instrumentales y por cesárea es menor que en el
grupo de control, las mujeres que desarrollan un embarazo inactivo.
Los investigadores creen que hallazgos de este tipo permiten
animar a las mujeres embarazadas a mantenerse activas durante su
gestación y al mismo tiempo ayudan en la idea del ejercicio físico
moderado y correctamente supervisado como un factor de mejora de la
calidad de vida de futuras poblaciones.