miércoles, 6 de mayo de 2020

El coronavirus estará en España hasta septiembre aunque no haya rebrotes, según un estudio de Singapur

MADRID.- El coronavirus todavía estará el verano en España incluso aunque no hubiera rebrotes. Si se mantuviera el ritmo de descenso de la enfermedad, el último contagio ocurrirá a principios de septiembre, según un estudio de la Universidad de Singapur de Tecnología y Diseño (SUTD) realizado en una veintena de países de todo el mundo.

El modelo estadístico elaborado por la SUTD, en actualización diaria con las nuevas cifras de contagios, hace una predicción con los datos actuales, sin tener en cuenta los cambios de la desescalada. Tampoco asume el posible rebrote que, según los expertos, se podría producir en otoño.
El último contagio en España , con estos supuestos, ocurrirá el 9 de septiembre de 2020, si no hubiera rebrotes, según esta predicción, realizada con los datos hasta el 2 de mayo. A finales de mayo, el 99% de los casos estarían ya inactivos en España, según el estudio, en este escenario ideal donde la reapertura no tiene efectos sobre la tendencia de descenso.
En Italia, donde los efectos de la pandemia explotaron antes, terminaría un día después, el 10 de septiembre. En Reino Unido, donde se sintió más tarde que en España, terminaría un día antes, el 8 de septiembre.
En Francia y Alemania, los últimos contagios tendrían lugar a mediados de agosto. Estados Unidos, por el contrario, sería de los últimos países occidentales en cerrar la pandemia, el 1 de octubre. 
En todo el mundo, el coronavirus sería historia el 14 de diciembre de 2020, siempre y cuando no hubiera ningún ningún repunte de la enfermedad, una situación pendiente de revisión, teniendo en cuenta que todos los países están comenzando a reanudar su actividad.
La predicción no es concluyente, sino que está en continua revisión según la evolución de los contagios notificados en cada país. 
De hecho, en el caso de España, la semana pasada auguraba el teórico final para finales de agosto. La reciente revisión de la predicción lo retrasa a principios de septiembre. Estas revisiones sucesivas tendrán que tener en cuenta los efectos de la desescalada del confinamiento o medidas de restricción de la movilidad en cada país.
Los investigadores que han incluido el aumento de la actividad en sus previsiones no dudan de que habrá una segunda ola de contagios de coronavirus. El repunte podría ocurrir en fechas tan cercanas como julio o agosto, y podría ser peor porque partimos de un número superior de infectados, según explicó Margarita del Val, la inmunóloga y viróloga española que coordina a 150 equipos reunidos por el CSIC en una gran plataforma interdisciplinar de investigación para hacer frente a la emergencia.
«En España aún tenemos cerca de 80.000 casos activos y, si viene una segunda oleada, el incremento diario será sobre muchísimos más casos que al principio. Ya vimos como, en cuestión de días, se saturaron los sistemas sanitarios y se dispararon las muertes en una situación mucho mejor que la actual», subraya Del Val. La inmunóloga pide mantener todas las precauciones y no relajarse durantes las vacaciones. 
Los países occidentales están comenzando a desescalar con miles de infectados. La pandemia del nuevo coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan ha superado los 3,5 millones de casos y ha dejado más de 247.000 víctimas mortales en todo el mundo, según el balance de la Universidad Johns Hopkins hasta el 4 de mayo. 
El balance global del coronavirus hasta el lunes asciende a tres millones y medio casos y casi 250.000 víctimas mortales en todo el mundo.

Alexánder Chuchalin, neumólogo ruso: «Esta epidemia desaparecerá hacia junio y no volveremos a ver algo así en una década»


MOSCÚ.- Alexánder Chuchalin está considerado el neumólogo más reputado de Rusia y asesora actualmente a la célula de crisis creada por el Gobierno ruso contra el coronavirus . Es miembro de la Academia de Ciencias de Rusia y jefe del departamento de terapia hospitalaria de la Universidad Nacional de Investigación Médica Pirogov de Moscú. Participa en las videconferencias con el presidente Vladímir Putin, miembros del Ejecutivo ruso y gobernadores regionales dedicadas a estudiar la forma de frenar la epidemia de Covid-19.

¿Cómo se han desbocado los virus para que lleguemos a la actual situación?
El recipiente de los coronavirus se encuentra en los animales y, de ahí, pasó al ser humano. Esto sucedió en 2002 en China con el SARS, cuando el patógeno pasó del murciélago a un felino y después al hombre. En 2012 surgió en Oriente Próximo del camello el MERS, y ahora apareció en Wuhan el Covid-19.

¿Cómo surgió?
No hay todavía una respuesta concluyente, pero hay evidencias de que un cierto tipo de murciélago que los chinos utilizan en su cocina propagó el coronavirus a través de las heces en un mercado en donde había mariscos y otros productos. Lo importante es que el microorganismo se empezó después a propagar entre personas, lo que significa que pasó a la fase de epidemia.

¿Existe una relación entre el SARS, el MERS y el Covid-19?
Sí, se trata de la evolución de un mismo virus con genomas distintos. Hay que tener en cuenta que los coronavirus en general causan una infección viral muy común que todos padecemos varias veces a lo largo de la vida. En el transcurso de un año, un niño sufre enfermedades que llamamos resfriado agudo causado por ciertos tipos de virus que luego desaparece sin dejar rastro.

Pero el Covid-19 no es tan inofensivo.
Claro, en 2002, 2012 y ahora, en 2020, la cosa ha cambiado porque estos serotipos infectan células del epitelio, que recubren las vías respiratorias. Depende de la reacción de cada uno a la enfermedad.

¿Qué sabemos ahora mismo del Covid-19?
Sabemos mucho, conocemos su peso molecular, su estructura, sus ancestros genéticos, los lugares en donde se produjeron las mutaciones, la forma con la que penetra en el cuerpo...

¿Y cómo entra en el organismo?
A través de las células del epitelio de las vías respiratorias, de la nariz y de la boca. También puede hacerlo a través de los ojos.

¿Estamos ya en condiciones de curarlo?
No, todavía no se ha podido encontrar un medicamento efectivo para tratarlo. Sabemos más del coronavirus que de la gripe, salvo la forma de curarlo.

¿En qué estriba la dificultad?
En el hecho de que los efectos que provoca en el organismo, que como sabemos pueden llevar a la muerte, no los causa el propio virus sino que los induce. Lo que mata son los trombos que aparecen en las venas y capilares del pulmón, que colapsan la circulación sanguínea. Este es el problema principal.

Pero hay ya muchas propuestas de cómo curar la enfermedad.
Sí, de forma semanal aparecen nuevos métodos de tratamiento, nuevas ideas, nuevas formas de abordar la enfermedad. Pero el hecho de que exista esta enorme diversidad de procedimientos terapéuticos lo único que indica es que no hay uno concreto que sea realmente eficaz.

Usted emplea la terapia con helio en el tratamiento de enfermedades pulmonares. ¿Puede esto ayudar también con el coronavirus?
El helio no es un medicamento antiviral. Es un gas inerte que mejora la difusión del oxígeno a través de las membranas dañadas de los alveolos y capilares, mejorando la microcirculación. Como ya he señalado, la formación de trombos dificulta la circulación y el helio evita que colapse el suministro de oxígeno a la sangre. La acción del helio causa también una cierta euforia que contribuye a que mejore el estado psicológico del paciente y, por tanto, su estado físico. 
Otra característica de este gas es que se puede aplicar como medio de elevar la temperatura en la zona afectada por encima de una temperatura que resulta crítica para que el coronavirus pueda producir sus réplicas (más de 70 grados centígrados), pero sin causar quemaduras ni ninguna otra consecuencia negativa. Todo esto, sin embargo no está todavía suficientemente desarrollado y exige más estudio para confirmar tales efectos beneficiosos.

¿Qué tipo de test se emplea ahora mismo en Rusia para detectar el Covid-19?
Los elaborados por nuestros laboratorios en Rusia, los que adquirimos a firmas farmacológicas europeas, holandesas en primer lugar, y los que se importan de China.

¿Cuáles son los más efectivos?
Todos lo son, pero empleamos unos u otros dependiendo de las regiones de Rusia y del origen que estimamos ha podido tener el virus, chino, europeo o local.

¿De dónde se toman las muestras?
De la mucosa de la nariz y la garganta. Del material biológico obtenido se efectúa el test de antígenos, el más sencillo. Si diera positivo, enviamos esas mismas muestras a algún laboratorio del siguiente escalón, en donde llevarían a cabo un análisis genómico (PCR), que es más minucioso, requiere más medios para efectuarlo y se tarda más tiempo en obtener el resultado.

¿Y el test serológico o de anticuerpos?
Hay personas enfermas de coronavirus que en este tipo de prueba dan negativo y es debido a que sus defensas no han reaccionado adecuadamente produciendo anticuerpos. Pero sí, suele ayudar a determinar si el paciente padeció la enfermedad.

¿Los que han superado la enfermedad son inmunes, están a salvo de volver a padecerla?
Esto está en estudio todavía. Por supuesto que después de haber superado el coronavirus los pacientes cuentan con una excelente flora de anticuerpos contra él, pero no se puede hablar de una inmunidad estable. Tampoco la tenemos con respecto a la gripe de forma permanente, ya que dura solamente entre seis y ocho meses. La perspectiva de adquirir una inmunidad vitalicia contra el coronavirus no parece muy plausible.

¿Cuándo podremos dar por finalizada la actual pandemia?
Si recordamos lo que pasó en 2002, la epidemia duró tres meses y medio. En 2012 fue casi cuatro meses. Es decir, la actual pandemia debería extenderse entre tres meses y medio hasta cuatro meses. Esto empezó a mediados de febrero así que hacia junio tendremos que ver una normalización. Para entonces tendremos lo que se llama inmunidad colectiva o de grupo.

¿Volverá en otoño?
La ciencia tendrá que determinar muchas cosas todavía acerca de esto, pero no será anual, sino cada 9-10 años. Mire, la primera surgió en 2002, la segunda en 2012 y la de ahora, en 2020. Pienso que no volverá nada parecido hasta dentro de una década.