martes, 3 de junio de 2014

La inmunoterapia vuele a ser protagonista en la mayor cita mundial en oncología

CHICAGO.- La inmunoterapia como método para combatir el cáncer y la combinación de fármacos volvieron a ser protagonistas de la reunión de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO), que hoy se cierra después de cinco días de debates con anuncios en cáncer de ovario, próstata, mama o melanoma.

En Chicago se dieron cita más de 25.000 expertos de todo el mundo, en un congreso que este año celebró su 50 edición bajo el lema "Ciencia y sociedad: los próximos 50 años", y en el que no faltaron críticas a los recortes de presupuesto en EEUU y advertencias sobre lo que podrían suponer para la investigación en cáncer.
Según Richard Schilsky, director médico de ASCO, el presupuesto de los institutos nacionales de salud hoy es casi un 25 % menor que 2003.
Una consecuencia, dijo, es que las subvenciones se redujeron en un 10 %, por lo que más de 600 proyectos de investigación en cáncer se quedaron sin financiación el pasado año.
Como en la edición anterior, la inmunoterapia volvió a ser foco del debate.
Las células tumorales pueden ser identificadas como extrañas por las células del sistema inmune, desencadenando así una respuesta que las destruye, pero no siempre funciona, ya que éstas consiguen escapar de este mecanismo de destrucción.
Los científicos conocen ya aspectos importantes de cómo los tumores se protegen de esta maquinaria y en la reunión de ASCO se dieron a conocer avances en melanoma, vejiga y cáncer de cérvix.
Por ejemplo, se presentó la primera terapia inmunológica de nueva generación capaz de reducir los tumores en cáncer de vejiga, enfermedad en la que no se han logrado avances terapéuticos en casi 30 años.
En concreto, los investigadores, de centros de EEUU, Francia y España usaron un fármaco -un anticuerpo monoclonal- en investigación diseñado para bloquear una proteína llamada PD-L1.
En melanoma también hubo avances: tres investigaciones de la Universidad de California, de Yale (ambas en EEUU) y el Centro Gustave Roussy (Francia), que demostraron la eficacia de la inmunoterapia para aumentar la supervivencia global de los pacientes o reducir el riesgo de recaída.
Aunque pequeño, ASCO también destacó uno sobre cáncer de cérvix causado por el virus del papiloma humano, en el que se aplicó una nueva terapia personalizada, basada en células T, con "resultados prometedores" que consiguió remitir completamente el cáncer en dos mujeres con metástasis, sin que volviera aparecer en un año.
En inmunoterapia "vamos avanzado mucho, en poco tiempo se ha evidenciado que esto puede ayudar a pacientes", concluyó Antoni Ribas, de la Universidad de California.
En cuanto a la combinación de moléculas, se presentaron, entre otros, datos en cáncer de ovario: el Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston (EEUU) constató que la combinación de dos fármacos experimentales (olaparib y cediranib) evita, de manera más eficaz, la progresión del tumor en pacientes que han sufrido recaída, lo que podría suponer una alternativa a la quimioterapia.
El foro más importante del congreso es el plenario y allí se discutieron cuatro trabajos muy esperados por los oncólogos que, gracias a ellos, podrán afinar su práctica clínica.
Próstata, colorrectal y mama centraron estas investigaciones, que ayudarán a que los pacientes "vivan más y mejor", afirmó el presidente de ASCO, Clifford A. Hudis.
En mama, el Instituto Oncológico del Sur de Suiza mostró en mujeres premenopáusicas que el medicamento exemestano previene de manera más eficaz que tamoxifeno la reincidencia del cáncer, cuando se suma a la supresión de la función ovárica (se evita temporalmente la producción de estrógenos, que favorecen la generación de cáncer).
El cáncer colorrectal fue otro de los protagonistas: se dieron a conocer datos que garantizan la misma eficacia del fármaco bevacizumab (Roche) más quimioterapia y cetuximab (Merk) más quimioterapia en pacientes con metástasis y el gen KRAS no mutado.
Además de los trabajos, ASCO también distinguió la labor de algunos investigadores, entre ellos la de Surendra Shastri, con el Premio Humanitario 2014.
En 2013 presentó un estudio sobre el uso del vinagre como estrategia de cribado eficaz para detectar células cancerígenas en el cuello de útero, que ha conseguido en la India reducir un 31 % las muertes por este cáncer.