viernes, 18 de octubre de 2013

La mitad de nuevos casos de VIH en España están provocados por personas que no saben que están infectados

En España se detectan cada año cerca de 4.000 nuevos casos de VIH y más de la mitad de estas nuevas infecciones son provocadas por otras personas afectadas que desconocen que lo están, según datos facilitados por la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (CESIDA) durante la presentación de la campaña 'PrueVa se escribe con V de Vida' destinada a sensibilizar sobre la importancia de someterse a la prueba que detecta el virus.

   La campaña, que cuenta con el aval científico del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se enmarca en el Día Nacional de la prueba del VIH que se celebra este domingo 20 de octubre.
   El infradiagnóstico sigue siendo un problema todavía "preocupante" en la lucha contra el VIH en España, según ha reconocido Toni Poveda, director gerente de esta entidad, ya que de las 130.000 a 150.000 personas que infectadas por el virus se estima que una cuarta parte no lo sabe porque no se ha realizado la prueba.
   Este desconocimiento tiene una doble consecuencia ya que aumenta el riesgo de que estas personas causen nuevos contagios y, además, no les permite beneficiarse de los actuales tratamientos y repercute en el pronóstico de su enfermedad.
   De hecho, ha recordado Poveda, "por cada diagnóstico precoz se están evitando tres nuevas infecciones".
   El 82 por ciento de los nuevos diagnósticos son hombres y en casi la mitad de los casos (46%) la transmisión se produce en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, lo que hace que en este colectivo se recomiende que la prueba se realice "al menos una vez al año".
   Y entre las causas de que aún haya mucha gente que no se hagan la prueba está el miedo al estigma o a la discriminación, por falta de una adecuada percepción del riesgo o por vergüenza a acudir a su médico habitual.
   "Seguimos teniendo unos enemigos llamados prejuicios u homofobia internalizada", asegura Boti García Rodrigo, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).
   Pese a todo, en los últimos años se está produciendo una reducción de los diagnósticos tardíos gracias al trabajo de las ONG y entidades que ofrecen la realización de la prueba de forma gratuita, según ha apuntado el director del Centro Sandoval de la Comunudad de Madrid, Jorge del Romero. No obstante, el porcentaje sigue siendo alto, de en torno a un 46 por ciento de los nuevos casos.
   Asimismo, en los últimos años también se está reduciendo la edad de diagnóstico del virus ante una pérdida de la percepción del riesgo de contagio. De hecho, en el centro que él dirige el número de casos positivos en jóvenes de 13 a 20 años se ha multiplicado por 10 entre 2007 y 2012.
   "Si antes el porcentaje de detecciones en esta franja de edad representaba apenas el 1 por ciento del total de nuevos casos, últimamente representa ya más del 10 por ciento, algo especialmente preocupante", asegura Del Romero.
   Además, en la campaña también se hace hincapié en la concienciación de  la población inmigrante, que protagonizan el 38 por ciento de los nuevos diagnósticos. En este sentido, destacan el rechazo a hacerse la prueba que puede surgir entre los inmigrantes en situación irregular que actualmente no tiene derecho a tarjeta sanitaria ya que, como reconoce Poveda, "pueden pensar que para qué se van a realizar la prueba si en caso de dar positivo no van a poder tratarse".
   Pese a todo, en la campaña se insiste en la necesidad de "aprender a cuidarse" y someterse a esta prueba que, como recuerdan, se puede hacer en muchos centros de forma gratuita, anónima y confidencial.
   Las técnicas más comunes son las inmunoenzimáticas y consisten en extraer una muestra de sangre para detectar la presencia o ausencia del virus en el organismo. También existen las denominadas pruebas "rápidas", a través de una pequeña muestra de sangre o mucosa, que ofrecen resultados en menos de 30 minutos. Si el resultado es positivo se debe confirmar luego por otra prueba más exhaustiva.

El cerebro elimina la 'basura' mientras dormimos

Una investigación del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Nueva York, Estados Unidos, muestra que un sistema recientemente descubierto que elimina residuos del cerebro actúa principalmente durante el sueño. Esta revelación podría transformar la comprensión de los científicos sobre los efectos biológicos del sueño y apuntar a nuevas formas de tratar los trastornos neurológicos.

"Este estudio muestra que el cerebro tiene diferentes estados funcionales cuando duerme y cuando se despierta", explicó Maiken Nedergaard, codirector del Centro de Neuromedicina Traslacional del Centro Médico de la Universidad de Rochester (URMC, en sus siglas en inglés) y autor principal del trabajo. "De hecho, la naturaleza reparadora del sueño parece ser el resultado de la liquidación activa de los subproductos de la actividad neuronal que se acumulan durante la vigilia", agrega.
   El estudio, publicado en la revista 'Science', revela que el método único en el cerebro para la eliminación de residuos, conocido como el sistema 'glymphatic', es muy activo durante el sueño, quitando las toxinas responsables de la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neurológicos. Además, los investigadores encontraron que durante el sueño, las células del cerebro se reducen de tamaño, lo que permite desechar residuos con mayor eficacia.
   Se sabe que prácticamente todas las especies de animales, desde la mosca de la fruta a la ballena franca, duermen en alguna manera, pero este periodo de latencia tiene importantes inconvenientes, sobre todo cuando los depredadores están al acecho. Esto ha llevado a pensar que si el sueño no realiza una función biológica esencial entonces es quizás uno de los mayores errores de la evolución.
   Si bien hallazgos recientes han demostrado que el sueño puede ayudar a almacenar y consolidar los recuerdos, esos beneficios no parecen superar la vulnerabilidad, lo que lleva a los científicos a especular que debe haber una función más esencial para el ciclo de sueño-vigilia.
   Estos nuevos resultados se añaden al descubrimiento realizado el año pasado por Nedergaard y sus colegas de la existencia de un sistema único en el cerebro que elimina desechos, hasta ahora desconocido. El sistema responsable de la eliminación de residuos celulares en el resto del cuerpo, el sistema linfático, no se extiende a la del cerebro porque el cerebro mantiene su propio "ecosistema" cerrado y está protegido por un sistema complejo de puertas de enlace molecular, llamado barrera sangre-cerebro, que controla estrechamente lo que entra y sale del cerebro.
   Este proceso de limpieza no se había detectado antes porque sólo se puede observar en el cerebro vivo, algo que no era posible antes de la llegada de las nuevas tecnologías de la imagen, es decir, la microscopía de dos fotones. Gracias a estas técnicas, los investigadores pudieron observar en ratones, cuyos cerebros son muy similares a los seres humanos, lo que equivale a un sistema de tuberías a caballo entre los vasos sanguíneos del cerebro y las bombas de líquido cefalorraquídeo (LCR) a través de los tejidos del cerebro, purgando los residuos al sistema circulatorio, donde finalmente hacen su camino hacia el sistema de circulación general de la sangre y, en última instancia, el hígado .
   La oportuna eliminación de los residuos desde el cerebro es esencial en la acumulación incontrolada de proteínas tóxicas tales como beta-amiloide, que puede conducir a la enfermedad de Alzheimer. De hecho, casi todas las enfermedades neurodegenerativas se asocian con la acumulación de productos de desecho de las células.
   Una de las pistas que dio a entender que el sistema 'glymphatic' puede ser más activo durante el sueño fue el hecho de que la cantidad de energía consumida por el cerebro no disminuye drásticamente mientras dormimos. Debido a que el bombeo de LCR exige una gran cantidad de energía, los investigadores especularon con que el proceso de limpieza puede no ser compatible con las funciones que el cerebro debe realizar cuando estamos despiertos y procesar activamente la información.
A través de una serie de experimentos en ratones, los científicos observaron que el sistema 'glymphatic' era casi diez veces más activo durante el sueño y que el cerebro eliminaba significativamente más beta-amiloide cuando los roedores estaban dormidos.
   Otro hallazgo sorprendente fue que las células en el cerebro "encogen" en un 60% durante el sueño, una contracción que crea más espacio entre las células y permite al LCR lavar más libremente a través del tejido cerebral. En contraste, cuando se está despierto, las células del cerebro están más cerca entre sí, restringiendo el flujo del LCR .
   Los investigadores observaron que una hormona llamada noradrenalina es menos activa en el sueño. Este neurotransmisor es conocido por ser lanzado en ráfagas cuando el cerebro tiene que estar alerta, por lo general en respuesta al miedo o a otro tipo de estímulo externo, por lo que los investigadores especulan que la noradrenalina puede servir como un "maestro regulador" del control de la contracción y la expansión de las células del cerebro durante los ciclos de sueño-vigilia.
"Estos resultados tienen implicaciones importantes para tratar enfermedades de suciedad en el cerebro, como el Alzheimer", dijo Nedergaard. A su juicio, entender exactamente cómo y cuando el cerebro activa el sistema 'glymphatic' y limpia los residuos es un primer paso crítico en los esfuerzos para modular potencialmente este sistema y hacer que funcione de manera más eficiente.