miércoles, 29 de junio de 2011

Los bebés sometidos a estrés durante el embarazo podrían envejecer más rápido

El estrés al que está expuesto el bebé durante el embarazo podría acelerar su futuro envejecimiento, según las investigaciones del jefe del Grupo de Inestabilidad Genómica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Óscar Fernández-Capetillo, que este miércoles se ha alzado con el VI Premio Banc Sabadell a la Investigación Biomédica, dirigido a jóvenes científicos.

   En un encuentro con los medios, el investigador vasco de 36 años ha ceñido esta posibilidad al estrés al que se ven sometidas las células durante su división, que nunca es más abundante que durante la gestación, ha relatado Fernández-Capetillo.
   El joven investigador ha centrado su carrera en explicar el papel del daño en el ADN durante el cáncer y el envejecimiento, partiendo de la base de que este daño en el material genético es posiblemente la característica universal más presente entre los tumores, y probablemente la causa última del envejecimiento de los seres vivos.
   De hecho, en el laboratorio, el científico ha logrado desarrollar junto a su equipo modelos de estrés replicativo en ratones, a los que ha inhibido la proteína encargada de evitar errores genéticos en la división del ADN, y estos ratones han experimentado parámetros de envejecimiento muy precoz, ya que normalmente viven dos años, y a los dos meses tenían un aspecto extremadamente envejecido.
   Con todo, el origen de este daño en el ADN de la célula tendría lugar durante la gestación, que es cuando más división celular se produce por la formación del ser humano, y una vez nacido este daño celular permanecería en las células de los órganos.
   El estrés metabólico de las embarazadas provoca altos posibilidades de sufrir estrés metabólico a su bebé, ha señalado el científico, que ha evidenciado la "muy interesante" ventana que se abre con estas tesis, que abre la puerta a que suprimir problemas durante el embarazo podría evitar un daño celular.
   No obstante, ha significado que estas argumentaciones deberán verse validadas con una investigación en marcha en modelos animales que quiere demostrar que un tratamiento, a base de dosis de proteínas favorables a evitar un estrés celular, constata que se puede retrasar el envejecimiento.
   Los tumores acumulan un mayor estrés replicativo que el resto de células sanas del organismo, por lo que su equipo investiga una fórmula para inhibir la respuesta que provoca el estrés replicativo en modelos animales y en algunos tumores.
   Ello abre una estrategia terapéutica a explorar, que Fernández quiere llevar a cabo de la mano de investigadores clínicos para combatir tumores de una forma personalizada.
   Un total de 31 investigadores se han presentado para ganar el premio, dotado de 50.000 euros, y que ha contado con un jurado presidido por el reconocido investigador Josep Baselga, jefe del Departamento de Oncología y director asociado del Centro de Cáncer del Hospital de Massachussetts, el ganador del premio 2010, Eduard Batlle, la directora del CNIO, Maria Blasco y el catedrático de la Universidad de Oviedo Carlos López-Otin, entre otros.

La deshidratación leve puede provocar déficit de atención y disminuye la memoria visual

Una deshidratación leve afecta al rendimiento cognitivo y la actividad en el hombre, según un estudio realizado por investigadores norteamericanos y publicado este mes en la edición 'on line' del 'British Journal of Nutrition'.

   El trabajo, realizado por el Laboratorio de Rendimiento Humano de la Universidad de Connecticut y del Instituto para el Ejercicio y Medicina Ambiental en Dallas en Estados Unidos, se ha desarrollado sobre una muestra de 26 adolescentes varones de 20 años, quienes fueron sometidos a diferentes pruebas en condiciones de leve deshidratación, con el fin de comprobar la respuesta de su cerebro con una ausencia moderada de líquidos en su organismo.
   Los resultados revelaron cómo los sujetos aumentaron el número de errores durante las pruebas, así como vieron disminuir su atención visual. Igualmente, se registró un aumento evidente en los indicadores de fatiga, tensión y ansiedad.
   "Una leve deshidratación sin hipertermia en los hombres provocó cambios adversos en la atención y memoria, incrementándose la tensión, ansiedad y fatiga", explicaron los autores del trabajo. Además, sugieren que puede provocar resultados más acusados para grupos poblacionales como diabéticos, niños o ancianos.
   Para provocar la deshidratación, los autores del trabajo propusieron una leve sesión de ejercicio físico a temperaturas medianamente altas (27ºC). Para verificar los resultados, el estudio fue diseñado para dos sesiones diferentes, en idénticas condiciones ambos.

El beneficio de las mamografías puede ser mayor del que se pensaba

Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, en Reino Unido, han concluido el estudio de mayor duración realizado hasta la fecha para evaluar los beneficios del cribado del cáncer de mama y, según demuestran, el beneficio de las mamografías es mayor del esperado ya que el número de vidas salvadas aumenta si se realizan anualmente. 

   En el estudio, cuyos resultados publica en su último número la revista 'Radiology', se hizo un seguimiento a más de 130.000 mujeres de dos comunidades suecas, observando que aquellas que se sometieron a mamografías regulares presentaron una mortalidad un 30 por ciento menor por cáncer de mama, en comparación con aquellas que no pasaron esta prueba.
   De hecho, apuntan los investigadores, la cantidad de mujeres salvadas de un cáncer de mama también aumentaba con cada año adicional de cribado. "Cuanto más tiempo observamos, más vidas se salvaron", apuntó Stephen Duffy, autor del estudio.
   En el estudio, las mujeres fueron divididas en dos grupos. En uno de ellos, las participantes recibían una invitación para someterse a estos controles para prevenir el cáncer de mama y, en el otro, simplemente se sometían a chequeos generales.
   La fase de control del ensayo duró unos siete años y, en este periodo, las mujeres de 40 a 49 años fueron controladas cada dos años y las de entre 50 y 74 años, aproximadamente cada tres años.
   "De cada mil mujeres controladas durante 10 años, se prevendrían tres muertes por cáncer de mama", dijo Duffy, quien agregó que la mayoría de las muertes evitadas se hubieran producido más de una década después de que se iniciara el control.
   "Esto señala que los beneficios del cribado a largo plazo, en términos de muertes prevenidas, son más del doble de los que suelen citarse en seguimientos a corto plazo", añadió, sumándose a la evidencia sobre los beneficios a largo plazo de los controles mamográficos regulares.
   Sin embargo, las nuevas recomendaciones sobre los programas de cribado del cáncer de mama en Estados Unidos, publicadas en 2009, desaconsejan el uso rutinario de las mamografías en mujeres de 40 a 50 años, y señalan que las mayores de 50 deberían someterse a estos cribados cada dos años y no anualmente.
   Las guías contradicen años de mensajes de prevención sobre la necesidad de someterse a controles de prevención a partir de los 40 años, si bien hay expertos que apuntan que esta recomendación de someterse a menos mamografías "podría confundir a las mujeres" y generaría más muertes por cáncer de mama.
   Por ello, Duffy sugiere que un esquema razonable de control sería el que propusiese radiografías cada 18 meses en mujeres de 40 a 54 años, y cada dos años, en las mayores de 55.
   No obstante, este experto añade que los nuevos resultados de su estudio no se centran en analizar la frecuencia de los controles, si bien "dejan claro que los cribados funcionan".
   "Cada uno debe hacer lo que le parece pero, por los resultados combinados de todos los ensayos de control, se observa que la mamografía en las mujeres de 40 a 49 años reduce las muertes por cáncer de mama", concluye.

La dislexia se asocia a dificultades para distinguir patrones musicales

Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) aseguran que la dislexia que sufren muchos niños, y les crea dificultades en la lectura, puede estar relacionada con una dificultad mayor para detectar los patrones rítmicos de música.

   Según explican los autores de este hallazgo, Martina Huss y Usha Goswami, en un artículo en la revista 'Cortex', en la investigación encargaron a un grupo de niños de 10 años, con y sin dislexia, la tarea de escuchar una serie de canciones cortas basadas en simples estructuras métricas que, en ocasiones, apenas variaban entre si en apenas una nota.
   Los niños tenían que comparar estas canciones por parejas y decidir si sonaban iguales o diferentes pero, sin embargo, no fue la percepción de la duración de las notas lo que condicionaba el éxito de los niños, sino la percepción del "tiempo de subida", es decir, lo que tarda un sonido en alcanzar su máxima intensidad.
   Según explican los autores, a la hora de hablar, el tiempo de subida de una sílaba es el tiempo que se necesita para pronunciar la vocal. De este modo, por ejemplo, se considera que las sílabas tónicas tienen más tiempo de subida, siendo por tanto una señal importante que ayuda en la percepción de la regularidad rítmica en el habla.
   De este modo, observaron que los niños con dislexia tenían más problemas a la hora de seguir estos ejercicios musicales, incluso cuando se presentaban melodías simples con apenas unas notas de diferencia, lo que pone de manifiesto una fuerte relación entre la capacidad de percibir la estructura métrica de la música y la lectura.
   Los investigadores sostienen que la capacidad de percibir la alternancia de sílabas tónicas y átonas es fundamental para distinguir la fonología del lenguaje.
   Además, como el ritmo es más evidente en la música que en el lenguaje, sugieren que las intervenciones tempranas basadas en juegos musicales pueden ofrecer beneficios antes insospechados para aprender a leer.

Jueces de instrucción abordan los problemas derivados de las nuevas modalidades de trasplante de órganos

La Junta de Jueces de Instrucción de Valencia ha abordado el nuevo protocolo de donación de órganos para trasplantes en casos de muerte por parada cardiorrespiratoria diseñado por el Hospital Universitario La Fe y ha analizado los "problemas legales" derivados de la pretensión del centro hospitalario "de extender la extracción de órganos a donantes fallecidos por parada cardiaca (asistolia) y no solo a los casos de muerte cerebral, como venía haciendo hasta ahora".

   Según ha informado en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, "la iniciativa del centro sanitario, que ya funciona con éxito en el Hospital San Juan de Alicante, obedece a un intento de hacer frente a la escasez del número de órganos disponibles para el trasplante como consecuencia de la drástica disminución de accidentes de tráfico" y consiste en la utilización para el trasplante de órganos y tejidos de donantes "a corazón parado, es decir, de aquellas personas que fallecen por parada cardiaca irreversible y que cumplen los requisitos generales de los donantes".
   El decano de los Jueces de Valencia, Pedro Viguer, expuso a los magistrados asistentes a la reunión, celebrada el pasado jueves, los detalles del protocolo que le había sido dado a conocer recientemente por la comisión de trasplantes.
   Hasta ahora, las únicas peticiones de trasplante que llegaban a los juzgados de instrucción eran aquellas relativas a casos de muerte cerebral accidental o cuando mediaba una investigación judicial. En esos supuestos, el centro hospitalario recaba la autorización del juez antes de efectuar la extracción de órganos. El juzgado, por su parte, previo informe del médico forense, debe concederla "siempre que no se obstaculice el resultado de la instrucción de las diligencias penales".
   A partir de ahora, como consecuencia del nuevo protocolo del Hospital La Fe, los juzgados de instrucción "recibirán peticiones para la extracción de órganos en casos de muerte por parada cardiorrespiratoria".
   Esta modalidad de trasplante, que requiere una doble autorización judicial, no se practicaba en el hospital valenciano pese a que está prevista en el Real Decreto 2070/1999, de 30 de diciembre, por el que se regulan las actividades de obtención y utilización clínica de órganos humanos y la coordinación territorial en materia de donación y trasplante de órganos y tejidos.
   En estos casos, el personal sanitario encargado de la extracción deberá requerir una primera autorización del juzgado para efectuar las técnicas de preservación que permitan garantizar la viabilidad de los órganos. El juez dispone de solo 15 minutos para conceder o denegar tal permiso. Si una vez transcurrido ese tiempo no hubiera respuesta, el permiso judicial se entiende "tácitamente concedido, pero no exime de la obligación de obtener la autorización definitiva del juez para proceder al trasplante propiamente dicho".