miércoles, 23 de noviembre de 2011

Asocian la excreción urinaria de sal al riesgo de accidentes cardiovasculares o muerte

La excreción urinaria de sodio en niveles superiores o inferiores a los valores de gama media, en personas con enfermedades cardiovasculares o diabetes, puede suponer un mayor riesgo a la hora de sufrir accidentes cardiovasculares (para los niveles más altos), o muerte cardiovascular, y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva (para los niveles inferiores), según un estudio publicado en la revista 'JAMA'. Además, el aumento de la excreción urinaria de potasio se asocia con un menor riesgo de accidente cerebrovascular.

   Actualmente existe cierta confusión respecto a la dosis óptima diaria de sodio; los resultados de estudios prospectivos de cohorte, que han evaluado la asociación entre la ingesta de sodio y los eventos cardiovasculares, han sido contradictorios.
   Según la información de respaldo del artículo, aclarar cuál es la dosis óptima diaria de sodio es particularmente importante en pacientes con enfermedad cardiovascular, ya que estas personas pueden ser especialmente vulnerables a sus efectos. Los autores añaden también que el nivel óptimo de la ingesta de potasio al día, un modificador de la asociación entre la ingesta de sodio y la enfermedad cardiovascular, no ha sido aún establecida.
   Los doctores Martin J. O'Donnell y Salim Yusuf, de la Universidad de McMaster, en Canadá, y sus colaboradores, examinaron en esta nueva investigación la asociación entre la excreción de sodio y de potasio, y los accidentes cardiovasculares y la mortalidad.
   El estudio consistió en un análisis observacional de cohortes en el que los investigadores analizaron la excreción de sodio y potasio en muestras de orina de los participante, tomadas por la mañana, en ayunas. Al inicio del estudio, el promedio estimado de excreción de sodio y potasio fue de 4,77 g, y 2,19 g respectivamente. Después de un seguimiento de 56 meses, los investigadores observaron que, tras un análisis multivariable, en comparación con la excreción de sodio de referencia de 4 a 5,99 g por día, el aumento y la disminución de la excreción de sodio se asoció con un mayor riesgo de muerte cardiovascular, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva.
   En comparación con el grupo de referencia, el aumento de la excreción de sodio se asoció con un mayor riesgo de muerte cardiovascular, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, y  hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva.
   Por otro lado, una menor excreción de sodio se asoció con un mayor riesgo de muerte cardiovascular y hospitalización por insuficiencia cardíaca congestiva, según el análisis multivariablee. Según el mismo análisis, el aumento de la excreción de potasio se asoció con un menor riesgo de accidente cerebrovascular.
   Según los investigadores, "los resultados discrepantes de estudios anteriores se deben, probablemente, a las diferencias en los rangos de ingesta de sodio, a los participantes, a los métodos de medición, y a la falta de exploración no lineal".

Los cerebros de los psicópatas muestran diferencias en estructura y función

El análisis de imágenes de cerebros de grupos de presos muestran diferencias importantes entre aquellos que son diagnosticados como psicópatas, y los que no, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos. Los resultados, que han sido publicados en 'The Journal of Neuroscience', podrían ayudar a explicar el cruel e impulsivo comportamiento anti-social exhibido por algunos psicópatas.

   El estudio concluye que los psicópatas muestran una reducción de las conexiones entre la corteza prefrontal ventromedial (CPFVM), la parte del cerebro responsable de sentimientos como la empatía y la culpa, y la amígdala, que interviene en el miedo y la ansiedad. Para realizar el análisis cerebral se tomaron dos tipos de imágenes del cerebro; por un lado, la resonancia magnética con tensores de difusión mostró una reducción de la integridad estructural de las fibras de materia blanca que conectan las dos áreas (la CPFVM y la amígdala), mientras que la imagen por resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) mostró una menor actividad coordinada entre la CPFVM y la amígdala.
   "Este es el primer estudio que muestra tanto diferencias estructurales, como funcionales, en los cerebros de personas con diagnóstico de psicopatía", afirma Michael Koenigs, profesor de psiquiatría en la Universidad de Wisconsin.
   El estudio, que tuvo lugar en una prisión de mediana seguridad en Wisconsin, es una colaboración única entre tres laboratorios; en él participaron el profesor de psicología Joseph Newman, de Wisconsin, el doctor Kent Kiehl, de la Universidad de Nuevo México y Koenigs y su estudiante, Julian Motzkin. El estudio comparó los cerebros de 20 presos con diagnóstico de psicopatía con los cerebros de otros 20 presos que cometieron delitos similares, pero no fueron diagnosticados con esta enfermedad.
   "La combinación de alteraciones estructurales y funcionales proporciona una evidencia convincente de que la disfunción observada en este importante circuito socio-emocional, es una característica estable en los delincuentes psicópatas", explica Newman.

La ONT española quiere duplicar las donaciones de órganos tras muerte cardiaca

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) quiere duplicar la donación de órganos tras parada cardiaca o en asistolia por toda España y conseguir que se convierta en "una de las principales fuentes de donación" en el futuro junto con las donaciones de vivo.

   Así lo ha asegurado el director de esta entidad, Rafael Matesanz, con motivo de la 'Conferencia de Consenso Nacional sobre Donación en Asistolia', organizada en la Fundación Mutua Madrileña.
   En 2010, uno de cada 12 donantes de órganos en España lo fue en asistolia, representando el 8,2 por ciento del total de donaciones, aunque el objetivo de la ONT es incrementar este tipo de donaciones hasta alcanzar el 20 por ciento del total en los próximos años.
   "Las fuentes tradicionales de donación están estacionadas o en descenso, con motivo del descenso de la siniestralidad laboral y las muertes por accidente de tráfico", según ha reconocido Matesanz, de ahí la necesidad de "dar un empujón" a nuevas alternativas como ésta.
   El problema, según apunta, es que por el momento sólo hay siete hospitales con programas de donación en asistolia: los hospitales Doce de Octubre y Clínico San Carlos de Madrid, el Hospital Clínic de Barcelona, el Hospital Santiago Apostol de Vitoria, el CHUAC de A Coruña, el Hospital San Juan de Alicante y el Hospital Virgen de las Nieves de Granada.
   Para mejorar la situación, la ONT ha elaborado un documento que trata de mejorar los programas que ya existen sobre donación en asistolia y servir de ayuda a aquellos hospitales que deseen incorporarse a este tipo de donación.
   Por el momento, un total de 13 hospitales de Alicante, Asturias, Cantabria, Baleares, La Rioja, Málaga, Navarra, Sevilla, Tenerife, Toledo, Valencia y Zaragoza ya se han mostrado dispuestos a desarrollar programas de donación en asistolia, sobre todo tras los "excelentes resultados" que se han conseguido en ciudades de tamaño medio, como Granada o Vitoria.
   Según apunta Matesanz, este tipo de donaciones requieren una buena coordinación entre los hospitales y los servicios de emergencias extrahospitalarios, ya que "no pueden pasar más de cuatro o cinco horas" desde que se produce la parada cardiaca, ya que es el tiempo de que disponen para mantener en buen estado los órganos
   "En ese tiempo hay que prepararlo todo, tanto las autorizaciones de los familiares como las instalaciones y al paciente que necesita el trasplante, de ahí que se trate de un proceso extremadamente complejo,", insiste el director de la ONT.
   Generalmente, los órganos más aprovechables en estos casos son los riñones, los pulmones o el hígado, aunque "a veces también se ha conseguido hacer trasplantes de pancreas o intestino".
   Con el impulso de estas donaciones, Matesanz asegura que el perfil del donante "cambiará totalmente", ya que no deben realizarse a personas de más de 55 ó 60 años. Y actualmente, recuerda, más del 50 por ciento de los donantes supera estas edades.
   "Son donantes más jóvenes, y eso hace que la calidad de los órganos sea también mejor. De hecho, en algunos casos como en riñón, estas donaciones ofrecen resultados incluso mejores en los pacientes trasplantados", asevera Matesanz.
   Por otro lado, el director de la ONT también ha avanzado que en lo que va de año las donaciones de vivo están aumentando un 20 por ciento, y se espera que el número de trasplantes renales procedentes de estas donaciones supere los 300 casos, cuando en 2010 se realizaron unas 240.

Las mujeres que beben café muestran menor riesgo de sufrir cáncer de útero

Las mujeres que consumen cuatro o más tazas de café al día podrían presentar menor riesgo de desarrollar cáncer de útero, según un estudio realizado sobre más de 67.000 mujeres por la Harvard School of Public Health, (Estados Unidos), cuyos resultados se publican en 'Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention'.

   En concreto, estos investigadores vieron que las mujeres que bebían esa cantidad de café eran un 25 por ciento menos propensas a desarrollar un cáncer de endometrio que aquellas cuya media de cafés diarios era de menos de una taza al día.
   El riesgo absoluto de que cualquiera de las mujeres, consumidoras de café o no, pudiera desarrollar este cáncer fue bastante pequeño, con sólo 672 mujeres --un 1% del grupo de estudio-- diagnosticadas de esta enfermedad en 26 años.
   Aunque los autores del trabajo no pueden afirmar como cierto que el café fuera la razón de que las mujeres consumidoras de esta bebida presentaran un menor riesgo, el estudio viene a sumarse a otros que han obtenido similares resultados.
    Según uno de los investigadores principales del estudio, Edward Giovannucci,  de la Harvard School of Public Health, en Boston, el café por sí mismo podría reportar algunos beneficios. "Puede bajar los niveles de insulina y los niveles de estrógeno libre circulante en el organismo", añade.
   Las mayores concentraciones de insulina y mayores tiempos de exposición durante la vida a los estrógenos han sido vinculados a mayor riesgo de cáncer de endometrio.
   Estos investigadores observaron otros factores, como las diferencias de peso entre las mujeres, ya que la obesidad está también vinculada a un mayor riesgo de cáncer de endometrio, pero vieron que no contaban para el menor riesgo de cáncer detectado entre las bebedoras de café.
   No se detectaron tampoco diferencias en el historial de partos de las mujeres o en el uso de hormonas, ni en el uso de píldoras anticonceptivas ni en el empleo de terapia hormonal tras la menopausia.
   Por supuesto, tomar cuatro tazas de café diarias podría no ser una buena idea, sobre todo para alguien sensible a los efectos de la cafeína. Los investigadores descubrieron que, mientras el café estaba relacionado con un menor riesgo de cáncer, no existía un vínculo estadísticamente significativo con el descafeinado, a pesar de que había una tendencia interesante que apuntaba hacia esa dirección.
   En teoría, añadir azúcar y crema al café podría ser malo para la línea. Con la obesidad también ligada a un mayor riesgo de cáncer, ésto podría eliminar cualquier potencial beneficio de beber café. "Sería prematuro recomendar que las mujeres bebieran café para reducir su riesgo de cáncer de endometrio", dice Giovannucci.

Una técnica detecta el riesgo de fracaso escolar desde los primeros días de vida

Investigadores del hospital Clínic, de Barcelona, han desarrollado una técnica de diagnóstico que permite ver si el cerebro de un recién nacido ha tenido un desarrollo correcto en el útero. La técnica, aún experimental, permite identificar a los bebés que aparentemente son normales pero que tienen un riesgo alto de acabar sufriendo fracaso escolar, según publica 'La Vanguardia'. 

Una vez identificados, permitirá ofrecerles tratamientos de estimulación precoz en los dos primeros años de vida, cuando el cerebro aún está en construcción, para corregir las deficiencias del desarrollo prenatal.
"Es un problema de gran magnitud, afecta a un 6% de la población", explicó ayer Eduard Gratacós, jefe del servicio de medicina materno-fetal del Clínic y director de la investigación, en un acto celebrado en el museo CosmoCaixa en el que presentó sus últimos resultados.
Los casos graves de desarrollo neurológico son infrecuentes y obvios desde el nacimiento, señaló Gratacós. Los casos leves son casi diez veces más frecuentes y mucho más difíciles de detectar. Pero "cuando decimos leves hay que matizar –añadió– porque, para quien lo sufre, un fracaso escolar no es un problema leve".
Este problema se debe, en la gran mayoría de casos, a que la placenta no se implanta de manera óptima en el útero. Dado que la placenta es el órgano a través del que se alimenta el feto, esto limita el crecimiento en el tercer trimestre del embarazo. Los bebés afectados suelen nacer con bajo peso, aunque no todos los bebés que nacen con bajo peso están afectados.
Un equipo del Clínic liderado por Gratacós demostró, en una investigación presentada hace dos años, que la restricción del crecimiento en el útero no sólo afecta al peso de los bebés al nacer sino también a su desarrollo neurológico. Son niños que más adelante suelen tener trastornos de atención, exceso de irritabilidad y dificultades de relación social. Lo cual llevó al paso siguiente de la investigación: ¿cómo detectar a estos niños desde el nacimiento para ayudarles en los dos primeros años de vida, cuando el cerebro es más maleable?
El equipo del Clínic ha desarrollado, en el marco de un proyecto financiado por la Obra Social de La Caixa, una técnica para ver la red de conexiones que establecen las neuronas en el cerebro. La técnica se basa en examinar el cerebro con resonancia magnética y en deducir cómo está construida la red de neuronas. Según los resultados presentados ayer, la técnica permite distinguir a los bebés que han sufrido una restricción de crecimiento en el útero de aquellos que también nacen con bajo peso pero han tenido un desarrollo neurológico normal.
La técnica permite predecir además qué bebés mostrarán alteraciones de aprendizaje y de conducta cuando tengan dos años –a menos que se intervenga precozmente–. 
"Por primera vez tenemos la capacidad de predecir el riesgo individual de cada niño y de hacer una estimulación precoz individualizada para ayudarles a recuperar capacidad intelectual", destacó Gratacós.
La técnica aún no está a punto para emplearla de manera rutinaria en los hospitales, advirtió. Y, cuando deje de ser experimental, no todos los recién nacidos serán candidatos a que se les haga un examen neurológico. Su uso se restringirá a bebés nacidos con bajo peso –menos de 2.500 gramos si nacen en la semana 38 de embarazo o menos de 2.700 gramos si nacen en la 40– y a prematuros nacidos antes de la semana 32, ya que estos son los casos en que es más probable que se hayan producido alteraciones de desarrollo neurológico en el útero.