jueves, 7 de marzo de 2013

Comer mucha carne procesada aumenta la muerte prematura


Un estudio internacional sugiere que la población que abusa del consumo de carnes procesadas tiene un mayor riesgo de muerte prematura, en particular a causa de enfermedades cardiovasculares, aunque también se relaciona con la aparición de cáncer.

   Los investigadores, destacan que, en esta población, la reducción del consumo de este tipo de carne a menos de 20 gramos al día podría evitar más del 3 por ciento de todas las muertes.
   El estudio, realizado en 23 centros en 10 países europeos: Francia, Italia, España, Países Bajos, Reino Unido, Grecia, Alemania, Suecia, Noruega y Dinamarca, ha sido publicado este jueves en la revista científica 'BMC Medicine'.
   Según han señalan tienen previsto un seguimiento de los participantes del estudio durante los próximos 10 años por lo menos, sin dejar de estudiar el papel de la nutrición y estilo de vida en el desarrollo del cáncer y otras enfermedades crónicas.
   El objetivo del estudio fue examinar la asociación entre la carne roja, carne procesada, y el consumo de aves de corral con riesgo de muerte prematura, después de que durante años diferentes investigaciones hayan mostrado una asociación entre el consumo moderado de carne roja y procesada y la mortalidad.
   Este análisis, formulado dentro de la Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (EPIC, por sus siglas inglés), incluyó el análisis de 448.568 hombres y mujeres, de entre 35 y 69 años de edad al inicio del estudio, sin enfermedades prevalentes como cáncer, accidente cerebrovascular o infarto de miocardio, a los que se controlo desde el año 1993 toda la información posible sobre su dieta, tabaquismo, actividad física, e índice de masa corporal.
   Hasta junio de 2009, se produjeron 26.344 muertes y se pudo observar un consumo elevado de carne roja que también se ha  relacionado con una mayor mortalidad, aunque esta asociación se vio más fuerte  en el caso de la carne procesada, por el contrario no se vio relación en el consumo de aves de corral.
   En cuanto al perfil, lo hombres y las mujeres con mayor ingesta de carne roja o procesada, en general, consumen menos frutas y verduras, además se ha visto que es más común entre los fumadores y entre la población sin título universitario.
   Mientras, entre los mayores consumidores de carne roja se encuentran los hombres, que además tienen una mayor tendencia al consumo de alcohol, algo que no coincide con las mujeres consumidoras de este tipo de carne.
   Finalmente, respecto a la población que tiene un consumo más de carne de ave, se han visto grandes diferencias; así se ha visto que aquello que suelen consumir una media de 80 gramos al día tienen un mayor consumo de frutas y verduras que aquellos con una ingesta de menor de 5 gramos al día, pero no hubo diferencia en los hábitos tabáquicos.

El cerebro humano trata las prótesis como parte del cuerpo

El cerebro humano puede aprender a tratar las prótesis relevantes como sustitutos de una parte del cuerpo que no funciona, según un estudio publicado este miércoles en 'Plos One' por Mariella Pazzaglia y sus colegas de la Universidad Sapienza y la 'IRCCS Fondazione Santa Lucia' en Roma (Italia), apoyado por la Fundación Internacional para la Investigación en Paraplejia.

   Los investigadores encontraron que participantes en silla de ruedas con lesiones de la médula espinal perciben los bordes de su cuerpo como de plástico y flexibles al incluir la silla de ruedas, con independencia del tiempo transcurrido desde su lesión o la experiencia con el uso de una silla de ruedas.
   Los pacientes con lesiones de la médula espinal inferior que mantienen el movimiento del cuerpo superior implicados en esta investigación mostraron una asociación más fuerte de la silla de ruedas con su cuerpo que los que tenían problemas de médula espinal en todo el cuerpo.
   Según los autores, esto sugiere que en lugar de considerarla sólo como una extensión de las extremidades inmóviles, las sillas de ruedas se habían convertido en sustitutos tangibles y funcionales de la parte del cuerpo afectada. Pazzaglia explica: "La conciencia corpórea de la herramienta emerge no sólo como una extensión del cuerpo, sino como un sustituto de, y forma parte de la autofuncionalidad".
   Estudios anteriores han demostrado que las personas con prótesis que amplían o restablecen el movimiento pueden hacer que las herramientas sean parte de su identidad física, pero si esta integración se debe al uso prolongado o el resultado de la información sensorial alterada está poco claro.
   Basándose en los resultados de este estudio, los autores sugieren que puede ser la última, ya que el cerebro parece actualizar continuamente señales corporales para incorporar estas herramientas como un sentido del cuerpo. La investigación concluye que esta habilidad puede tener aplicaciones en la rehabilitación de personas con impedimentos físicos.

Un 'marcapasos' en el cerebro para tartar la anorexia severa

La técnica conocida como estimulación profunda del cerebro (DBS), que consiste en un dispositivo similar a un marcapasos que se implanta en el cerebro del paciente, podría ayudar a las personas con anorexia severa que no se han beneficiado de otros tratamientos. La mitad de los pacientes de un nuevo estudio con este método mostraron mejoras en el estado de ánimo y el Índice de Masa Corporal (IMC), lo que lleva a los investigadores a esperar que ensayos más grandes confirmen la eficacia de esta técnica en el tratamiento de pacientes con anorexia severa.

   DBS se utiliza actualmente para el tratamiento de varios trastornos neurológicos, incluyendo la enfermedad de Parkinson y el dolor crónico, y se están realizando investigaciones sobre su uso para el tratamiento de otros trastornos, como la depresión y la epilepsia, pero esta es la primera vez que se ha utilizado para tratar a pacientes con anorexia grave que no han respondido a otros tratamientos. Aunque el tratamiento requiere cirugía, es mínimamente invasiva y completamente reversible.
   Investigadores con sede en el Centro de Neurociencia y la Red Universitaria de Salud Krembil, en Canadá, usaron imágenes por resonancia magnética (IRM) para identificar un área específica del cerebro, un haz de sustancia blanca debajo del cuerpo calloso, el grueso manojo de fibras nerviosas que divide los lados izquierdo y derecho del cerebro, que se ha utilizado anteriormente para DBS en pacientes con depresión, según publica la revista 'Lancet'.
  Una vez que el área objetivo se identificó, se implantaron los electrodos y se conectaron a un generador de impulsos, que se pone bajo la piel. El dispositivo se activó diez días después de haber sido colocado y los científicos mideron cuidadosamente los cambios agudos en el estado de ánimo de los pacientes y los niveles de ansiedad para determinar el nivel correcto de estimulación.
   En el momento de la cirugía, las pacientes femeninas tenían entre 24 y 57 años y había estado sufriendo de anorexia entre cuatro y 37 años. Aunque el estudio piloto fue pensado principalmente para evaluar la seguridad del procedimiento en este grupo de pacientes, los investigadores también registraron cambios en el estado de ánimo de los participantes, el comportamiento compulsivo y patrones de alimentación anormales, que se miden mediante pruebas estandarizadas.
El tratamiento parece ser relativamente seguro, con sólo un paciente que experimentó un evento adverso grave tras el tratamiento, un ataque que tuvo lugar cerca de dos semanas después de la operación inicial, que estaba relacionado con un trastorno metabólico que el paciente sufría como consecuencia de su anorexia.
   En las semanas previas a la cirugía, cinco de los seis pacientes habían asistido recientemente a un tratamiento hospitalario, lo que había dado lugar a algún aumento de peso. Después de dos meses, los seis pacientes habían perdido peso, volviendo a su base habitual, en línea con las expectativas de los investigadores, ya que en los estudios de estimulación cerebral profunda para pacientes con depresión por lo general se ha observado un período de latencia de unos pocos meses antes de que el tratamiento se haga efectivo.
  Sin embargo, tres meses después del tratamiento, este modelo comenzó a revertirse, con cinco de los seis pacientes estabilizados o con aumento de peso, en relación a los dos meses después de la operación. Después de nueve meses, tres pacientes mantuvieron un mayor peso que antes del inicio del tratamiento, el período más largo de aumento sostenido de peso que ninguno de ellos había logrado desde el inicio de la enfermedad. Alrededor de la mitad de los pacientes también registraron mejoras en su estado de ánimo o redujeron su comportamiento obsesivo-compulsivo.
   Según el doctor Andrés Lozano, neurocirujano y uno de los principales investigadores, los resultados son particularmente alentadores. "La pérdida de peso inicial es un efecto primario de la estimulación cerebral profunda en el hambre, el apetito, o la tasa metabólica". Y añade que el hallazgo de mejoras en el estado de ánimo y la ansiedad en los pacientes que todavía tenían bajo peso es "especialmente sorprendente.

Demasiada sal puede desencadenar en enfermedades autoinmunes

El aumento de la ingesta dietética de sal puede inducir a un grupo de agresivas células inmunes que están implicadas en la activación y el mantenimiento de enfermedades autoinmunes, según las conclusiones de un estudio internacional publicado este miércoles en 'Nature'.

   En las últimas décadas, los científicos han observado un aumento constante en la incidencia de las enfermedades autoinmunes en el mundo occidental y, dado  que este aumento no puede explicarse únicamente por factores genéticos, los investigadores barajan la hipótesis de que el fuerte aumento de estas enfermedades está vinculado a factores ambientales.
   Entre los presuntos culpables están los cambios en los hábitos de vida y dietéticos en los países desarrollados, donde los alimentos altamente procesados y la comida rápida están a menudo en el menú diario, alimentos que tienden a tener un contenido mucho mayor de sal que las comidas caseras. Este estudio es el primero en indicar que la ingesta de sal en exceso puede ser uno de los factores externos que impulsan el aumento de la incidencia de enfermedades autoinmunes.
   Hace pocos años, el profesor y coautor de este estudio, Jens Titze, de las universidades Vanderbilt, 'Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg' y 'Erlangen-Nuremberg', todas en Alemania, mostró que el exceso de sal alimentaria (cloruro de sodio) se acumula en el tejido y puede afectar a los macrófagos (un tipo de células emigrantes) del sistema inmune.
   Independientemente de este estudio, los investigadores Markus Kleinewietfeld y David Hafler, de las universidades de Yale, New Haven, Harvard y el 'Broad Institute' del Intituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), todos en Estados Unidos, observaron cambios en las células CD4 positivas o células T helper (Th) en seres humanos, que se asociaron con determinados hábitos alimenticios. Las células T auxiliares son alertadas del peligro inminente por las citoquinas de otras células del sistema inmune y activan y "ayudan" a otras células efectoras para combatir agentes patógenos peligrosos y eliminar infecciones.
Un subgrupo específico de células T auxiliares producen la citoquina interleuquina 17 (Th17) y las células Th17, aparte de luchar contra las infecciones, desempeñan un papel fundamental en la patogénesis de enfermedades autoinmunes. Sin embargo, la sal aumenta dramáticamente la inducción de células Th17 inmunes agresivas.
   En experimentos de cultivo celular, los investigadores mostraron que el aumento de cloruro de sodio puede conducir a una inducción drástica de las células Th17 en un entorno específico de citoquinas. "En presencia de concentraciones elevadas de sal, este aumento puede ser diez veces mayor que en condiciones normales", explican Markus Kleinewietfeld y Dominik Müller, del Centro de Investigación Experimental y Clínica (ECRC), una cooperación del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular, en Berlín, y la 'Charité- Universitätsmedizin', también en Berlín.
   Bajo las nuevas condiciones de alta salinidad, las células se someten a más cambios en su perfil de citoquinas, resultando en células Th17 particularmente agresivas. En ratones, el aumento de la ingesta de sal en la dieta provocó una forma más severa de la encefalomielitis autoinmune experimental, un modelo para la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central en la que propio sistema inmune destruye las vainas de mielina aislante alrededor de los axones de las neuronas y por lo tanto evita la transducción de señales.
Curiosamente, según los investigadores, el número de células proinflamatorias Th17 en el sistema nervioso de los ratones aumentó dramáticamente bajo una dieta alta en sal, por lo que estos expertos demostraron que la dieta alta en sal aceleró el desarrollo de los linfocitos T en las células Th17 patogénicas. Además, realizaron un examen más detallado de estos efectos en los experimentos de cultivo celular y demostraron que la inducción de aumento de agresivas células Th17 está regulada por la sal en el nivel molecular.
"Estos resultados son una contribución importante a la comprensión de la esclerosis múltiple y pueden ofrecer nuevos objetivos para un mejor tratamiento de la enfermedad, para la que en la actualidad no existe una cura conocida", dijo otro de los autores, el doctor Ralf, jefe de la Sección de Neuroinmunología y asistente médico en el Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Erlangen (Alemania).
   Además de la esclerosis múltiple, estos científicos quieren estudiar la psoriasis, otra enfermedad autoinmune con fuertes componentes de Th17. La piel, como detectó recientemente Jens Titze, también juega un papel clave en el almacenamiento de la sal y afecta al sistema inmune. "Sería interesante averiguar si los pacientes con psoriasis pueden aliviar sus síntomas al reducir su consumo de sal", señalan los investigadores.
Sin embargo, como reconoce el inmunólog Markus Kleinewietfeld, el desarrollo de enfermedades autoinmunes es un proceso "muy complejo" que depende de muchos factores genéticos y ambientales. "Por lo tanto, sólo los estudios en condiciones menos extremas pueden mostrar hasta qué punto el aumento del consumo de sal en realidad contribuye al desarrollo de enfermedades autoinmunes", concluye este experto.

Más del 60% de los pacientes de EPOC no está diagnosticado

  En España, dependiendo de la zona geográfica, entre el 58 y el 72 por ciento de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no están diagnosticados, según asegura el doctor Jesús Díez Manglano, coordinador del grupo de EPOC de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

   "Uno de los grandes problemas de la EPOC es que sigue siendo una enfermedad que frecuentemente no se diagnostica", ha destacado con ocasión de la VIII Reunión de EPOC que se celebra los días 7 y 8 de marzo en Zaragoza.
   En España, uno de cada diez mayores de 50 años tiene EPOC, una cifra que se prevé que aumente debido al incremento del tabaquismo entre las mujeres, especialmente entre las adolescentes. Tanto que se espera que en el año 2020 sea la tercera causa de muerte en el mundo y en países como Canadá se ha estimado que la probabilidad de ser diagnosticado de esta enfermedad a lo largo de la vida es del 25% en mujeres y del 30% en los varones.
   Uno de los problemas es el retraso en el diagnostico, como explica el doctor Manglano, quien destaca el hecho de que los primeros síntomas de la enfermedad se consideran normales en una persona fumadora y no se consulta al médico. "Por este motivo el diagnóstico se hace tarde. Cuanto antes se diagnostica la EPOC y antes se deja de fumar y se inicia el tratamiento, mejor es la calidad de vida de los pacientes", añade.
   Por todo ello, esta reunión de la SEMI tiene por objetivos, entre otros, actualizar los conocimientos de los médicos sobre la enfermedad, aumentar el del personal de enfermería en el manejo de las terapias respiratorias y fomentar el auto cuidado en los pacientes con EPOC.
   Asimismo se destacará el uso de la telemedicina como una apuesta de futuro cuyo uso todavía no se ha extendido en la sociedad. Destacan que su uso permite un seguimiento de la sintomatología, una modificación rápida de los tratamientos e incluso la posibilidad de realizar rehabilitación respiratoria en el domicilio.
   Por otra parte, Manglano añade que, además de los medicamentos, hay aspectos muy importantes en el manejo de la enfermedad que dependen del propio paciente. Así, recuerda que abandonar el tabaquismo, protegerse del frío, vacunarse contra la gripe, hacer ejercicio físico, mantener una vida intelectual activa, utilizar correctamente los dispositivos de inhalación, y aprender a respirar de forma más eficaz y con menos esfuerzo, "son aspectos que el propio paciente puede controlar y que ayudan a una mejor evolución de la enfermedad".
   En este sentido, el mensaje de los internistas, que atienden al 50% de los pacientes con EPOC que ingresan en los hospitales en España, es que la responsabilidad en el manejo de la enfermedad es compartida entre médicos y pacientes y que la suma de esfuerzos es beneficiosa para los afectados, sus cuidadores, el sistema sanitario y la sociedad en general.
   Para el manejo de la patología, los médicos cuentan con dos protocolos principales: GOLD y GesEPOC. Hasta el año pasado la normativa GOLD, que resume las recomendaciones para el diagnóstico y tratamiento de la EPOC en base a la opinión de reputados expertos internacionales, ha sido la más utilizada. Sin embargo, el año pasado se presentó en España la guía GesEPOC, en cuya elaboración participaron expertos de todas las sociedades científicas que atienden a estos pacientes, con ayuda de la agencia de evaluación Laín Entralgo.
   Según el experto de la SEMI, "en este caso las recomendaciones se basan en un análisis exhaustivo de la literatura médica para extraer todas las evidencias que han demostrado un beneficio en los pacientes con EPOC. Todavía es temprano para saber qué guía será más utilizada pero sí es evidente que GesEPOC va a tener cada vez un protagonismo mayor".