lunes, 14 de enero de 2013

Desciende un 71% la mortalidad por sarampión durante la última década

Las muertes por sarampión han descendido un 71 por ciento en el mundo entre 2000 y 2011, pasando de las 542.000 a las 158.000, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien alerta de la aparición de grandes brotes en Asia y África están poniendo en peligro los avances conseguidos.

   Así, durante el mismo período, la incidencia de esta enfermedad se redujo en un 58 por ciento --pasando de los 853.500 a los 355.000--, según los nuevos datos publicados por la OMS. No obstante, pese a que los países de la Región de las Américas y del Pacífico Occidental se marcaron la eliminación del sarampión a partir de 2002, la nueva aparición de brotes y la falta de vacunación están amenazando su consecución.
   La OMS recomienda que todos los niños reciban dos dosis de la vacuna contra el sarampión. Los nuevos datos revelan que los avances conseguidos en la reducción de muertes está vinculada en gran medida al aumento de la cobertura de vacunación.
   En general, la cobertura estimada de la primera dosis de la vacuna aumentó del 72 por ciento en 2000 al 84 por ciento en 2011. El número de países que suministran la segunda dosis a través de los servicios ordinarios pasaron del 97 en 2000 al 141 en 2011. Desde el año 2000, con el apoyo de la Iniciativa contra el Sarampión y la Rubéola, más de mil millones de niños han recibido este tipo de cobertura a través de campañas masivas de vacunación --unos 225 millones en 2011--.
   No obstante, a pesar de este avance, algunas poblaciones siguen sin estar cubiertas. Se estima que 20 millones de niños en todo el mundo no recibieron la primera dosis de la vacuna en 2011. Más de la mitad de ellos viven en la República Democrática del Congo (0,8 millones); Etiopía (1 millón); India (6,7 millones); Nigeria (1,7 millones) y Pakistán (0,9 millones).
   Asimismo, en 2011, las grandes epidemias de sarampión se registraron, especialmente, en la República Democrática del Congo (134.042 casos); Etiopía (3.255 casos); Francia (14.949 casos); India (29.339 casos); Italia (5.189 casos); Nigeria (18.843 casos); Pakistán (4.386 casos) y España (3.802 casos).
   Además de la OMS, la Iniciativa contra el Sarampión también esta impulsad por la Cruz Roja Americana, la Fundación de las Naciones Unidas, los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades, la Agencia de Naciones Unidad para la Infancia (UNICEF)
   En abril de 2012, los socios de la Iniciativa presentaron un nuevo plan global para enfrentar conjuntamente tanto al sarampión como a la rubéola utilizando la misma estrategia y una vacuna combinada contra las dos enfermedades. Su objetivo es reducir las muertes por sarampión en todo el mundo en un 95 por ciento para 2015 y eliminar el sarampión y la rubéola en al menos cinco de las seis regiones de la OMS para 2020.

El trasplante de heces sanas alivia la diarrea severa

  La inserción de materia fecal de una persona sana en el intestino de una persona con diarrea severa puede curar su problema de forma más eficaz que los antibióticos, según ha demostrado un estudio realizado por investigadores holandeses sobre una peña muerta de pacientes.

   El estudio, publicado en el 'New England Journal of Medicine', ha sido realizado por la Universidad de Amsterdam sobre una muestra de 16 pacientes, en 13 de ellos el problema fue resuelto gracias al trasplante de material fecal de un voluntario, mientras que el resto se resolvió con el tratamiento estándar antibiótico. En todos los casos se habían repetidos episodios de diarrea causada por una bacteria conocida como 'Clostridium difficile'.
   "Esta es la primera prueba concreta de que funciona el tratamiento", ha señalado a Reuters el doctor Josbert Keller de la Universidad de Amsterdam y director del estudio, quien anteriormente había trabajado con este tratamiento como alternativa tras el fallo de tres fármacos comúnmente utilizados.
   Precisamente, se publicaron lo resultados de este primer ensayo en noviembre del pasado año. En el Keller y sus colegas compararon tres tratamientos en tres grupos de pacientes --de entre 13 y 16 personas-- afectados por la bacteria y con diarrea severa.
   Un primer grupo recibió un antibiótico estándar, vancomicina, cuatro veces al día durante 14 días; después de 10 semanas, cuatro estaban libres de bacterias relacionadas con la diarrea; otro grupo el mismo tratamiento farmacológico pero después de beber una solución para limpiar el intestinal; funcionó en tres casos; el último grupo tenían un breve tratamiento con vancomicina, combinado con lavado intestinal, seguido por la infusión de heces diluidas de donantes que se suministró por la nariz; falló en tres pacientes.
   En estos tres casos en los que el tratamiento fue fallido, los médicos volvieron a tratar a los pacientes con materia fecal de un donante diferente, funcionando en todos los casos salvo uno. Del resto de grupos, 15 de los no curados aceptaron el tratamiento de trasplante fecal y se curaron.
   Todos los donantes, que era gente que trabajaba en el hospital que no tenían que ver con el cuidado del paciente, eran examinados periódicamente de una variedad de enfermedades.
   De entre los efectos secundarios en un 94 por ciento de los pacientes se informó de diarrea, en el 31 por ciento de calambres y en el 19 por ciento eructos, pero todos esos síntomas desaparecieron dentro de tres horas. Diecinueve por ciento en última instancia, informó el estreñimiento después del tratamiento.
   El trasplante de heces puede sonar a muy mal gusto, pero "los pacientes estaban desesperados porque ya habían tenido varios episodios. No había nada más que pudieran hacer. No había ninguna barrera psicológica para ellos", ha señalado Keller.
   Keller ha recordado que "la eficacia de la terapia antibiótica disminuye las recurrencias posteriores, y parece razonable iniciar el tratamiento con donantes heces infusión después de la segunda o tercera recaída".

Tratar el VIH en fases tempranas retrasa los daños y reduce el riesgo de transmisión

Un tratamiento antirretroviral de 48 semanas, administrado en las fases más tempanas de la infección por el VIH, ralentiza la aparición de daños en el sistema inmunológico y retrasa la necesidad de tomar el tratamiento a largo plazo, según ha revelado un estudio internacional en el que ha participado el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) de Barcelona. 

   El descubrimiento, publicado en el último número de la revista 'New England Journal of Medicine', ha sido posible gracias al ensayo clínico más amplio jamás realizado con pacientes recientemente infectados, bautizado como Spartac, ha informado el Idibaps en un comunicado.
   La investigación también sugiere que este tratamiento temprano reduce la cantidad de virus en la sangre hasta 60 semanas después de detenerlo, lo que reduce potencialmente el riesgo de transmisión.
   Spartac se ha desarrollado durante cinco años y ha contado con la colaboración de 366 adultos --mayoritariamente mujeres heterosexuales y hombres homosexuales-- procedentes de Austria, Brasil, Irlanda, Italia, Sudáfrica, España, Uganda y el Reino Unido.
   Todos los voluntarios del ensayo clínico fueron identificados durante los seis meses posteriores a la infección por VIH y se distribuyeron al azar entre un grupo que recibió antirretrovirales durante 48 semanas, otro que los recibió 12 semanas, y un último que no recibió medicación --este grupo corresponde a la práctica estándar actual en el tratamiento del VIH cuando se detecta la infección--.
   Los resultados apuntan que, de promedio, los participantes que no habían recibido el tratamiento antirretroviral inmediatamente debían comenzar el tratamiento definitivo de por vida 157 semanas después de la infección.
   Los del grupo que habían recibido un tratamiento de 12 semanas justo después de la infección tuvieron que empezar el tratamiento definitivo de promedio al cabo de 184 semanas después de la infección, un retraso de 27 semanas, que no se consideró significativo por responsables del ensayo.
   Por último, los voluntarios que recibieron antirretrovirales durante 48 semanas pasaron 222 semanas sin tener que empezar el tratamiento a largo plazo, lo que supone un retraso de 65 semanas.

Fumar hace que el cáncer de vejiga sea más agresivo y mortal

Fumar no sólo causa cáncer de vejiga, sino que también afecta a su evolución, puesto que personas que fuman más tienen una mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad más agresiva y mortal, según concluye un nuevo estudio publicado en 'Cancer', una revista revisada por la Sociedad Americana del Cáncer. El análisis también encontró que un panel de marcadores de cáncer de vejiga puede predecir qué casos concretos se encuentran en mayor riesgo de un desenlace fatal.

   Los investigadores saben que el tabaquismo es una de las causas más comunes de cáncer de vejiga, pero se preguntan si también afecta a la forma en que la enfermedad progresa. Para investigarlo, Richard J. Costa, MD, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami (Estados Unidos) y Anirban Mitra, de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad norteamericana del Sur de California, dirigió un equipo que analizó los tumores de vejiga y el tabaco en 212 historias multiétnicas de pacientes reclutados a través del "Programa de Vigilancia de Cáncer en el Condado de Los Ángeles" entre 1987 y 1996.
   Los científicos encontraron que los cánceres de vejiga que se desarrollaron en las personas que fumaban intensamente tenían más probabilidades de causar la muerte que los que se desarrollaron en personas que nunca habían fumado o que fumaban menos. El estudio también reveló que los cambios en proteínas particulares están a menudo presentes en los cánceres de vejiga que se convierten en mortales.
   "Hemos identificado un panel de nueve marcadores moleculares que pueden robusta y reproducible predecir el pronóstico del cáncer de vejiga independiente de criterios clínicos y antecedentes de tabaquismo", explicó el doctor Mitra. Los pacientes con alteraciones en entre seis a nueve marcadores tienen un resultado muy pobre, planteando la hipótesis de que estas personas podrían haberse beneficiado de tratamientos más agresivos.
   Debido a que el número de cambios en estas proteínas era directamente proporcional a los resultados de salud de los pacientes de una manera progresiva, las conclusiones confirman la teoría de que una acumulación de cambios es más importante que las alteraciones individuales en la determinación de las características de un cáncer dado. La relación entre la intensidad del hábito tabáquico y el pronóstico encontrada en este estudio apunta a los efectos nocivos del hábito de fumar de forma alta.
   "Los resultados del estudio son extremadamente clínicamente relevantes sobre cómo el cáncer de vejiga es una de las enfermedades más caras de tratar", destacó Cote, que también es director del "Programa de neoplasias genitourinarias en el 'Sylvester Comprehensive Cancer' de la Universidad del Centro de Miami. "El tratamiento del paciente personalizado es una necesidad urgente para esta enfermedad ya que la estratificación clínica actual no puede predecir los resultados de los pacientes individuales", concluye este experto.

Descubren dos mutaciones asociadas a una miocardiopatía grave

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) español han descubierto dos mutaciones asociadas a una miocardiopatía hereditaria grave, la miocardiopatía no compactada del ventrículo izquierdo (LVNC). Su hallazgo, con importantes implicaciones clínicas, se ha publicado en la revista 'Nature Medicine'.

   En concreto, los autores del trabajo, dirigidos por el coordinador del Programa de Biología del Desarrollo Cardiovascular, José Luis de la Pompa, han demostrado que las mutaciones en el gen MIB1 son responsables de la LVNC hereditaria, una patología severa que afecta a numerosas familias en todo el mundo.
   Se trata de una enfermedad que se manifiesta en un deterioro de la función contráctil ventricular debido a la presencia en la edad adulta de trabéculas, unas crestas de músculo cardiaco, recubiertas por endotelio cardíaco, que, según han explicado los autores, crecen hacia el interior de los ventrículos durante el desarrollo y forman una malla compleja similar a la estructura de una esponja.
   Los sujetos con esta patología pueden sufrir una insuficiencia cardiaca grave que necesita un manejo muy cercano y, en los casos más severos, el trasplante cardiaco es la única opción terapéutica. Además, incluso los pacientes con una función contráctil relativamente normal tienen un riesgo elevado de tener arritmias graves --ocasionando muerte súbita-- e incluso embolias cerebrales.
   "Aunque se sospechaba que el origen de este defecto ventricular estaba en el desarrollo fetal, es la primera vez que demuestra de forma tangible en un modelo experimental", ha señalado De la Pompa, quien ha aclarado que ya se habían identificado otros genes asociados a la enfermedad, capaces de codificar proteínas estructurales del músculo cardíaco.
   "Esta es la primera vez que se identifican mutaciones en un gen que codifica una proteína requerida para la correcta activación de una vía de señalización, en concreto la vía de NOTCH", ha recalcado.
   Asimismo, este hallazgo tiene grandes implicaciones clínicas dado que podrá ser incorporado en la batería de análisis genéticos en pacientes con miocardiopatía no compactada e incluso en pacientes con afectaciones ventriculares inciertas. No obstante, el grupo investigador continúa esta línea de trabajo y está estudiando el pronóstico de los pacientes con LVNC secundaria a esta mutación en relación a otras mutaciones.
   "El problema es que no existe un tratamiento para esta enfermedad, más allá de un estilo de vida reposado, el implante de desfibriladores automáticos para tratar las arritmias malignas y, en ocasiones, la administración de anticoagulantes para prevenir las embolias cerebrales, acompañado de una monitorización por parte de los especialistas", ha añadido el experto del CNIC.
   Este trabajo liderado por De la Pompa ha sido fruto de una colaboración multidisciplinar "muy estrecha" que ha contado con la participación muy activa de cardiólogos especialistas de miocardiopatías de diferentes hospitales en España (Murcia, La Coruña, Madrid) El grupo investigador ha conseguido de esta manera reunir una de las series más amplias de pacientes con esta patología en el mundo.
   "Nuestro siguiente paso está siendo desarrollar células pluripotentes inducidas de estos pacientes para estudiar su capacidad de diferenciación en cardiomiocitos. Esperamos sacar más información de este experimento", ha zanjado De la Pompa.