lunes, 23 de mayo de 2011

Un test sencillo podría ayudar a predecir la muerte prematura de los pacientes con diabetes

  
Un test no invasivo y relativamente barato, basado en un escáner por tomografía computerizada, podría servir para identificar a un subgrupo de pacientes con diabetes con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y muerte prematura. Lo han descubierto investigadores del Center for Diabetes Research at Wake Forest Baptist (Estados Unidos), que publican su hallazgo este mes en 'Diabetes Care'.

   Según el líder de esta investigación, Donald W. Bowden, director del Center for Diabetes Research at Wake Forest Baptist, "las personas con diabetes tienen ya un alto riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y sufrir una muerte temprana".
   "Con este estudio hemos descubierto que podemos identificar a un subgrupo de individuos en este grupo de riesgo que presenta incluso un riesgo más elevado y los medios para hacer esto están ya ampliamente disponibles en forma de escáner por tomografía computerizada, un test no invasivo y relativamente barato", señala.
   Al menos el 60 por ciento de los pacientes con diabetes, incluso aquellos en diálisis por sufrir fallos renales, al final muere de un evento vascular, como un ictus o un ataque al corazón. Sin embargo, según Bowded, la pregunta de por qué tantos pacientes diabéticos mueren de forma temprana ha permanecido sin respuesta.
   Para el 'Diabetes Heart Study', el equipo de Bowden siguió a cerca de 1.500 pacientes con diabetes en Carolina del Norte durante unos 13 años, recopilando datos sobre varios aspectos de la enfermedad y sobre cómo afectan a la salud individual. Cuando los participantes del estudio original comenzaron a morir, los investigadores se pusieron a investigar por qué.
   "Cuando revisamos los datos del último año, nos sorprendimos del número de participantes que habían muerto ya durante este estudio", señala Bowden, quien apuntó que el objetivo era averiguar "si existía algún predictor de quién podría morir frente a aquellos que seguían vivos".
   "En un grupo de personas que ya presenta un alto riesgo, buscábamos un método para identificar a los individuos que presentaban todavía un riesgo mayor de muerte prematura, con la meta de buscar intervenciones o vías para focalizar la atención médica y la atención hacia estos individuos con el riesgo más alto", ha dicho.
   Unos registros elevados de calcio en las arterias coronarias (CAC) son un importante indicador de enfermedad coronaria. Este registro proporciona una medida para averiguar hasta qué punto la enfermedad arterial coronaria, o las "placas" calcificadas, están presentes en los vasos sanguíneos del corazón.
   Las placas juegan un importante papel en los ataques al corazón y otros eventos vasculares y pueden medirse tomando una tomografía computerizada "depurada", en comparación con el típico escáner por tomografía computerizada, que emplee muy pocos rayos X, que no requiere inyecciones y se realiza en menos de 10 minutos. Este test, en Wake Forest Baptist, cuesta unos 200 dólares (142 euros) y algunas compañías de seguros estarían dispuestas a financiar esta prueba en determinadas situaciones.
   En la población diabética, existe un espectro muy amplio de placas calcificadas que aparecen en las arterias y en el corazón, desde individuos sin placas hasta pacientes que presentan todos sus vasos casi totalmente calcificados.
   Estos investigadores separaron más de 1.000 participantes de este estudio en cinco grupos, según la cantidad de placas calcificadas que presentaban en sus vasos sanguíneos al inicio del estudio. La salud de estos participantes fue seguida después durante una media de 7,4 años antes de que los investigadores compararan los datos de aquellos individuos que murieron durante el estudio con los de quienes seguían vivos.
   "Vimos un dramático riesgo de muerte temprana en las personas con mayores niveles de placas calcificadas en sus vasos sanguíneos", dijo Bowden, quien precisó que, "cuando se comparó el grupo con las mayores cantidades de placas con el grupo que tenía menos placas calcificadas, el riesgo de fallecer era más de seis veces mayor en el grupo con altos niveles  de placas calcificadas".

Una bacteria que causa úlceras puede favorecer la aparición del Parkinson

Investigadores de la Louisiana State University, en Shreveport (Estados Unidos), aseguran que el 'helicobacter pylori', bacteria causante de la mayoría de úlceras de estómago, podría jugar también un importante papel en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.

   Según los resultados de una investigación en ratones presentada en el marco del encuentro anual de la Sociedad Americana de Microbiología, que se celebra en Nueva Orleans (Estados Unidos), se ha observado que "la infección con una cepa particular de la bacteria 'helicobacter pylori' conlleva la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad de Parkinson entre tres y cinco meses después".
   Este hallazgo, apunta Traci Testerman, autora del estudio, puede sugerir una relación entre esta infección y el desarrollo de esta enfermedad neurodegenerativa en humanos.
   De hecho, diversas investigaciones han mostrado una correlación entre las úlceras estomacales y la enfermedad de Parkinson desde 1960, incluso antes de que se supiese que el 'H. pylori' es la causa de las úlceras.
   Más recientemente, una serie de estudios halló que las personas con enfermedad de Parkinson tenían más riesgo de estar afectados por dicha bacteria, al tiempo que, una vez tratados y curados de la infección, también conseguían una ligera mejora del Parkinson, en comparación con los no infectados.
   Testerman y su equipo desarrollaron un modelo animal con el colesterol modificado para comprender más eficazmente el papel del 'H. pylori' en la enfermedad de Parkinson, para lo que infectaron a un grupo de ratones de diferentes edades con tres cepas diferentes de bacterias, para posteriormente iniciar un seguimiento de su actividad locomotora y los niveles de dopamina en el cerebro.
   Los ratones infectados con una de las cepas mostró "una reducción significativa de ambos", sobre todo en los roedores de más edad, lo que muestra que el envejecimiento les hace más susceptibles al Parkinson, como sucede en humanos.
   "Nuestro modelo de ratón demuestra un efecto directo de la infección por 'H. pylori' es el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, si bien no todas las cepas han demostrado ser igual de dañinas", concluye Telerman.
   Asimismo, compararon estos resultados con otro grupo de ratones con el colesterol alterado pero sin la infección de esta bacteria, observando que en algunos casos también habían iniciado los síntomas, lo que muestra que esto también puede favorecer la aparición de la enfermedad.

Uno de cada cuatro pacientes con epilepsia está en España sin controlar

En España se estima que hay unos 300.000 afectados por epilepsia y, pese a que actualmente hay diferentes terapias para combatir la enfermedad, como una veintena de fármacos antiepilépticos, la cirugía o la estimulación cerebral, entre un 20 y 30 por ciento de los pacientes no están controlados y continúan padeciendo crisis epilépticas.

   Así lo asegura la Sociedad Española de Neurología (SEN) con motivo del Día Nacional de la Epilepsia que se celebra mañana, aclarando que entre un 25 y 30 por ciento de estos pacientes son resistentes a la terapia con fármacos.  
   Por ello, esta entidad defiende la necesidad de seguir dedicando esfuerzos a la investigación de esta enfermedad, según reconoce el coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la SEN, José Ángel Mauri.
   "Es prioritario avanzar en el diagnóstico y el tratamiento de la epilepsia de forma precoz y en muchas ocasiones en los Servicios de  Urgencias así como estudiar el impacto de los nuevos fármacos antiepilépticos sobre diversas comorbilidades como la patología psiquiátrica, las funciones cognitivas y el comportamiento", explica este experto.
   Y es que aunque en los últimos cinco años se han producido importantes avances en el conocimiento de la fisiopatología de la epilepsia, en los métodos diagnósticos y en el tratamiento, se hace necesario un mayor esfuerzo a su investigación ya que "además de las crisis epilépticas,  conlleva una serie de problemas cognitivos, psicológicos y sociales de origen multifactorial, por la misma enfermedad, por algunos fármacos antiepilépticos o por las comorbilidades asociadas".
   Además, añade, se deben realizar más estudios epidemiológicos para "identificar con exactitud" el número de pacientes existentes, para lo que la SEN, en colaboración con su Grupo de Estudio de Epilepsia y la Sociedad Andaluza de Epilepsia, está realizando la investigación EPIBERIA, un estudio epidemiológico que permitirá conocer la incidencia de nuevos casos de epilepsia en España.
   Desde la SEN recuerdan también que bajo el término "epilepsia" se engloban un gran número de síndromes y enfermedades que se definen por una edad de inicio, unos tipos de crisis, ciertos patrones electroencefalográficos y una etiología que puede ser estructural, metabólica o genética.
   El coste medio de cada paciente en Europa varía entre los 2.000 y 11.500 euros aunque, como reconoce Mauri, "la frecuencia de la epilepsia implica más allá de un importante problema sanitario", si bien también conlleva problemas relacionados con la educación, el empleo, la movilidad y las relaciones personales de los afectados.

Los neoyorquinos ya no pueden fumar en playas ni parques

La prohibición de fumar en los parques, playas, muelles y plazas peatonales de Nueva York entró en vigor el lunes, aunque los fumadores aún pueden echarse un cigarro en las aceras.

El Ayuntamiento de Nueva York aprobó la prohibición en febrero, pese a que algunos criticaron que el Gobierno se metiera en la vida privada de la gente, y el alcalde, Michael Bloomberg, la firmó poco después.
La ley extiende la ley actual que prohíbe fumar en bares y restaurantes. Los neoyorquinos podrán fumar en aceras, aparcamientos, calles y en sus casas, aunque muchos caseros de viviendas de alquiler no lo permiten.
La vendedora Polonia Jourdain, sentada en un parque con su sobrino de ocho meses, dijo estar contenta con la prohibición.
"No quiero oler a humor vaya a donde vaya", dijo Jourdain, de 17 años, añadiendo que su madre y su hermano son fumadores.
"El humo de los cigarrillos me da náuseas y dolores de cabeza", dijo.
No será la policía quien supervise el cumplimiento de la norma, sino 200 empleados de parques que cuidan de las 12.000 hectáreas de parques y playas de la ciudad.
Los infractores se enfrentan a una multa de 50 dólares, pero las autoridades dicen que se espera que los ciudadanos cumplan la norma.
Bloomberg también ha fomentado medidas sanitarias como una prohibición a las grasas trans en la comida de restaurante y una orden de que las cadenas de restaurantes muestren las calorías de los platos en el menú.
El alcalde ha hecho campaña a nivel nacional para que las empresas de alimentación reduzcan la cantidad de sal en sus productos y para que el Gobierno prohíba la compra de bebidas azucaradas con cupones de comida, unos sellos del Gobierno federal que 42 millones de estadounidenses de bajos ingresos utilizan para comprar comida.

Los estadounidenses, reacios a ir en bici y caminar

A pesar del variable precio de los combustibles, del aumento de michelines y de una avalancha de pruebas que aplauden el beneficio de la actividad, los estadounidenses son reacios a aceptar caminar y montar en bicicleta.

Las investigaciones demuestran que caminar ha aumentado ligeramente y que el ciclismo se ha estancando durante la última década. Ambas actividades han disminuido entre las mujeres, niños y mayores.
El doctor John Pucher, un profesor en la Universidad Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey, dijo que el aumento se ha producido entre los hombres, los trabajadores, la gente formada y las personas sin coche.
"Lo que me sorprendió fueron las diferencias sociales", dijo Pucher. "La mayoría del aumento es en los hombres de mediana edad. Eso dice que estamos haciendo algo mal en Estados Unidos".
El profesor cree que la resistencia estadounidense a viajar activamente tiene más que ver con la preocupación por la seguridad que por la expansión de los barrios al extrarradio.
Puchar, que trabaja en la Escuela de Planificación y Políticas Públicas Rutgers Edward J. Bloustein, ha estado estudiando durante 15 años el transporte y la forma de hacer más factible moverse en bicicleta y a pie.
En un estudio reciente, analizó junto con su equipo los datos del gobierno sobre el desplazamiento activo a partir de entrevistas telefónicas realizadas entre 2001 y 2009 a decenas de miles de ciudadanos del país.
Dijo que los datos de 2009 mostraban que el 25 por ciento de los viajes en las ciudades estadounidenses son de una milla (1,6 km) o más cortos, y que el 40 por ciento son de dos millas o menos.
"Estas distancias se pueden hacer fácilmente andando o en bici", dijo Pucher. "Niños, mujeres y mayores sencillamente no van a ir en bici por una calle concurrida".
Añadió que otros estudios han mostrado que las mujeres ciclistas tienden a dar grandes rodeos para ganar en seguridad, aunque tarden más, mientas que los hombres son más propensos a tomar la ruta más directa, incluso si se trata de una calle muy transitada.
Mejorar las aceras para los peatones y separar y proteger los carriles para ciclistas ayudaría a fomentar los viajes activos entre los que él denomina grupos de aversión al riesgo.
"Se hace todo el tiempo en ciudades danesas, holandesas y alemanas", dijo. "Algunos barrios estadounidenses no tienen siquiera aceras".
En los barrios residenciales, dijo, las medidas para moderar el tráfico, como calles estrechas y limitaciones de velocidad, supondrían una menor amenaza para niños, mayores y mujeres.
Pucher citó al norte de Europa, donde los ciclistas y viandantes constituyen una mezcla de 50-50 de hombres y mujeres así como muchos mayores y niños, como un buen ejemplo.
"También analizamos las encuestas anteriores que no eran directamente comparables", dijo, "y vimos una disminución continua en los desplazamientos a pie y en bicicleta durante dos o tres décadas".
El peligro, tanto el real como el percibido, es el principal, y muy corregible, motivo del descenso de los viajes a pie y en bici en EEUU, dijo Pucher.
"Está muy claro cómo hacerlo, pero simplemente no lo hacemos", dijo. "Ir de un punto A un punto B es realmente una experiencia muy desalentadora en muchas ciudades de EEUU por culpa de unos peatones ruidosos y unas deficientes instalaciones ciclistas".