lunes, 11 de febrero de 2013

Investigan una terapia molecular para la leucemia linfoide aguda

Un equipo internacional de investigadores ha probado una terapia molecular dirigida que logró erradicar la leucemia linfoide en modelos de ratón. Según describen los científicos en la revista 'Cancer Cell', su avance podría tener implicaciones directas para el tratamiento actual de la leucemia linfoide aguda (LLA) en las personas.

   Dirigido por investigadores del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati (Estados Unidos) y el Instituto de Investigación Clínica de Montreal (Canadá), el equipo detectó que las células leucémicas dependen de una proteína llamada Gfi1 para la supervivencia, por lo que la extracción de la proteína en modelos de ratón de la enfermedad debilitó y mató las células de leucemia. Los autores creen que esto podría ser una alternativa para las leucemias más susceptibles a los tratamientos de quimioterapia y radiación, actuales tratamientos de primera línea para todos.
   "Las terapias de quimioterapia y radiación son muy inespecíficas y pueden ser tóxicas para los pacientes. Nuestros hallazgos sugieren que la combinación de la inhibición de la Gfi1 con estos tratamientos puede permitir el uso de dosis más bajas de citotóxicos y beneficiar directamente a los pacientes", dijo H. Leighton Grimes, PhD , coinvestigador principal del estudio e investigador en las divisiones de Inmunología Celular y Molecular y Hematología Experimental de Niños de Cincinnati.
   Según el Instituto Nacional del Cáncer, la tasa de supervivencia global para todas las edades de las personas con LLA, un cáncer que afecta al as células de la sangre y el sistema inmunológico, es 66,4 por ciento y 90,8 por ciento de los niños menores de 5 años. Se presente con más frecuencia en la primera década de la vida, siendo un tipo de leucemia común en niños desde la infancia a los 19 años, según la Sociedad de Leucemia y Linfoma de América, pero aumenta de nuevo en personas mayores.
   Durante el inicio de una enfermedad como la LLA, señales de cáncer entre las células activan una proteína llamada p53, que se refiere a menudo como el "guardián del genoma". Un represor del crecimiento del tumor, p53 normalmente inicia un programa de reparación del ADN que se supone que induce la muerte celular programada para detener o ralentizar la progresión del tumor.
   En el caso de la LLA, los investigadores dijeron que la enfermedad se centra en la proteína Gfi1, que tiene un papel importante en el desarrollo normal de las células linfoides. Los análisis de todos los modelos de ratón y de tumores humanos primarios mostraron que Gfi1 se sobreexpresa en el estado de la enfermedad.
   Cuando los investigadores quitaron Gfi1 en tumores de ratón linfoides establecidos, la leucemia retrocedió a través de p53 inducida por la muerte celular. A continuación, para ver si la eliminación de Gfi1 sería eficaz en humanos modelados con la enfermedad, el equipo de investigación insertó células de leucemia de células T de pacientes humanos en ratones y la inhibición de Gfi1 detuvo la progresión de la leucemia humana de los animales, sin efectos nocivos.

El tratamiento de la artrosis debe apostar por proteger la articulación

  La artrosis, la enfermedad articular más frecuente en España, es un proceso crónico consistente en el desgaste progresivo del cartílago; esta enfermedad, que provoca dolor, rigidez e incapacidad funcional, en contra de lo que se piensa no es exclusiva de la vejez, cualquiera puede padecerla, y, al tratarse de un problema en el cartílago puede afectar a cualquier articulación; de estos factores, y de otros, dependerá la elección del mejor tratamiento.

   Actualmente son dos los grupos terapéuticos que dominan el tratamiento, por un lado aquellos fármacos que básicamente reducen el dolor (analgésicos y antiinflamatorios), y que son los más indicados, y, por otro lado, los que retrasan la progresión y también eliminan dolor (condroprotectores), que podrían convertirse en el tratamiento base.
   Las innumerables variables con que cursa la enfermedad hacen que "cada paciente sea diferente y se presente además una idiosincrasia a considerar a la hora de establecer determinados tratamientos", explica el doctor Sergio Giménez, coordinador del Grupo de Trabajo de Aparato Locomotor de Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), quien destaca la edad y la comorbilidad como las que agravan la mala calidad de vida del paciente.
   "No hay que olvidar que es una enfermedad incapacitante e invalidante y donde el dolor es el principal síntoma", de ahí que sea tan importante acertar con el tratamiento. Para ello señala a Europa Press que se debe partir bajo la premisa de que "se está tratando una enfermedad grave, inflamatoria y crónica".
   "Partiendo de esas premisas hay que considerar un tratamiento de larga duración que quite el dolor y que baje la inflamación. Por tanto, el tratamiento ha de ser lo suficientemente inocuo y seguro que permita ser administrado durante largo tiempo. Es importante también intentar el que la enfermedad no siga progresando", advierte.
   La artrosis no se cura pero se puede controlar su evolución siempre que el paciente y el médico colaboren, por un lado acertando con el tratamiento y, por otro, como recuerda Giménez, inculcando unos hábitos de vida saludable.
   "Corrigiendo los hábitos nocivos y prescribiendo ejercicio, deberíamos adaptar la medicación al paciente; hablamos de tratamiento individualizado, atendiendo a las patologías concomitantes", añade.
   Hasta hace relativamente poco tiempo los tratamientos se centraban sobre todo en el dolor, tras conocerse que la artrosis no es una enfermedad terminal de la articulación los tratamientos han ido enfocados a prevenir o reducir su progresión, además de eliminar el dolor.
   La artrosis afecta al paciente de forma distinta, de manera que no hay un patrón general de evolución, así en algunos pacientes los síntomas de inicio serán más graves que en otros donde, teniendo la misma articulación afectada, se desarrolla la enfermedad de un modo más lento. Por otra parte, hay que tener en cuenta las crisis en las que progresa la enfermedad, que se producen de un modo intermitente e imprevisible por lo que ni el paciente ni el médico pueden bajar la guardia.
   A la hora de establecer un tratamiento, además de tenerse en cuenta la edad, el estado físico o el sobrepeso y obesidad, el médico debe ser consciente de que la mayoría de los enfermos tiene alguna otra enfermedad asociada -- hipertensión arterial (57%), diabetes (19%), cardiopatías (10%), además lo normal es que no haya una sola articulación afectada.
   En España un 70% de los enfermos recibía analgésicos y, en la misma proporción, se prescribía antiinflamatorios no esteroideos (AINE); además el 43% tomaba ambos; mientras, menos del 15% toma algún fármaco Sysadoa, destacando el condroitín sulfato y el sulfato de glucosamina. Finalmente, algo más del 60% de los encuestados recibía algún fármaco gastroprotector para evitar los daños de los AINE.
   Los AINE son uno de los tratamientos más utilizados en artrosis, particularmente en los estadios iniciales de la enfermedad, el problema son sus efectos adversos y que, en muchas ocasiones, "son tomados sin control", explica Giménez, quien apoya el uso de condroprotectores que "ya no son nuevos y han demostrado su eficacia y eficiencia en pacientes con artrosis".
   "Son fármacos muy seguros", añade, al tiempo que explica que actualmente están indicados en largos tratamientos, ya que permiten períodos de descanso cada tres meses, en pacientes con alta comorbilidad que es lo corriente en estos pacientes, que no puedan tomar AINE o bien que estén polimedicados.
   De la misma opinión es el jefe de Servicio de la Unidad de Farmacología Clínica del Hospital Universitario de Alicante, el doctor José Francisco Horga, quien va más allá al destacar que debería considerarse esté fármaco como tratamiento de base, y, por tanto, cree que una amplía población tratada con AINE podría disponer de un mejor tratamiento, evitando sus efectos secundarios.
   "Sobre todo en aquellos pacientes a los que se les recomiendan pautas cortas a dosis bajas de analgésicos o antiinflamatorios y no son paces de ayudarles a mejorar su calidad de vida", advierte este experto, que también es Catedrático de Farmacología Clínica de la Universidad Miguel Hernández de Elche.
   A la hora de decidir qué tratamiento usar, Horga explica que los médicos suelen seguir las guías de recomendación de las sociedades internacionales o nacionales. A veces éstas no son suficientemente ágiles a la hora de incorporar los avances generados por los grupos de investigación en la eficacia y la seguridad de los medicamentos.
   Esto ha hecho que se haya tardado más de lo deseado en llegar a las recomendaciones actuales que normalizan el uso de los Sysadoa como tratamiento de base, una vez que éstos han demostrado, pese a no ser ese su efecto directo, "tener un importante efecto analgésico", además de frenar el deterioro estructural articular y tener efectos adversos "prácticamente nulos".
   "Es interesante ver que en todos los metanálisis, el sulfato de condroitina es el único fármaco que tiene entre dos y tres veces más capacidad analgésica que los analgésico", además "es probablemente uno de los pocos recursos que tenemos para evitar la progresión de la artrosis".
   Precisamente, en España el Ministerio de Sanidad, en colaboración con la Organización Médica Colegial, ha editado una guía donde se incorporan entre las recomendaciones un uso más general de los Sysadoa. Entonces, la cuestión es saber por qué no se prescribe más si todo lleva a pensar que estarían igualmente indicados en artrosis de inicio o pacientes jóvenes.
   A su juicio, "hay que dar un poco de tiempo", ya que no hay nuevos fármacos en el horizonte cercano contra la artrosis, y todos los ensayos que se están realizando van encaminados a demostrar su eficacia mediante nuevas técnicas de evaluación; además "tanto desde el punto de vista fármaco-económico, como desde el punto de vista de seguridad estamos empezando a mirar con ojos muy críticos los AINE", afirma.
    Y destaca que lo ideal sería utilizarlos como "terapia preventiva a largo plazo"; a su favor, además de los beneficios terapéuticos, supondría un ahorro de los gastos derivados de los efectos adversos de los AINE, sobre todo en pacientes con comorbilidades.
   En definitiva, "estamos en un momento crítico en el que no falta nada para que sea aceptado en términos generales"; lamentablemente, explica, no le frena la investigación que apoya su uso, sino el hecho de no ser regulados como productos éticos farmacéuticos por la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA) y el Instituto Nacional para la Salud de Reino Unido (NICE).
   Tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido estos productos sólo están disponibles como suplementos alimenticios, que no han demostrado una bioequivalencia clínica con el condroitín sulfato de grado farmacéutico.

Innovador test para el diagnóstico precoz del melanoma

El Hospital Quirón Valencia ofrecerá a sus pacientes --tras un trabajo conjunto con la compañía Sistemas Genómicos-- un innovador test para detectar precozmente la susceptibilidad al melanoma, según ha informado el centro sanitario en un comunicado.

   Este acuerdo contribuirá al diagnóstico certero y temprano de los pacientes preocupados por la reaparición de melanoma o la aparición temprana del mismo. El equipo de dermatología del Hospital Quirón, liderado por el doctor José Mª Ricart, será el primero que incorpore este test, denominado MRisk, para determinar la susceptibilidad de sufrir un melanoma.
   Las partes han acordado que los resultados obtenidos en cuanto a la detección de susceptibilidad al melanoma serán publicados a la comunidad científica, para el beneficio de toda la sociedad, mediante congresos, conferencias, charlas o bien en prensa especializada.
   Fuentes del centro han explicado que la susceptibilidad para desarrollar melanoma cutáneo es variable y depende de diversos factores, entre los que se incluyen factores genéticos, factores fenotípicos --fototipo cutáneo-- y también factores ambientales --como son los distintos grados de exposición solar--.
   Este test está indicado para todas las personas de cualquier edad que deseen conocer el riesgo de padecer melanoma, especialmente para personas de raza blanca, con dificultad para broncearse, con cabellos y ojos claros. También está indicado para aquellos con mayor propensión a las quemaduras solares o para los que presenten un lunar nuevo, negro, o anormal, así como personas que presentan múltiples lunares en la adolescencia o nevus congénito gigante.
   La incidencia del melanoma en Europa, como en el resto del mundo, se ha triplicado en las últimas décadas. El melanoma maligno es un neoplasia de las células productoras de pigmentos o melanocitos, que predominantemente se localiza en la piel pero que también puede localizarse en ojos, oídos, tracto gastrointestinal, leptomeninges y membranas mucosas orales y genitales.
   Es una enfermedad multifactorial; tanto en los casos familiares como en los esporádicos, influyen factores ambientales o exógenos y factores endógenos. La aparición de melanoma es más frecuente en adultos entre los 30 y los 60 años, aunque en la última década se observa una mayor frecuencia entre personas jóvenes (20-30 años) y especialmente entre mujeres --ocho veces superior--. En niños es raro y, si aparece, su comportamiento suele ser relativamente benigno, sin producirse metástasis.

Logran frenar el desarrollo de algunos tumores con un fármaco basado en ácido ribonucleico

Un estudio liderado por el director de Investigación Clínica del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Josep Tabernero, ha demostrado la eficacia de un fármaco basado en nanopartículas de ácido ribonucleico de interferencia (ARN) en el tratamiento de pacientes con cáncer, al lograr silenciar genes que codifican proteínas implicadas en el desarrollo y el crecimiento de células tumorales. 

   Este hallazgo, publicado en la revista 'Cancer Discovery', representa un "gran paso" para desarrollar nuevos tipos de terapias más personalizadas, ha informado el hospital en un comunicado.
   El estudio también ha permitido encontrar un sistema efectivo que envuelve las nanoparítuculas para que las moléculas de ARN lleguen al interior de las células tumorales y puedan actuar inhibiendo la síntesis proteica, algo que hasta ahora no podría lograrse porque no eran suficientemente resistentes.
   El principal problema que presenta el ARN es la vía de administración, dado que se necesita que penetre en tejidos y células en una concentración terapéuticamente efectiva y para conseguirlo, hay que hacer algunas modificaciones que le proporcionen una mayor resistencia.
   En este estudio, se ha conseguido desarrollar un sistema de nanotecnología capaz de hacer llegar dos de estas moléculas dirigidas a dos proteínas implicadas en el desarrollo de células tumorales (VEGF y KSP), con el objetivo de inhibir su actividad.
   Este sistema se ha traducido en un fármaco (ALN-VSP), formado por moléculas de ácido ribonucleico de interferencia dentro de un envoltorio de nanopartículas lipídicas (LNPs), que protege las moléculas y permite que penetren en las proteínas en una concentración adecuada, para liberarlas posteriormente.
   El estudio presenta los resultados de un ensayo clínico de fase I realizado con 41 pacientes con cáncer avanzado con metástasis en el hígado, a los que se les administró el fármaco dos veces por semana con dosis de entre 0,01-1,5 mg/kg por vía intravenosa.
   En 11 de 37 pacientes que participaron en el estudio, y en los que se midió la respuesta al fármaco, la enfermedad no había progresado o se había estabilizado después de 6 meses de tratamiento e, incluso, en algunos casos de pacientes con metástasis en el hígado o en los ganglios linfáticos abdominales, se consiguió una regresión completa de la metástasis.
   En el estudio también han participado otros centros internacionales como el Dana-Farber Cancer Institute o el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, así como dos centros españoles, el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva de Valencia.

Descubren nuevos genes para identificar la miopía

  Un equipo internacional de científicos dirigido por el 'Kings College' de Londres ha descubierto 24 nuevos genes que causan defectos de refracción (miopía), que es una de las principales causas de la ceguera y la discapacidad visual en todo el mundo, para la que no existe cura en la actualidad. Estos resultados, publicados en la revista 'Nature Genetics', revelan las causas genéticas de esta condición, que podría llevar a encontrar mejores tratamientos o formas de prevenir la enfermedad en el futuro.

   El 35 de la población occidental y hasta el 80 por ciento de los asiáticos sufren de miopía. Durante el desarrollo visual en la infancia y adolescencia, el ojo crece en longitud, pero en los miopes crece demasiado y la luz que entra al ojo se enfoca en frente de la retina y no sobre ella, lo que da lugar a una imagen borrosa, un error refractivo que se puede corregir con gafas, lentes de contacto o cirugía.
   Sin embargo, la retina es más delgada y esto puede conducir a desprendimiento de retina, glaucoma o degeneración macular, especialmente con mayores grados de miopía, una enfermedad que es altamente hereditaria, aunque hasta ahora, poco se sabe acerca de los antecedentes genéticos, según los autores del estudio.
   Para encontrar los genes responsables, investigadores de Europa, Asia, Australia y Estados Unidos colaboraron como el Consorcio para la refracción y la miopía (CREMA) y analizaron los datos genéticos y el error refractivo de más de 45.000 personas procedentes de 32 estudios diferentes, gracias a los que encontraron 24 genes nuevos para esta condición y confirmaron dos genes previamente detectados.
   Curiosamente, los genes no mostraron diferencias significativas entre los grupos europeos y asiáticos, a pesar de la mayor prevalencia entre los asiáticos. Los nuevos genes incluyen los que funcionan en el cerebro y la señalización de tejido ocular, la estructura del ojo y el desarrollo del ojo. Así, los genes conducen a un alto riesgo de miopía, por lo que las personas portadoras de estos genes ¡ tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar miopía.
   Ya se sabía que factores ambientales, como la lectura, la falta de exposición al aire libre y un mayor nivel de educación pueden aumentar el riesgo de miopía, una condición más común en las personas que viven en zonas urbanas. Una combinación desfavorable de la predisposición genética y factores medioambientales parece ser particularmente peligrosa para el desarrollo de la miopía.
   El profesor Chris Hammond, del Departamento de Investigación Twin y Epidemiología Genética del 'King College' de Londres y autor principal del artículo, explica: "Ya sabíamos que la miopía, o falta de visión, tiende a darse en familias, pero hasta ahora conocíamos poco acerca de las causas genéticas. Este estudio revela por primera vez un grupo de nuevos genes que están asociados con la miopía y que los portadores de algunos de estos genes tienen un riesgo diez veces mayor de desarrollar la enfermedad".
   A su juicio, se trata de un avance científico "muy emocionante" porque podría conducir a mejores tratamientos y prevención en el futuro para "millones de personas alrededor del mundo".
 "Es muy probable que los conocimientos adquiridos a partir de este estudio proporcionen nuevas vías para el desarrollo de nuevas estrategias", concluyen los autores.