martes, 17 de abril de 2018

Diseñan un nuevo fármaco capaz de frenar la diabetes tipo 1

SEVILLA.- Un equipo internacional de investigadores, liderado por españoles, ha identificado una nueva diana y diseñado una nueva molécula capaz de frenar, por el momento en ratones, la diabetes tipo 1, enfermedad que aparece cuando el sistema inmune del propio individuo destruye sus células productoras de insulina en el páncreas.

La insulina ayuda a la glucosa a entrar en las células para suministrarles energía; sin insulina se da un exceso de glucosa en sangre que no se puede retirar, lo que produce hiperglucemia, característico de la diabetes.
Esto puede ocasionar distintos problemas de salud, por eso esta falta de insulina tiene que ser neutralizada mediante la inyección diaria de esta hormona en los pacientes con diabetes tipo 1.
Los resultados de esta investigación, en la que se consigue regenerar células productoras de insulina, se publican en un artículo en la revista Nature Communications, que firman, entre otros, científicos del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) de Sevilla y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima).
Las terapias actuales para la diabetes tipo 1 están centradas en reprimir el ataque inmunológico o neutralizar las sustancias que promueven la inflamación, recuerdan en su artículo los responsables de esta investigación.
Por lo tanto, agregan, es necesario identificar estrategias innovadoras para atenuar el proceso inmunológico, a la vez que se promueve la supervivencia y la función de las células beta, las que producen la insulina.
Esto es precisamente lo que ha logrado este equipo de investigación, identificar una nueva diana susceptible de ser atacada por un nuevo fármaco para frenar la diabetes de tipo 1.
En concreto, los científicos han constatado que si se activa el receptor nuclear LHR-1 con el fármaco de nueva creación, la molécula BL001, se mejora la respuesta inmune y por tanto se frena el desarrollo de este tipo de diabetes, explica Javier Bermúdez, investigador en el Ibima de Málaga y uno de los autores del trabajo.
El receptor LHR-1 está presente en los islotes pancreáticos -tejido responsable de secretar la insulina-, añade Bermúdez, para quien la novedad de este trabajo radica en que el fármaco posee una acción dual: es capaz de cambiar el ambiente interno del islote pancreático desde uno pro-inflamatorio a otro anti-inflamatorio, así como promover el incremento de las células que producen insulina.
Aquí se muestra, por tanto, que BL001, un pequeño activador de LRH-1, impide la progresión de la hiperglucemia y la inflamación inmunodependiente de los islotes pancreáticos en ratones con diabetes tipo 1, a la vez que aumenta la masa de células beta y la secreción de insulina.
Además, los científicos también han visto que este fármaco impide la apoptosis, un tipo específico de muerte celular, en las células beta de islotes de pacientes, esta vez, con diabetes de tipo 2.
Se trata de un hallazgo importante, pero de una investigación básica aún en fase experimental, recalca Bermúdez, quien señala que el próximo paso será probar la seguridad y la eficacia de la molécula en un ensayo clínico -los ensayos clínicos tienen tres fases y hasta que el fármaco llega al mercado suelen pasar unos 10 años de investigación-.

El precio de los fármacos contra el cáncer se duplica en España en diez años

MADRID.- La Plataforma "No es sano" ha publicado hoy un estudio en el que denuncia que el precio de los medicamentos oncológicos se ha duplicado en diez años alcanzando cifras "inasumibles" para el sistema sanitario y ha lamentado la "falta de transparencia" a la hora de fijar el coste de estos fármacos.

En un comunicado, la plataforma -compuesta por Salud por Derecho, Médicos del Mundo, Organización Médica Colegial, Sespas, OCU, CECU, No Gracias y la asociación acceso justo al medicamento- ha destacado que en España algunas de las terapias más empleadas para tratar el cáncer alcanzan los 100.000 euros por paciente al año.

Esta es la principal conclusión del informe "Los medicamentos para el cáncer: altos precios y desigualdad", que subraya que esta situación se debe a un sistema de propiedad intelectual "que deja en manos de las compañías farmacéuticas la fijación de los precios de los fármacos" y a un marco regulatorio "poco transparente que beneficia a la industria en detrimento del interés público".

Este informe se enmarca en la campaña "Nos la Juegan", que denuncia que, si sigue creciendo el precio de los medicamentos, nuestro sistema de salud no podrá financiarlos y "no nos quedará más remedio que fabricarlos en casa".

Se trata de unos precios "inasumibles" para el sistema sanitario, que se unen al hecho de que cada vez es mayor el número de casos de cáncer diagnosticados, y que pasarán de los 247.000 en 2015 a los 315.000 en 2035, casi un 30 por ciento más, según las previsiones.

La Plataforma afirma que el actual sistema de patentes pretende garantizar la recuperación de los recursos en investigación, "pero la realidad es que no podemos conocer esos costes porque son secretos y los datos que se publicitan no tienen en cuenta la inversión pública". 

"Esta falta de transparencia da lugar a que la industria fije los precios de los fármacos arbitrariamente, en función de la capacidad del mercado de cada país", ha lamentado.

A esto se suma -continúa- el hecho de que las negociaciones con las administraciones públicas están sujetas a acuerdos de confidencialidad que impiden hacer público cuánto se paga por los medicamentos.

En concreto en España -asegura- no es posible acceder a los acuerdos de precios fijados entre el Gobierno y la industria para estos fármacos de uso hospitalario.

Además, señala que, dado que el peso presupuestario recae sobre las comunidades autónomas, los precios son diferentes entre regiones e, incluso, entre hospitales, "poniendo en peligro los recursos finitos del sistema sanitario y obligando a recortar de otras partidas muy necesarias".

El informe analiza cuatro fármacos en concreto que generan "enormes ingresos" a las compañías que los comercializan y que han contado con una importante inversión pública en su fase de desarrollo.

Uno de ellos es el trastuzumab, para cáncer de mama, cuya investigación fue apoyada en gran parte por filántropos y fundaciones y casi el 50 % de los ensayos clínicos se realizaron con presupuesto de universidades, centros de investigación o fundaciones sin ánimo de lucro. "Hoy es uno de los productos estrella de Roche y ha generado más de 60.000 millones en ventas desde su comercialización", apunta.

En los casos de alemtuzumab (Sanofi) y bevacizumab (Roche), otros dos fármacos estudiados, el informe revela que el 70 % y el 50 % de los ensayos clínicos, respectivamente, han sido financiados por universidades, centros de investigación o fundaciones sin ánimo de lucro.

Ante esto, la Plataforma ha propuesto una bajada en los precios de los medicamentos y que estos se fijen a partir de los costes reales de investigación y producción, conocer el precio real de los medicamentos y transparencia en las negociaciones con la industria farmacéutica.

También solicita más control de los precios de los medicamentos en los que se han invertido fondos públicos y regulaciones que controlen y sancionen los abusos de competencia.