jueves, 25 de abril de 2013

Científicos españoles patentan un procedimiento para disminuir el nivel de colesterol en sangre

Científicos de las universidades de Murcia y Alicante han patentado un nuevo procedimiento, basado en la estimulación de cultivos líquidos de células vegetales con compuestos naturales, que podría servir para producir compuestos vegetales capaces de disminuir el nivel de colesterol en sangre.

   Este método se basa en el uso de ciclodextrinas, que se obtienen de la degradación del almidón, y que actúan estimulando a los cultivos celulares para la producción de fitoesteroles y otros compuestos bioactivos, beneficiosos para la salud.
   Otro de los compuestos naturales usados para la producción de estos compuestos bioactivos es el jasmonato de metilo, un derivado de la esencia de jazmín.
   "Este procedimiento constituye una alternativa novedosa e innovadora frente a las técnicas de extracción clásicas realizadas a partir de materia prima vegetal o mediante síntesis química convencional por las que se obtienen estos compuestos bioactivos, ya que se trata de un sistema de producción estable", según ha reconocido María Ángeles Pedreño, una de las autoras del estudio.
   Los fitoesteroles son particularmente abundantes en el reino vegetal ya que están presentes en los frutos, semillas, hojas, tallos y raíces de prácticamente todos los vegetales conocidos, lo que hace que también estén presentes normalmente en la dieta.
   Se estima que la ingesta diaria de fitoesteroles, que es muy variable ya que depende de los hábitos alimentarios de la población, se encuentra en un rango que oscila desde los 160 a los 500 miligramos al día.
   Investigaciones previas realizadas sobre el resultado que los fitoesteroles tienen en la salud humana han puesto de manifiesto que tienen un efecto hipocolesterolémico (reducción de los niveles de colesterol en sangre), ya que disminuyen tanto el colesterol total como el ligado a proteínas de baja densidad (LDL), por lo que su ingesta previene la aparición de enfermedades cardiovasculares.
   Actualmente, existen otros estudios que indican que los fitoesteroles poseen propiedades inmunomoduladoras que podrían ser beneficiosas para la prevención del cáncer de colón, de mama y el control de la hiperplasia prostática benigna.
   Esta tecnología también se puede aplicar para obtener los compuestos bioactivos de algunas plantas silvestres ya que cultivando estas plantas 'in vitro' en el laboratorio y aplicando el procedimiento para su estimulación se obtienen los compuestos beneficiosos para la salud y se evita la sobreexplotación de esa especie vegetal que podría conducir finalmente a su extinción.
   Un ejemplo del éxito industrial alcanzado en este sentido es la producción de taxol que es un compuesto muy utilizado en la quimioterapia contra el cáncer.
   De esta manera, en lugar de realizar la extracción del taxol a partir de la corteza del árbol que lo produce, el tejo, se han conseguido obtener grandes cantidades de taxol a partir de cultivos líquidos de células del propio tejo.  
   Además, Pedreño explica que otra ventaja destacable del procedimiento es el reducido espacio que se requiere para el cultivo 'in vitro' y la estimulación de las células vegetales y la facilidad con la que se realiza el proceso de extracción y purificación.

Placentas anormales avisan del riesgo de autismo

Investigadores de la Escuela de Medicina de Yale, en Estados Unidos, han descubierto la manera de medir el riesgo de un niño de desarrollar autismo mediante la búsqueda de anomalías en la placenta al nacer, lo que permite un diagnóstico precoz y el tratamiento para el trastorno del desarrollo, un hallazgo que publica este jueves 'Biological Psychiatry'.

   El autor principal, Harvey Kliman, investigador en el Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas de la Escuela de Medicina de Yale, y colaboradores del Instituto MIND de la Universidad de California-Davis, han encontrado que los pliegues anormales de la placenta y células anormales de crecimiento llamadas inclusiones trofoblásticas son marcadores clave para identificar a los recién nacidos que están en riesgo de autismo.
   Kliman y su equipo examinaron 117 placentas de recién nacidos de familias en situación de riesgo, los que tienen uno o más hijos previos con autismo, que participaban en un estudio llamado 'Los marcadores de riesgo de autismo en bebés-Aprender los primeros signos'. Kliman comparó estas placentas en situación de riesgo con cien placentas de control recogidas por los investigadores de UC Davis de la misma área geográfica.
   Las placentas de riesgo tenían un máximo de 15 inclusiones trofoblásticas, mientras que ninguna de las placentas de control contenía más de dos inclusiones trofoblásticas. Kliman explica que una placenta con cuatro o más inclusiones trofoblásticas predice de forma conservadora una probabilidad del 96,7 por ciento de estar en riesgo de padecer autismo.
   Actualmente, el mejor marcador precoz de riesgo de autismo es la historia familiar, por lo que parejas con un niño con autismo tienen nueve veces más probabilidades de tener otro hijo con el trastorno. Kliman señala que cuando estas familias en situación de riesgo tienen los siguientes hijos podrían emplear estrategias de intervención temprana para mejorar los resultados.
"Lamentablemente parejas sin susceptibilidad genética conocida deben confiar en la identificación de los signos o indicadores tempranos que pueden no manifestarse abiertamente hasta segundo o tercer año de vida del niño", subraya Kliman.
"Espero que el diagnóstico del riesgo de desarrollar autismo mediante el examen de la placenta al nacer se convierta en rutina y que los niños que han demostrado tener un mayor número de inclusiones trofoblásticas sean sometidos a intervenciones tempranas y tengan una mejor calidad de vida como resultado de esta prueba", concluye Kliman.

Identifican un gen que controla tres enfermedades raras diferentes

Un consorcio internacional, liderado por investigadores españoles, ha descubierto un gen (ERCC4) que está implicado en el control de tres enfermedades raras humanas, la anemia de Fanconi, el xeroderma pigmentosum, y un tipo de progeria, según el tipo de mutación que presenta, y que podría estar implicado también en el cáncer de mama y de ovario.

   La investigación, que ha sido liderada por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER) y la Universidad de Wurzburg (Alemania), se publica este jueves en la revista 'American Journal of Human Genetics'.
   Por el momento, los resultados de la investigación mejoran el conocimiento de dos rutas de reparación del AND importantes para mantener la estabilidad de los genes y prevenir el cáncer en la población general. Además, podrían ayudar a mejorar el diagnóstico y la caracterización genética de enfermedades raras, y permitir la aplicación de nuevas estrategias terapéuticas, como la terapia génica o la selección de embriones sanos y compatibles para curar a hermanos afectados mediante un trasplante de cordón umbilical.
   Los investigadores han secuenciado, mediante técnicas de ultrasecuenciación masiva de nueva generación, los más de 20.000 genes del genoma de un paciente afectado por anemia de Fanconi. Con esta estrategia han logrado identificar mutaciones que originan la enfermedad en el gen ERCC4, previamente vinculado a otras dos enfermedades raras: xeroderma pigmentosum y progeria.
  La anemia de Fanconi, se caracteriza por una anemia progresiva, malformaciones congénitas y una alta predisposición a las leucemias y los tumores en la boca; mientras la xeroderma pigmentosum y el tipo detectado de progeria  están caracterizadas por una elevada sensibilidad a la luz solar, predisposición al cáncer de piel y, en el caso de la progeria, de envejecimiento acelerado.
   Los investigadores han podido demostrar que el gen ERCC4 está implicado en dos mecanismos de reparación del AND que utilizan las células para mantener la estabilidad del genoma, de manera que el paciente desarrollará alguna de estas tres enfermedades en función del balance entre los dos sistemas reparadores.
   "Se trata de un caso bastante excepcional, dado que hay pocos precedentes donde un solo gen esté implicado en dos rutas fisiológicas independientes y cause tres enfermedades clínicamente diferentes" destaca el doctor Jordi Surrallés.