domingo, 5 de junio de 2011

Investigadores españoles demuestran la eficacia de un medicamento como terapia para el cáncer de pulmón avanzado

Un fármaco de quimioterapia, utilizado como terapia de mantenimiento, mejora la supervivencia libre de progresión de la enfermedad en pacientes con cáncer de pulmón de células grandes no escamosas avanzado que también fueron tratados con pemetrexed como parte de su regimen inicial de quimioterapia. 

   Así lo ha demostrado un ensayo en fase III realizado por investigadores del Hospital Universitario Virgen del Rocio de Sevilla, cuyos resultados se han hecho públicos este domingo en el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se ha celebrado en Chicago.
   Se trata del primer gran estudio que demuestra que usar una terapia de mantenimiento a más largo plazo con uno de los mismos fármacos que se incluyen en el tratamiento inicial puede incrementar la supervivencia libre de progresión de la enfermedad en cáncer de pulmón de células grandes avanzado, una enfermedad extremadamente difícill de tratar.
   Este estudio proporciona a los médicos una nueva opción de tratameinto tras la terapia de primera linea con pemetrexed. De esta nueva opción podrían beneficiarse todos los pacientes con cáncer de pulmón no microcítrico que no incluyan tumores epidermoides, esencialmente adenocarcinomas y carcinomas de células grandes. Es decir, que podría ser útil contra el 80 por ciento de los cánceres de pulmon no microcítricos y globalmente, contra el 65 por ciento de los cánceres de pulmón.
   Según ha explicado el doctor Luis G.Paz-Ares, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen del Rocío y líder de este estudio, "el objetivo era averiguar si un fármaco que es efectivo en el tratamiento de inducción del cáncer de pulmón avanzado, como pemetrexed, es también efectivo como tratamiento de mantenimiento".
   "Queríamos saber si, una vez acabados los cuatro o seis ciclos de tratamiento con quimioterapia, si seguimos al paciente con tratamiento de mantenimiento con pemetrexed, conseguimos o no mantener durante más tiempo la enfermedad bajo control", señala este experto.
   Para comprobarlo, un total de 939 pacientes recibieron los cuatro ciclos estándar de tratamiento de inducción de primera linea con pemetrexed y cisplatino para tratar de inducir la remisión de esta enfermedad. De ellos, 539 pacientes cuyos cánceres no progresaron fueron divididos en dos grupos: uno siguió tomando pemetrexed y tratamiento sintomático (359) y el otro tomó placebo y tratameinto sintomático (180) hasta que se produjo una progresión de la enfermedad.
   Los investigadores descubrieron que pemetrexed como tratamiento de mantenimiento lograba reducir en un 38 por ciento el riesgo de progresión de la enfermedad. La media de supervivencia libre de progresión de la enfermedad fue de 4,1 meses en el grupo tratado con este medicamento y de 2,8 meses en el grupo de placebo.
   La tasa de control de la enfermedad (el porcentaje de pacientes con respuesta o enfermedad estable) fue del 71,8 por ciento en los pacientes que recibieron pemetrexed, en comparación con el 59,6 por ciento del grupo tratado con placebo. El perfil de toxicidad de la terapia de mantenimiento con pemetrexed resultó favorable, como ocurre cuando se emplea como tratamiento de primera linea.
   En palabras del doctor Paz-Ares, "los resultados globales fueron que se aumentaba el tiempo en el que el paciente vive sin recurrencia de la enfermedad, sin que la enfermedad aumente de tamaño y, al mismo tiempo, los efectos secundarios fueron bastante bajos".
"El perfil de toxicidad fue bien tolerado, no ha habido datos significativos de toxicidad acumulativa, que es uno de los problemas para dar estos tratamientos de mantenimiento", recalca.
   "Esta estrategia puede suponer que la enfermedad se tenga bajo control durante más tiempo y que el paciente viva libre de síntomas durante más tiempo. El impacto global en la supervivencia no lo sabemos todavía porque no tenemos suficiente seguimiento. El último paciente que empezó a tratarse se incorporó al estudio en marzo de 2010, por lo que todavía es algo pronto para hablar de supervivencia. Es esperable que, en uno o dos años tengamos los resultados maduros", concluye.

Localizan el origen del 'E-Coli' en una explotación alemana de brotes de soja

El responsable de Agricultura del estado de Baja Sajonia, Gerti Lindemann, ha apuntado a una granja alemana de brotes de soja como probable origen de la infección por la nueva cepa de la bacteria 'E. Coli' que hasta el momento ha costado la vida a 22 personas. La cifra de afectados en toda Europa supera ya los dos millares.
 
   La causa "más convincente" del brote estaría en una explotación en la localidad de Bienenbuettel, a unos 70 kilómetros al sur de Hamburgo. La producción ya está paralizada mientras se realizan más estudios para confirmar que se trata del origen de la infección.
   "Hay un rastro muy claro (hacia esta explotación), origen de la infección", ha señalado Lindemann en una rueda de prensa. El resultado de los estudios que se están realizando podría conocerse tan pronto como mañana lunes.
   La bacteria habría contaminado distintas partidas de brotes de soja, brotes de alfalfa, brotes de judías mung, brotes de rábano y brotes de rúcula de esta misma empresa destinadas a restaurantes y mayoristas de los estados de Hamburgo, Schleswig-Holstein, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Hesse y la Baja Sajonia.
   Lindemann ha recomendado a la población que hasta que se conozcan más datos se abstengan de consumir brotes de estos tipos, aunque ha informado de que se están recogiendo todos los envíos procedentes de la plantación de Bienenbuettel.
   En cualquier caso, Lindemann no quiso descartar otro posible foco de infección, ya que los alimentos hortícolas infectados podrían haber pasado a otros productos.
   El brote de 'E. Coli' ha provocado que los hospitales del norte del país esté desbordado ante el número de pacientes afectados. El ministro de Sanidad alemán, Daniel Bahr, ha reconocido que la "capacidad insuficiente" del sistema sanitario de Hamburgo y sus alrededores.
   "Afrontamos una situación tensa en lo que respecta a la atención sanitaria", ha reconocido Bahr en declaraciones publicadas por el 'Bild am Sonntag'.
   La región más afectada es la del país, cerca de Hamburgo, por lo que ya han comenzado a trasladar a los pacientes menos graves a otros destinos.
   Desde el hospital Regio Clinics, a las afueras de Hamburgo, también reconocen los problemas de saturación. "Todos los hospitales de la zona están al límite. Podemos afrontarlo, pero algunos de nuestros pacientes han tenido que ser desviados a otros centros, especialmente los afectados por el síndrome urémico hemolítico (SUH) o que necesiten diálisis", ha explicado un portavoz del hospital.
    "Las operaciones para las enfermedades no letales están siendo reprogramadas. Parece que la situación puede mejorar, ya que ahora solo tenemos 60 pacientes que deben estar aislados en comparación con los 109 que había el viernes", ha señalado.

El exemestano reduce un 65% el riesgo de las mujeres postmenopausia de desarrollar cáncer de mama

El exemestano reduce en un 65 por ciento, comparado con placebo, el elevado riesgo que presentan las mujeres postmenopaúsicas desarrollar un cáncer de mama. Así lo ha demostrado un ensayo en fase III desarrollado sobre 4.560 mujeres, entre ellas pacientes españolas, y liderado por el NCIC Clinical Trials Group de Canadá, cuyos resultados se han presentado en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) , que se celebra en Chicago. 
 
   Las participantes en este estudio eran mujeres postmenopaúsicas que presentaban al menos un factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama, como tener 60 años o más o presentar un carcinoma.  Después de tres años de seguimiento, el grupo que recibió exemestano mostró una reducción del 65 por ciento en cánceres invasivos: 11 cánceres de mama invasivos en el grupo de exemestane frente a los 32 del grupo de placebo.
   Asimismo, como dato importante, los investigadores encontraron menos casos de lesiones precursoras de cáncer, como la hiperplasia lobular atípica, en el grupo tratado con 'Aromasin'.
   Todas las pacientes presentaron síntomas frecuentes leves, como los sofocos, el insomnio o la fatiga, pero fue ligeramente más común en el grupo de aquellas que recibieron exemestano. Fue igual en ambos grupos la aparición de efectos adversos más serios, entre los que se incluyen fracturas oseas, osteoporosis, hipercolesterolemia, eventos cardiovasculares adversos y otros cánceres que no eran de mama.
   Para el líder de este estudio, Paul E.Goss, profesor de Medicina de la Harvard Medical School y el Massachusetts General Hospital en Boston, "el potencial en salud pública de estos descubrimientos es importante".
"En el mundo, se estima que cada año se diagnostican 1,3 millones de casos de cáncer de mama y cerca de 500.000 mujeres mueren por culpa de esta enfermedad", recuerda.
   Los resultados del estudio MAP.3 (Mammary Prevention Trial-3), el primer ensayo randomizado que valora un inhibidor de la aromatasa como exemestano como un fármaco para prevenir el cáncer de mama en mujeres sanas, indican "que exemestano es una prometedora nueva vía para prevenir el cáncer de mama en mujeres postmenopausicas, las más afectadas por este tipo de cáncer".
   "La reducción en cánceres de mama del 65 por ciento que hemos demostrado cumple nuestras expectativas El número de tumores es pequeño, pero parecen ser menos los tumores más agresivos con exemestano. Nuestro estudio  no sólo muestra una importante reducción de cánceres de mama, también un excelente perfil de efectos secundarios", destaca Goss, quien, no obstante, que deberá realizarse un seguimiento más largo a estas pacientes para seguir observando los resultados.
   Los inhibidores de la aromatasa previenen la síntesis de estrógenos y son diferentes del tamoxifeno a la hora de actuar con los estrógenos. Estos inhibidores son superiores al tamoxifeno a la hora de prevenir recurrencias en pacientes con cáncer de mama temprano, incluida la prevención de nuevos cánceres de mama. Los investigadores predijeron en el laboratorio que estos inhibidores podrían prevenir el cáncer de mama sin las serias toxicidades observadas con el tamoxifeno.
   Exemestano está aprobado por las autoridades del medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en pacientes con cáncer de mama en una etapa temprana.

Científicos españoles descifran el genoma de la leucemia linfática crónica

Investigadores españoles han secuenciado el genoma completo de pacientes con leucemia linfática crónica e identificado mutaciones que aportan nuevas claves sobre esta enfermedad, la más común de los tipos de leucemia en países occidentales.
 
Según información ministerial, el estudio, hecho público en la revista Nature, está dirigido por los investigadores Elías Campo, del Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona, y Carlos López-Otín, de la Universidad de Oviedo, y ha contado con la participación de más de 60 investigadores del Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica. Ambos investigadores presentarán mañana lunes los resultados del trabajo en la sede principal del Ministerio de Ciencia e Innovación, en Madrid, junto a la ministra Cristina Garmendia.
"La leucemia linfática crónica es la leucemia más frecuente en los países occidentales, con más de mil nuevos pacientes diagnosticados cada año en nuestro país", explica Elías Campo. Se sabe que la causa de la enfermedad es la proliferación incontrolada de los linfocitos B de los pacientes. "Sin embargo, se desconoce qué mutaciones la provocan", precisa Campo.
El genoma humano está formado por más de tres mil millones de unidades químicas llamadas nucleótidos. Al secuenciar el genoma, cada nucleótido se lee al menos 30 veces para verificar que la lectura es la correcta, y así poder asignar con total certeza las mutaciones identificadas.
En este trabajo, los investigadores han utilizado la más avanzada tecnología para secuenciar los 3.000 millones de nucleótidos del genoma completo de las células tumorales de cuatro pacientes y lo han comparado con la secuencia del genoma de las células sanas de los mismos individuos. "Esta aproximación nos ha permitido comprobar que cada tumor ha sufrido unas mil mutaciones en su genoma" aclara Carlos López-Otín.
"El posterior análisis de los genes mutados en un grupo de más de 300 pacientes permitió identificar cuatro genes cuyas mutaciones provocan el desarrollo de este tipo de leucemia", revela el investigador de la Universidad de Oviedo.
Los avances en el conocimiento de la biología molecular del cáncer durante las últimas décadas han permitido determinar que se trata de una enfermedad producida por la acumulación de daños genéticos en las células normales, pero hasta ahora la identificación de esos cambios era un proceso lento y laborioso, resaltan desde el Ministerio.
Sin embargo, "gracias a los equipos de última generación para la secuenciación de genomas, como los que están a disposición de los científicos en el Centro Nacional de Análisis Genómico, este proceso se ha acelerado, y en este centro se pueden secuenciar en la actualidad hasta seis genomas humanos en un día", explican.
El análisis del volumen de datos generado en este proyecto ha requerido la creación de programas especializados. Sidrón es el nombre de la herramienta informática desarrollada en la Universidad de Oviedo y que ha sido esencial para identificar las mutaciones presentes en los genomas tumorales.
El Consorcio Español para el Estudio del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica (CLL Genome, www.cllgenome.es) está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del Instituto de Salud Carlos III, con 10 millones de euros de financiación directa y se enmarca dentro del Consorcio Internacional de los Genomas del Cáncer (ICGC, www.icgc.org), dirigido por el doctor Tom Hudson del Instituto de Investigación del Cáncer de Ontario, Canadá.
El ICGC se puso en marcha a finales de 2008 con la participación de ocho equipos internacionales de investigación, entre ellos, el Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica. En 2011, agencias de financiación en cuatro continentes y 11 países promueven un total de 38 proyectos que ya han iniciado el estudio de 17.000 genomas tumorales. El objetivo del ICGC para los próximos años es ampliar este trabajo a la secuenciación y el análisis de 500 genomas tumorales de 50 tipos de cáncer (25.000 genomas tumorales).
Hace un año, Nature publicó el estudio fundacional de este consorcio internacional de científicos en el que se resaltaba la potencial relevancia del proyecto del ICGC para el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico y terapias contra el cáncer, una vez que se consiguiera, como se ha mencionado anteriormente, completar la secuenciación y el análisis de 500 genomas tumorales de cada uno de los 50 cánceres más frecuentes.
Nature publica ahora los avances de los participantes españoles en el ICGC, derivados del análisis exhaustivo de los cuatro primeros genomas de pacientes con leucemia linfática crónica, los cuales han permitido el descubrimiento de nuevos mecanismos implicados en el desarrollo de esta enfermedad. El trabajo de los investigadores españoles confirma la utilidad de la estrategia de secuenciación masiva de genomas para conocer las causas genéticas del cáncer.
El Consorcio Español para el Estudio del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica está formado por una docena de instituciones: el Hospital Clínic de Barcelona; el Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo; la Universidad de Barcelona; el Instituto de Investigaciones Biomèdicas August Pi i Sunyer; el Centro de Regulación Genómica de Barcelona; la Fundación Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge-Instituto Catalán de Oncología; el Hospital Universitario y Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca; el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas; la Universidad de Deusto; la Universidad de Santiago de Compostela; el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación; y el Centro Nacional de Análisis Genómico.
En este estudio el consorcio español ha contado también con la colaboración del Wellcome Trust Sanger Institute en Hinxton, Reino Unido.

Dos nuevos fármacos mejoran el tratamiento y la supervivencia del melanoma metastásico

Los laboratorios Bristol Myers Squibb (BMS) y Roche han presentado esta semana en el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se celebra en Chicago, los resultados de dos estudios en fase III de dos fármacos que mejoran la supervivencia de los pacientes con melanoma metastásico. 

Se trata de la terapia inmunomoduladora ipilimumab, de BMS, y de vemurafenib, de Roche, los únicos avances en el tratamiento del melanoma de los últimos 30 años.
Así lo ha explicado el doctor Salvador Martín Algarra, presidente del Grupo Español Multidisciplinar del Melanoma, quien asegura que los resultados de estos dos estudios son "estimulantes" y suponen que "se ha subido un escalón más" hacia la curación del melanoma metastásico, que hasta ahora sólo podía tratarse con cirugía -indicada para pocos pacientes-- o con un tratamiento que sólo funcionaba "para entre el 5 y el 15 por ciento de los casos".
En la actualidad, la supervivencia de los pacientes con melanoma metastásico va de los 8 a los 18 meses después del diagnóstico. Por el momento, la dacarbazina es el único agente quimioterápico aprobado por las autoridades del medicamento de Estados Unidos para tratar el melanoma metastásico. Este fármaco está asociado a unas tasas de respuesta que van del 7 al 12 por ciento y a una media de supervivencia global entre los5,6 y los 7,8 meses tras el inicio del tratamiento.
Ipilimumab es el nuevo fármaco de BMS para el melanoma metastásico. Está aprobado ya en Estados Unidos como tratamiento de segunda linea para este tipo de cáncer Sin embargo, el estudio en fase III presentado en ASCO, que incluyó a 502 pacientes --en el que se comparaba ipilimumab más dacarbazina con dacarbazina más placebo-- ha demostrado que es capaz de prolongar la supervivencia de estos pacientes como tratamiento de primera linea, con 11,2 meses de supervivencia frente a los 9,1 meses del grupo tratado con dacarbazina y placebo.
Asimismo, esta investigación demuestra que este efecto de ipilimumab se mantiene a largo plazo. Así, la supervivencia del grupo tratado con el nuevo fármaco de BMS a un año fue del 47 por ciento, frente al 36 por ciento del otro grupo; a dos años, del 28,5 por ciento frente al 17,9 por ciento del grupo de dacarbazina y placebo y a tres años del 20,8 por ciento frente a 12 por ciento. Además, el grupo de ipilimumab registró una reducción del 24 por ciento en el riesgo de progresión de la enfermedad, en comparación con el grupo tratado con dacarbazina.
Entre los efectos adversos con mayor incidencia en el grupo de ipilimumab se encuentra la diarrea (36% frente al 24,7% del grupo de dacarbazina) y los eventos adversos inmunitarios (77% frente al 38%), siendo el más común los valores elevados de la función del hígado, registrados en entre el 17 y el 20 por ciento de los pacientes que tomaron ipilimumab. Además, se observó la aparición de un tipo de hepatitis reversible con tratamiento en el 31 por ciento de los pacientes de ipilimumab frente al 2,6 por ciento de los de dacarbazina.
Para el doctor Martín Algarra, ipilimumab "funciona mejor que la quimioterapia y consigue que algunos pacientes vivan más". "Ipilimumab -destaca el experto-- actúa sobre el sistema inmunitario, no envenenando a todas las célula, también las sanas, como hace la quimioterapia.
"El melanoma se produce porque las células se pasan mensajes contradictorios. La célula cancerígena logra convencer al sistema inmunitario del paciente de que es una célula sana. Ipilimumab restaura el equilibrio de la balanza inmunológica -que actúa buscando el equilibrio entre dos brazos: uno que reacciona frente a la agresión y otro que modula esta reacción-- e induce mejorías muy sólidas en el paciente, que duran mucho tiempo", explica.
La segunda novedad contra el melanoma metastásico es vemurafenib, de los laboratorios Roche. El estudio en fase III presentado en ASCO comparó vemurafenib con dacarbazina en 675 pacientes con melanoma metastásico con mutación de BRAF V600E nunca antes tratados de este cáncer. El objetivo era averiguar si vemurafenib podía prolongar la supervivencia libre de progresión de la enfermedad en comparación con el otro fármaco.
Los resultados demostraron que, a los seis meses de tratamiento, la supervivencia en el grupo de vemurafenib era del 84 por ciento y del 64 por ciento en el grupo que tomó dacarbazina. La supervivencia media libre de progresión de la enfermedad fue de 5,3 meses en el grupo de vemurafenib y de 1,6 meses en el que fue tratado con dacarbazina.
Asimismo, el nuevo fármaco de Roche estuvo asociado con una reducción relativa del 63 por ciento en el riesgo de muerte y del 74 por ciento en riesgo de progresión de la enfermedad, en comparación con dacarbazina. Las tasas de respuesta de vemurafenib fueron del 48 por ciento, frente al 5 por ciento de dacarbazina.
Los efectos adversos más comunes con vemurafenib fueron problemas de piel, fatiga, fotosensibilidad y reacciones cutáneas, presentes en el 12 por ciento de los casos. El 18 por ciento de los pacientes tratados con el fármaco de Roche desarrollaron carcinomas de células escamosas, keratoacantoma o ambos.
"Estos resultados demuestra que vemurafenib como agente único mejora las tasas de respuesta, las de progresión libre de enfermedad y de supervivencia global, en comparación con dacarbazina, en pacientes con melanoma metastásico con la mutación BRAF V600E", señalan los autores.
Aproximadamente, entre el 40 y el 60 por ciento de los melanomas cutáneos presentan mutaciones en BRAF. Cerca del 90 por ciento de estas mutaciones son del tipo BRAF V600E.
"Estos descubrimientos proporcionan un fundamento sólido para el desarrollo de futuras terapias de combinación", concluye este trabajo.
Según el doctor Martín Algarra, este inhibidor del BRAF actúa bloqueando las vías de comunicación entre las células que son responsables de la proliferación de células tumorales, consiguiendo así "una respuesta más rápida -en semanas--, pero menos prolongada en el tiempo".
"El próximo paso -según este experto-- será combinar estas dos terapias (ipilimumab y vemurafenib), algo en el que hemos insistido mucho los oncólogos y en lo que las dos compañías (BMS y Roche) están de acuerdo".