jueves, 11 de agosto de 2011

Dieta mediterránea contra el asma infantil

Un reciente estudio revela la existencia en la conexión entre obesidad y asma en los niños. Seguir la dieta Mediterranea con una dieta equilibrada y sana, ayuda a los niños a controlar esta patología. Esta investigación ha sido realizada por el Internacional Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC).

   Los datos actuales revelan que el aumento del peso corporal y el asma se desarrollan en paralelo, sobre todo en la pubertad, período de rápido crecimiento y maduración. El aumento de los casos de obesidad se debe a un desequilibrio entre la ingesta de energía y el gasto de la misma, en el que la falta de ejercicio es un punto clave. Así en los casos en los que se produce una disminución del peso se produce una mejora en el control del asma en los enfermos que padecen esta patología.
   Ante estos resultado la Sociedad Española de Neumología Pediatrica (SENP) considera de vital importancia que los padres conozcan y sean conscientes de la importancia que tiene el adecuado desarrollo físico y psíquico en los hijos desde temprana edad. De esta manera, la prevención  de futuras enfermedades será más eficaz, especialmente cuando los niños tienen sobrepeso, son asmáticos y llevan una vida sedentaria.
    Como explican expertos de la SENP, "hay que lograr que la población infantil encuentre en los alimentos un aliado a su salud y bienestar y no esté asociado a un temor o un riesgo a engordar".
    Una de las mejores herramientas para combatir el sobrepeso es, según todos los expertos, la divulgación de la dieta mediterránea entre los más jóvenes. Una alimentación basada en el equilibrio óptimo en la ingesta de antioxidantes mediante el consumo de alimentos frescos como verduras, hortalizas, carne, pescado y fruta ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad y, de forma relacionada, a disminuir la prevalencia del asma.  
   Esta dieta, sumada a la practica de ejercicio físico de forma regular, produce una mejora en la calidad de vida de los niños, especialmente de aquellos que tienen problemas asmáticos. Además la práctica de un deporte es básica para la expansión de los pulmones y para la prevención de futuros problemas  en las vías aéreas. Las actividades físicas prescritas deben ser factibles y ajustadas a sus gustos y rechazos.
   El ejercicio cumple un papel importante en el manejo del asma infantil, con el que permite un mejor control de la enfermedad. Sin embargo, debe remarcarse que el ejercicio no cura el asma, pero enseña a vivir mejor con la enfermedad.