lunes, 20 de junio de 2011

Expertos alertan ante el impacto de enfermedades no transmisibles en desarrollo


Un grupo de expertos médicos y en sanidad pública alertó hoy en la ONU del alto coste que las enfermedades no transmisibles como el cáncer, la diabetes o la hipertensión tienen sobre el desarrollo de las sociedades y pidió una mayor inversión en prevención, investigación y tratamiento.

"Esas enfermedades suponen una gran amenaza para el bienestar económico y el desarrollo por el elevado coste de su tratamiento y su impacto sobre el capital humano, debido a las discapacidades y las muertes que provocan", dijo el profesor en Sanidad Pública de la Universidad de Harvard David Bloom en una conferencia en la ONU.
Bloom, que trabaja en un informe concreto sobre el impacto económico de estas enfermedades, estimó que el coste a nivel global del conjunto de esos males, entre los que se incluyen también las enfermedades pulmonares crónicas, alcanzará los 35 billones de dólares para el periodo comprendido entre 2005 y 2030.
Esa cifra, siete veces mayor al nivel actual de gasto mundial en sanidad, podría evitarse, indicó el profesor en una conferencia en la sede neoyorquina de Naciones Unidas, si los Gobiernos dedicaran un mayor capital a "la prevención, la investigación y el tratamiento" de esas enfermedades.
"Estimamos que los nuevos casos de cáncer conllevaron un coste de más de 300.000 millones de dólares en 2010 en todo el mundo, mientras que el de las enfermedades pulmonares alcanzaron los 400.000 millones", detalló además Bloom.
El experto, que participó hoy junto a otros en un seminario sobre estas enfermedades en la ONU, animó a los Gobiernos a "pensar en gasto en sanidad como una inversión que ofrece unos buenos réditos" y pidió que se eviten millones de muertes aplicando "de una manera más sólida" medidas ya existentes.
En ese sentido, instó a que siga adelante con la lucha contra el tabaco y el abuso del alcohol, así como con la promoción de dietas más saludables y el ejercicio físico entre la población como las medidas más eficientes para prevenir esas costosas enfermedades.
Entre todas ellas, los males que acaban con más vidas son las enfermedades cardiovasculares, que provocan la muerte de 17 millones de personas al año, mientras que las sigue el cáncer, con 7,6 millones de fallecimientos, las enfermedades respiratorias (4,2 millones) y la diabetes (1,3 millones).
Junto a Bloom, habló el presidente de la Sociedad del Cáncer de Estados Unidos, John Seffrin, que también alertó de la "amenaza" que suponen estas enfermedades para el crecimiento económico, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
"Se trata de un asunto moral. ¿Por qué tiene importancia política que una mujer muera de sida y no que muera de cáncer? Ambas cosas deberían ser igual de importantes", aseveró Seffrin en su participación, en la que pidió un "mayor compromiso" a los Gobiernos en la lucha contra esas enfermedades.
En la conferencia de este lunes también participaron el director ejecutivo de la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), Cary Adams, y la subsecretaria general de la ONU, Asha-Rose Migiro.
Migiro pidió a la sociedad civil que reflexione sobre sus hábitos de vida y a los Gobiernos que tomen "decisiones que premien y estimulen esos hábitos saludables", al tiempo que los animó a que aumenten "el coste financiero de los hábitos no saludables" y a que refuercen la asistencia sanitaria para los enfermos.
La reunión de este lunes en Naciones Unidas sirvió para calentar motores ante el encuentro de alto nivel que la Asamblea General del organismo mantendrá los próximos 19 y 20 de septiembre para analizar el impacto de las enfermedades no transmisibles.

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