lunes, 12 de diciembre de 2011

La mala salud mental daña la productividad

Uno de cada cinco empleados sufre un trastorno mental como depresión o ansiedad y estas dolencias afectan cada vez más a la productividad en el puesto de trabajo ya que muchos tienen dificultades para lidiar con ello, según un informe de la OCDE difundido este lunes.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico halló que las personas con desórdenes mentales a menudo abandonan el puesto por enfermedad, y entre un 30 y un 50 por ciento de solicitudes de ayudas por discapacidad se deben a problemas de este tipo.
Los legisladores tienen que encontrar nuevas formas de abordar el problema social y económico que representan estos trastornos, dijo el informe, en un momento en el que es probable que se incrementen los factores que los disparan, como el estrés laboral.
"El aumento de la inseguridad laboral y la presión en el lugar de trabajo hoy día puede llevar a un aumento de los problemas de salud mental en los próximos años", dijo.
"La proporción de trabajadores expuestos a estrés relacionado con el trabajo se ha incrementado en la última década en toda la OCDE. Y en el actual clima económico, hay cada vez más personas preocupadas por la seguridad laboral".
Sólo la depresión es ya una causa importante de muerte, incapacidad y carga económica en todo el mundo y la Organización Mundial de la Salud prevé que para 2020 será el segundo principal contribuidor al peso mundial de enfermedades en todas las edades.
Dos estudios publicados en septiembre y octubre hallaron que hasta un 40 por ciento de los europeos sufren enfermedades mentales y neurológicas cada año, y el coste anual de los desórdenes mentales es de casi 800.000 millones de euros.
El informe de la OCDE, titulado "¿Enfermo en el trabajo? Mitos y realidades sobre la salud mental en el trabajo", halló que la mayoría de las personas con un trastorno mental tienen trabajo, aproximadamente una proporción de entre el 55 y el 70 por ciento, lo que supone unos 10 o 15 puntos porcentuales menos que las personas sin estas dolencias.
Pero las personas con una enfermedad mental tienen entre dos y tres posibilidades más de estar desempleadas que quienes no tienen estos problemas. Esta brecha representa una importante pérdida económica, dice el informe.
"La mayoría de los trastornos mentales comunes pueden mejorar, y las oportunidades de empleo pueden mejorar, con un tratamiento adecuado", dijo la OCDE.
Sin embargo, añadió, los sistemas sanitarios de la mayoría de los países estaban centrados en tratar a pacientes con trastornos graves como la esquizofrenia, que representan apenas un tercio de todos los enfermos mentales.
"Tomarse los trastornos más comunes más en serio incrementaría las posibilidades de que la gente se quede, o vuelva, a trabajar", dijo la OCDE, añadiendo que en torno a un 50 por ciento de las personas con desórdenes mentales graves y más del 70 por ciento de quienes tienen una dolencia moderada no reciben actualmente ningún tratamiento.
La OCDE instó a los legisladores a centrarse en proporcionar buenas condiciones laborales que ayuden a los empleados a reducir y gestionar el estrés, a introducir una supervisión sistemática de las bajas por enfermedad y ayudar a los empresarios a reducir el conflicto en el lugar de trabajo y evitar despidos innecesarios causados por los problemas de salud mental.

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