lunes, 6 de febrero de 2012

Se realiza de manera pionera en España cirugía del Parkinson con TAC intraoperatorio

 El servicio de Neurocirugía del Hospital Universitari i Politècnic la Fe ha realizado de forma pionera en España cuatro intervenciones de neurocirugía contra el Parkinson y otros movimientos anormales con TAC intraoperatorio y todas ellas con resultado altamente satisfactorio, según ha informado la Generalitat en un comunicado. 

   Se trata del primer hospital español que ofrece esta técnica, que consiste en la inserción de electrodos profundos (estimulación cerebral profunda) con la ayuda de un sistema propio de TAC intraoperatorio (O-arm).
   La última intervención de este tipo se realizó el jueves 2 de febrero, a una paciente de 65 años de edad que sufría enfermedad de Parkinson avanzada, que le provocaba rigidez muscular y lentitud de movimientos así como movimientos incontrolados (discinesias) que le impedían realizar su actividad diaria con normalidad. Este procedimiento quirúrgico consiste en la inserción de un microelectrodo en una zona profunda del cerebro, el núcleo subtalámico (de unos 8 mm de diámetro).
   A continuación se implanta el electrodo tetrapolar definitivo, de 1,3 mm de calibre y mediante estimulación de alta frecuencia se consigue mejorar los tres síntomas principales de esta enfermedad: rigidez, lentitud de movimientos (bradicinesia) y temblor.
   Una vez implantado el electrodo definitivo de realiza una Tomografía Axial Computerizada (TAC) en la misma mesa operatoria y sus imágenes se fusionan con las de la resonancia magnética preoperatoria confirmando la correcta situación del mismo.
   Estas cirugías tienen una duración aproximada de 4 horas y en ellas intervienen un equipo multidisciplinar de neurocirujanos, neurólogos, neurofisiólogos y radiólogos. La novedad de esta técnica radica en que el equipo médico interviene al paciente dentro del propio TAC, lo que permite obtener imágenes del lugar exacto donde se implanta el electrodo y tener la certeza de que se está en el lugar adecuado antes de que el paciente abandone el quirófano.
   Al respecto, el jefe del Servicio de Neurocirugía, Carlos Botella, ha destacado que gracias al uso del TAC intraoperatorio, se aumenta "notablemente" la seguridad de la intervención. "Tenemos la certeza de que el electrodo está en el lugar idóneo, evitando que el paciente tenga que volver a ser intervenido si se ha producido un desplazamiento del electrodo", ha señalado.
   Hasta el momento, el equipo médico insertaba el electrodo guiándose por las coordenadas cartesianas obtenidas con la fusión de imágenes de TAC y RM preoperatorios y mediante el microregistro neuronal. "De este modo, llegamos a identificar el sonido que emiten las neuronas sobre las que queremos insertar el electrodo", ha explicado el doctor Botella. El equipo tecnológico de la Unidad Multidisciplinar de Estimulación Cerebral Profunda del Hospital La Fe es el "más completo que existe en estos momentos en España", según las mismas fuentes.
   La Unidad Multidisciplinar de Estimulación Cerebral Profunda del Hospital La Fe participa en un proyecto de investigación junto con el Departamento de Ciencias Morfológicas de la Facultad de Medicina, analizando los microregistros de las señales neuronales que se obtienen en estas intervenciones con el objetivo de poder crear en un futuro un atlas que permita identificar las diferentes señales de actividad de cada grupo neuronal.
   Hasta el momento, la Unidad Multidisciplinar de Estimulación Cerebral Profunda del Hospital La Fe realizaba una media de 20 intervenciones de cirugía de Parkinson y otros movimientos anormales al año y se estima que con esta nueva técnica, la cantidad de pacientes intervenidos podría duplicarse, alcanzando las 40 intervenciones al año.
   Gracias a la estimulación cerebral profunda, los pacientes vuelven a controlar sus movimientos y, al mismo tiempo, se reduce su necesidad de recibir medicación, evitando los efectos secundarios de la misma y se consigue un importante ahorro en gasto farmacológico, ya que el tratamiento con diversos fármacos que se emplean en estas enfermedades llega a alcanzar los 12.000 euros al año por paciente.
   Además, cabe destacar que se trata de un procedimiento reversible, ya que el propio paciente puede desactivar el funcionamiento del electrodo acercando un iman especial a su pecho si se encuentra cerca de un campo magnético como un arco de seguridad de un aeropuerto o si debe realizarse una Resonancia Magnética.
   Los pacientes candidatos a este tipo de intervención son seleccionados por un equipo multidisciplinar de psicólogos, psiquiatras, neurólogos, neurofisiólogos y neurocirujanos. Son pacientes en los que la enfermedad ha llegado a un estado muy avanzado e invalidante, el tratamiento farmacológico provoca efectos secundarios adversos y por otra parte están en condiciones físicas de ser sometidos a esta intervención.

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