jueves, 23 de febrero de 2012

Una fuerte "barrera" intestinal podría prevenir el cáncer en el resto del cuerpo

Un equipo de investigadores, de la Universidad Thomas Jefferson, ha observado que el silenciamiento de los receptores hormonales debilita la barrera intestinal, haciendo que el cuerpo sea más susceptible al cáncer. El estudio sugiere que la permeabilidad intestinal puede ser la raíz de algunos tipos de cáncer, que se forman en el resto del cuerpo, según han publicado los expertos en 'PLoS ONE'.

   Parece ser que el receptor de la hormona guanilato ciclasa C (GC-C) -un supresor de tumores, identificado previamente, que se encuentra en el tracto intestinal- desempeña un papel clave en el fortalecimiento de la barrera intestinal, que ayuda a separar el intestino del resto del cuerpo y, posiblemente, mantiene a raya el cáncer. Sin el receptor, la barrera se debilita.
   El equipo, dirigido por el doctor Scott Waldman, director del Departamento de Farmacología y Terapéutica Experimental en Jefferson, y director del Programa de Cáncer Gastrointestinal en el Centro Kimmel del Cáncer, descubrió, en un estudio pre-clínico, que el silenciamiento de la GC-C en ratones comprometía la integridad de la barrera intestinal.
   Este silenciamiento permitió que se produjera la inflamación, y que los agentes causantes del cáncer se filtraran hacia el cuerpo, dañando el ADN y favoreciendo la formación de cáncer fuera del intestino, incluyendo el hígado, el pulmón y los ganglios linfáticos. Por el contrario, la estimulación de la GC-C, en los intestinos de los ratones, reforzó la barrera intestinal, logrando que ésta hiciera frente a estos cambios patológicos.
   Una barrera intestinal debilitada se ha relacionado con muchas enfermedades, como la enfermedad inflamatoria intestinal, el asma y las alergias a los alimentos, pero este estudio ofrece nueva evidencia de que la GC-C juega un papel importante en la integridad del intestino. Su fortalecimiento, afirman los investigadores, podría proteger a las personas contra la inflamación y el cáncer en el resto del cuerpo.
"Si la barrera intestinal se rompe, se convierte en un portal para que elementos del mundo exterior se filtren en el interior", explica Waldman, "cuando estos mundos chocan, pueden ocasionarse muchas enfermedades, como la inflamación y el cáncer". El doctor Waldman y su  equipo ya habían demostrado, previamente, el  papel de la GC-C como supresor tumoral, y como marcador biológico para revelar metástasis ocultas en los ganglios linfáticos.
Un nuevo medicamento que contiene GC-C está a punto de salir al mercado, sin embargo, su propósito será el de tratar el estreñimiento. Este estudio ayudará a preparar el terreno, según Waldman, a futuros estudios pre-clínicos y clínicos que investiguen otras capacidades del GC-C en los seres humanos, incluida la prevención y el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, y el cáncer.

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