El ejercicio físico, la ingesta de alcohol y
los antiinflamatorios no esteroidales (Aine) pueden actuar como
inductores de reacciones alérgicas alimentarias, según se desprende de
un estudio realizado por el Vall d'Hebron Instituto de Investigación
(Vhir) de Barcelona.
El trabajo, que publica la revista 'Allergy', ha recogido pruebas
de 74 pacientes que presentaban alergias alimentarias desencadenadas
por estos factores entre las dos horas anteriores y las cuatro
posteriores a la ingesta del alimento que produce la alergia.
De hecho, los investigadores han descubierto que el 82,4% de los
pacientes no presentaban ninguna reacción alérgica, o si se producía era
de carácter leve, si la ingesta se producía de manera aislada, mientras
que con la intervención de alguno de los tres factores descritos las
reacciones anafilácticas pasaban de afectar al 17,6% de los pacientes
estudiados hasta el 85,1%.
Adicionalmente, el 58% de los casos estaban relacionados con la
ingesta de antiinflamatorios, el 52,7% con el ejercicio y el 12,2% con
la infesta de alcohol, mientras que el tiempo de aparición de los
síntomas depende del tipo de factor que influye, variando desde 75
minutos de media con los medicamentos hasta los 10 minutos con el
ejercicio.
"El trabajo pone de relieve la importancia de evaluar la acción de
estos cofactores cuando se trate a pacientes con posibles reacciones
alérgicas alimentarias", ha señalado en un comunicado la responsable de
la Sección de Alergología del Servicio de Medicina Interna del Hospital
Vall d'Hebron, Victoria Cardona.
Los especialistas han subrayado que las reacciones alérgicas han
sido tradicionalmente atribuidas al cofactor cuando la verdadera causa,
el alimento, pasaba desapercibida, por lo que apunta a nuevas líneas de
investigación futuras para detectar el papel como desencadenantes que
pueden jugar determinadas enfermedades, el estrés, el cansancio y la
menstruación.
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