Investigadores del Centro de Investigador del
Cáncer de Salamanca y perteneciente a la Red Temática de Investigación
Cooperativa en Cáncer (RTICC), dirigidos por el doctor e investigador
del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Xosé Bustelo,
han descubierto una nueva vía de señalización que condiciona el
crecimiento de tumores de mama y su diseminación metastática hacia el
pulmón.
Para llevar a cabo esta investigación, publicada en 'Science
Signaling', se inactivó genéticamente el gen que codifica la proteína
Vav3 y está frecuentemente enriquecido en muestras tumorales de cáncer
de mama, y otro altamente relacionado Vav2 en modelos animales, para
comprobar si tenían papeles relevantes en este tipo de tumor.
Los resultados indicaron que las proteínas Vav2 y Vav3
actuaban coordinadamente en el crecimiento del tumor de mama primario y,
lo que fue más sorprendentemente, eran críticos para la formación de
metástasis.
Asimismo, un estudio subsecuente de las células que carecían
de expresión permitió revelar que estas proteínas son esenciales para la
expresión de un vasto programa transcripcional en las células de cáncer
de mama.
El siguiente paso consistió en averiguar si esta 'firma
genética' pro-metastática podía tener interés desde un punto de vista
terapéutico o de diagnóstico clínico. Para el primer objetivo, los
investigadores seleccionaron genes pertenecientes a esa 'firma genética'
que codifican moléculas con potencial terapéutico --que pudiesen ser
inhibidas por métodos clásicos como fármacos, anticuerpos o microRNAs--
en esta enfermedad.
Los investigadores descubrieron en esta fase de la
investigación que, además de las proteínas Vav2 y Vav3, existían cuatro
proteínas adicionales --Ilk, Inhibina betaA, ciclooxigenasa 2 y
Tacstd2--- que cuando se inhibían genéticamente disminuían el
crecimiento del tumor primario y eliminaban por completo las metástasis
del cáncer de mama al pulmón.
Los resultados indican que la inhibición de estas seis
proteínas, bien individualmente o de manera combinada, podrían
utilizarse en un futuro como dianas terapéuticas.
Asimismo, mediante métodos metagenómicos y bioinformáticos se
confirmó además el valor diagnóstico de esta 'firma genética' en
pacientes con cáncer de mama. Lo que les permitió subsecuentemente
definir una 'firma genética diagnóstica' restringida a 102 genes que
podía predecir con alta fiabilidad diferentes parámetros de la evolución
de pacientes con cáncer de mama: como su grado de supervivencia,
posibilidad de recurrencia de la enfermedad, o el posible desarrollo de
metástasis en el pulmón.
"Este trabajo ha identificado nuevas dianas terapéuticas y
demostrado a nivel pre-clínico que potencialmente serían de interés en
este tipo de cáncer. Sin embargo, su implementación práctica vendrá
condicionada por la capacidad de desarrollar en un futuro próximo
fármacos capaces de inhibirlas de manera efectiva y, obviamente, a que
funcionen sin efectos colaterales tóxicos en los pacientes con cáncer.
Este trabajo apunta hacia una dirección a seguir, pero todavía falta
establecer el camino que nos permita llegar al final del trayecto", ha
comentado Bustelo.
Sin embargo, la firma genética diagnóstica podría
implementarse rápidamente si existe una empresa interesada en su
comercialización. En este sentido, este experto ha explicado que los
estudios metagenómicos están basados en el uso de bases de datos
procedentes de pacientes con información clínica, por lo que dan una
imagen "muy exacta" de cómo funcionaría la firma genética en el mundo
real. "Sabemos ya que la firma genética descrita por nuestros grupos es
comparable, o incluso mejor, que otras herramientas diagnósticas
desarrolladas recientemente como es el caso del MamaPrint", ha
confirmado.
Junto con esta publicación, el trabajo ha resultado en dos
patentes que protegen los resultados sobre dianas terapéuticas y la
firma genética diagnóstica que han sido registradas conjuntamente por la
Universidad de Salamanca, el CSIC y el CIEMAT.
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