El consumo excesivo de alcohol puede
amplificar dramáticamente el daño hepático, al estar implicado en la
fisiopatología de la enfermedad hepática alcohólica (ALD), que se
caracteriza por hígado graso, hepatitis, fibrosis y cirrosis, y alterar
los niveles de varios componentes celulares, según los resultados de un
estudio que se publicarán en abril en la revista 'Alcoholism: Clinical
& Experimental Research', actualmente disponibles en su edición 'on line'.
"El hígado es el principal sitio metabólico en el cuerpo",
dijo Shivendra D. Shukla, de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Missouri, y autor del estudio. "Está implicado en el metabolismo de
nutrientes y medicamentos y en la producción de un gran número de
agentes necesarios para las funciones fisiológicas de órganos tales como
el corazón, los riñones, los vasos sanguíneos y el cerebro. ALD puede
tener un efecto dominó en muchos órganos, al influir en la inmunidad, la
salud cardiovascular y la coagulación", explica el investigador.
"El hígado es el órgano principal para el metabolismo del alcohol,
y como tal, es la primera línea de defensa contra el consumo excesivo
de alcohol", agregó Samir Zakhari, vicepresidente senior de la Oficina
de Ciencia destilada del Consejo de Bebidas de Estados Unidos. En este
sentido, resalta que los efectos del consumo excesivo de alcohol en el
hígado dependen de que beber en exceso se superponga a consumo excesivo y
crónico o que se haga con el estómago vacío, especialmente después de
un periodo de ayuno o inanición.
Nuevos estudios de experimentación en animales y en humanos
indican que el consumo excesivo de alcohol tiene efectos profundos en
inmunología y los parámetros epigenéticos del hígado, además de los
conocidos efectos metabólicos de los niveles de agudos del alcohol. "El consumo de alcohol crónico hace que el hígado sea altamente susceptible a la borrachera inducida por daño en el hígado", dijo Shukla.
Además, el consumo elevado de alcohol altera los niveles de varios
componentes celulares y dramáticamente amplifica el daño hepático en
los crónicamente expuestos al alcohol en el hígado. "Esta revisión hace
hincapié en la importancia de los mecanismos moleculares y epigenéticos
en la lesión hepática inducida por un atracón de alcohol", subrayó
Shukla, que también destacó que la investigación sienta las bases para
estudios adicionales sobre la implicación cruzada de órganos por daño
hepático inducido por exceso de alcohol.
Así, la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas puede causar daño
mitocondrial, lo que puede resultar en la muerte celular y alteraciones
en la bioenergética, como agregó Zakhari, quien recomienda por ello que
las personas no beban en exceso, sobre todo con el estómago vacío, y
alerta de que si son grandes bebedores crónicos, el consumo excesivo
agravará la lesión hepática, especialmente si existen condiciones
comórbidas, como obesidad, hepatitis C o VIH.
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