miércoles, 23 de enero de 2013

El exceso alcohol amplifica dramáticamente la lesión hepática

El consumo excesivo de alcohol puede amplificar dramáticamente el daño hepático, al estar implicado en la fisiopatología de la enfermedad hepática alcohólica (ALD), que se caracteriza por hígado graso, hepatitis, fibrosis y cirrosis, y alterar los niveles de varios componentes celulares, según los resultados de un estudio que se publicarán en abril en la revista 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', actualmente disponibles en su edición 'on line'.

   "El hígado es el principal sitio metabólico en el cuerpo", dijo Shivendra D. Shukla, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Missouri, y autor del estudio. "Está implicado en el metabolismo de nutrientes y medicamentos y en la producción de un gran número de agentes necesarios para las funciones fisiológicas de órganos tales como el corazón, los riñones, los vasos sanguíneos y el cerebro. ALD puede tener un efecto dominó en muchos órganos, al influir en la inmunidad, la salud cardiovascular y la coagulación", explica el investigador.
   "El hígado es el órgano principal para el metabolismo del alcohol, y como tal, es la primera línea de defensa contra el consumo excesivo de alcohol", agregó Samir Zakhari, vicepresidente senior de la Oficina de Ciencia destilada del Consejo de Bebidas de Estados Unidos. En este sentido, resalta que los efectos del consumo excesivo de alcohol en el hígado dependen de que beber en exceso se superponga a consumo excesivo y crónico o que se haga con el estómago vacío, especialmente después de un periodo de ayuno o inanición.
   Nuevos estudios de experimentación en animales y en humanos indican que el consumo excesivo de alcohol tiene efectos profundos en inmunología y los parámetros epigenéticos del hígado, además de los conocidos efectos metabólicos de los niveles de agudos del alcohol. "El consumo de alcohol crónico hace que el hígado sea altamente susceptible a la borrachera inducida por daño en el hígado", dijo Shukla.
   Además, el consumo elevado de alcohol altera los niveles de varios componentes celulares y dramáticamente amplifica el daño hepático en los crónicamente expuestos al alcohol en el hígado. "Esta revisión hace hincapié en la importancia de los mecanismos moleculares y epigenéticos en la lesión hepática inducida por un atracón de alcohol", subrayó Shukla, que también destacó que la investigación sienta las bases para estudios adicionales sobre la implicación cruzada de órganos por daño hepático inducido por exceso de alcohol.
   Así, la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas puede causar daño mitocondrial, lo que puede resultar en la muerte celular y alteraciones en la bioenergética, como agregó Zakhari, quien recomienda por ello que las personas no beban en exceso, sobre todo con el estómago vacío, y alerta de que si son grandes bebedores crónicos, el consumo excesivo agravará la lesión hepática, especialmente si existen condiciones comórbidas, como obesidad, hepatitis C o VIH.

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