Científicos del Centro contra el Cáncer MD
Anderson de la Universidad de Texas (Estados Unidos) han descubierto la
vía de señalización por la que un regulador "maestro" de las proteínas
celulares de cáncer, conocido como Src, conduce a la progresión
del cáncer de ovario cuando se expone a las hormonas del estrés. Según
informan los propios investigadores en la revista 'Nature
Communications', los fármacos betabloqueantes mitigan este efecto y
reducen las muertes por cáncer una media del 17 por ciento.
Src (pronunciado "SARC", abreviatura de sarcoma) es un
protooncogén, un gen normal que puede convertirse en un oncogén debido a
una mayor expresión, y está implicado en la regulación del crecimiento y
la división celular. Conocido por ser un instrumento de los cambios que
hacen que las células normales enfermen, este estudio arroja luz sobre
su papel como un interruptor molecular clave que afecta a una vía de
señalización corriente abajo que impulsa la progresión de la enfermedad.
Liderados por Anil K. Sood, profesor en los departamentos de
Ginecología Oncológica y Biología del Cáncer en MD Anderson, los
investigadores detectaron que la noradrenalina (NA, una hormona del
estrés) afecta directamente en el crecimiento del tumor y la propagación
a través de beta-adrenérgicos (ADRB), receptores expresados en
células tumorales.
En concreto, el estudio demostró que ADRB de señalización conduce a la activación de Src
a través de una única proteína quinasa A (PKA), que es fundamental para
la regulación de la actividad celular y la metástasis del cáncer. Esta
es la primera vez que los científicos han sido capaces de demostrar que
los receptores ADRB desempeñan un papel directo en la activación de Src por este mecanismo, según los autores del estudio.
"Cuando Src se desencadena por estrés, funciona como un dique dejando salir el agua que causa una inundación aguas abajo. Src,
como la presa, es un interruptor regulador principal que causa una
reacción en cadena en las células", explicó Sood, que quiso explorar
posibles intervenciones contra los efectos del estrés.
Así, los investigadores examinaron los datos sobre los resultados de
los pacientes con cáncer tratados con fármacos betabloqueantes del
sistema de cobertura de eventos adversos de la agencia norteamericana
del medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) y encontraron que la
mortalidad en los pacientes tratados con un betabloqueante se redujo en
una media del 17 por ciento en todos los tipos de cáncer más
importantes. Por otra parte, se observó una disminución de casi el 15
por ciento de la mortalidad entre los pacientes con cáncer de ovario y
de cuello del útero.
Los bloqueadores beta, también llamados betaadrenérgicos, tratan
una variedad de condiciones, como enfermedad cardiaca, presión arterial
alta, glaucoma y migrañas, y actúan sobre los receptores ADRB, que
también se encuentran en el corazón, que hacen que el corazón lata más
fuerte y más rápido bajo estrés, y están involucrados en el
mantenimiento del flujo sanguíneo.
Cuando los receptores ADRB en las células cancerosas se activan,
se pone en movimiento una cadena de acontecimientos que conduce a la
formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan el crecimiento del
tumor, un proceso conocido como angiogénesis. La formación de nuevos
vasos sanguíneos permite que los tumores crezcan y se diseminan con
mayor rapidez y los agentes bloqueantes beta detienen este proceso.
"Antes de nuestro trabajo, el concepto de las hormonas del estrés que
impulsan el crecimiento del cáncer era muy nuevo y había muy poca
información sobre el efecto de los bloqueadores beta en los resultados
del cáncer en los seres humanos", afirmó Guillermo Armaiz-Peña,
instructor de Oncología Ginecológica y Medicina Reproductiva y primer
autor del estudio, quien subraya que el estudio proporciona "un
incentivo para seguir estudiando los bloqueadores beta como un posible
suplemento para terapias contra el cáncer tradicionales".
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