Los jóvenes que son obesos a sus 20 años de
edad son más propensos a desarrollar una enfermedad grave de salud
cuando alcancen la mediana edad o incluso antes, según sugiere una
investigación publicada en edición digital de la revista 'BMJ Open'. Por
ejemplo, aumenta el riesgo de diabetes, coágulos de sangre y ataques
cardiacos.
Es bien sabido que la obesidad en la edad adulta representa un
riesgo para la diabetes y la enfermedad cardiovascular, pero no ha
estado claro si la obesidad en la edad adulta temprana fortalece ese
riesgo. Por ello, los investigadores siguieron la salud de 6.500 hombres
daneses de 22 años de edad durante 33 años hasta los 55, todos ellos
nacidos en 1955 y registrados por la Junta Militar para un examen de
aptitud para el servicio militar.
Todos los potenciales reclutas en Dinamarca son sometidos a una
batería de pruebas psicológicas y físicas, incluyendo el peso. La
mayoría (83 por ciento, es decir, un total de 5.407) estaba dentro del
rango normal; el 5 por ciento tenía un peso inferior (353); uno de cada
diez (639) estaba con sobrepeso y el 1,5 por ciento (97) era obeso. El
peso normal se clasifica como un índice de masa corporal (IMC) de entre
18,5 y 25 y la obesidad, 30 o más IMC.
Casi la mitad de los clasificados como obesos a la edad de 22 años
fueron diagnosticados con diabetes, presión arterial alta, ataques al
corazón, derrame cerebral, coágulos sanguíneos en las piernas o los
pulmones o habían muerto antes de llegar a la edad de 55 años. Además,
eran ocho veces más propensos a tener diabetes que sus pares de peso
normal y cuatro veces más a desarrollar un coágulo de sangre
potencialmente mortal (tromboembolismo venoso).
También tenían más del doble de probabilidades de desarrollar presión
arterial alta, sufrir un ataque al corazón o morir. Cada unidad de
aumento en el IMC corresponde a un aumento en la tasa de ataque cardiaco
del 5 por ciento; un 10 por ciento más en las tasas de presión arterial
alta y coágulos de sangre de y un aumento de la tasa de diabetes del 20
por ciento.
En total, los jóvenes obesos registraban tres veces más
probabilidades de contraer cualquiera de estas enfermedades graves que
sus pares de peso normal en la edad media, lo que confiere un riesgo
absoluto de casi el 50 por ciento en comparación con sólo el 20 por
ciento entre sus iguales de peso normal.
Según los científicos, los resultados indican que el continuo aumento
de la obesidad puede contrarrestar el descenso de las muertes por
enfermedades del corazón.
"Por lo tanto, la morbilidad relacionada con
la obesidad y la mortalidad será, en las próximas décadas, una carga sin
precedentes en los sistemas de salud en todo el mundo", alertan.
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