En España un alto porcentaje de niños y
adultos (más del 35%) ingieren cantidades de calcio por debajo de las
recomendadas, pese a que los beneficios de este mineral para la salud en
general y sobre el metabolismo óseo en particular, también son
sobradamente conocidos, según recuerdan desde el Programa NUSA.
Ese déficit es una de las razones que han motivado la elaboración
del documento de consenso 'Evidencia científica sobre el papel del yogur
y otras leches fermentadas en la alimentación saludable de la población
española', de la Federación Española de Sociedades de Nutrición,
Alimentación y Dietética (FESNAD).
En este sentido, el doctor Luis A. Moreno Aznar, vicepresidente de
la Sociedad Española de Nutrición (SEN) y redactor coordinador del
documento, ha explicado que "el valor nutricional del calcio está
principalmente vinculado a la formación y el metabolismo del hueso a lo
largo de las diferentes etapas de la vida, desde el desarrollo durante
el crecimiento infantojuvenil hasta la atenuación de las pérdidas de
mineral óseo a lo largo de la vida1. Junto al ejercicio y la vitamina D,
es necesario asegurar una ingesta adecuada de calcio para mantener la
salud ósea".
Otras implicaciones del calcio en el organismo tienen que ver con
el funcionamiento del sistema circulatorio, la función muscular, la
transmisión nerviosa y la secreción hormonal.
Para abordar el problema, la revisión científica de la FESNAD
llama la atención sobre la importancia de los lácteos. En la actualidad,
se acredita, los lácteos aportan entre el 44 y el 70% del calcio que
ingieren los españoles y las evidencias científicas de las que se
dispone permiten afirmar que el consumo de lácteos se asocia
positivamente con una mayor densidad mineral ósea. El trabajo también
vincula de forma concreta la ingesta de yogur con la absorción de calcio
en adultos sanos, personas intolerantes a la lactosa y mujeres
postmenopáusicas.
El documento de consenso establece asimismo que dada la buena
biodisponibilidad del calcio de los productos lácteos y teniendo en
cuenta que su ingesta supone la principal fuente del mineral en todos
los grupos de edad, los lácteos desempeñan un papel crucial en la
cobertura de las Ingestas Dietéticas Recomendadas para la población
española.
Respecto a la evolución en el consumo de lácteos a lo largo del
ciclo vital y analizando datos de diversos estudios el trabajo
científico de FESNAD constata que el consumo suele ser más elevado en
población infantil, especialmente en etapa preescolar, para ir
disminuyendo durante la infancia y especialmente en la adolescencia. Se
registran, añade, incrementos posteriores en etapas de la vida en las
que existe mayor preocupación por lograr un incremento en el aporte de
calcio como el embarazo o la menopausia.
El declive en el consumo de lácteos suele registrase a partir de
los 9 años. En este sentido, algunas investigaciones citadas constatan
que los escolares mayores de 9 años tienen una posibilidad 7.45 veces
superior de tener consumo de lácteos menor del aconsejado, respecto a
escolares de menor edad. En el mismo estudio se constata que los niños
que toman más de 3 raciones de lácteos/día tienen mayor posibilidad de
alcanzar la ingesta de calcio recomendada.
En el caso de jóvenes y adultos, se citan varios estudios que
acreditan la asociación entre mayor consumo de lácteos y mayor densidad
mineral ósea. Asimismo, se hace referencia a un mayor consumo de lácteos
en poblaciones físicamente activas y en las de mayor nivel
socioeconómico.
La amplia revisión en la que se basa el trabajo ha permitido a la
FESNAD establecer en este consenso las cantidades recomendadas de calcio
según grupos de edad, que son: 800mg en niños y niñas de 6-9 años;
1.100mg en niños y niñas de 10-19 años; 900mg en hombres y mujeres de
20-59 años; 1.100mg en hombres y mujeres mayores de 60 años y mujeres
embarazadas; y 1.200mg en mujeres en periodo de lactancia.
Respecto al consumo diario de leche y productos lácteos, el
documento apoya las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición
Comunitaria y la Estrategia NAOS: adultos, 2-3 raciones/día; escolares,
2-3 raciones/día; adolescentes, 3-4 raciones/día; mujeres en embarazo,
lactancia o menopausia, 3-4 raciones/día; personas mayores, 2-4
raciones/día. La importancia de mantener en el tiempo estas ingestas,
según el consenso de FESNAD, la avala el hecho que actualmente los
lácteos aportan entre el 44 y el 70% del calcio que ingieren los
españoles.
Dentro de los lácteos, el consenso señala que las características
del yogur y las leches fermentadas desempeñan un papel crucial en la
cobertura de la Ingesta Diaria Recomendada de calcio. En este sentido,
se asegura que las ventajas del consumo de yogur y otras leches
fermentadas sobre el de otros productos lácteos, recomiendan incluir el
yogur dentro del consumo diario y variado de lácteos.
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