miércoles, 23 de febrero de 2011

Los móviles alteran la actividad cerebral, según un estudio

Pasar 50 minutos con un teléfono móvil pegado a la oreja es suficiente para cambiar la actividad de las células cerebrales en la parte del cerebro más cercana a la antena. 

Lo que no está claro es si eso puede ser nocivo, dijeron el martes científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), añadiendo que el estudio no resolverá previsiblemente las recurrentes preocupaciones sobre un vínculo entre los móviles y los tumores cerebrales.
"Lo que demostramos son incrementos en el metabolismo de la glucosa (una señal de actividad cerebral) en el cerebro en gente que estaba expuesta al móvil en la zona más cercana a la antena", dijo la doctora Nora Volkow del NIH, cuyo estudio fue publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA).
El estudio pretendía examinar cómo reacciona el cerebro a los campos electromagnéticos causados por las señales telefónicas inalámbricas.
Volkow se declaró sorprendida por el hecho de que la débil radiación electromagnética de los teléfonos móviles pudiera afectar a la actividad cerebral, pero dijo que los hallazgos no arrojaban ninguna luz sobre si los móviles causan cáncer.
"Este estudio no indica de ninguna forma eso. Lo que hace el estudio es demostrar que el cerebro humano es sensible a la radiación electromagnética de las exposiciones al móvil".
El uso de los dispositivos se ha incrementado drásticamente desde que se introdujeron en la década de 1980, y ahora mismo hay unos 5.000 millones de teléfonos móviles en uso en todo el mundo.
Algunos estudios han vinculado la exposición a los móviles a un mayor riesgo de cánceres cerebrales, pero un gran estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud fue poco concluyente.
El equipo de Volkow estudió a 47 personas que fueron sometidas a un escáner cerebral mientras tenían un móvil encendido durante 50 minutos y a otro mientras el teléfono estaba apagado.
Aunque no hubo un cambio general descubrieron un incremento de un 7 por ciento en el metabolismo cerebral de la región más cercana a la antena del móvil cuando el teléfono estaba encendido.
Los expertos dijeron que los resultados eran interesantes, pero instaron a interpretarlos con cautela.
"Aunque se desconoce el significado biológico, si es que hay alguno, del incremento del metabolismo de la glucosa por la exposición intensa al móvil, los resultados justifican más investigaciones", escribieron Henry Lai de la Universidad de Washington, Seattle, y el Dr. Lennart Hardell del Hospital Universitario en Orebro, Suecia, en un comentario en JAMA.
"Aún hay mucho por hacer para investigar más y entender estos efectos", escribieron.
John Walls, un portavoz de un grupo de la industria móvil, CTIA-The Wireless Association, dijo que las pruebas científicas habían indicado hasta ahora de forma abrumadora que los dispositivos inalámbricos, dentro de los límites establecidos por la Comisión Federal de Comunicaciones, no plantean ningún riesgo para la salud ni causan ningún efecto adverso en la salud.
Volkow dijo que sus hallazgos sugerían la necesidad de realizar más estudios para ver si los móviles tenían un efecto negativo en las células cerebrales.
Mientras tanto, Volkow no quiere arriesgarse. Ahora utiliza un auricular en lugar de colocarse el móvil junto a la oreja.
"No digo que haya ningún riesgo, pero en caso de que lo haya, ¿por qué no?".
Según este estudio que se publica en Investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud en Bethesda (Estados Unidos) esos 50 minutos de uso del teléfono móvil se asociaba con un aumento en el metabolismo de la glucosa en el cerebro, un marcador de la actividad cerebral, en la región más cercana a la antena del teléfono, pero se desconoce si el descubrimiento tiene significación clínica. 
   Los investigadores, dirigidos por Nora D. Volkow, realizaron un estudio para evaluar si la exposición al móvil afectaba a la actividad regional en el cerebro humano. El estudio, realizado entre enero y diciembre de 2009, incluía a 47 participantes.
   Los teléfonos móviles eran situados en los oídos izquierdo y derecho y las imágenes cerebrales se realizaron mediante tomografía de emisión de positrones (TEP) con una inyección de fluorodeoxiglucosa (18F), utilizadas para medir el metabolismo de la glucosa cerebral dos veces, una con el teléfono de la derecha activado durante 50 minutos y otra con los dos teléfonos desactivados. Se realizaron análisis para verificar la asociación del metabolismo y la amplitud estimada de ondas electromagnéticas moduladas por radiofrecuencia emitidas por el teléfono móvil. Los escáneres de TEP fueron comparados para evaluar el efecto del uso del teléfono móvil sobre el metabolismo de la glucosa cerebral.
   Los investigadores descubrieron que el metabolismo completo del cerebro no difería entre las condiciones de activación y desactivación de los teléfonos. Sin embargo, existían efectos regionales significativos. El metabolismo en la región cerebral más cercana a la antena (la corteza orbitofrontal y polo temporal) era significativamente mayor (aproximadamente un 7 por ciento) para las condiciones de activación del teléfono móvil que para las de desactivación.
   Según los autores del trabajo, los aumentos estaban significativamente correlacionados con las amplitudes de campo electromagnéticas estimadas tanto para el metabolismo absoluto como para el metabolismo normalizado. "Esto indica que las regiones que se esperaba que tuvieran una mayor absorción de campos electromagnéticos modulados por radiofrecuencia procedentes de la exposición al móvil eran las que mostraban los mayores  aumentos en el metabolismo de la glucosa", señalan los autores.
   Los resultados proporcionan así evidencias de que el cerebro humano es sensible a los efectos de estos campos electromagnéticos modulados por la radiofrecuencia procedentes de las exposiciones a los teléfonos móviles. Los autores añaden que se desconocen los mecanismos por los que estos campos electromagnéticos podrían afectar al metabolismo de la glucosa cerebral.
   Los investigadores concluyen que el estudio confirma que la exposición a los móviles afecta a la actividad metabólica cerebral pero no proporcionan información sobre su importancia sobre posibles efectos carcinogénicos, o la carencia de tales efectos, procedente del uso de los teléfonos móviles.
   Sin embargo, los autores afirman que serán necesarios futuros estudios que evalúan si estos efectos podrían tener consecuencias perjudiciales a largo plazo.

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