sábado, 9 de abril de 2011

Un experto alerta de los efectos de la radiactividad sobre la fertilidad

El director del departamento de Andrología Reproductiva y codirector del valenciano Centro Médico de Reproducción Asistida (CREA), Miguel Ruiz Jorro, ha alertado de los efectos de la radiactividad en el ADN de los individuos que reciben esas ondas, a quienes pueden causar un cáncer y afectar incluso a su descendencia, a través de patologías que pueden detectarse inmediatamente en el recién nacido o manifestarse "incluso a los 30, o los 50 años" de la exposición.

    Ruiz Jorro ha explicado que la radiación ionizante como la proveniente de accidentes en centrales nucleares como los de Fukushima o Chernobil modifica la información contenida en el ADN y puede causar mutaciones en cualquier célula del cuerpo, tanto reproductivas como somáticas --no reproductivas--.
   En el caso de las células reproductivas, además de afectar al propio individuo, la patología también podría ser heredada por su descendencia o ésta podría sufrir una alteración genética diferente.
   En algunas ocasiones, esa alteración puede detectarse inmediatamente en el bebé, como en el caso del Síndrome de Down, mientras que en otras "podría manifestarse muchos años después", como  en la enfermedad de Huntington.
   Además, la radiactividad también puede afectar directamente al embrión y causarle alteraciones genéticas o malformaciones, razón por la que se toma especial precaución cuando se debe realizar un estudio radiológico en una mujer embarazada.
   En cuanto a las sustancias contaminantes radiactivas que se pueden producir a partir del núcleo del reactor, Ruiz Jorro ha señalado que algunas tienen una vida media muy larga, pueden depositarse en el suelo y en el mar, y llegar a las personas a través de distintos alimentos como las frutas, las verduras o las carnes y pescados.
   En concreto, los que poseen mayor repercusión para la salud son el yodo --que puede producir directamente mutaciones en los genes--, el estroncio y el cesio radiactivos --que se acumulan en el organismo y perduran durante décadas--.
   En cualquier caso, el codirector de CREA ha recalcado que "no hay razón para preocuparse en España por el efecto de la radiación de Japón" ya que, además de la gran distancia que separa a ambos países, los efectos "dependen mucho del tiempo de exposición y de las dosis", que a España "solo podrían llegar en niveles mínimos".
   "Evidentemente, esos riesgos recaen sobre las zonas próximas al accidente, que deberán medir los niveles de radiactividad para prevenir cualquier mutación o patología", ha apuntado Ruiz Jorro, quien ha insistido en que "en España, no hay razones para que exista una alarma social tanto por la distancia como por la dosis en que podrían llegarnos esas sustancias".
   El director del departamento de Andrología Reproductiva y codirector de CREA ha comentado que habitualmente, se recomienda a la gente que pueda estar expuesta a radiactividad que preserven la fertilidad con la vitrificación de sus ovocitos, como en el caso de las personas sometidas a tratamientos de radio o quimioterapia.
   Además, ha resaltado que, en el caso de niveles mínimos de radiación, "es muy importante también la cantidad de antioxidantes que posee el paciente, de la que depende la capacidad de sus células para reparar los posibles daños causados en el ADN".
   Así, Ruiz Jorro ha hecho hincapié en la importancia de seguir "una buena dieta, equilibrada, y realizar un ejercicio saludable acorde a nuestra edad" para tener "un buen estado general de salud y un alto nivel de antioxidantes, fundamentalmente de vitamina C, E y omega 3".

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