lunes, 9 de mayo de 2011

La cirugía reduce el riesgo de mortalidad por cáncer de próstata


Científicos de la Universidad de Uppsala, en Suecia, aseguran que el uso de la cirugía en pacientes con cáncer de próstata sirve para reducir su mortalidad en los próximos 15 años, incluso en aquellos tumores de bajo riesgo, según los resultados de un estudio publicado en el 'New England Journal of Medicine'.

   Los investigadores incluyeron en su estudio a tres grupos de pacientes de Suecia, Islandia y Finlandia, de los cuales fueron seleccionados al azar 347 de entre aquellos a los que se les había realizado una prostatectomía radical o extirpación quirúrgica de la glándula de la próstata.
   Al mismo tiempo, también se seleccionaron otros 348 pacientes no operados, en los que se optó por una vigilancia continua y una terapia hormonal cuando se detectó progresión de la enfermedad.
   La edad media de todos los participantes era de 65 años y, en ambos casos, se realizó un seguimiento posterior de quince años.
   Los resultados, que fueron analizados cada tres años, muestran que la cirugía reduce el riesgo de mortalidad por cáncer de próstata, sobre todo teniendo en cuenta que el 88 por ciento de los afectados tenían tumores palpables, frente al 12 por ciento restante en el que la enfermedad sólo se pudo identificar con PSA (un marcador del cáncer de próstata).
   Así, después de 15 años el 48 por ciento de los hombres del grupo tratado con cirugía había muerto, frente al 58 por ciento en el grupo de espera vigilante.
   Además, de los pacientes del grupo quirúrgico el 16 por ciento murió por cáncer de próstata, frente al 23 por ciento en el grupo de espera vigilante, mientras que el riesgo de metástasis fue un 12 por ciento más bajo para este primer grupo.
   El análisis de todos los pacientes ha revelado además que los pacientes más jóvenes son los que más se beneficiaron de la cirugía. Entre los hombres mayores de 65 años, no hubo diferencias significativas entre el grupo quirúrgico y el grupo de espera vigilante, presumiblemente debido al hecho de que los hombres de más edad corren un riesgo mayor de mortalidad por otras enfermedades.
   Los investigadores también estudiaron a un grupo de hombres con un tipo de tumores poco agresivos, considerado de bajo riesgo por esta causa.
   En estos casos también se observaron mejores tasas de supervivencia entre los pacientes operados, lo que muestra que es necesario desarrollar nuevos marcadores para determinar si estos tumores de bajo riesgo pueden acabar siendo más agresivos.
   "El estudio muestra que la cirugía reduce el riesgo de mortalidad por cáncer de próstata, incluso para los hombres con tumores de bajo riesgo", dice Anna Bill-Axelson, médico jefe en el Departamento de Ciencias Quirúrgicas de la Universidad de Uppsala.
   No obstante, advierten de que "no todos se benefician de la cirugía, por lo que los riesgos individuales y los beneficios potenciales deben ser evaluados sobre la base de la edad, otras enfermedades, tipo de tumor y las preferencias del paciente".
   Otra conclusión del estudio es que los pacientes quirúrgicos cuyos tumores habían crecido más allá de la glándula prostática corrieron un riesgo siete veces mayor de mortalidad por cáncer de próstata que aquellos cuyos tumores no se diseminan.
   Los efectos secundarios más comunes del tratamiento quirúrgico son la impotencia y la incontinencia. Sin embargo, añaden los autores, con el tiempo hay un grupo considerable de pacientes sin cirugía que finalmente requieren una terapia hormonal, que también conlleva un impacto en la calidad de vida de estos pacientes.

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