viernes, 3 de febrero de 2012

Descubren una posible diana terapéutica contra las enfermedades cardiovasculares

Investigadores de la Universidad de Alcalá (UAH) y del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto una posible diana terapéutica contra las enfermedades cardiovasculares. Se trata de la proteína ILK, de la que estos científicos han constata que juega un papel importante en el mantenimiento de la función vascular y han visto también cuáles son consecuencias de su carencia en modelos animales y en pacientes con aterosclerosis carotídea. 

   Las enfermedades cardiovasculares son la primera cause de muerte en España, siendo responsables del 31 por ciento de las defunciones registradas en 2009.
   El objetivo de estos investigadores era avanzar en el conocimiento de los mecanismos que mantienen el sistema cardiovascular funcionando correctamente y descubrir tratamientos para sus disfunciones. Para ello, los científicos han estudiado la contribución de la proteína ILK (quinasa ligada a integrinas a la regulación del óxido nítrico, que actúa sobre la fisiología del vaso sanguíneo.
   Sus resultados, que salen publicados en 'Circulation Research', demuestran que la ILK se produce de forma regular en la pared de las arterias sanas, pero que está ausente en arterias afectadas por ateroscelerosis en las que la cubierta interna de la arteria (el endotelio) se deteriora y se engrosa la pared debido al depósito de células grasas y residuos, formando placas que dificultan el flujo sanguíneo.
   Constatado este hecho en humanos, los responsables de esta investigación han demostrado también en modelos animales que carecen de ILK el papel que tiene para la normal contracción y relajación de las arterias, desvelando a nivel molecular la cascada de interacciones que esta proteína lleva a cabo para ejercer esta función.
   Por una parte, es una diana que controla el tono vascular, al regular la producción del vasodilatador por excelencia que es el óxido nítrico y, por ello, es una clara diana para el tratamiento de la hipertensión arterial.
   Por otra, al desaparecer del endotelio en aterosclerosis, se relaciona directamente con disfunción endotelial y por ello restaurar la función endotelial a través de esta diana puede ser clave para prevenir la formación de placa de ateroma en pacientes de riesgo.
   Según una de las autoras, Marta Saura del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá (Madrid), en la actualidad su equipo estudia "el posibleuso de ILK como diana molecular en la inhibición de la ruptura de placa de ateroma mecanismo que puede contribuir de forma significativa a inhibir enfermedades cardiovasculares derivadas de la inestabilidad de placa, como el infarto de miocardio o los accidentes cerebrovasculares.

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