Un trabajo coordinado por el Laboratorio de
Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII en el seno
de la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI)
desvela que el consumo excesivo de la asociación de amoxicilina y ácido
clavulánico (AMC), que es el antibiótico de amplio espectro más
utilizado en España, favorece la resistencia a múltiples antibióticos.
El trabajo, publicado en 'Antimicrobial Agents and Chemotherapy',
pretendía averiguar si su empleo, en episodios clínicos muy frecuentes
en la población, como las infecciones respiratorias en invierno o las
infecciones de orina, podía dar lugar a la aparición de una serie de
bacterias resistentes a AMC que acababan desplazando a las sensibles, es
decir a aquellas a las que el antibiótico es capaz de frenar.
Para ello, los investigadores, integrados en la Red Española de
Investigación en Patología Infecciosa (REIPI), dirigidos y coordinados
por el Laboratorio de Antibióticos del Centro Nacional de Microbiología
del ISCIII, consideraron que 'E. coli' podría ser un buen "centinela"
para vigilar la aparición y diseminación de las resistencias
antimicrobianas.
Es estudio ha desvelado que la resistencia a AMC en España está
ampliamente diseminada por toda la geografía, tanto en la comunidad como
en el hospital; además, demuestra que la resistencia a AMC en España es
con alta frecuencia un indicador de resistencia a múltiples
antibióticos a la vez, que incluyen otras familias como quinolonas,
aminoglicósidos y cotrimoxazol.
Según el investigador principal del estudio, Jesús Oteo señala que
este trabajo "aporta nuevo conocimiento para la implementación de
medidas del uso de antibióticos en España y abre el camino para estudiar
posibles vacunas contra los clones resistentes así como a la
investigación de nuevas moléculas activas contra las bacterias
multiresistentes".
"La resistencia a los antibióticos en general y a AMC en
particular está progresando muy rápidamente en los últimos años por lo
que parecen necesarios este tipo de estudios multicéntricos y
cooperativos realizados en el marco de redes de investigación
cooperativa como REIPI", añade.
El estudio muestra también que existen múltiples posibilidades
para que 'E. coli' adquiera la resistencia a AMC ya que se han
encontrado numerosos mecanismos de resistencia posibles, la mayoría de
ellos potencialmente transmisibles a otras bacterias clínicas.
"En los últimos 10 años existían muy pocos datos sobre la
resistencia a AMC en 'E. coli', no solo en España sino en todo el mundo,
a pesar de ser uno de los antibióticos más utilizado y la bacteria gram
negativa más frecuente en clínica humana", explica Otero.
Los investigadores recogieron 257 cepas de 'E. coli' resistentes a
AMC causantes de infecciones clínicas en pacientes individuales, tanto
de infecciones adquiridas en la comunidad como de infecciones
hospitalarias, procedentes de hospitales de Andalucía, Cantabria,
Cataluña, Galicia, Madrid y Palma de Mallorca.
Además, se estudió la relación epidemiológica entre las cepas
resistentes a AMC para determinar la posible diseminación entre la
población de cepas clonales (idénticas) portadoras de la resistencia a
AMC y se investigó la resistencia simultánea a otras familias de
antibióticos, asociadas a la resistencia a AMC.
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