Un estudio piloto, publicado en el 'Journal
of Thoracic Oncology', ha revelado que las pruebas de aliento podrían
discriminar entre los nódulos pulmonares benignos y malignos. El estudio
evaluó a 74 pacientes en pruebas en busca de nódulos pulmonares, en una
clínica de referencia en Colorado (Estados Unidos), entre marzo de 2009
y mayo de 2010.
Los investigadores, de Israel y Colorado, recogieron aliento
exhalado de cada paciente, y analizaron los compuestos orgánicos
volátiles utilizando cromatografía de gases con espectrometría de masas,
e información de nanoarrays químicos, desarrollados por el profesor
Hossam Haick y sus colaboradores en el Instituto de Tecnología
Technion-Israel.
Los pacientes también fueron sometidos a una broncoscopia,
resección en cuña y/o lobectomía, requeridos para el diagnóstico final.
Los nódulos que retrocedieron o se mantuvieron estables a lo largo de un
período de 24 meses fueron considerados benignos.
Las dos técnicas identificaron con precisión 53 nódulos pulmonares
malignos y 19 benignos. Además, el método de nanoarrays discriminó
entre adenocarcinoma y carcinoma de células escamosas, y entre la
enfermedad temprana y la enfermedad avanzada.
Este tipo de prueba podría ayudar a resolver algunos de los
problemas de la detección por tomografía computarizada (TC). Mientras
que la TC ha reducido la tasa de mortalidad en un 20 por ciento, muchas
personas tienen que someterse a procedimientos invasivos sólo para
descubrir si sus nódulos pulmonares son cancerosos, con una tasa de
falsos positivos del 96 por ciento.
Los autores concluyen que "la prueba de aliento podría tener un
impacto significativo en la reducción de exploraciones innecesarias y
reducir el riesgo relacionado con el procedimiento y los costos. Además,
podría facilitar una intervención terapéutica más rápida".
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